Giovani había notado que Isabela estaba recia a que él entrara a la habitación pues no se movía para nada. Él alzó una ceja y con un ágil movimiento, rodeó la cintura de ella con un brazo, la atrajo hacia él separándola de la puerta y abriéndola. Isabela solo se tensó en sus brazos intentando liberarse. Algo que no demoró mucho pues Giovani se dispuso a dejarla de lado y entrar.-Oye- ella lo siguió rápido- Por lo visto no tiene nada de respeto por el espacio personal.-Si lo tengo- Giovani caminaba en dirección al vestidor- Pero esta es mi casa y tengo a alguien poco cooperativo. Así que tengo que hacer el trabajo doble.-Está sonando irónico.Giovani se detuvo y la miró por encima del hombro.-Para nada. Soy muy realista- le dijo y entró al vestidor.Lo primero que notó fue que prácticamente estaba vacío. No había mucha ropa, apenas una parte de las paredes de allí, muy diferente de él que el suyo era más grande y ya tendría que remodelarlo pues no le alcanzaba el espacio. Se quedó
El aire acondicionado era agradable dentro del auto, aun así, Isabela no sabía si podía acostumbrarse a tener un chofer personal y ese tipo de lujos. Para alguien que siempre había tenido que contar el dinero para tomar el metro al día siguiente era difícil de asimilar. Se recostó en el asiento mirando por la ventanilla, hasta que…-Alto- soltó de pronto.El chofer no supo la razón de aquello, pero rápidamente frenó el auto y se giró hacia atrás preocupado.-¿Qué ocurre?Isabela entrecerraba los ojos en dirección al otro lado de la acera y su rostro se iluminó.-Espera un momento. Vi algo que debo comprarle a Allen- ella exclamó entusiasmada y salió del auto rápido. Lo mejor es que aún tenía el dinero que Giovani le había dado esa mañana a raíz de todo lo que le había hecho. Ese hombre soltaba el dinero como si fuera papel. A ella no le importaba mucho siempre y cuando fuera limpio y cumpliendo su parte del contrato.Y antes que el chofer pudiera decir algo, ella ya estaba cruzando la
Giovani miró su reloj dándose cuenta que era entrada la tarde. Alzó la cabeza de los documentos que estaba trabajando.-Kamil, llama a Isabela. Tengo que entregarle una cosa y dile que recoja que vamos por Allen.Kamil dejó lo que hacía y asintió.-¿Iremos a un lugar en específico?- le preguntó.-Primero a la tienda que reservé esta mañana y después por el centro nuevo de lujo que abriero. Mu futura esposa no puede presentarse en fachas normales.Kamil alzó una ceja ante Giovani y se acercó a él.-Parece que se divierte con esa mujerEl Ceo se dejó caer hacia atrás y sonrió.-¿Tanto lo parece? Es que ella… es divertida. Es rebelde, no se queda callada, siempre sabe como responderme, es dura- se quedó callado unos segundos- Me excita.Kamil se esperaba esa respuesta.-Nunca comentó que se sentía así antes, y mucho menos con Samantha.Giovani chasqueó la lengua.-No sé por qué, pero con Isabela es diferente. Todo fluye más natural ¿sabes? No es como si tuviera que estar fingiendo ser el
Beso, beso, beso.Ella estaba asiendo besada… su cuerpo entero se tensó sintiendo como los labios de Giovani chupaban los suyos sin importar que el labial rojo se regara por los suyos. Y ella… no podía responder, cómo lo haría si no tenía experiencia en ello.Pero al parecer eso no fue ningún obstáculo para el hombre que estaba completamente sumido en su placer. Giovani nunca había probado unos labios tan dulces y suaves en su vida y eso era quitando el sabor a fresa artificial del maquillaje. Aun cuando los de la mujer no se movían a él no le importaba hacer todo el trabajo pues podía saborear, besar y chupar todo lo que quisiera, había pagado por ello.Sabía que si se lo hubiera pedido por las buenas a Isabela de seguro tendría una charla con ella tan larga que se le irían las ganas y él al menos necesitaba quitarse la fantasía de la boca de ella, por el momento. Algo que no estaba logrando, dado que mientras más chupaba más rico le sabían, más adicto se volvía a ello y solo era la
