Tessa no se dio cuenta de que al salir por la puerta de la comisaria ya aguardaba la prensa, más no solo el corresponsal del periódico del pueblo, sino otros más que llevaban cámaras y micrófonos para dar información sobre lo ocurrido.
Solo aquel tipo la reconoció y enseguida fue hacerle preguntas sobre lo que sabía respecto a la muerte de la chica que habían encontrado en el bosque, puesto que nada se sabía de ella, ni siquiera su nombre, pero Tessa no quiso decir una palabra, así qué continuo caminando hasta bajar por la acera, hecho que otros periodistas no pudieron pasar por alto, así que enseguida la sofocaron rodeándola para hacerle un millón de preguntas sobre el caso, pero después de lo que le había dicho la oficial Kennedy, sobre que su padre necesitaría un abogado, pensó que lo mejor que podía hacer era mantenerse callada hasta que pudiera hablar con Stan Miller, un viejo amigo de su padre.
Stan Miller no vivía en ese jodido pueblo entre las montañas olvidado por Dios, sino que vivía en Montreal, muy lejos para ir enseguida, pero por alguna razón, la cual Tessa no entendía, Stan era el único amigo de su padre y quien aparentemente entendía por qué razón él había quedado con esa terrible secuela después de ir a la guerra, por lo tanto, y a pesar del tiempo y la distancia cada vez que Michael lo necesitaba Stan siempre acudía en su rescate, después de todo Stan se había encargado de que el estado no le quitara la custodia de su hija a pesar de su condición, así que Tessa tenía cierta esperanza de que Stan pudiera sacarlo de ese embrollo.
En el pueblo no había taxis, solo pequeños autobuses que transportaban a la gente a ciertas distancias en el interior del pueblo, por supuesto no había ninguno que la llevara directamente a casa y estando rodeada de periodistas, realmente ni siquiera podía dar un par de pasos sin sentir que las cámaras la estaban dejando ciega.
Era extraño como es que de un día para otro su vida había cambiado, a esa hora, aquel sábado por la mañana seguiría en cama durmiendo, pero, en cambio, estaba intentando ocultar su rostro de las cámaras, no por vergüenza, sino porque a partir de ese momento la relacionarían con el crimen y eso le daba bastante coraje.
En medio de aquel desastre, una mano la tomo por el brazo, lo hizo con tanta fuerza que por poco Tessa cae al suelo, pero al levantar la mirada para quejarse, reconoció a la persona que se había atrevido hacer tal cosa.
En el mundo solo existía una persona que podía tratarla de esa forma tan brusca o al menos Tessa lo permitía porque era su amiga, su única amiga y esa era Magie.
Ella tomó las riendas del asunto al ver que Tessa estaba muy abrumada para hacerlo por sí misma, así que de un tirón la saco de ahí y la guio hasta la camioneta de su madre, un pickup del año 2012 de color blanca o al menos en alguna ocasión lo había sido. Abrió la puerta para Tessa y la metió sin pensar en nada más que llevársela de ahí, luego rodeo el vehículo y subió al asiento del conductor, pero no sin antes dirigirle un gesto obsceno a las cámaras y a esos estúpidos reporteros que no hacían más que acosar a su amiga.
Magie salió de ahí después de dar un acelerón que por poco las lleva a chocar contra una camioneta de uno de los medios que seguía filmando cada movimiento de Tessa.
—¿Cómo…?—expreso Tessa al ver que se alejaban rápidamente de la comisaria y se dirigían al centro del pueblo, donde las cosas no eran tan caóticas, pero si se notaba una extraña tensión en el ambiente y es que en un pueblo donde apenas vivían unas cinco mil personas el rumor de un asesinato era lo más irreal del mundo, como si las personas no murieran todos los días, sobre todo una chica tan joven, bella y popular como lo era Avery Midleton.—¿Cómo supiste que estaba aquí?
—Mi tía me llamo hace una hora, me dijo que podrías necesitarme—expreso Magie muy orgullosa de que la oficial Kennedy fuese su tía. Ese gesto hizo sentirse un poco mal a Tessa, después de todo aquella mujer seguía preocupándose por ella.
—¿Te dijo por qué razón estaba en la comisaria?—pregunto Tessa con cierta timidez, quizás era la primera vez que se comportaba así con Magie, pero es que no sabía como explicarle lo que había sucedido. ¿Ella la entendería?
—Por supuesto—respondió Magie soltando un suspiro, era evidente que también se encontraba bastante impactada con lo que había sucedido— a estas alturas ya todo el mundo sabe lo que paso, pero es casi imposible de creer, apenas ayer esa perra nos estaba molestando y ahora está muerta.
