Capítulo 3
Aiden estaba sentado junto a Yeray en la cama, bueno el omega menor estaba durmiendo y él estaba acariciando su cabello negro. El pequeño omega había caído rendido desde que subió a la camioneta de Frederick.
El omega mayor, podían sentir que algo le está en ocultando tanto Yeray como Frederick, no podía ser cierto que los pocos días que su hijo se había ido a la escuela, regresara teniendo esas crisis o que estuviese llorando. Frederick estaba con los demás cachorros corriendo por el bosque, el mismo donde había llevado a Mathew cuando era pequeño.
— ¿Mamá? — Yeray olió la mano de Aiden, quien se mantuvo en silencio — ¿Por qué no hablas conmigo?
— Eres igual que Frederick — dejó de acariciar su cabello — Me ocultan cosas que al final terminan diciéndome.
— ¿Qué? — El menor se sentó en la cama — No te estamos ocultando nada, mamá. Además, sabes que papá nunca te dice mentiras.
— Claro que me las ha dicho al igual que tú — Yeray hizo un gesto de confusión — Como por ejemplo, decirme que no ibas a ir nunca a la escuela y ahora llevas unas semanas yendo, ¿Qué tienes que decir en las defensas de ambos?
— Nada, es sólo que me aburro mucho aquí en la casa sin hacer nada, mamá — tomó la mano de Aiden — No te estamos ocultando algo de vida o muerte, mejor dicho, no estamos diciéndote las mentiras a medias.
— Si, lo están haciendo — alejó la mano de su hijo — Y voy a saberlo antes de que se den cuenta.
— ¿Cómo estás tan seguro de que te estamos ocultando algo? — Ladeó la cabeza — Papá te ama, y sabes que nunca te seria infiel con alguien.
— No hablo de eso — caminó hacia la puerta — Sé que Frederick me oculta algo cuando llega y se va a correr al bosque para que los olores de su cuerpo no lo delaten, créeme cuando te digo que los conozco más que cualquier cosa en esta vida.
Jace estaba en su habitación, se había dado una ducha y ahora miraba sus redes sociales. Se quedó pensativo durante unos segundos, preguntándose si Yeray poseía alguna red social, pero descartó esa idea dejando salir una carcajada.
Miró su horario de clases y luego el de su hermano, había conseguido lo que deseaba. Michael para ese momento debía de estar regañando tanto a su hermano como a Zac por ser tan metiches. Estaba a varios pasos delante de ellos, ahora debía de hacer su parte de la apuesta para tener al menor en sus garras. Jace siempre conseguía lo que deseaba, no había acepción alguna a sus gustos, sus padres los consentían, pero todo fue bajando cuando se mudaron a esa parte del mundo.
— Lo has conseguido, Jace — Ezra entró enojado a la habitación de su hermano — Mamá ya sabe lo que intenté hacer y ahora está enojado conmigo por tu culpa.
— Te dije que no te metieras en mis asuntos porque terminarías mal — se sentó — Yeray es mío, si tu novio y tú no lo entienden son sus problemas.
— ¿Novio? ¿Desde cuándo tengo novio?
— No te hagas el estúpido, todos sabemos cómo te mira Zac y tú te haces el estúpido para ignorarlo — se colocó frente a él — No te metas en mi vida y todos estaremos felices y contentos.
— Deja a ese niño en paz, Jace — dijo, serio — No te ha hecho nada como para que estés jodiéndole la vida simplemente porque te molesta que sea ciego.
— Eres tan predecible, hermano — se pasó la lengua por los labios — Pero para que estés más tranquilo, lo dejaré en paz, no lo molestaré y tampoco lo golpearé, sólo sino se mete en mi camino.
— ¿Qué harás?
— No te importa, ahora sal de mi habitación o le diré a mamá — apuntó la puerta.
— Siempre eres una perra chismosa que se oculta detrás de mamá — le dio un empujón que lo mandó directo al suelo — Será un placer verte caer por alguien como él, pero para que veas que soy un buen hermano, no me voy a meter en tu vida con ese omega. Seré su amigo como hasta ahora, y tú verás en primera fila como alguien ciego, inútil, como lo llamas, hará que caigas.
— Tienes dos segundos para salir de mi habitación y no lo voy a repetir más. Ezra salió de la habitación de su hermano con una sonrisa divertida en su rostro.
