Ya sabía Isabela que esos 3 millones no serían solo aguantar al hombre y ya. Incluía al resto de su familia. No era que eso le preocupara, ella tenía una maestría en ello. Por lo que sonrió.-Solo tengo que resistir dos meses. No creo que muera debido a ello.La respuesta que ella le dio le gustó al hombre.-Y bien, respóndeme lo de antes- insistió. E Isabela encontró similitud en ello con Allen, cuando quería saber la respuesta de algo repetía el tema no importaba el momento hasta que obtenía lo que quería.Ella suspiró.-Soy huérfana- eso hizo que Giovani dejara de comer y la mirara- Mis padres murieron cuando era muy joven y me crie en un orfanato. Comencé a trabajar lo más rápido que pude e hice la universidad en la noche dado que ya tenía a Allen bajo mi custodia. No recuerdo el rostro de mis padres.-Ya veo, al parecer en algo nos parecemos.Ella inclinó la cabeza con una sonrisa irónica.-¿Usted y yo? ¿Parecernos? No lo creo.-Aunque tengo a mis padres, me cría con Rafael, casi
Escuchar a Giovani reírse de esa forma fue una total sorpresa para los presentes, incluso para Kamil que llegaba con el chofer desde la entrada. Su mirada recayó en su amigo que normalmente no se reía de esa forma, pero que comprendía al ver una mata de pelo rojo debajo de una mata de pelo dorado.-Kiki- Kamil simplemente lo llamó y el perro levantó la cabeza y corrió para arriba de él dejando libre a la mujer que se quedó tirada en el suelo, aun procesando lo que acababa de pasar. Típico de alguien que no estaba adaptada a lidiar con perros y menos con uno tan grande y con sobrepeso como era un Golden retriever.-Bela- Allen que mostraba una sonrisa en su rostro se arrodilló al lado de ella- ¿Estás bien?Isabela alzó una ceja mirando al niño e hizo una mueca.-Acabo de ser atropellada por un perro que casi pesa lo mismo que yo, créeme que puedo estar mejor - ella protestó, pero no precisamente molesta, ver una sonrisa en Allen era algo que no se podía disfrutar todos los días.Y lo o
Giovani había notado que Isabela estaba recia a que él entrara a la habitación pues no se movía para nada. Él alzó una ceja y con un ágil movimiento, rodeó la cintura de ella con un brazo, la atrajo hacia él separándola de la puerta y abriéndola. Isabela solo se tensó en sus brazos intentando liberarse. Algo que no demoró mucho pues Giovani se dispuso a dejarla de lado y entrar.-Oye- ella lo siguió rápido- Por lo visto no tiene nada de respeto por el espacio personal.-Si lo tengo- Giovani caminaba en dirección al vestidor- Pero esta es mi casa y tengo a alguien poco cooperativo. Así que tengo que hacer el trabajo doble.-Está sonando irónico.Giovani se detuvo y la miró por encima del hombro.-Para nada. Soy muy realista- le dijo y entró al vestidor.Lo primero que notó fue que prácticamente estaba vacío. No había mucha ropa, apenas una parte de las paredes de allí, muy diferente de él que el suyo era más grande y ya tendría que remodelarlo pues no le alcanzaba el espacio. Se quedó
El aire acondicionado era agradable dentro del auto, aun así, Isabela no sabía si podía acostumbrarse a tener un chofer personal y ese tipo de lujos. Para alguien que siempre había tenido que contar el dinero para tomar el metro al día siguiente era difícil de asimilar. Se recostó en el asiento mirando por la ventanilla, hasta que…-Alto- soltó de pronto.El chofer no supo la razón de aquello, pero rápidamente frenó el auto y se giró hacia atrás preocupado.-¿Qué ocurre?Isabela entrecerraba los ojos en dirección al otro lado de la acera y su rostro se iluminó.-Espera un momento. Vi algo que debo comprarle a Allen- ella exclamó entusiasmada y salió del auto rápido. Lo mejor es que aún tenía el dinero que Giovani le había dado esa mañana a raíz de todo lo que le había hecho. Ese hombre soltaba el dinero como si fuera papel. A ella no le importaba mucho siempre y cuando fuera limpio y cumpliendo su parte del contrato.Y antes que el chofer pudiera decir algo, ella ya estaba cruzando la