Isabela salió huyendo de la oficina lo más rápido que pudo sintiendo sus rodillas temblar… qué decía, ¿rodillas solamente? Su cuerpo era un temblor andante y su boca picaba tanto que apenas la sentía.Ese había sido su primer beso… pero que primer beso.No era ingenua, solo que normalmente el primer beso solía ser un poco más, un poco más… recatado por así decirlo. No uno como el que acababa de recibir donde casi la había devotado y le había llegado a la garganta con mucho ahínco. Y Giovani había sido insistente. Pensó incluso que se asfixiaría en su momento.Se detuvo un momento para tomar aire. Su corazón palpitaba en su pecho y se apretó por encima de la ropa. Su cara ardía. Era difícil reconocer que se había sentido realmente bien cuando la tocaba y besaba, incluso una sensación rara se albergaba en su vientre bajo. Sacudió la cabeza. Debía centrarse. Había sido solo un beso. Al menos en su mente quedaría como que el primero había sido bueno.-¿A dónde va?- una voz familiar llegó
Isabela se arrepintió de haber preguntado y haber recibido aquella respuesta. Kamil era alguien que no parecía hablar mucho…quizás era mejor así. Ahora estaba preocupada, por eso cuando Giovani entró al auto la encontró pálida en su asiento y con sudor en su frente.Al ella escuchar el sonido de la puerta se pegó al otro lado como un cachorro asustado y sus ojos lo miraban con cautela. -¿Qué? ¿Estás nerviosa porque piensas que te volveré a besar?- él le sonrió ligeramente pero al ella negar lentamente se dio cuenta que algo no estaba bien.El Ceo frunció el ceño y miró a Kamil.-¿Qué le dijiste?- su tono cambió completamente.-Nada que fuera mentira- este le respondió como si fuera lo más del mundo- Solo cómo es su familia.Giovani se acomodó en el asiento y suspiró.-No son asesinos, si eso fue lo que él te comentó. Solo son… complicados de tratar.-Eso no me tranquiliza- Isabela mantenía la distancia de él- No tengo intenciones de dejar a Allen nuevamente huérfano.Giovani buscó al
Giovani se consideraba un hombre de muy buen gusto. Muestra de ello era su enorme mansión, donde la decoración fue supervisada por él, cuando fue remodelada; su porte y su enorme closet lleno de prendas de primera clase, y porque no... el que era se Samantha, donde muchas prensas las había comprado él mismo. Tenía que mencionar que la mujer solía vestirse un poco... subida de tono para los eventos y estar en boca de todos no era algo que a él le gustaba, aun cuando no se metía en la vestimenta normal de que ella usaba normalmente. Dado el caso, ahora tenía a Kamil detrás de él llevando una lista de todas las compras que serían enviadas por mensajería más tarde, directo a la mansión, por lo que no tenían ninguna bolsa en la mano. Y al final la mitad de las compras las había hecho el personalmente. Isabel a y si hijo eran demasiado recatados para su gusto. Les había dicho que tenían la libertad de escoger las prendas que quisiesen, pero era como si les hubiera dicho lo contrario. Por l
Giovani sentía que después de entablar una conversación con Allen se le iban toda la fuerza y energía para discutir. Ese niño realmente era algo. Con pocas palabras era capaz de dejar a uno sin habla. No entendía como Isabela podía estar con él sin perder la paciencia. Aunque pensándolo bien… ellos dos interactuaban de una forma especial.Miró su reloj después de un rato notando que la mujer se estaba demorando bastante para probarse un simple vestido. El vestido era elaborado en tela, mas no en diseño. Solo hacía falta unos pocos minutos para ponérselo. Entonces…Vio como dos empleadas pasaban por su lado y una de ellas le cotilleaba a la otra, mirándolo precisamente a él. Giovani, después de tantos años en el ojo público era capaz de diferenciar las miradas, así como quien estaba diciendo de él un comentario bueno y otro malo. En ese caso era lo segundo.Se levantó en dirección a ellas y las vio tensarse.-De que me perdí que hablan tanto de mi- alzó una mirada. Kamil que estaba ate