Al día siguiente, Jace estaba de brazos cruzados en la entrada de la puerta, se mantenía recostado para evitar que alguien lo viera o mejor dicho, que Frederick lo viera. Su hermano se acercó al omega en cuanto tuvo oportunidad de hacerlo.
— ¿Cuánto tiempo crees que te tome cumplir la apuesta? — Colton se colocó a su lado — El tiempo corre.
— Dame hasta final del año escolar, las cosas irán lentas — suspiró — Mi hermano parece lapa detrás de ese niño.
— Escuché que son primos de sangre — Theo se puso a su lado — ¿Todavía quieres hacerle eso?
— Ya dije que lo haría y no hay marcha atrás — dijo, sin dejar de mirar a Yeray — No me importa que seamos familia, sólo es sexo y nada más, no hay de qué preocuparse — se encogió de hombros y ajustó su mochila — Pero, necesito que esto se quede entre nosotros.
— Los sabemos, Jace — Colton imitó su acción — Si alguien se entera puede llegar a los oídos del ciego y arruinar el plan.
— Lo sé —caminaron hacia el salón de clases — Nos vemos en el receso, recuerda todo lo que hablamos.
Jace le dio un asentimiento, se mantuvo en su casillero buscando nada. Tomó a Yeray del brazo, viendo como todos los libros que su hermano le había ayudado a buscar se cayeron al suelo por el susto.
— Suéltame, por favor — trató de agacharse para tomar sus cosas, pero su brazo fue apretado con más fuerza — Me estás lastimando.
— Tú — señaló a uno de sus compañeros de clases que iban pasando — Recoge eso, ahora.
— Suéltame...
— ¿Puedes callarte? Tu voz me irrita — tomó los libros de Yeray y los dejó sobre uno de los escritorios que estaban más alejados de todos — Siéntate, no me hagas repetirlo.
— No tienes porque tratarme de esa forma — hizo lo pedido por el alfa — ¿Por qué haces esto?
— No hay un porque — se sentó en el pupitre que estaba a unos metros de él — Quiero hacer las cosas bien y más aun que sé que mi hermano quiere protegerte.
— Si vienes a decirme que me aleje de tu hermano lo haré — se encogió de en su lugar — No quiero tener problemas...
— En ningún momento te he dicho que deseo que te alejes de él — pegó su pupitre al de Yeray — Quiero hacer las paces contigo.
— No sé si eso estaría bien — murmuró — Ni siquiera sé a dónde pretendes llegar con todo esto.
— A que seamos algo más — posó su mano en una de las piernas del menor — Se muy bien el efecto que tengo en las personas y tú no eres la excepción.
— Aléjate de mí — quitó la mano de Jace de su pierna — No me gusta a donde quieres llegar con esto.
— No quiero llegar a ningún lado, omega — besó su mejilla de forma lenta — Eres muy hermoso y fácil de doblegar, varemos cuanto duras sin caer en mis manos.
Yeray torció los labios, estaba claro de que ese niño seria un dolor en el culo después de todo. Una loca idea pasó por su cabeza, el profesor no había llegado aun, por lo que buscó la forma de salir de ahí. Tomó al menor del brazo, y lo sacó de ahí, dejando las cosas de éste en el aula. El timbre sonó, y tuvo que caminar más rápido hacia el baño más cercano.
— ¿Qué me vas hacer? ¿Por qué me traes aquí? — arrugó la nariz al sentiré el olor de los vestidores — ¿Me vas a golpear?
— No digas estupideces — se aseguró de que no hubiese nadie — No te traje para hacerte daño a menos que eso quieras.
— ¿Entonces por qué me has traído a éste lugar? — Mordió su labio — ¿Esto son los vestidores?
— Si — caminó pasillo por pasillo buscando el lugar más alejado de todo — ¿Alguna vez has besado a alguien?
— No... Dios... ¿Me vas a violar? — Trató de quitar la mano de Jace de su brazo — ¡Suéltame!
— Deja de gritar, ni que fuera tan estúpido para hacer algo como eso — lo estampó contra los casilleros — Acabas de comprobar que nadie te ha tocado, de ninguna forma sexual, omega.
— ¿Eso que tiene que ver?
— Muchas cosas — delineó desde su cadera hasta su pecho de manera lenta — Te daré tu primero beso aquí.
— No quiero — se encogió — Por favor, no me hagas esto.
— Recuerdas cuando te dije que seriamos algo más que amigos — el omega asintió, cohibido — Pues de eso se trataba, dulce omega.
