Erika Camel
Acabo de entrar en el edificio de Meyer Inc. Avanzó nerviosa como si me fuera a presentar a la prueba más difícil de mi vida, el corazón se me quiere salir del pecho, me sudan las manos y estoy por vomitar. «Es absurdo sentir todo esto», puedo sentir hasta la sangre que me llega al cerebro percutiendo mi interior.
No tengo idea de cómo me presentaré ante él, sin tener que darle una explicación convincente del porque estoy aquí, o el porque me fui de su cama como una ladrona, o la más vulgar de la rameras.
Precisamente explicarle a él, Derek no es como los otros hombres a los que me he enfrentado. Él es pura energía, pura fuerza. Es de esos hombres que te encuentras una sola vez en la vida, como una estrella fugaz.Me reconfortó y acudo a mi fuerza interior.. «¡Es hoy!» No hay vuelta atrás, ya hoy estoy decidida a no perder mi oportunidad, si a fin de cuentas me rechaza, al menos me quedarDerek Mayer Camino distraído por los pasillos, con la vista fija en el piso de mármol reluciente por el costoso encerado que se aplica en toda la planta ejecutiva. Hoy, como se me ha hecho costumbre durante toda esta semana no me siento del todo bien. Al contrario, mi humor es inaguantable, no me atrevo decir que tengo un humor de "perro" ya que la mayoría de los caninos que he visto son mucho más simpáticos que yo. Los miembros del equipo me evitan, prefieren disimular que no me ven, o sencillamente corren despavoridos anejándose de mi y mi pésima energía. Soy un agujero negro consumiendo buenas vibras. Las bilis se me acumulan en la garganta y me cuesta respirar. No se me va de la cabeza el resultado del examen, ni la solicitud de Rocci Drake de casarnos de inmediato. «Casarme ahora mismo se sale de toda fantasía tenebrosa que pude tener».Estoy en una encrucijada bastante deprimente, porque es eso... casarme con Rocci o continuar "solo". Porque... No tengo idea donde esté
Derek Meyer Acostado en mi cama observando el techo blanco, tengo una rarísima sensación de euforia y sentimientos encontrados que me roban el sosiego.«¿Qué por que me siento así ?» Pues es obvio, me golpeo un Tsunami. Que otra explicación lógica podría haber. Pasan las cuatro de la madrugada y no he dormido nada. Solo puedo pensar en el desastroso desenlace que podrán tener los últimos acontecimientos. No seré capaz de manejar mi deseo, ni el de ella por mi. Julie Peterson regreso a mi vida justamente en el peor momento. Pero creo que ese es el destino,¿no?; la persona que esperas llega precisamente cuando no la buscas, cuando no planeas encontrarla, y tarde pues ya tienes planes en marcha con otra persona que no tiene la culpa de que tengas sentimientos por otro. Julie era nada, hasta hace muy poco no existía y no formaba parte de mi vida. Ahora la necesito como al aire. Por otra parte esta loq ue estoy sintiendo por "ella"... Una jornada completa a su lado, y casi la l
Erika Camel Ya estaba hecho. Ya había mendigado por las atenciones de un hombre. En un solo día había terminado quebrantado más de una ley federal. Había incurrido en el delito de falsificación de documentos, había mentido y si alguien me descubría me acusaría de espionaje coorporativo sin duda alguna, y todo eso para nada. Tenía un mal humor de los mil demonios. Cómo no Érika, si eso de andar frustrada no era lo mío. « Frustrada pero no vencida» murmuré con decisión. Me rehusaba a rendirme así sin más, ya que yo sabía porque había empezado este juego. Mi ego hoy sufrió un revés que no me esperaba, tenia que saber reponerme de eso y sacar ventajas, o dejaría de ser una Camel. Yo me decidí por Cazar a ese Ceo, y eso haré; cazaré a ese camaleón aunque me pierda yo misma en ese proceso. Ese compromiso matrimonial es eso, un compromiso, hasta que no firmen un acta matrimonial, él y Rocci Dreke serán solo novios, un noviazgo puede terminar en cualquier momento; es por eso que
Derek Mayer La fiesta del aniversario de la compañía nunca me había puesto tan nervioso. Me siento tenso y a punto de estallar, si esta situación no se normaliza sin duda debutaré a edad temprana con una hipertensión arterial o algún problema d elos nervios. Mi discurso está listo desde hace días, increíblemente no me costó terminarlo. Es de las pocas cosas que me han salido espontáneamente esta semana. Rocci después de un episodio de "Furia e Ira", definitivamente no asistirá al aniversario de mi compañía ya que esta tarde acaba de marcharse a mi Cabaña ubicada en Aspen con sus amigas más cercanas. El aire fresco le favorecerá, gracias a Dios se llenó dde cordura e insistió en que necesita alejarse de todo lo tóxico que rodea nuestra relación actual, decisión que sinceramente le aplaudí. Eso sumado a que odia a todo lo relacionado a la empresa, y habiéndose desecho de Amaya, pues cree que no hay motivos para estar celosa. Si por un segundo hubiese sospechado que en ese even
