Capítulo 15
Aiden salió más fácil de lo que creía de ese sótano. Habían quitado las tablas que habían cerrado su camino, y ahora iban en busca de los alfas que debían de estar en alguna parte de la casa con sus hijos. Michael iba detrás de él, siguiendo sus pasos para no tropezar con alguna cosa. Sonrió, tomando el palo de la escoba que estaba en la entrada de la cocina, dando un paso hacia atrás para ver mejor la cabeza de Eliot. Estaban sentados comiendo como si nada.
Antes de que pudiese darle con la escoba, Frederick lo quitó del medio, y dio justamente en la mesa del centro.
— Ven aquí, viejo pedófilo — volvió a amagar para golpearlo, pero éste agarró la escoba — Estoy sudado, y si piensas que dejaré esto así, ya verás...
— Yo te ayudo — antes de que Eliot pudiese procesarlo Aiden le dio con el trapeador en los tobillos, logrando que éste cayera al piso — Ven aquí, alfa... niños, vayan a su habitación.
— Pero mamá...
— Es una pu
Capítulo 16Jace se mantuvo mirando la ventana como si fuera la cosa más interesante en su vida. Se sentía el ser más miserable de todos, había marcado a Yeray, se aprovechó de que estaba en celo. Por suerte éste no duró más que dos días, al igual que el suyo.Miró al menor a su lado, y acarició su cabello, era su alma gemela. Después de tanto negarlo lo era y estaba más que claro de que él chico siempre lo supo. Era un estúpido viaje que confirmó sus sospechas, si podía convencer al menor de que ocultara la marca cuando regresaran a la escuela sería un éxito total.Se puso de pie, y caminó hacia la salida de la habitación, necesitaba despejarse un poco de todo. Duró al menos dos horas fuera de la misma y cuando volvió, Yeray estaba sentando en la cama, comiendo lo que sea que le habían llevado.— ¿Jace?— Hey, si soy yo — se subió a la cama y le dio un beso en los labios — ¿Cómo has estado?— Estoy bien, ¿Y tú? — Metió un poco de to
Capítulo 17— ¡Eliot! — Silencio — ¡Maldita sea! ¡Te quiero ahora mismo en el baño! ¡Eliot! — Michael no sabía qué hacer hasta que recordó que Cole le había aconsejado que cuando llegara el momento no podía entrar en pánico — ¡Si no vienes ahora mismo te voy a matar te lo juro! — Michael no aguantaba el dolor.Eliot llegó al baño con cara de cansado pues Michael se la pasaba en la noche con antojos y él como todo y un alfa los buscaba.— ¿Ahora qué quieres comer? — le preguntó a Michael, el alfa mayor al ver que no le contestaba abrió la puerta y vio a Michael con su rostro pálido y mirándolo como si lo quiera matar — Puberto...— Van a nacer, el parto se adelantó así que... — se dobló un poco — Hazte responsable; porque este dolor es culpa tuya, maldito alfa pedófilo — gimió, cerrando los ojos fuertemente — Te voy a cortar el pene para que no me vuelvas a embarazar — abrió los ojos — ¡Has algo!Eliot sintió como si el alma se le fuera a sa
Epílogo Michael estaba hecho un ovillo en la cama del hospital, habían pasado dos días en los cuales no tenía la menor idea de lo que había pasado con su hijo. Mierda, sólo lo había tenido por unos minutos en sus brazos, y de casualidad le había puesto el nombre, y ya no lo tenía.La pequeña personita que Eliot estaba cargando lloraba, en busca del calor de su madre, pero su mente estaba en otra cosa. El puto karma estaba presente en su vida día y noche, por más que intentaba olvidar todas las porquerías que había hecho en el pasado, estaban ahí, ahora su hubo beta, estaba desparecido.Los betas eran tan extraños en el mundo de los Lobos, que los pocos que habían se estaban refugiado en una pequeña isla, la misma isla en la que Damon había nacido. Por más que trataba de hacerse a la idea de que tal vez era una broma pesada no podía. Apenas, había estado consciente de lo que pasaba.— Pásame al bebé, por favor — tendió sus manos — Necesito tenerlo
