Capítulo 2
Yeray no confiaba del todo en sus nuevos amigos, pero al menos nadie lo había molestado con palabras hirientes. Eso sólo se debía porque estaban juntos en muy pocas clases. Estaba encogido en su lugar, no sabía cómo podía relacionarse con las personas de su entorno.
— Aquí tienes — Zac colocó un plato con algunas frutas sobre la mesa — Tiene fresas, guineos y piñas — tomó la mano derecha del menor para colocarle un tenedor — Y un jugo de limón, tal y como lo pediste.
— Gracias, eres muy amable — dejó su bastón a un lado — No creí fueras a buscar todo esto.
— No es nada, por algo eres nuestro mejor amigo — Erza estaba en su teléfono — Al fin lo logré — le mostró su teléfono a Erza — Ya estamos en la misma aula que tú y mi hermano.
— ¿Cómo hiciste eso? — Yeray comenzó a comer — Ya se escogieron las aulas.
— Lo sé, pero como me gusta ver a mi hermano enojado con el mundo — se encogió de hombros — Como lo está ahora, junto con sus amigos. Quiere matarme.
— Ustedes dos siempre están unidos en todo — dijo Yeray, jugando un poco con las frutas — No sé porque están conmigo.
— Somos como esposos, ¿Verdad, amor? — preguntó Ezra, a Zac y éste se mostró incomodo por el sobrenombre.
— Si, algo así. Somos inseparables desde que estábamos en pañales — se aclaró la garganta — Es mi hermano menor...
— Nací primero que tú, así que no me ofendas — golpeó su brazo — Más respeto a tus mayores.
— Aww, eres mayor que yo — se llevó una mano al pecho — Y pareces el menos indicado como para decirme que eres mayor que yo.
— Ustedes parecen niños — los interrumpió Yeray — Tengo la misma edad que ustedes y ya están como si fueran una pareja de casados.
— Lo siento, pero es imposible que me guste a mi hermano — le dio un beso en la mejilla a Yeray — Como adoro hacer enojar a mi hermano.
— ¿Por qué lo haces? — se echó un poco hacia atrás —Sé que es tu hermano, pero al parecer no le agrado por ser ciego y sobre todo un omega.
— No lo tomes personal — alejó el plato vacio de Yeray —Mi mamá es un alfa, y mi papá también. Pasaron por muchas cosas antes de estar juntos, no sé el pasado en sí de ellos, pero algo me dice que no fue para nada lindo.
— Tampoco sé como mis padres me concibieron, no tengo idea del porque nací ciego o que sucedió antes de que yo naciera, pero ya no importa.
— ¿Puedes creer que somos primos de sangre? — Pellizcó a Yeray en ambas mejillas — Somos una gran familia, y mi hermano te quiere coger muy fuerte y duro contra el muro.
— Dudo mucho que eso pase — el timbre sonó — Vamos, te llevaremos a tu salón de clases, mañana seremos una bomba atómica contigo en ese lugar.
Zac ayudó a Yeray a colocarse de pie e hizo que rodeara uno de sus brazos, al igual que Ezra, el cual tomó el bastón del omega. Ezra miró a su hermano detrás de él, y le enseñó el dedo de en medio al igual que a sus amigos. Los estudiantes le pasaban por el lado mirándolos extrañados. Yeray podía sentir la mirada de todos sobre su cuerpo, por el simple hecho de que todo estaba en silencio y si había alguien a su alrededor los estaban mirando como si fueran unas escorias.
Los alfas lo dejaron en su asiento, con todas sus cosas en orden y se mantuvieron cerca de él hasta que el maestro entró.
— Ve, ya tu hermano y su amigo no están aquí — Colton le dio un empujón para que se colocara de pie — Recuerda que el tiempo corre.
Jace miró hacia todos los lados del salón de clases, y arrastró su mesa hasta colcharla junto con la de Yeray, quien intentó alejarse de él.
— No lo intentes, omega — levantó las cosas que se habían caído al suelo por su intento de huida — No te haré daño.
— No te creo, por lo que te pido que por favor te alejes — movió un poco su silla — No creo nada de lo que me dices.
— Quiero hacer las paces contigo y así me estás tratando, que omega tan poco considerado — lo tomó del brazo y pegó nuevamente las mesas — Seré tu compañero en todo, seremos amigos para ver si así dejo de ver a los omegas como simples perras que sólo sirven para coger y procrear.
— No me interesa lo que piensas de mi — murmuró — Desde que llegué me has tratando como si fuera una basura que no merece respeto por ser ciego y omega. No soy el único que tiene una madre omega y un padre alfa.
— No me hagas reír — lo soltó — Estaremos unidos y punto, no cambiaré de opinión y será mejor que no intentes nada malo, porque meto tu cabeza en el escusado.