Jace pegó sus labios a los del omega, y apegándose más a él. Sonrió al sentir lo tenso que se encontraba el menor, el niño estaba tieso sin poder moverse entre su cuerpo y el de él.
— Será mejor que comiences a cooperar, mueve tus labios o los morderé tan fuertemente que no podrás comer por lo hinchados que estarán — volvió a pegar sus labios a los del menor.
Yeray trató de alejarlo, e incluso buscó la manera de darle en sus partes nobles. Pero, el alfa fue mucho más astuto y colocó una de sus rodillas entre las piernas del menor y lo obligó a quedarse quieto y a cooperar. Sacó la camisa de entre sus pantalones y metió una de sus manos por debajo de la ropa del omega, agarrando con su otra mano las muñecas del omega.
— Por favor — el omega ladeó el rostro para alejarlo — Detente, no me hagas daño.
— No te estoy haciendo daño, omega — mordió la nariz de éste de forma leve — No hay razón para que te estés quejando.
Dio pasos hacia atrás, sin soltar las muñecas del menor e hizo que éste quedase sentado sobre una banqueta, tomó el rostro del menor entre sus manos y volvió a besarlo, sin sentir u oír ningún movimiento queja de su parte.
— ¿Ves? No fue difícil — lo ayudó a ponerse de pie — Volvamos a clases…
— No creo que nos dejen pasar…
— ¿Quieres que te dé más besos? — Bromeó, y Yeray se sonrojó — Camina, y trata de arreglarte el uniforme si no quieres que nadie piensen que acabas de tener sexo conmigo.
— Pero si no hicimos nada — se arregló el uniforme como pudo y también su cabello — No me dejes aquí — dijo, cuando no sintió la presencia de Jace a su alrededor.
— Estoy aquí — lo ayudó a acomodarse el cabello y el cuello de la camisa — Ya estás todo bien arreglado, como tu madre te arregló en la mañana.
— Mi mamá no hace eso — rodeó el brazo de Jace — ¿A dónde vamos a ir?
— A las canchas, estoy seguro de que no habrá nadie cerca para lo que quiero hacerte — se pasó la lengua por los labios — Como estás tan cooperativo conmigo, espero que no lo seas…
— ¿Jace? ¿Yeray? — Zac salió del aula donde estaba con su hermano — ¿A dónde van?
— Me cago en no sé donde — gruñó, bajito, y se giró hacia el amigo de su hermano — ¿Qué quieres?
— ¿Qué pretendes hacer? — Preguntó, de regreso — ¿Estás obligando a Yeray a hacer lo que deseas?
— No seas estúpido, ya está más que claro de que se está pegando lo de tu novio — enarcó una ceja — Pero ya que estás aquí, te quiero presentar a mi nuevo novio. Yeray, él Zac, el novio de mi hermano, aunque digan que no son nada — el otro alfa caminó hacia ellos, sin poder creer lo que estaba escuchando — Zac, te presento a Yeray, mi novio oficial.
— Eso es mentira, tu eres el primero que dice que los omegas son la cosa más asquerosa que has visto en tu vida — tomó el brazo de Yeray y lo alejó de él — Aléjate de él, búscate a otro juguete o algún omega de los cuales desechas cuando te aburres.
— Pero yo quiero a éste omega — tomó el brazo de Yeray y lo atrajo a su cuerpo — Por si no te habías dado cuenta, no tiene una sola marca de golpes en su cuerpo y lo estoy tratando bien en nuestro primer día de novios.
— Y yo te dije que no me importa — volvió a quitarlo de sus garras y colocarlo detrás de él — Descubriré que estás tramando con todo éste jueguito estúpido de novios.
— Creo que es mejor que me vaya a clases — Yeray interrumpió a Zac — ¿Puedes llevarme?
— Yo lo llevaré, al fin y al cabo estamos en el mismo lugar.
Yeray no tuvo tiempo a quejarse o de decir algo en su defensa para quedarse con el otro alfa, estaba en una especie de shock por lo que Jace había dicho. ¿Desde cuándo eran novios? Ni siquiera había salido del trance después de los besos que se dieron en los vestidores, no entendía como era que Jace estaba con él después de que juró delante de toda la escuela que los omegas no eran más que una buena follada y nada más.
— ¿Somos novios? — Preguntó de golpe — ¿En verdad somos eso?
