—¿Estás bien? —preguntó Mina, cuando Henry la ayudó a bajar del auto.—Celoso, pero bien —respondió con sinceridad.Mina le sonrió.—No tienes motivos para estarlo, Henry —le dijo.—Lo sé, Mina, pero ¿cómo le digo a mi corazón que se controle? —cuestionó.—Háblale bonito, dile que mi corazón suyo es y que mis ojos no miraran a ningún otro hombre que no seas tú —le susurró.Henry se estremeció. ¡Mina sabía cómo seducirlo con pocas palabras!—Te amo, Mina —declaró, se inclinó sobre sus labios y la besó con pasión, hasta que un ligero carraspeo los separó.—Mamá.—Pensé que les había sucedido algo —dijo ella —. ¿Fueron a una cita médica o a sacar el curso de medicina? Ellos negaron al mismo tiempo.—Estoy muriendo de ansiedad y tu padre no está en mejores condiciones, apenas le he dicho que es muy probable que tengamos otro nieto, no ha dejado de ver su reloj —anunció.—¿No podías esperar a que volviéramos para aclararte tus sospechas? —cuestionó Henry.—No.Mina rio, Hope era directa e
Ninguno de los dos hombres supo cuánto bebió aquel día, pero ambos necesitaron varias botellas para aliviar la pena del corazón, aunque ninguna de ellas les quitó el dolor.Alexander no sabía qué era peor, que lo dejaran por un contrato o que la mujer que amaba regresara con su ex, por supuesto, el joven desconocía de quién se trataba la mujer de la cual Adam hablaba y menos, que su primo fuera ese ex.—Quizá tengas una oportunidad de volver con ella —pronunció Alex con dificultad, la lengua ya empezaba a enredarse a causa del licor.—¿Oportunidad de volver? —cuestionó Adam, se bebió el líquido ambarino de su vaso.Alex asintió.—Ni siquiera fuimos nada —confesó, dejando escapar una carcajada sin humor.Alex gruñó.—¿Estás sufriendo por una mujer que no era nada tuyo? —bufó con un chasquido —. Eso es demasiado masoquista —añadió.Adam se encogió de hombros.—Me enamoré de ella, pero no le expresé mis sentimientos, imaginé que tendría la oportunidad de hacerlo más adelante, pero no fue
—¡¿Qué mierda hiciste conmigo?!El grito de Alexander se escuchó en todo el departamento, haciendo que los tres hombres en la sala se precipitaran a la habitación, quedando sorprendidos al encontrar a Alex en un rincón de la habitación, mientras Alec lo miraba como si le hubieran salido dos cabezas.—¿Qué pasa? —preguntó Adam, adelantándose y captando la atención de Alexander.—¿Son dos? —preguntó él, con el corazón martillando dentro de su pecho.Alexander se había imaginado una cantidad apabullante de posibles escenarios, incluso se había prometido no volver a beber como lo hizo la noche anterior.—¿Qué demonios estás haciendo Alec? —preguntó Adam al ver a su hermano riéndose.—¿Yo? Nada, solo le ofrecí una taza de café y le pregunté si estaba bien. No creí que ser amable fuera un crimen —se defendió Alec, alejándose de Alex, mientras Henry y Lucas luchaban para no echarse a reír, aunque la escena era bastante cómica, hasta el punto de lamentarse no haber grabado e inmortalizado aqu
Los siguientes días transcurrieron veloces, como si llevaran prisa porque el segundo embarazo de Mina se hiciera público.Los malestares tampoco ayudaban, Mina visitaba el baño cada vez que su nariz recogía el aroma de alguna loción, comida u olor que le hacía correr como si estuviera loca. Las especulaciones empezaron a escucharse en bajos susurros por los pasillos de la empresa, por rincones del set, pero ninguno le preguntó o comentó abiertamente.—Relaje, Mina, o todo el trabajo que estoy haciendo será tiempo perdido. Estás tan dura, que pareces un mármol.—Estoy empezando a detestar el olor del maquillaje, Alec, lo siento —se disculpó con el hombre.—¡Espera, espera! ¿Estás enferma? —preguntó, el maquillaje cubría la palidez de su rostro y las ojeras que empezaban a formarse bajo sus ojos.—No, no lo estoy —respondió.—No te creo, Mina, incluso luces un poco más delgada —dijo, le tendió la mano, confundiendo a Mina.—¿Qué?—Levántate —le pidió.Mina lo hizo, se giró cuando Alec s