Yeray apretó los labios y sacó su libro tanteando la cubierta del mismo para saber qué materia era, Jace se quedó mirándolo como si estuviese loco, pero se dio cuenta de que era braille, el alfabeto/idioma de los ciegos. Sacó su libro y lo miró un momento sin saber que hacer hasta que el maestro les indicó a todos que buscaran las páginas que iban a practicar.
Jace observó a Yeray usar unos audífonos, mientras escribía en su cuaderno. No entendía absolutamente nada de cómo podía escribir con tanta precisión en ese cuaderno si era ciego.
— ¿Cómo es que puedes escribir de esa forma?
— Mis padres me enseñaron — respondió, sin ni siquiera estar prestándole atención — No hables, estoy escuchando algo.
— Maldito omega — dijo para sí mismo.
— Dime algo diferente, alfa supremo — dijo, del mismo modo.
— ¿De dónde sacaste la valentía para decirme ese tipo de cosas?
— No cambié, simplemente te trato como tu hermano me dijo que lo hiciera.
Con que de eso se trataba, ya sabía que su hermano tenía algo que ver en todo eso. Se quedó en silencio y siguió en lo suyo, hasta el final de la clase. Su padre lo llevaría a comprar un nuevo carro para poder largarse a donde deseara. Ayudó al omega a recoger sus cosas, y esperó a sus amigos para irse de ese lugar. Le dio una última mirada al omega, y le quitó los audífonos antes de que los guardara.
— Me quedaré con esto, a ver como haces tus tareas — le tapó la boca al menor con una de sus manos — Veremos cuanto te dura la valentía por estar cerca de Ezra y de Zac, estúpido omega — acercó sus labios al oído del menor — Tu vida aquí será un infierno sin importar a quien tengas cerca, sé bien lo que hizo mi hermano y su amiguito para estar en éste salón y créeme que eso no me detendrá para destruirte al igual que a los omegas que andan por ahí.
— ¿Por qué eres tan cruel conmigo? — Lo empujó — No te hice nada para que me trataras de esa forma tan mala.
— Ya te lo dije, naciste y eso es lo que cuenta, asqueroso omega.
— Jace, déjalo. Recuerda lo que dijo papá, es nuestro primo de sangre y lo tratas como si fuera una basura a la que puedes tirar cuando se te dé la gana — Jace despegó su mirada del omega y miró a su hermano — Lárgate con tus amigos, espero no verte cerca de él.
— Eso está por verse, hermano — le guiñó un ojo — Estas en mi territorio y por más que desees estar aquí no lo lograrás.
— Eso veremos, enfermo — Ezra le dio un empujón a su hermano que casi lo manda al piso —Aléjate de él o le diré a papá.
— Ya sabes que mamá no puede enterarse de nada, y si le dices a papá le diré a mamá — le lanzó un beso y luego salió.
Yeray se puso de pie lentamente, no entendía nada de lo que estaba pasando. Zac, lo tomó del brazo y lo guió hacia la salida del aula esquivando a los alumnos que se habían quedado a observar el espectáculo que se había armando por el omega.
— ¿Puedes decirme si mi papá llegó por mi?
— ¿Estás bien?
— No, voy a tener un ataque de asma justo ahora — comenzó a respirar de forma forzada — Creo que voy a desmayarme.
— Mierda — Zac sostuvo al menor en sus brazos antes de que cayera al suelo — Agarra sus cosas, si su padre sabe que es culpa de tu hermano están jodidos.
Ezra asintió, salió primero que su mejor amigo y casi se caga al ver al padre de Yeray parado con cara de pocos amigos, y que cuando vio a su hijo salir de esa forma, pensó que algo malo le haría.
— ¿Qué le han hecho a mi hijo? — Le quitó al omega a Zac — Hey, pequeño príncipe.
— No me siento bien, papá — abrazó a Frederick por el cuello — Llévame a casa, por favor. No me gusta estar aquí.
— Está bien, pequeño — abrió la puerta trasera y lo dejó sobre el asiento — ¿Qué sucedió?
— Tuvo un ataque de asma y casi se nos muere — Ezra le pasó las cosas del menor — Supongo que debe de darle algo para ese tipo de situación.
— Les dije que se me tuvieran alejado de mi hijo, niños del demonio. No me importa que sean hijos de mi hermano, del vecino, del perro o de quien sea, sólo manténganse alejado de él.
— Nosotros no le hemos hecho nada a su hijo — Frederick le dio una mirada llena de odio a Ezra — No me mire de esa manera, usted me da miedo.
— Oh, créeme que cuando te digo que los mataré, es lo que haré — miró por encima del hombro al alfa — Te dije que no quería a tus hijos cerca del mío, Eliot. No me importa que tengan mi sangre corriendo por sus asquerosas venas.
— ¿Qué está pasando?