— Si, espero que puedas hacerme cambiar de opinión sobre ustedes, por lo que creo que es buena idea de que seamos novios — se detuvo frente al salón de clases — Nadie va a molestarte y si lo hacen yo estaré para matarlos por ti.
— No creo que sea buena idea, no quiero ser tu novio y mucho menos que se repita lo de hace un rato — quitó la mano de su cuerpo — No deseo ser tu novio, no me inspiras confianza alguna.
— Pero…
— Pero nada, no deseo ser tu novio — buscó como pudo el pomo de la puerta — Lo siento, pero no puedo confiar en alguien que hace unas semanas decía que nosotros los omegas somos unas escorias que no debimos nacer.
Yeray entró al salón de clases, tanteando las paredes y dejando a Jace con la palabra en la boca.
Capítulo 4— Me mandó a la friendzone — le dijo Jace a sus amigos, de forma dramática — ¿Quién se cree ese ciego de mierda?— Debió de ser algo digno de ver — se burló Theo — Por lo visto ese niño tiene agallas y muchas, pero al parecer tus encantos no tuvieron efectos en él.— Créeme que si no es por las buenas, será por las malas — entró a la cafetería — Ese niño no sabrá quién lo golpeó — se detuvo frente a un letrero — ¿Quiénes de ustedes andan con un lapicero?— ¿Qué pretendes hacer? — Colton le pasó un lapicero.Había una visita Kenia, específicamente en Nairobi, pero eran en parejas. Vio su oportunidad de vengarse de Yeray, por lo que escribió el nombre de hombres. Si se ganaban el puesto de entre las diez parejas, el omega no podría negarse por más que deseara hacerlo, eso haría que sus notas bajaran un treinta por ciento. Pero, si iba, subirían.— Listo — se pasó la lengua por los labios — Veremos cuánto dura después...
Capítulo 5Michael estaba en la habitación que compartía con Eliot, bueno la que compartía anteriormente, pues el alfa mayor dormía en la de invitados desde hace unos días. Estaba encerrado, puesto que estaba sólo en casa y tenía a uno de sus hijos pasando su primer celo. Había estado analizando la situación, su hijo Jace estaba cometiendo los mismos errores que él en el pasado.— Mamá, ya me voy — Jace entró a la habitación, y Michael se seca las lágrimas rápidamente — ¿Estás bien, mamá?— Sí, estoy bien — le sonrió, a medias — ¿Tu hermano está dormido?— Si, se durmió hace un rato — se sentó a su lado — Le di una camiseta de Zac que robé de los vestidores de la escuela — Michael lo miró confundido — Zac fue el primer celo de Ezra, mamá. Su cuerpo no pudo seguir resistiéndolo y terminó por aceptarlo antes de cumplir los dieciocho. — Pero...— Sabemos que han crecido juntos, han estado en todo juntos. No veo nada de malo en que ambo
Capítulo 6Michael observó como Eliot entrababa a la casa desde la habitación de Ezra, quien aun abrazaba como si fuera su último aliento de vida a esa prenda de Zac. Las cosas en esos días estaban realmente tensas, Eliot ni le hablaba para nada que no fuera relacionado con las cosas de la casa. Jace era su reflejo de cuando tenía esa edad, pero no tenía la menor idea de cómo hacerlo.Estaban en un país al que habían llegado huyendo una y otra vez por lo que hizo por culpa de su padre, y que le costó más de una vez el amor que su madre le tenía sin importar los errores que cometió. Se colocó cerca de la puerta al escuchar los pasos de Eliot, le hacía tanta falta que en esos días se pasaba las noches llorando.Salió de la habitación de su hijo y caminó a la principal, pasando sus manos por su vientre, el cual estaba cada día más grande. Se dejó caer en la cama, abrazando la almohada que se había robado esa mañana y que se olvidó de devolver a su lugar. No
Capítulo 7Zac dejó que Ezra quitara su camiseta sin ningún tipo de resistencia. El celo del otro alfa lo tenía cegado y lleno de placer.— Ezra, espera — puso distancia entre ellos colocando sus manos en su pecho — No estás en todos tus sentidos para no decir en ninguno — susurró — Sólo vine porque me mandaste unos mensajes.— No te puse ningún mensaje — mordió el labio del otro — Pero no importa, te deseo.— No, no está bien — gimió — Por Dios, detente.— No — metió una de sus en los pantalones del otro alfa — Sé que quieres esto al igual que yo, no te resistas a mí.— Esto es un error...— Error seria el no hacerlo — lo atrajo hacia él — Nadie nos escuchará, mis padres deben de estar en su mundo... y nosotros debemos estar en el nuestro, ¿No es algo genial?— Nunca hemos hecho esto — se dejó caer en la cama — Bueno, sólo una vez.— Habías dicho que te parecía extraño y que no lo volveríamos hacer — besó su pec