Tessa no dijo nada, no lo creyó conveniente, aunque pensaba lo mismo que su amiga. Avery podía ser la chica más querida de toda la escuela, no solo por su belleza, su inteligencia o por ser la representación viviente de lo que toda chica debia aspirar a ser, pero así como era tan buena, también podía ser una m*****a perra sin corazón, sobre todo con los chicos que causaban conflictos según ella, los que no vestían bajo sus normas, los inadaptados a los que nadie quería, entre ellos se encontraban Tessa y Magie, que a pesar de no ser lo suficientemente extrañas para ser consideradas inadaptadas, eran rechazadas por sus padres. Tessa por haber sido abandonada por su madre y por ser criada por un loco y Magie por ser hija de una madre soltera y quien nunca revelo quién era el padre de Magie.
Así de sencillo era para Avery encontrar una razón para molestar a las personas y en ese pueblo que en apariencias escondía secretos y al mismo tiempo los revelaba en murmullos, era fácil señalar a la gente sin antes conocerla. Para Tessa ese pueblo era un verdadero infierno del que estaba segura de que se desharía pronto, pero después de ese suceso, ya no estaba del todo segura si realmente podía irse tranquila, sabiendo que ahí mismo dejaría a su padre a merced de los buitres.
Magie llevo a su amiga a un lugar donde sabía que podían hablar a solas, sin que nadie en el pueblo la incomodara con esas miradas indecentes con las que solían juzgar a casi todo el mundo. Había un lugar llamado “El mirador” cerca de la casa de Tessa, era un sitio únicamente para adolescentes, en donde solían aparcar sus autos para tener citas a la luz de las estrellas y de fondo las luces del pueblo enterrado entre las montañas. El lugar era precioso, pero de día, con la lluvia, la niebla y la luz tenue del sol intentando iluminar aquel sitio, parecía ser más bien un lugar sacado de una película de terror. —Cuéntamelo todo—exigió Magie tratando de guardar la calma, sabiendo que su amiga necesitaba un hombro en el cual apoyarse. —Pensé que a estas alturas ya todo el mundo sabe lo que ocurrió—expreso Tessa mostrándose algo renuente a hablar, porque significaba tener que revivir cada momento en su cabeza y no estaba segura si quería volver a repetir lo mismo que le había dicho a la
Magie comenzó a conducir en dirección a la casa de Tessa, mientras ella finalmente le contaba cada detalle de lo que había visto y escuchado la noche anterior para que ella también tuviera cierta noción de lo que había ocurrido y de esa forma pudiera ayudarla a buscar entre las hojas y el fango que la lluvia, una pista que pudiera confirmar sus sospechas; sin embargo, al llegar se encontraron con una patrulla que custodiaba la casa y una cinta amarilla rodeando la propiedad como si en ese lugar se hubiese llevado a cabo el crimen. Magie miro con cierta desconfianza a su amiga cuando ambas bajaron de la camioneta, ninguna de ellas esperaba que aún hubiese policías rondando por ahí, pero después del brutal ataque que Avery había muerto, era de suponerse que muchas personas, tal vez, irían ahí buscando ver algo. Tessa miro la patrulla de la policía con desconfianza y resentimiento, después de todo habían arrestado a su padre y lo culpaban de la muerte de Avery sin ninguna prueba contun
—Vamos—expreso Tessa sintiéndose incómoda por aquella situación con el policía, era obvio que tendría que estar vigilando la zona, después de todo aún no encontraban al verdadero culpable, además cabía la posibilidad de que algún fisgón anduviera por ahí y Tessa odiaba las miradas imprudentes de completos desconocidos, más si la conectaban con un asesinato, pero en el razonamiento de Tessa, su padre era completamente inocente, solo debia encontrar pruebas que lo demostraran. Magie asintió con una extraña sensación en la garganta al ver que la cinta amarilla también había sido colocada sobre la puerta de la casa de Tessa. Se suponía que el crimen no había ocurrido ahí, pero en cuanto al cómo había encontrado el cuerpo, esa era otra historia. —¿De verdad podemos pasar?—insistió Magie un poco nerviosa, era la primera vez que veía algo semejante, aunque no exactamente la cinta amarilla, ya que su tía era policía, sino el sitio donde había sido encontrado un cuerpo. —Por favor— se detuv
