La cabeza me dolía y una vez abrir los ojos la luz blanca había hecho que los cerrara nuevamente con presión y me llevara con difucultad una de mis manos al rostro buscando tapar la claridad, un pitido se escuchaba de fondo trayendo consigo recuerdos que no lograba acomodar en un orden lógico, era como si hubiese estado borracha en el momento que ocurrieron esos hechos o como si hubieran sido parte de una pesadilla. Una voz conocida de fondo gritó en busca de una enfermera y fue cuando caí en cuenta que estaba nuevamente en ese maldito lugar llamado hospital. La mano que tapaba la claridad en mis ojos rápidamente se desplazó a mi estómago, buscando que la pequeña barriga todavía estuviera allí y frotando con miedo como si así lo pudiera calmar para que no sintiera que su madre se moría de pánico solo de pensar que le había pasado algo. Pasos se aproximaron a mi, y logré enfocar a una enfermera revisando la máquina a mi lado. -¿Mi bebé? ¿Está bien? -Lo está, pero ahora usted es l
Me fue difícil explicarle a Bela lo que había pasado el día anterior y más el por qué mi jefe me estaba llevando a casa esa mañana luego de sacarme del hospital, pero el inicio de mis problemas no fue ese, sino el hecho de que Davis estaba al tanto de todo lo que sucedía en la casa de los Thompson y quería una explicación de el por qué la chica embarazada de cabellos negros estaba viviendo conmigo. Supongo que el hecho de que mi nuevo jefe sea socio de su familia no le eximía el hecho de conocer a la menor de los Thompson. Por suerte después de una pelea bastante acalorada con Bela, por los nervios tan grandes que le provocó que alguien cercano a su familia descubriera la localización que ella tanto intentaba ocultar, logramos resolver nuestros desacuerdos y le hicimos prometer a David que no le diría a nadie. Cosa que desde un principio supe que no haría y rectifiqué después de ver su rostro, después que bela le contara a gran escala las cosas que sufría en su casa y le enseñara f
Habían pasado casi dos horas desde lo sucedido con esa mujer, estaba sentada con Bela en el sofá de mi sala, mientras los hombres que la habían retenido estaban entablando una acalorada conversación con el comisario sobre procedimientos o que se yo, la verdad, es que hasta ese momento no entendía que mierda hacían ellos allí, la policía en ningun momento me dijo que pondrían vigilancia en las afueras de mi apartamento y menos guardias de seguridad. Aunque mis preguntas fueron todas resueltas cuando ´´lo´´ vi entrar por la puerta principal, a prisa y con ropa informal, tenía el cabello revuelto y para sus casi 30 se le veía muy juvenil en ese outfit. Bela se quedó mirándolo durante unos segundos y yo hice lo mismo, era quien menos me imaginaba ver esa noche, aunque a la vez era el más obvio en toda esta situación. -Necesito que hagan sus maletas- Soltó a penas llegó mirando con mueca enfadada a sus gorilas. -¿Dé que hablas?Vi como sus hombros se movieron en lo que suspiraba profund
Los minutos manejando hasta Kiseemmee fueron bastante tranquilos, de hecho ninguno de los dos levantó la vista de la carretera, no intercambiamos palabra alguna y cuando intenté encender la radio no funcionaba. Vaya suerte de mierda.El silencio tan abrumador y la incertidumbre estaban haciendo que mis hormonas lucharan entre ellas y me provocaran mal humor aunque nadie había hecho nada, y quizás ese era el motivo. O simplemente era incómodo que él decidiera acompañarme o protegerme sin quejas y no el padre de la criatura que llevo dentro, el cuál me abandonó y ahora está casado con alguien más, alguien que no ama y ni siquiera sabe todo el peligro que estamos viviendo su hijo, su hermana y yo.Mi guerra interna cesó cuando entramos en un callejón sin salida. Al final de un camino hecho de lodo a mano izquierda, se ubicaba una enorme granja y a sus alrededores, alguno de sus animales caminaban libres picando lo que sea que se encontraran en el suelo, sin preocuparse siquiera por lo
