OliviaLo primero que se cruza por mi cabeza es que no he cuidado bien a Samuel y por eso se ha enfermado. Pensé que lo estaba haciendo bien. Me siento tan culpable…La pediatra nos explica lo que será su tratamiento y que puedo quedarme con él mientras esté hospitalizado, esta vez estará en una habitación y no en la sala de cuidados neonatales. —No puedo dejar de preguntarme si hice algo mal y por eso Samuel está enfermo —le comento a Connor cuando quedamos a solas, nos encontramos en la sala de urgencias esperando que le asignen una habitación. —Justo pensaba lo mismo. Deberíamos preguntarle a la pediatra para salir de dudas.—Sí, debemos saber si nos equivocamos en algo para no cometer de nuevo el error. Cuando la pediatra regresa, Connor le consulta nuestra duda y ella nos explica que la neumonía es una enfermedad causada por virus o bacterias que pudo ser trasmitida por algún familiar infectado. Pero los únicos que han tenido contacto con Samuel somos nosotros, Kate y Marc, p
OliviaCada minuto que pasa sin que encontremos a Samuel mi angustia se hace más grande, médicos, enfermeras y personal obrero se han sumado a la búsqueda de nuestro pequeño. Ruego a Dios que siga en las instalaciones, porque si lograron sacarlo, será más difícil dar con su paradero. Y si ha sido Amanda, como suponemos, su vida corre peligro. Es una asesina, le quitó la vida a Lily y puede hacerle lo mismo a él. Solo de pensarlo mi corazón se detiene. Quedaría devastada si le hace daño. —La encontraron, está en la azotea con el bebé —nos avisa una enfermera que se acerca corriendo.—¿En la azotea? ¡Dios mío! —pronuncio cubriéndome la boca con la mano. —Quédate aquí, subiré para convencerla de que me dé a Samuel —me dice Connor apoyando sus manos en mis hombros.—Iré también, es mi bebé. —Lo mejor es que no vayas, Amanda se puede alterar si te ve. —Sí, tienes razón. Ve a recuperar a nuestro hijo. Connor se va con la enfermera y yo me quedo en el pasillo con el alma en vil
Connor Seis meses después No veo la hora de volver a casa con Olivia y Samuel, he estado fuera tres días por trabajo y siento como si hubiera sido más tiempo. Amo a mi familia, lo son todo para mí. Samuel ha crecido muchísimo, es un niño sano y muy activo, ya ha comenzado a gatear y balbucea algunas palabras, la que más se le entiende es papá. Olivia y yo nos derretimos de amor cuando lo escuchamos la primera vez. Estoy bajando en el ascensor cuando recibo una llamada de Cece, llevamos un tiempo sin hablar, nos distanciamos desde que discutimos por Olivia y ni siquiera se ha interesado por conocer a Samuel, igual mi hermana. Pero la verdad no me importa, prefiero que mantengan lejos de mi familia su toxicidad. Sé para que me llama, es por un asunto de dinero, lo único en la vida que le importa a Cece además de Elle, porque no puedo negar quiere a mi hermana. Eso sí, el dinero ocupa el primer lugar. Desvío su llamada porque no tengo ganas de hablar con ella, pero antes de que pueda
OliviaEstoy sacando la ropa sucia de la pañalera de Samuel cuando veo un sobre blanco en uno de los compartimientos, no tiene remitente ni dirección. Lo abro y encuentro dentro una llave y nota con una dirección postal de un casillero. En el reverso, han escrito un mensaje que dice “Connor te ha estado mintiendo”. ¿Sobre qué me ha estado mintiendo?¿quién ha puesto este sobre en el bolso de Samuel?No tengo idea de quién lo hizo ni cuándo, pero no voy a quedarme con la duda, necesito saber qué hay en ese casillero.Al día siguiente, temprano en la mañana, salgo se la casa antes de que Connor se despierte. Tengo que hacer esto sola. Luego de quince minutos conduciendo, llego a la dirección de la nota y uso la llave para abrir el casillero. En el interior, hay un sobre amarillo grande, lo tomo y me voy. Justo en ese momento, Connor me llama, debió despertarse y darse cuenta de que salí. No le contesto y le escribo un mensaje diciendo que volveré pronto. Estando en el auto, abro el