— No sé, y tampoco me interesa — abrió la puerta del piloto y lanzó las cosas de Yeray en el otro asiento — Te dije que si algo malo le pasa a mi hijo, mataré a los tuyo y recuerda que están en mi territorio.
Frederick entró, y se marchó. Eliot pellizcó el puente de su nariz, sólo tuvo que darse cuenta de que había sido su hijo Jace. Ese maldito niño lo sacaba de sus casillas, por más que intentaba hacerlo entrar en razón, hacia lo que deseaba.
Jace tenía unos audífonos escuchando música a todo volumen, detestaba que su hijo fuera de esa forma, por más que trababa de hacerlo entrar en razón de que los omegas eran personas que no tenían la intención de ser débiles o de ser tratados como mercancías.
— Escúchame bien, Jace Hilton McDaniel — le arrebató los audífonos — Vas a dejar a ese omega o te...
— Le diré a mamá que...
— ¡Me importa una mierda Michael! ¡Puedes ir como perra chismosa detrás de tu madre! — Jace se asustó al escuchar a su padre gritar de esa forma — ¿Qué demonios le has hecho a ese omega? ¿Qué te hizo tu primo para que lo trates de esa forma?
— Nacer, y eso es suficiente, papá — volvió a colocarse los audífonos — Y para que estés más tranquilo, ya no lo molestaré más.
No iba a dejar omega en paz y menos ahora que ya tenía en mente lo que haría para ganar la apuesta.
Capítulo 3Aiden estaba sentado junto a Yeray en la cama, bueno el omega menor estaba durmiendo y él estaba acariciando su cabello negro. El pequeño omega había caído rendido desde que subió a la camioneta de Frederick.El omega mayor, podían sentir que algo le está en ocultando tanto Yeray como Frederick, no podía ser cierto que los pocos días que su hijo se había ido a la escuela, regresara teniendo esas crisis o que estuviese llorando. Frederick estaba con los demás cachorros corriendo por el bosque, el mismo donde había llevado a Mathew cuando era pequeño.— ¿Mamá? — Yeray olió la mano de Aiden, quien se mantuvo en silencio — ¿Por qué no hablas conmigo?— Eres igual que Frederick — dejó de acariciar su cabello — Me ocultan cosas que al final terminan diciéndome.— ¿Qué? — El menor se sentó en la cama — No te estamos ocultando nada, mamá. Además, sabes que papá nunca te dice mentiras.— Claro que me las ha dicho al igual que tú —
Capítulo 4— Me mandó a la friendzone — le dijo Jace a sus amigos, de forma dramática — ¿Quién se cree ese ciego de mierda?— Debió de ser algo digno de ver — se burló Theo — Por lo visto ese niño tiene agallas y muchas, pero al parecer tus encantos no tuvieron efectos en él.— Créeme que si no es por las buenas, será por las malas — entró a la cafetería — Ese niño no sabrá quién lo golpeó — se detuvo frente a un letrero — ¿Quiénes de ustedes andan con un lapicero?— ¿Qué pretendes hacer? — Colton le pasó un lapicero.Había una visita Kenia, específicamente en Nairobi, pero eran en parejas. Vio su oportunidad de vengarse de Yeray, por lo que escribió el nombre de hombres. Si se ganaban el puesto de entre las diez parejas, el omega no podría negarse por más que deseara hacerlo, eso haría que sus notas bajaran un treinta por ciento. Pero, si iba, subirían.— Listo — se pasó la lengua por los labios — Veremos cuánto dura después...
