Steve está demasiado ansioso y preocupado, desde que llegó al hospital en la ambulancia con su padre, no ha tenido noticias de él y su condición. En su cabeza repite la maldita discusión una y otra vez mientras se siente culpable de lo que sea que le haya pasado a su padre, no tiene un diagnóstico pero sabía que el corazón de Hugh no estaba en las mejores condiciones, los años habían pasado y ya su padre no era un roble fuerte. Evidentemente las palabras y el tono que utilizó alteraron demasiado a su viejo. ”si le pasa algo a mi parte por mi culpa no me lo voy a perdonar jamás”, se repetía una y otra vez en su cabeza.Por enésima vez, Steve llamaba a su hermano solo para obtener el mismo resultado, no le atendía el llamado ¿Cómo podía ser tan despreocupado? En ocasiones sentía celos de su hermano, a él nunca le habían dado las mismas responsabilidades, como era el más pequeño siempre se le permitieron más libertades, mientras que Steve con veintiún años ya era CEO de la empresa de la
Chelsea y Gus se quedan por un buen rato parados ahí, en medio del salón principal haciendo absolutamente nada, mientras se abrazaban con toda la fuerza del mundo. Ella creía que los abrazos eran el mejor remedio para todo mal, los abrazos y el té, había algo sencillamente mágico en esa combinación perfecta. Luego de un tiempo, Gus la tomó por los hombros y la separó de él para poder mirarla a los ojos y le dijo:—Vamos a ver, ahora que los dos estamos más calmados, cuéntame, ¿cómo pasó todo y por qué?—La verdad, no lo sé, no tengo ni idea, o sea, no con certeza, el padre de Steve me dijo que no estaba siendo profesional y que eso no podía permitirlo en la empresa, me parece que de alguna forma de enteró sobre lo de Steve y yo aunque no sé cómo, nadie nunca nos atrapó en nada raro; en fin, es solo una suposición mía, el hecho es que, en efecto, estoy desempleada con la operación de mi madre tocándome a la puerta —hizo una pequeña pausa cuando se dio cuenta de que las mejillas de su a
Larry llamó a su hermano lleno de angustia, no podía creer que su padre hubiese tenido un infarto, con ello se iba la oportunidad de él contarle a Hugh su verdad. Él no sería el culpable de la muerte de su padre, eso no.En tanto, Steve conduce de regreso a su casa, aunque de su mente no sale Chelsea, ni podía dejar a su padre solo ni mucho menos la empresa, toda la responsabilidad caía sobre su espalda nuevamente.Steve ayudó a su padre a bajar del auto, Larry esperaba preocupado en medio del salón principal. Se acercó para ayudarlo.—¡Papá! —lo abrazó— ¿Estás bien?—Por ahora sí, hijo. Solo eso me faltaba —se apoyó en su hombro y Larry lo llevó hasta su habitación.Steve se sentía tan culpable de lo ocurrido que apenas se despidió de él para volver a la oficina. Minutos después, llegó a la empresa, algunos empleados mostraban interés por la salud de Hugh, entre ellos Germán, el vigilante.—Sr Bullock ¿Cómo está su padre? —preguntó con preocupación—Ya está en casa, tuvo un pre infar
Chelsea pasó todo el resto de la noche pensando en lo mucho que había cambiado su vida en tan poco tiempo. Nunca se imaginó que la echarían del trabajo que tanta ilusión le había hecho conseguir y, mucho menos, que le aparecería otra oportunidad tan buena como la que había perdido. Las demás veces en las que Fred le había sugerido que trabajara en su empresa nunca las consideró realmente, al menos no de una manera seria, trabajaba junto al hombre que amaba sin saber que esa misma sería la causa de su despido.Otra de las cosas en las que se quedó pensando esa noche fue en que Hugh Bullock le había sugerido que algo tramaba con la competencia y, si descubría que comenzaría a trabajar con ella en solo unas pocas horas confirmaría esas sospechas; mas eso no debía importarle, ella realizó su trabajo de forma impecable, siempre hizo más de lo que se le pedía, solo habían tenido una queja de ella en aquella ocasión en la que uno de los inversionistas dijo que fue mal atendido, pero ella no