Erika Camel Este juego con él me fascina, lo observo extasiada mientras pronuncia su discurso, me devora con la mirada y yo no puedo evitar hacer lo mismo. Si hubiera planeado tener un círculo de pretendientes durante gran parte de la noche, pues no me hubiera salido tan bien. No creo que los celos sean una fuerza poderosa, al contrario; más no puedo negar que en ocasiones tienden a ser demasiado útiles. Derek me anima a todo, incluso a producirle deliberadamente celos. El que haya pasado la noche ignórame me molesta, mas lo noto inquieto, muere por acercarse a mi aunque no se atreva, a fin de cuenta es un macho alfa orgulloso. He aprendido a conocerlo un poco. Porque lo conozco es que voy tras él, la única razón para arriesgarme a tanto. No estoy en este lío metida para hacerme la orgullosa. No arriesgue tanto para conformarme con un "no", o con un sencillo juego de niños...«si no me miras no te miro» No, haré lo necesario por ser la vencedora. Él me desea, todo en su lenguaje c
Derek Meyer Desperte a mitad de la madrugada, saciado, pero sin saber exactamente en qué acababa de meterme. O si sabía, peor no quería admitirlo. Sin dudas la inseguridad se había convertido en parte de mi día a día. Contemplé extasiado cada detalle del rostro de mi bonita amante, de su cabello azabache enredado sobre la almohada, su cuerpo esbelto y hermoso. Era una pintura de la más extravagante calidad. La admiré en silencio, y seguía teniendo el mismo dilema de siempre, no sabía nada, absolutamente nada de ella. Cómo diablos podría interrogarla de su vida, si cuando la tenía en frente solo deseaba enterrarme en ella. No tenía idea de ningún detalle sobre Julie, Nada a excepción de que ella habia sido hecha para mi, moldeada a mi, perfecta para mi. Aún así no podía evitar sentirme culpable por Rocci, y apenado con Julie, ya que ella esperaría mucho más de mí de lo que podía dar ahora mismo. Le podía dar mi cuerpo, pero mi espíritu sin duda se sentiría culpable. No eran las
Julie Peterson Érika Camel no se hacía una idea lo que me pedía cuando se le ocurrió la genial idea de meterse en este lío. No doy abasto con todos los pendientes de la presidencia. Me considero una mujer capaz pero tengo que reconocer que mis dotes de líder no le llegan a los tobillos a los de Erika. Esa mujer es una máquina, además nació con una estrella en la frente. ¡Si!, hay que reconocer que a la muy suertuda; la gente la sigue así sea camino al fracaso. Muchos creerían que es por su físico, pues es una mujer demasiado hermosa pero la verdad es que la no. La gente la sigue por su carisma arrollador. Podría ser la mujer más fea del mundo e igual la seguirían en cada una de sus brillantes ideas. La mayor prueba de su poder de convencimiento soy yo. No llego a dormir anoche, y aún así yo estoy aquí dándolo todo por ella. Es sábado, estoy sentada en la oficina y a penas amanece. Nunca trabajo los sábados, es prácticamente un sacrilegio. Son las nueve de la mañana y yo despu
Erika Camel Derek me ayudo a meterme en el vestido de gala de la noche anterior después de que ambos tomaramos una ducha. Para mi mala suerte había entrado sola al cuarto de baño mientras él hacía unas llamadas importantes. Así que solo nos dedicamos a limpiar nuestros cuerpos mutuamente por esta vez. Aunque eso implicaba una complicidad inimaginable. No me podía quejar, ya me sentía mejor que el primer instante que entré al cuarto de baño y él se quedó en la sala. Fue mejor que no me viera tan alterada. Agradecí al cielo los minutos de soledad, pues no puede evitar que el contenido de mi estómago se vaciara completamente en el inodoro. Me cepille los dientes para que no se notara que había vomitado el desayuno a raíz de la impresión que me causó ese reportaje de pésimo gusto con la cara de Weber en la pantalla. Casi muero del susto por saberme delatada. Aparte del susto, También casi me mata la decepción al ver el rostro de Derek cuando escuchó mi nombre, el real. Su expresió