Ha llegado la hora de conocer el secreto que esconde Connor. ¿Qué creen que será? La sleo en los comentarios
OliviaEstoy sacando la ropa sucia de la pañalera de Samuel cuando veo un sobre blanco en uno de los compartimientos, no tiene remitente ni dirección. Lo abro y encuentro dentro una llave y nota con una dirección postal de un casillero. En el reverso, han escrito un mensaje que dice “Connor te ha estado mintiendo”. ¿Sobre qué me ha estado mintiendo?¿quién ha puesto este sobre en el bolso de Samuel?No tengo idea de quién lo hizo ni cuándo, pero no voy a quedarme con la duda, necesito saber qué hay en ese casillero.Al día siguiente, temprano en la mañana, salgo se la casa antes de que Connor se despierte. Tengo que hacer esto sola. Luego de quince minutos conduciendo, llego a la dirección de la nota y uso la llave para abrir el casillero. En el interior, hay un sobre amarillo grande, lo tomo y me voy. Justo en ese momento, Connor me llama, debió despertarse y darse cuenta de que salí. No le contesto y le escribo un mensaje diciendo que volveré pronto. Estando en el auto, abro el
OliviaLos primeros días, me la pasé llorando a moco tendido, tenía mucho que asimilar, comenzando por que las personas que había amado toda mi vida, a los que respetaba y admiraba, no eran mis verdaderos padres. No estaba segura de si ellos fueron los que me secuestraron, no tenía idea de cómo averiguarlo, pero de alguna forma iba a descubrirlo. Esperaba que no estuvieran involucrados, porque sería demasiado doloroso. Kate estuvo a mi lado todo el tiempo apoyándome, es la única persona que siempre ha sido honesta conmigo. Era una verdadera amiga. Después de tanto llorar, me levanté de la cama y me dije que era momento de aclararlo todo, iniciando por llamar a los únicos padres que había conocido. No iba a ser una conversación fácil, pero debía tenerla.Nerviosa y con muchas dudas, marqué el número y esperé a que respondiera. Y junto con escuchar la voz de la que pensaba que era mi madre, rompí en llanto. —¿Qué tienes, mi niña? ¿por qué lloras así? —preguntó preocupada. Y que me h
OliviaDescubrir que estaba embarazada justo cuando atravesaba el peor momento de mi vida lo cambió todo, ya no podía pensar solo en mí, había un pequeño ser creciendo dentro de mi vientre que me necesitaría. Cuando me enteré, sentí pánico, pero pronto me di cuenta de lo afortunada que era. Mi bebé era una bendición, un regalo inesperado que traería alegría a mi vida. Esa misma semana, me hice una ecografía y lloré de emoción y felicidad. Era real, estaba embarazada, una nueva vida se formaba en mí, un pequeño bebé mío y de Connor. Pensar en él me hizo sentir triste, habríamos compartido este momento juntos con mucha ilusión si él no hubiera arruinado nuestra relación por su egoísmo y cobardía. Sacudí a Connor de mis pensamientos y decidí disfrutar con ilusión el momento más hermoso que había vivido hasta entonces. En unos días, asistiría a mi primera consulta de control prenatal con la obstetra que atendió a Kate, aunque debía comenzar a buscar un trabajo para poder pagar todo
Olivia Tres semanas después La transición hacia mi nueva vida no estaba siendo fácil, pasé toda mi vida llamando mamá y papá a dos personas distintas, y la verdad, para mí seguirían siendo mis padres, ellos me cuidaron, me protegieron, me amaron y me enseñaron valores que me hicieron la mujer que soy. Siempre tendrían un lugar en mi vida y mi corazón. Pero ahora tenía dos personas más a quienes amar y honrar: Albert y Anastasia, mis padres biológicos. Los dos están tan felices con mi regreso que se me hincha el corazón de alegría. Mi madre es muy dulce y amorosa, me abraza cada vez que me ve y a veces llora, ya no tanto como antes, pero hay momentos que las lágrimas surgen. Hemos conversado mucho en estas semanas, quiere saber todo de mí, conocerme, y creo que vamos por un camino, aunque no he mencionado a Connor ni a Samuel y tampoco les he contado del bebé. No estoy segura de cómo tomen la noticia de mi relación con él por todo el asunto de la enemistad entre familias. Mi padre
ConnorEsta es la primera oportunidad que he tenido de estar cerca de Olivia en semanas y tengo que jugar muy bien mis cartas para que me deje entrar de nuevo en su vida. No será fácil, no pretendo que me perdone de la noche a la mañana, pero es un comienzo. Voy a casa por algunas cosas y conduzco hasta el edificio donde vive Kate sintiéndome ansioso. He estado esperando encontrar cualquier excusa para pasar tiempo con Olivia, aunque no ha sucedido de la manera ideal, porque odio que Samuel se enferme.Kate me recibe cuando llego y me invita a pasar. Me dice que Samuel está dormido y que Olivia se encuentra en la ducha. —Siéntate donde gustes, preparé café. ¿O prefieres otra cosa? —Café está bien.Me siento en el sofá de la sala y noto que hay cajas apiladas en varias esquinas del apartamento.—¿Se van a mudar? —pregunto inquisitivo.—Escúchame bien: Olivia es mi mejor amiga en todo el mundo y odio que sufra, lo que significa que no eres mi persona favorita en este momento.