«El padre de mi hijo es…»Nicole no tuvo tiempo de dar respuesta a la pregunta que estaba deseando escuchar con todas las fuerzas de su corazón, de hecho, a ella el arte le importaba poco. Solo deseaba tener la oportunidad de arruinarle a Henry y a Mina la velada, pero no había resultado, estaba siendo prácticamente arrastrada al interior del salón, por una mano firme que se cerró sobre ella como grilletes de hierro.—¿Qué demonios…? —trató de decir.—¿Qué diablos crees que estás haciendo? —le gruñó Alexander con los dientes apretados, presionando el brazo de Nicole con tanta fuerza, que la mujer emitió un quejido.—Suéltame, estoy embarazada —le recordó.—Sea lo que sea que deseas hacer, no lo harás esta noche, Nicole. Así que será mejor que empieces a marcharte —le advirtió.—No eres nadie para decirme lo que tengo o no que hacer. Mucho menos, para creerte con el derecho de decirme donde puedo y no puedo estar. Estamos en un país libre, Alexander —le recalcó, liberándose del agarre
Alexander se llevó a los labios su copa y sonrió. Ahora podía estar completamente tranquilo, Nicole ya no era un peligro para Henry y Mina, por lo menos, por ahora y eso era mucho.—El que solo se ríe de sus maldades se acuerda —le dijo Lucas, colocándose junto a él.—Y no me arrepiento de ninguna de ellas —aseguró —. Si como bueno no supieron apreciarme, tendrán que soportarme ahora, que no soy el mismo —respondió con cinismo.Lucas suspiró.—Entiendo que sufras por Lisa, pero no es la única mujer sobre la faz de la tierra, solo tienes que ver a tu alrededor, más de una chica quisiera estar contigo —señaló Lucas.—El problema es, que no quiero estar con ninguna, no voy a involucrarme de nuevo en una relación, el amor y yo nos hemos divorciado y sin ninguna jodida posibilidad de reconciliación. No voy a darle el poder a nadie para herirme de nuevo —respondió tajante.Lucas negó, sin embargo, insistió.—Alex…Las palabras de Lucas murieron en sus labios, cuando al salón entró Lisa, aco
—¡Es un traidor! ¿Cómo puede hacerle esto a Mina y a los niños? —preguntó Eloísa, indignada al ver las imágenes, Adam incluso se había ido en el auto de Nicole.—Esto lo tienen que saber Henry y Mina, no pueden confiar en ese tipo —gruñó con enfado. Lucas estaba cansado de la actitud hipócrita de la gente, estaba cansado de que quisieran verles la cara y anduvieran tan felices y campantes como quien no quiebra un plato, pero rompen la vajilla completa.—Tienes razón, pero será mejor que lo hagas mañana, hoy ha sido un día muy pesado para todos, los niños están deseando irse a casa y Mina está tan feliz… No quiero que esto le afecte, ha sufrido mucho y una nueva traición, va a dolerle, sobre todo, porque confía en Adam —expresó Eloísa sin ocultar su malestar y dolor.Lucas quería hacerlo ahora, no darle ninguna clase de ventaja a Adam sobre ellos, pero Isa tenía razón, todo había sido muy bonito para los mellizos, Mina y Henry, como para cerrarlo de esta manera.—Lo haremos mañana —con
Alexander se puso de pie tan rápido como le fue posible al ver a Adam caer al piso, corrió para ver a Lucas lanzarse sobre él.—¡Espera! ¡Lucas, detente! —le gritó, tomando su brazo en el aire, impidiendo que estrellara su puño de nuevo sobre el rostro de Adam.—¡Déjame, Alex! Deja que le dé su merecido a este perro traidor. ¡¿Cómo has podido traicionar a Mina de esa manera?! —gritó encolerizado, tratando de liberarse del agarre de Alex.—Cálmate —le ordenó Alex con tono serio, sin embargo, Lucas estaba demasiado ofuscado para atender la orden del mayor.—¡No lo defiendas, Alex! Este traidor no se merece que intervengas a su favor. ¡¿Sabes que se fue de la fiesta del brazo de Nicole?!—Lo sé —respondió Alex con simpleza.Lucas dejó de luchar, se giró y miró a su primo.—¿Qué?—Yo se lo pedí —aceptó, mientras Adam se ponía de pie, tomaba su mentón para aliviar el dolor y limpiaba la sangre de su labio partido.—¿Bromeas?—¿Me ves sonreír? —le cuestionó Alex con seriedad.—¡Maldición! ¡