Capítulo 5Michael estaba en la habitación que compartía con Eliot, bueno la que compartía anteriormente, pues el alfa mayor dormía en la de invitados desde hace unos días. Estaba encerrado, puesto que estaba sólo en casa y tenía a uno de sus hijos pasando su primer celo. Había estado analizando la situación, su hijo Jace estaba cometiendo los mismos errores que él en el pasado.— Mamá, ya me voy — Jace entró a la habitación, y Michael se seca las lágrimas rápidamente — ¿Estás bien, mamá?— Sí, estoy bien — le sonrió, a medias — ¿Tu hermano está dormido?— Si, se durmió hace un rato — se sentó a su lado — Le di una camiseta de Zac que robé de los vestidores de la escuela — Michael lo miró confundido — Zac fue el primer celo de Ezra, mamá. Su cuerpo no pudo seguir resistiéndolo y terminó por aceptarlo antes de cumplir los dieciocho. — Pero...— Sabemos que han crecido juntos, han estado en todo juntos. No veo nada de malo en que ambo
Capítulo 6Michael observó como Eliot entrababa a la casa desde la habitación de Ezra, quien aun abrazaba como si fuera su último aliento de vida a esa prenda de Zac. Las cosas en esos días estaban realmente tensas, Eliot ni le hablaba para nada que no fuera relacionado con las cosas de la casa. Jace era su reflejo de cuando tenía esa edad, pero no tenía la menor idea de cómo hacerlo.Estaban en un país al que habían llegado huyendo una y otra vez por lo que hizo por culpa de su padre, y que le costó más de una vez el amor que su madre le tenía sin importar los errores que cometió. Se colocó cerca de la puerta al escuchar los pasos de Eliot, le hacía tanta falta que en esos días se pasaba las noches llorando.Salió de la habitación de su hijo y caminó a la principal, pasando sus manos por su vientre, el cual estaba cada día más grande. Se dejó caer en la cama, abrazando la almohada que se había robado esa mañana y que se olvidó de devolver a su lugar. No
Capítulo 7Zac dejó que Ezra quitara su camiseta sin ningún tipo de resistencia. El celo del otro alfa lo tenía cegado y lleno de placer.— Ezra, espera — puso distancia entre ellos colocando sus manos en su pecho — No estás en todos tus sentidos para no decir en ninguno — susurró — Sólo vine porque me mandaste unos mensajes.— No te puse ningún mensaje — mordió el labio del otro — Pero no importa, te deseo.— No, no está bien — gimió — Por Dios, detente.— No — metió una de sus en los pantalones del otro alfa — Sé que quieres esto al igual que yo, no te resistas a mí.— Esto es un error...— Error seria el no hacerlo — lo atrajo hacia él — Nadie nos escuchará, mis padres deben de estar en su mundo... y nosotros debemos estar en el nuestro, ¿No es algo genial?— Nunca hemos hecho esto — se dejó caer en la cama — Bueno, sólo una vez.— Habías dicho que te parecía extraño y que no lo volveríamos hacer — besó su pec
Capítulo 8Zac estaba sentado lo más alejado posible de Ezra, si se acercaba lo golpearía tan fuerte que no sabría donde quedaría su nariz o parte de su rostro. Tantos años de amistad echados a la basura por una calentura.Ni siquiera sabía cómo podía considerarse su amigo. Aunque, él también tenía la culpa en todos los sentidos por dejarse llevar por el celo de Ezra. Ahora, estaba seguro de que el otro alfa debía de estar burlándose de él por caer en sus encantos.El timbre sonó y el recogió sus cosas de forma lenta, esperando que el otro saliera primero.— Zac, tenemos que hablar — el mencionado bufó — No te pongas así, no puedes tirar los años de amistad a la basura como si nada.— No lo estoy haciendo, simplemente estoy colocando nuestros espacios. No deseo tenerte cerca y creo que tus padres te lo dijeron — siguió entrando sus útiles — Olvidemos lo que pasó el viernes.— No, no lo haré — se colocó frente a él — Sé que lo que hic
Capítulo 9— Esto es algo que no me esperaba... — fue todo lo que dijo — Yo... sabía que éste día llegaría, pero no creí que tan rápido.— No estás enojado — dijo, en voz baja — ¿Estás enfermo?— Estoy bien — se encogió de hombros — Es normal, pero no estoy del todo de acuerdo con esta relación. No me gusta que tengas novio todavía, apenas entras a la escuela.— Pero... hay algo que no sabes — siguió comiendo de su helado — Somos novios falsos, así que puedas alejar tu mano del arma de tu cinturón, no creí nada de lo que dijiste.— ¿Me iba a disparar?— Si, lo iba a hacer — Frederick afirmó lo que dijo su hijo — No me gusta que estén cerca de él, y tú todavía no me das buena espina.— Es un buen actor — dijo, nervioso — Nos vemos mañana, cuídate.— Vamos a casa — ayudó a su hijo a subir en el asiento de copiloto — ¿Cómo estuvo tu día?— Estuvo bien... ¿Seguiremos con mis pruebas?— ¿Para que las necesitas?
Capítulo 10Yeray se mantuvo durmiendo gran parte de la mañana, al igual que Jace, quien de vez en cuando se quedaba viéndolo dormir. Estaba realmente caliente, pero no quería cometer una locura de tener sexo con ese omega...a la mierda con la consideración, Yeray de seguro estaba teniendo un sueño húmedo con alguien, porque sentía la entrepierna de éste, completamente dura.— Lo siento... esto no debía de suceder — dijo Yeray, en cuanto Jace se separó de él — Esto es incómodo.— No es incómodo, ya sé la forma en la que podemos tener sexo sin que tengamos un accidente después si es que somos almas gemelas — se arrodilló en la cama — Vamos a comprar pastillas — tomó al menor por los hombros — Esto será placentero para ambos.— ¿Por qué temes que seamos almas gemelas? — Rodeó el cuerpo de Jace con sus brazos — Dudo que seamos almas gemelas... ahora no estoy seguro de que sea lo correcto.— No digas cosas estúpidas — besó castamente sus labios