Capítulo 8Zac estaba sentado lo más alejado posible de Ezra, si se acercaba lo golpearía tan fuerte que no sabría donde quedaría su nariz o parte de su rostro. Tantos años de amistad echados a la basura por una calentura.Ni siquiera sabía cómo podía considerarse su amigo. Aunque, él también tenía la culpa en todos los sentidos por dejarse llevar por el celo de Ezra. Ahora, estaba seguro de que el otro alfa debía de estar burlándose de él por caer en sus encantos.El timbre sonó y el recogió sus cosas de forma lenta, esperando que el otro saliera primero.— Zac, tenemos que hablar — el mencionado bufó — No te pongas así, no puedes tirar los años de amistad a la basura como si nada.— No lo estoy haciendo, simplemente estoy colocando nuestros espacios. No deseo tenerte cerca y creo que tus padres te lo dijeron — siguió entrando sus útiles — Olvidemos lo que pasó el viernes.— No, no lo haré — se colocó frente a él — Sé que lo que hic
Capítulo 9— Esto es algo que no me esperaba... — fue todo lo que dijo — Yo... sabía que éste día llegaría, pero no creí que tan rápido.— No estás enojado — dijo, en voz baja — ¿Estás enfermo?— Estoy bien — se encogió de hombros — Es normal, pero no estoy del todo de acuerdo con esta relación. No me gusta que tengas novio todavía, apenas entras a la escuela.— Pero... hay algo que no sabes — siguió comiendo de su helado — Somos novios falsos, así que puedas alejar tu mano del arma de tu cinturón, no creí nada de lo que dijiste.— ¿Me iba a disparar?— Si, lo iba a hacer — Frederick afirmó lo que dijo su hijo — No me gusta que estén cerca de él, y tú todavía no me das buena espina.— Es un buen actor — dijo, nervioso — Nos vemos mañana, cuídate.— Vamos a casa — ayudó a su hijo a subir en el asiento de copiloto — ¿Cómo estuvo tu día?— Estuvo bien... ¿Seguiremos con mis pruebas?— ¿Para que las necesitas?
Capítulo 10Yeray se mantuvo durmiendo gran parte de la mañana, al igual que Jace, quien de vez en cuando se quedaba viéndolo dormir. Estaba realmente caliente, pero no quería cometer una locura de tener sexo con ese omega...a la mierda con la consideración, Yeray de seguro estaba teniendo un sueño húmedo con alguien, porque sentía la entrepierna de éste, completamente dura.— Lo siento... esto no debía de suceder — dijo Yeray, en cuanto Jace se separó de él — Esto es incómodo.— No es incómodo, ya sé la forma en la que podemos tener sexo sin que tengamos un accidente después si es que somos almas gemelas — se arrodilló en la cama — Vamos a comprar pastillas — tomó al menor por los hombros — Esto será placentero para ambos.— ¿Por qué temes que seamos almas gemelas? — Rodeó el cuerpo de Jace con sus brazos — Dudo que seamos almas gemelas... ahora no estoy seguro de que sea lo correcto.— No digas cosas estúpidas — besó castamente sus labios
Capítulo 11Michael levantó ambas cejas sin poder creer lo que él omega le estaba contando; siempre supo que André lo había marcado pero a tal grado de que el bebé sea de su propio hermano.— No tenía idea de eso — murmuró, por lo bajo.— Obviamente no tienes idea de nada — siguió buscando — Si viniste hasta aquí creyendo que me voy a disculpar contigo, créeme que no lo haré.— ¿Por qué no lo harías? Me estoy disculpando, me dices que soy un niño inmaduro y no sé qué cosas — bufó — Deja de comportarte de esa manera.— De la única forma en la que me voy a disculpar contigo, será cuando tu hijo se aleje del mío — siseó — Mantén a tu querido niño bueno lejos del mío y todos moriremos en paz y en armonía.— No entiendo cuál es tu afán de que nuestros hijos estén separados, si ellos se quieren pueden estarlo; acabas de confirmarme que no son primos.— Seamos sinceros y finalicemos esta conversación — se rascó la nariz — Me disculpo