Epílogo alternativo Michael estaba hecho un ovillo en la cama del hospital, habían pasado dos días en los cuales no tenía la menor idea de lo que había pasado con su hijo. Mierda, sólo lo había tenido por unos minutos en sus brazos, y de casualidad le había puesto el nombre, y ya no lo tenía.La pequeña personita que Eliot estaba cargando lloraba, en busca del calor de su madre, pero su mente estaba en otra cosa. El puto karma estaba presente en su vida día y noche, por más que intentaba olvidar todas las porquerías que había hecho en el pasado, estaban ahí, ahora su hubo beta, estaba desparecido.Los betas eran tan extraños en el mundo de los Lobos, que los pocos que habían se estaban refugiado en una pequeña isla, la misma isla en la que Damon había nacido. Por más que trataba de hacerse a la idea de que tal vez era una broma pesada no podía. Apenas, había estado consciente de lo que pasaba.— Pásame al bebé, por favor — tendió sus manos — Nece
Yeray pagó todos los pecados de sus padres al quedar completamente ciego desde su nacimiento. Era un omega que no había visto la luz del día en toda su vida, y que por azares del destino creyó conocer a su alma gemela. No obstante, no era la persona que se imaginó que era.Era el hijo de dos de los causantes de su ceguera. Jace, ese maldito alfa que sólo busca humillar a los omegas por el simple hecho de que sus dos padres son alfas. La única forma en la que puede recuperar su visión, es siendo marcado por su alma gemela.Yeray cree en el amor, piensa que lo puede encontrar en cualquier persona.Jace creció en una familia de sólo alfas, siempre ha creído que los omegas sólo sirven para ser un desahogo.El amor es jodidamente ciego si cae en las manos equivocadas.Adelantos:— Me tienes tentando — se tiró encima de él — Dormiré contigo hoy.— Tengo mucho calor — se quejó — Quítate de encima.
Capítulo 1Yeray nació ciego, y Aiden se lamentó por eso. Siempre sintió que era su culpa el que eso pasara, que su hijo estaba pagando por algo que nunca debió de hacer por su hermano. Todos sus conocidos conocían la versión; que siempre fue el típico omega que con una sonrisa angelical conseguía lo que deseaba en su vida, pero eso cambió cuando se dio cuenta de que con el sexo seguro podía conseguir las cosas materiales que deseaba, hasta que en un momento dado de su vida, decidió ponerle fin a su principal fuente de ingresos, a su padre. Después de haber conseguido una buena follada, lo mató a sangre fría sin ningún escrúpulo y con ayuda de su hermano.La misma basura que se contó por años en la prisión, algo que no era cierto. Aiden vivió una vida miserable a manos de las personas que debían de protegerlo, cuando Frederick investigó su pasado cuando llegó a la casa, le dieron la versión que rodeaba la prisión y tiempo después investigó lo que en verdad habí
Capítulo 2Yeray no confiaba del todo en sus nuevos amigos, pero al menos nadie lo había molestado con palabras hirientes. Eso sólo se debía porque estaban juntos en muy pocas clases. Estaba encogido en su lugar, no sabía cómo podía relacionarse con las personas de su entorno.— Aquí tienes — Zac colocó un plato con algunas frutas sobre la mesa — Tiene fresas, guineos y piñas — tomó la mano derecha del menor para colocarle un tenedor — Y un jugo de limón, tal y como lo pediste.— Gracias, eres muy amable — dejó su bastón a un lado — No creí fueras a buscar todo esto.— No es nada, por algo eres nuestro mejor amigo — Erza estaba en su teléfono — Al fin lo logré — le mostró su teléfono a Erza — Ya estamos en la misma aula que tú y mi hermano.— ¿Cómo hiciste eso? — Yeray comenzó a comer — Ya se escogieron las aulas.— Lo sé, pero como me gusta ver a mi hermano enojado con el mundo — se encogió de hombros — Como lo está ahora, junto con
Capítulo 3Aiden estaba sentado junto a Yeray en la cama, bueno el omega menor estaba durmiendo y él estaba acariciando su cabello negro. El pequeño omega había caído rendido desde que subió a la camioneta de Frederick.El omega mayor, podían sentir que algo le está en ocultando tanto Yeray como Frederick, no podía ser cierto que los pocos días que su hijo se había ido a la escuela, regresara teniendo esas crisis o que estuviese llorando. Frederick estaba con los demás cachorros corriendo por el bosque, el mismo donde había llevado a Mathew cuando era pequeño.— ¿Mamá? — Yeray olió la mano de Aiden, quien se mantuvo en silencio — ¿Por qué no hablas conmigo?— Eres igual que Frederick — dejó de acariciar su cabello — Me ocultan cosas que al final terminan diciéndome.— ¿Qué? — El menor se sentó en la cama — No te estamos ocultando nada, mamá. Además, sabes que papá nunca te dice mentiras.— Claro que me las ha dicho al igual que tú —