OliviaLos primeros días, me la pasé llorando a moco tendido, tenía mucho que asimilar, comenzando por que las personas que había amado toda mi vida, a los que respetaba y admiraba, no eran mis verdaderos padres. No estaba segura de si ellos fueron los que me secuestraron, no tenía idea de cómo averiguarlo, pero de alguna forma iba a descubrirlo. Esperaba que no estuvieran involucrados, porque sería demasiado doloroso. Kate estuvo a mi lado todo el tiempo apoyándome, es la única persona que siempre ha sido honesta conmigo. Era una verdadera amiga. Después de tanto llorar, me levanté de la cama y me dije que era momento de aclararlo todo, iniciando por llamar a los únicos padres que había conocido. No iba a ser una conversación fácil, pero debía tenerla.Nerviosa y con muchas dudas, marqué el número y esperé a que respondiera. Y junto con escuchar la voz de la que pensaba que era mi madre, rompí en llanto. —¿Qué tienes, mi niña? ¿por qué lloras así? —preguntó preocupada. Y que me h
OliviaDescubrir que estaba embarazada justo cuando atravesaba el peor momento de mi vida lo cambió todo, ya no podía pensar solo en mí, había un pequeño ser creciendo dentro de mi vientre que me necesitaría. Cuando me enteré, sentí pánico, pero pronto me di cuenta de lo afortunada que era. Mi bebé era una bendición, un regalo inesperado que traería alegría a mi vida. Esa misma semana, me hice una ecografía y lloré de emoción y felicidad. Era real, estaba embarazada, una nueva vida se formaba en mí, un pequeño bebé mío y de Connor. Pensar en él me hizo sentir triste, habríamos compartido este momento juntos con mucha ilusión si él no hubiera arruinado nuestra relación por su egoísmo y cobardía. Sacudí a Connor de mis pensamientos y decidí disfrutar con ilusión el momento más hermoso que había vivido hasta entonces. En unos días, asistiría a mi primera consulta de control prenatal con la obstetra que atendió a Kate, aunque debía comenzar a buscar un trabajo para poder pagar todo
Olivia Tres semanas después La transición hacia mi nueva vida no estaba siendo fácil, pasé toda mi vida llamando mamá y papá a dos personas distintas, y la verdad, para mí seguirían siendo mis padres, ellos me cuidaron, me protegieron, me amaron y me enseñaron valores que me hicieron la mujer que soy. Siempre tendrían un lugar en mi vida y mi corazón. Pero ahora tenía dos personas más a quienes amar y honrar: Albert y Anastasia, mis padres biológicos. Los dos están tan felices con mi regreso que se me hincha el corazón de alegría. Mi madre es muy dulce y amorosa, me abraza cada vez que me ve y a veces llora, ya no tanto como antes, pero hay momentos que las lágrimas surgen. Hemos conversado mucho en estas semanas, quiere saber todo de mí, conocerme, y creo que vamos por un camino, aunque no he mencionado a Connor ni a Samuel y tampoco les he contado del bebé. No estoy segura de cómo tomen la noticia de mi relación con él por todo el asunto de la enemistad entre familias. Mi padre
ConnorEsta es la primera oportunidad que he tenido de estar cerca de Olivia en semanas y tengo que jugar muy bien mis cartas para que me deje entrar de nuevo en su vida. No será fácil, no pretendo que me perdone de la noche a la mañana, pero es un comienzo. Voy a casa por algunas cosas y conduzco hasta el edificio donde vive Kate sintiéndome ansioso. He estado esperando encontrar cualquier excusa para pasar tiempo con Olivia, aunque no ha sucedido de la manera ideal, porque odio que Samuel se enferme.Kate me recibe cuando llego y me invita a pasar. Me dice que Samuel está dormido y que Olivia se encuentra en la ducha. —Siéntate donde gustes, preparé café. ¿O prefieres otra cosa? —Café está bien.Me siento en el sofá de la sala y noto que hay cajas apiladas en varias esquinas del apartamento.—¿Se van a mudar? —pregunto inquisitivo.—Escúchame bien: Olivia es mi mejor amiga en todo el mundo y odio que sufra, lo que significa que no eres mi persona favorita en este momento.