Después de todas las cosas que le había dicho Steve, después de la forma en la que la había tratado o, mejor dicho, maltratado, Larissa no pretendía quedarse con sus brazos cruzados. Ella era consciente de que Steve estaba buscando cualquier excusa para terminar la relación, así que llevarle la contraria, reprocharle o contestarle cualquier cosa, sería el fin para ella.Tenía que ser muy cuidadosa con sus movimientos y eso es exactamente lo que estaba haciendo, a pesar de la rabia contenida que tenía, supo controlarla y hacer como si no hubiese sucedido nada.Cuando estuvo completamente segura de que no había rastro de Steve por toda la zona, sacó su celular de su bolso y marcó el número de la única persona que estaría dispuesta a consolarla a cualquier hora y sin importar las circunstancias.—¿Qué le habré hecho yo de bueno al mundo para que el universo me responda con esta grata sorpresa? —dijo la voz masculina del otro lado del teléfono.—Qué exagerado eres Mick —le respondió ella
Luego de aquella propuesta inesperada, Chelsea estuvo toda la noche sin dejar de pensar, llena de angustia y de dudas. Era como si el universo se hubiese empeñado en ponerla a prueba en esas semanas, dos propuestas irresistibles por parte de Fred que la ponían en jaque frente a su propia realidad. Ya había aceptado trabajar con él por la misma necesidad que tenía de resolver su situación rápidamente. Ahora aquella segunda oferta sumamente tentadora la mantenía despierta, realmente casarse con Fred, era el sueño de toda mujer hecho realidad, era guapo, adinerado y sincero.—¿Qué más necesitas Chelsea? —Se confrontó a sí misma.Nuevamente ella y sus sentimientos pasaban a segundo plano, debía hacerlo para poder tener dl dinero y quevsu madre recuperara la salud o por lo menos que sus años de vida se alargaran un poco luego de que aquella terrible enfermedad la atacara.Susane era una mujer fuerte o parecía serlo, trabajaba de sol a sombra para darle a Chelsea todo lo que necesitaba. Cua
Chelsea salió apresuradamente de la habitación hasta el dormitorio de su madre, Susane estaba pálida y mostraba tensión en el rostro, él dolor parecía tenerla en shock.—Vicky ve por Fred por favor —le ordenó a la chica, quien fue a toda prisa hasta la habitación.Fred venía saliendo del baño, emocionado y totalmente desnudo para su encuentro con su esposa, cuando Vicky se acercó a la puerta y se topó con la perfecta anatomía de su cuñado.—¡Vicky! —ella se cubrió el rostro y él trató de cubrir su sexo con sus manos.—Disculpa Fred, es que mi tía no está bien, Chelsea me pidió que te llamara.—Ya voy para allá —Ella no se movió de allí, por el contrario se quedó en la puerta, mientras Fred, tomaba su pijama de seda y se vestía frente a ella.Ambos fueron hasta el cuarto contiguo, Susane continuaba privada del dolor, mientras Chelsea buscaba con afán dentro de las cosas de su madre, las píldoras de su tratamiento.—Déjame cargarla —dijo Fred, se acercó y logró levantarla con facilidad
Desde que Chelsea se había marchado de su vida, Steve no hacía más que pensar en ella, no se había percatado de lo fuerte que eran sus sentimientos por ella hasta ese momento, pudo comprobar que no en vano decían “Nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde”, en efecto, era el refrán más cierto que existía sigue la faz de la tierra.Pasaba noches en vela, reuniones completamente distraído, conversaciones ausentes imaginando cómo sería su vida en estos momentos si hubiese tenido el valor de dejar a Larissa y oficializar su relación con Chelsea, definitivamente ahora sería feliz y no miserable como lo estaba siendo.Últimamente, no era capaz de mirar a Larissa a los ojos, sabía que ella había sido la culpable del despido de Chelsea y eso lo irritaba cada vez más, la repudiaba demasiado y ya no se interesaba en ocultarlo; llevaba varios días sin tocarla, sin estar con ella, no tenía palabras agradables, gestos cariñosos, nada, sencillamente la ignoraba desde su última discusión y e