Tessa camino mirando en todo momento al suelo lleno de fango en donde se podían distinguir pisadas de diferentes tipos de zapatos, lo cual le exaspero mucho, ya que entre todas esas pisadas era imposible tratar de averiguar si había alguna sospechosa, es decir, reconocía como era la suela de sus zapatos y también las de los zapatos de su padre.Ambos tenían prácticamente el mismo modelo de botas, ya que su padre había aprovechado una ganga de dos pares a precio de uno, así que se había visto obligada a usar ese mismo par de botas que su padre. Habría sido sencillo averiguar si había algún sospechoso rondando la zona de no ser por la policía que había echado a perder una posible pista del asesino de Avery.Mientras tanto, Magie observaba con evidente impacto el lugar donde había estado alguna vez la conexión telefónica de la casa de Tessa, parecía como si algo la hubiese golpeado con un par de garras, algo así como un gato, aunque uno muy grande. La madre de Magie tenía un gato naranja
—¡Ven y dímelo en mi cara!—grito Magie para defender a su amiga, pero aquellos chicos ni siquiera se dignaron a detener el auto en el que viajaban, simplemente las ignoraron, ya que, no valía la pena ponerse a discutir con dos chicas, al menos estando en pleno corazón del pueblo de Grave Hills. Arreglarían cuentas en otra ocasión. Magie se volvió hacia Tessa, quien simplemente arrugo el ceño para dedicarles una mirada mordaz, deseando secretamente que la lluvia de la noche anterior fuese lo suficientemente resbalosa para que ese estúpido auto se volcara en el camino. —No les hagas caso—expreso Magie con el fin de amortiguar los sentimientos que seguramente su amiga estaba sintiendo en esos momentos— ellos no saben lo que paso, tú no hiciste nada malo... —Tampoco mi padre, pero está en la comisaria—le recordó con cierto desdén, cosa que impacto un poco a Magie, solo entonces, Tessa, al ver el rostro de su amiga, comprendió que estaba siendo injusta con la persona equivocada— perdón,
—¿No es bastante extraño?—sugirió Tessa volviendo la mirada a su amiga.—¿Que salgan los osos del bosque en esta época del año?—expreso Magie en cierto tono sarcástico— ¡Para nada amiga!—No seas tonta, estoy hablando en serio—le reprendió Tessa y entonces la madre de Magie se acercó a ellas para tomar asiento con su plato en la mano.—En realidad, si es bastante extraño, por lo general en esta época del año, los osos buscan incrementar su masa muscular con animales del bosque debido a lo próximo que está el invierno, no deberían salir a menos de que algo más los asuste—indico la madre de Magie mientras cortaba una rebana de panqueque.—¿Cómo que podría asustar a un oso?— cuestiono Magie un poco confundida, pues en realidad los animales más temibles en esa zona eran precisamente los osos. ¿Qué podría causarle tanto miedo a un animal tan enorme como ese para que tuviera que buscar alimento donde viven los humanos?—Quizás cazadores—sugirió su madre, esta vez dirigiendo la mirada hacia
Ya había anochecido, afuera estaba tan oscuro que de ser posible se habría podido ver un firmamento estrellado, pero nuevamente, las nubes se habían reunido sobre Grave Hills y habían empezado a empapar sus calles y su bosque. La tormenta era ligera, por lo que Becky Peters, la vecina de Magie, pudo cruzar la calle sin ningún problema para ir a cuidar a su hermano. Al igual que todo el pueblo, Becky conocía los rumores que ese día se habían estado esparciendo por todo el pueblo, por lo que, al ver a Tessa ahí, en medio de la sala, le conmociono un poco, es decir, sabía que Magie y ella eran amigas, pero no creyó que Magie fuese lo suficientemente estúpida como para estar con ella precisamente ese día o esa semana o incluso todo el mes. Nadie de ese pueblo olvidaría la atrocidad que el padre de Tessa le había hecho a Avery. —Serían 10—expreso Becky aprovechando la situación de Magie para cobrar un poco más de la cuenta. —¿Cómo que 10?—protesto Magie con la mano en su billetera, dond
Tessa de pronto se sintió un extraño escalofrío recorriendo su espalda, un torrente eléctrico que la desconcertó al percatarse que aquel sujeto la miraba con cierto interés. Se trataba de un hombre alto, fornido, de tez bronceada y unos atrayentes ojos verdes, era como perderse en un campo amplio donde el sol acariciaba su piel, o al menos así lo pensó Tessa, ya que el tipo no solo no dejaba de observarla, sino que de igual forma, era atractivo y al menos, durante toda su vida en ese pueblo, nadie la había observado como él. ¿Quién era?—O-oye...—musito Tessa luego de apartar la mirada de aquel tipo, con las mejillas completamente enrojecidas. Interiormente, agradeció que el sitio tuviera poca iluminación o de lo contrario, se habría avergonzado aún más si aquel sujeto la descubría— tal vez este en la parte trasera.Magie frunció ligeramente el ceño, para después volver hacia Tessa y rodar los ojos un tanto molesta por el comentario que bien podía ser una verdad, puesto que ambas sabí