Erika CamelAl día siguiente no tuve fuerza para nada, me queden en cama y Julie tampoco fue capaz de despegarse de mi. Mi padre pasó por mi habitación e hice lo posible por que no percibiera mi estado anímico. —¿Tienes gripe Érika?— inquirió al verme los ojos llorosos y la nariz de payaso que tenía. Aún así me recompuse para responder mejor de lo que me sentía. Imposible que pudiera ser peor. —Estaré bien papá, parece ser una alergia de estación. —No te ves bien en absoluto. ¿estás al tanto de eso?— insistió —No es necesario que seas tan sincero, papá. Ya me pondré mejor. —Ya… —hizo una pausa dudando que fuera gripe. ¿Llamaron a un doctor?—Lo llamaré padre de ser necesario. —Dime algo Érika. ¿Esta…— hizo una pausa tratando de recordarle término exacto con qué yo había nombrado mi dolencia— “alergia de estación” repentina tuya tiene algo que ver con tu desaparición constante de los últimos meses? — no pude evitar cambiar la mirada. —No papá. No te preocupes… todo estará bi
Derek Mayer.—Ya está hecho— anuncio Dominico irrumpiendo el silencio casi sepulcral de mi despacho. — Ya fue detenida. Tal y como… me pediste. ¿Contento? — era evidente que había ironía en su voz.Caminó a encender la lámpara, mas lo detuve con voz afectada por las horas sin pronunciar ni una sola sílaba.—No enciendas las luces— ordené y el me miró rodando los ojos. Sin duda Dominico tendría alguna afección ocular al final de su vida, por las veces al día que hacu ese gesto.Apoyé ambos codos en el cristal laqueado del escritorio y me cubrí la cara con la palma de las manos. «Debería sentir algo más» «¿Sentirme aliviado quizás?» pero no logró sentir nada que logre consumir el fuego ardiente que se volvió mi interior. Estoy ebrio hace tres días, desde el día que se descubrió toda la m*****a verdad y que ella salió de mi despacho; estoy bebiendo para olvidar para sobrellevar lo que me hizo esa mujer. Aunque la pérdida de memoria no llega, no tengo el valor para enfrentar mi dolo
Érika Camel Una semana entera había una pasado y yo seguía allí, en el mismo asqueroso calabozo de la comisaría. Me sentía sucia, humillada , y el embarazo no ayudaba con las nauseas y las fatigas. No me habían transferido a la cárcel del condado solo porque las influencias de mi padre en esta ciudad eran demasiado grandes para pasar por encima del magnate Alejandro Camel, pero no dudaba que ese momento estaba por llegar y ni todo el poder de mi padre lo impediría. Los abogados no habían podido hacer mucho, ya que las pruebas de mi supuesto delito de espionaje estaban por todas partes y eran absolutamente contundentes; eso aunado a los documentos falsificados que estaban en poder de las autoridades pertinentes. Cómo nunca creí que Derek me acusaría pues no me ocupe de tapar ni una sola de mis huellas. «Ingenua que fui». Si hubiera sabido lo que ahora sé ese hombre no me hubiera podido tocar con la mirada. De haber tenido una bola mágica jamás hubiera caído ante él. El equipo d
Julie Peterson Durante toda la mañana he estado sentado con el alma pendiendo de un hilo en el lobby de la empresa de Derek Mayer. Han pasado dos horas y aún más aque me recibe aunque sé que está en la empresa. La recepcionista me anunció y me puso en espera desde entonces. «Maldito arrogante»La chica solo cumplió con sus ordenes directas y me explico educada y amablemente que hasta que no terminara la junta de accionistas no sería atendida y que eso podía llevarse perfectamente todo el maldito día . Y aún estoy aquí. Esperando..., y aquí estaré así me tengan que echar cuando se acabe la jornada, pero me tendrá que escuchar así sea a los gritos. Ya no me interesa dar un escándalo más o un escándalo menos. Ese hombre tiene que escucharme, tiene que sacar a Erika de la cárcel. Ya tuvo su venganza, si le parece que con esa semana y tanto que lleva Érika retenida no es suficiente, pues que se joda... porque ya fue suficiente de salirse con la suya. Tiene que entender que no hubo es