Me encontraba sin poder dormir, el día había estado demasiado cargado de emociones y David estaba dormido justo a mi lado separado por una almohada. Habíamos quedado en ello después que me haya declarado su amor y yo haya cedido a querer empezar algo con él después de aclararle que todavía seguía enamorada de Noah y afirmarle que mi bebé si era de él, pero que por nada del mundo se podía enterar de que venía a camino y como obviamente sintió curiosidad del, porqué de mi petición, tuve que contarle toda la historia y por supuesto comenzar a confiar en él.Pero aún después de todo, me era incómodo lo que estaba sucediendo, era un mal momento para intentar rehacer mi vida, mi madre y su esposo aun estaban sueltos intentando matarme y ya me había librado dos veces de una muerte inminente, la tercera era la vencida y no quería que a mi nuevo jefe le sucediera algo por mi culpa, ya había hecho demasiado por mi además de que no tenía que cargar con mi mala suerte. Por otro lado flotando en
Los ojos anegados en lágrimas casi no me dejaban conducir hasta mi destino, que no estaba para nada cerca, de hecho me habían dado 3 horas y estaba a 4 horas y 30 minutos, por eso tuve que correr a exceso de velocidad para salir de allí y llegar a tiempo, por suerte las carreteras estaban despejadas, la zona por la que había decidido ir era campo y a ningún policía se le ocurrió pararme y dejarme un ticket, y no lo digo porque me preocupara en estos momentos eso, sino que me retrasaría muchísimo y tiempo era lo que no me quedaba.Por suerte venir al doble del exceso de velocidad me hizo ahorrar tiempo y llegar puntual, acaricié mi pequeña barriga una última vez y bajé del vehículo dispuesta a terminar con todo esto. La oscuridad apenas me dejaba ver el lugar donde estaba, era una pequeña cabaña, de eso si estaba segura, pero estaba en el medio de la nada, y eso me aseguraba también que quizás ni Bela ni yo saldríamos con vida. Dejé el Corolla encendido con las llaves puestas por si m
Ya casi había perdido la cuenta de las tantas veces en las que cerré los ojos esperando mi muerte, muchas de ellas incluso deseándole, en parte ya no quería seguir sufriendo, y ahora, no quería que mi bebé sufriera todo lo que había sufrido yo, pero tampoco podía perdonarme el no poder conocerlo, el no poder hacer que crezca como un niño feliz, cosa que yo no pude.Mi vida entera había sido una mentira, la mujer a la que creía era mi madre no lo era y además, me había perdido el crecer en el seno de una familia que se amaba y que mi tía describe como una fantasía, justamente lo opuesto a lo que fue mi infancia. También me dolía que mi padre haya muerto sin saber que el amor de su vida no era la mujer que dormía a su lado, sino que estaba siendo tratada como loca en otro continente. Mi vida entera volvió a pasar por delante de mí, y aun así, no sentí la paz que dicen se siente cuando se muere, sino un fuerte golpe en la puerta y pasos de varias gentes entrando, cosa que en el fondo f
En todo el trayecto mi corazón se sentía oprimido, cargaba conmigo un secreto bastante traumático, y supongo que para David también lo era, porque no se había atrevido a intercambiar palabra después que salimos del hospital y se dió cuenta de que lo había escuchado todo. Y yo había mantenido mi silencio después de que le afirmé que pasara lo que pasara iba a estar ahí para ayudarlo, aunque no sabía si iba a ser lo suficientemente fuerte para poder con tanto, en especial con la pérdida de alguien al que le debía tanto. -En nuestra casa nos está esperando el abogado. -Rompió el silencio después de ver una notificación de su teléfono en la pizarra del vehículo. Asentí. -¿No vas a decir nada al respecto? -La parada antes de entrar al condominio donde estaba ubicada la casa le dio unos segundos para mirarme con una ceja alzada.-No creo que tenga algo que decir acerca de tu abogado. ¿Ya terminó el proceso? ¿Tan rápido? - Respondí confundida, cuando a la verdad no sabía que más decir, m