Giovani miró su reloj dándose cuenta que era entrada la tarde. Alzó la cabeza de los documentos que estaba trabajando.-Kamil, llama a Isabela. Tengo que entregarle una cosa y dile que recoja que vamos por Allen.Kamil dejó lo que hacía y asintió.-¿Iremos a un lugar en específico?- le preguntó.-Primero a la tienda que reservé esta mañana y después por el centro nuevo de lujo que abriero. Mu futura esposa no puede presentarse en fachas normales.Kamil alzó una ceja ante Giovani y se acercó a él.-Parece que se divierte con esa mujerEl Ceo se dejó caer hacia atrás y sonrió.-¿Tanto lo parece? Es que ella… es divertida. Es rebelde, no se queda callada, siempre sabe como responderme, es dura- se quedó callado unos segundos- Me excita.Kamil se esperaba esa respuesta.-Nunca comentó que se sentía así antes, y mucho menos con Samantha.Giovani chasqueó la lengua.-No sé por qué, pero con Isabela es diferente. Todo fluye más natural ¿sabes? No es como si tuviera que estar fingiendo ser el
Beso, beso, beso.Ella estaba asiendo besada… su cuerpo entero se tensó sintiendo como los labios de Giovani chupaban los suyos sin importar que el labial rojo se regara por los suyos. Y ella… no podía responder, cómo lo haría si no tenía experiencia en ello.Pero al parecer eso no fue ningún obstáculo para el hombre que estaba completamente sumido en su placer. Giovani nunca había probado unos labios tan dulces y suaves en su vida y eso era quitando el sabor a fresa artificial del maquillaje. Aun cuando los de la mujer no se movían a él no le importaba hacer todo el trabajo pues podía saborear, besar y chupar todo lo que quisiera, había pagado por ello.Sabía que si se lo hubiera pedido por las buenas a Isabela de seguro tendría una charla con ella tan larga que se le irían las ganas y él al menos necesitaba quitarse la fantasía de la boca de ella, por el momento. Algo que no estaba logrando, dado que mientras más chupaba más rico le sabían, más adicto se volvía a ello y solo era la
Isabela salió huyendo de la oficina lo más rápido que pudo sintiendo sus rodillas temblar… qué decía, ¿rodillas solamente? Su cuerpo era un temblor andante y su boca picaba tanto que apenas la sentía.Ese había sido su primer beso… pero que primer beso.No era ingenua, solo que normalmente el primer beso solía ser un poco más, un poco más… recatado por así decirlo. No uno como el que acababa de recibir donde casi la había devotado y le había llegado a la garganta con mucho ahínco. Y Giovani había sido insistente. Pensó incluso que se asfixiaría en su momento.Se detuvo un momento para tomar aire. Su corazón palpitaba en su pecho y se apretó por encima de la ropa. Su cara ardía. Era difícil reconocer que se había sentido realmente bien cuando la tocaba y besaba, incluso una sensación rara se albergaba en su vientre bajo. Sacudió la cabeza. Debía centrarse. Había sido solo un beso. Al menos en su mente quedaría como que el primero había sido bueno.-¿A dónde va?- una voz familiar llegó
Isabela se arrepintió de haber preguntado y haber recibido aquella respuesta. Kamil era alguien que no parecía hablar mucho…quizás era mejor así. Ahora estaba preocupada, por eso cuando Giovani entró al auto la encontró pálida en su asiento y con sudor en su frente.Al ella escuchar el sonido de la puerta se pegó al otro lado como un cachorro asustado y sus ojos lo miraban con cautela. -¿Qué? ¿Estás nerviosa porque piensas que te volveré a besar?- él le sonrió ligeramente pero al ella negar lentamente se dio cuenta que algo no estaba bien.El Ceo frunció el ceño y miró a Kamil.-¿Qué le dijiste?- su tono cambió completamente.-Nada que fuera mentira- este le respondió como si fuera lo más del mundo- Solo cómo es su familia.Giovani se acomodó en el asiento y suspiró.-No son asesinos, si eso fue lo que él te comentó. Solo son… complicados de tratar.-Eso no me tranquiliza- Isabela mantenía la distancia de él- No tengo intenciones de dejar a Allen nuevamente huérfano.Giovani buscó al