(continuación de capítulo anterior) Julie Peterson — Pero eso no fue gracias a Erika…o bueno si. Érika es una eminencia, pero eso ya lo sabes. El equipo se diseñó de la empresa trabaja sin tenerla presente, ella multiplica su creatividad y su productividad pero no la necesitan al frente para trabajar. ¿Puedes decir lo mismo de tu equipo? —hice una pausa para darme un trago de cerveza y el negó con la cabeza. —Tienes razón. En nuestra compañía parecen niños, si Derek no está cerca y supervisándolo todo, pues nada sale bien— era muy valiente por su parte admitiendo eso ante mi. — Ella no estaba con nosotros, pero no era necesario. Tanto así que Érika, con seguridad plena de que nuestro proyecto era superior que no tuvo corazón para ganarle a Derek, así que dio la orden de no presentarnos. Fui yo la que cometí el error de enviar a los clientes el proyecto a última hora. —¿Tú ? ¿Tú fuiste quien presentó el proyecto? ¿Ella dio orden de no presentarse? —Así es, pase por encima
Derek Mayer La noticia del embarazo de Erika Camel, queda rondando en mi cabeza. No se que creer, dieron como el emisario Perfecto para clavar la sutil espina de la duda en mi. Claro que era posible que yo pudiera haber embarazado a Erika. Tuvimos sexo desprotegido más veces de las que puedo recordar. También puede haberse acostado con… Ardo de celos imparables al imaginar que pudo haberse estado acostando con ese novio suyo al mismo tiempo que estaba conmigo. No sé ni siquiera porque estoy valorando la posibilidad de que esté embarazada, si perfectamente se puede tratar de otro engaño de su parte. A fin de cuentas es una experta mentirosa. Cada palabra que dijo el traidor de Dominico da vueltas en mi cabeza. No puedo ni culpar a mi hermano, se del poder de la mujeres Camel para hechizar los sentidos. Analizo todos los hechos. No puede ser cierto que ella se haya retirado del proyecto. Dominico afirma que lo hizo… Solo sé, que si lo hizo no fue por mio por ¿amor? Si lo h
Érika Camel Aún no me podía creer que este hombre tuviera la poca vergüenza de aparecer frente a mi, después de haberme privado de la más elemental libertad durante 15 días completos. Era una suerte que mi padre no se encontrara en su habitual horario de visita esta mañana de lo contrario lo sacaría a patadas de la comisaría. La paciencia interminable de Alejandro Camel está llegando a su fin. Estaba tan furiosa, tan cansada de estar todo el tiempo de mal humor, que no le daría el gusto de que supiera cuánto me estaba afectando se presencia en este sitio. Casi veinte días habían pasado desde que no lo veía, veinte días de no estar en su presencia. ¿Cambio algo durante ese tiempo? Si, algo cambio en mi. No me creía como pude estar tan embobada por ese Alemán, como para perder del todo el sentido común. Si mi noción del peligro no se hubiera desactivado por estar en las nubes, pues me podría hacer dado cuenta que era peligroso lo qué hacía. —Hablemos de ese embarazo entonc
Derek Mayer Mirar la ciudad de New York desde la vidriera de el despacho de la empresa se había vuelto mi único momento de paz, aunque aún me costaba concentrarme solo en la vista. Mi mente trabajaba tan a prisa recopilando retazos de momentos que me llevaban a siempre al mismo punto… Érika. Llevaba una semana maldiciéndome por lo bajo. ¿Y como No? ¿Cómo había sido capaz de besarla? ¿Como pude provocarla tanto al punto de decirle que le quitaría a un hijo que no tengo idea si es mío?. Eso sin mencionar la idiotez de decirle que había regresado a mi compromiso con Rocci, a la cual no deseo ver ni en pintura. ¿Como me pude aprovechar de su encarcelamiento para humillarla. Solo tenía una explicación coherente a todas esas preguntas. Lo había hecho porque soy el más idiota y bruto de los hombres que han pisado la faz d de la tierra. Érika me lastimó, y cuando la vi tan tranquila, en calma y no arrastrándose como yo, pues me dio coraje que yo solo sufriera mientras que el