OliviaTonta, tonta y mil veces tonta. Dejé que Connor me besara, y lo peor fue que le correspondí. Algo así no puede pasar otra vez, no dejaré que me seduzca como lo hizo la primera vez. —Sigue ahí, me ha dicho que está esperando que Samuel se despierte para llevárselo —menciona Kate cuando entra a la habitación. —¿Cómo que va a llevárselo? No, él se queda conmigo. —Lo siento, Oli, pero eso es algo que deben hablar ustedes. —Sí, perdóname por tenerte en medio de todo esto. Connor me va a escuchar. Salgo de la habitación echa una fiera y me planto delante de él con actitud desafiante. —No vas a llevarte a Samuel, es mi turno con él.Connor alza la mirada hacia mí y se encoje el corazón al ver sus ojos enrojecidos, ha estado llorando. —Es mi hijo, puedo llevármelo si eso quiero —responde hablando pausado, con la mirada más triste que vi alguna vez.—También es mi hijo y quiero que se quede. —¿Lo es ahora? —me pregunta alzando las cejas. —Nunca dije que no lo fuer
Olivia Llevo toda la mañana de mal humor, me sentó muy mal enterarme de que esa rubiecita cuida de mi tesoro cuando no está conmigo. Aunque creo que Connor la envió a propósito, todo lo que hace es intencional. Porque si en verdad ella es la persona que eligió como niñera, no lo hizo pensando con la cabeza sino con otra cosa. Le preparo un baño a Samuel después de la comida, con mucha espuma como le gusta. A él le encanta el agua, seguro va a ser surfista o algo relacionado con el mar cuando crezca. Lo malo es que siempre hace un berrinche cuando lo saco, si fuera por él, viviría en la tina. Luego de un baño de casi media hora, lo saco del agua y su llanto no se hace esperar.—Ha sido suficiente, mi amor, vas a arrugarte como pasa —le digo mientras lo envuelvo en la toalla—. Oh, Dios mío —grito cuando doy la vuelta y veo a Connor en el umbral de la puerta del baño. —Lo siento, no quería asustarte —dice con una disculpa en su mirada. —Pero lo hiciste. —Paso por su lado con S
OliviaLa cena en casa de mis padres se convirtió en una reunión que se alargó hasta altas horas de la noche, por lo que no pude hablar con ellos sobre Connor. Y, siendo honesta, estaba reconsiderando dejarlo para más adelante, claro, antes de que mi embarazo fuera notorio. El lunes, la estilista de mi madre llegó a mi apartamento con una gran cantidad de vestidos de distintos colores y estilos, todos de diseñadores renombrados, como si fuera una celebridad importante. Kate estaba brincando en una pata de la emoción, gritaba cada vez que Hilda mencionaba quien había diseñado cuál vestido. Yo apenas reconocí dos nombres, Carolina Herrera y Oscar de la Renta, de los otros no tenía idea. Pero mi amiga amaba la moda, su entretenimiento favorito era ver desfiles de moda y pasar horas hojeando revistas. Me medí varios vestidos antes de que uno me llamara la atención, era color durazno, de diseño sencillo y discreto, con mangas cortas, escote cuadrado, ajustado hasta la cintura y con a