—¡Ven y dímelo en mi cara!—grito Magie para defender a su amiga, pero aquellos chicos ni siquiera se dignaron a detener el auto en el que viajaban, simplemente las ignoraron, ya que, no valía la pena ponerse a discutir con dos chicas, al menos estando en pleno corazón del pueblo de Grave Hills. Arreglarían cuentas en otra ocasión. Magie se volvió hacia Tessa, quien simplemente arrugo el ceño para dedicarles una mirada mordaz, deseando secretamente que la lluvia de la noche anterior fuese lo suficientemente resbalosa para que ese estúpido auto se volcara en el camino. —No les hagas caso—expreso Magie con el fin de amortiguar los sentimientos que seguramente su amiga estaba sintiendo en esos momentos— ellos no saben lo que paso, tú no hiciste nada malo... —Tampoco mi padre, pero está en la comisaria—le recordó con cierto desdén, cosa que impacto un poco a Magie, solo entonces, Tessa, al ver el rostro de su amiga, comprendió que estaba siendo injusta con la persona equivocada— perdón,
—¿No es bastante extraño?—sugirió Tessa volviendo la mirada a su amiga.—¿Que salgan los osos del bosque en esta época del año?—expreso Magie en cierto tono sarcástico— ¡Para nada amiga!—No seas tonta, estoy hablando en serio—le reprendió Tessa y entonces la madre de Magie se acercó a ellas para tomar asiento con su plato en la mano.—En realidad, si es bastante extraño, por lo general en esta época del año, los osos buscan incrementar su masa muscular con animales del bosque debido a lo próximo que está el invierno, no deberían salir a menos de que algo más los asuste—indico la madre de Magie mientras cortaba una rebana de panqueque.—¿Cómo que podría asustar a un oso?— cuestiono Magie un poco confundida, pues en realidad los animales más temibles en esa zona eran precisamente los osos. ¿Qué podría causarle tanto miedo a un animal tan enorme como ese para que tuviera que buscar alimento donde viven los humanos?—Quizás cazadores—sugirió su madre, esta vez dirigiendo la mirada hacia
Ya había anochecido, afuera estaba tan oscuro que de ser posible se habría podido ver un firmamento estrellado, pero nuevamente, las nubes se habían reunido sobre Grave Hills y habían empezado a empapar sus calles y su bosque. La tormenta era ligera, por lo que Becky Peters, la vecina de Magie, pudo cruzar la calle sin ningún problema para ir a cuidar a su hermano. Al igual que todo el pueblo, Becky conocía los rumores que ese día se habían estado esparciendo por todo el pueblo, por lo que, al ver a Tessa ahí, en medio de la sala, le conmociono un poco, es decir, sabía que Magie y ella eran amigas, pero no creyó que Magie fuese lo suficientemente estúpida como para estar con ella precisamente ese día o esa semana o incluso todo el mes. Nadie de ese pueblo olvidaría la atrocidad que el padre de Tessa le había hecho a Avery. —Serían 10—expreso Becky aprovechando la situación de Magie para cobrar un poco más de la cuenta. —¿Cómo que 10?—protesto Magie con la mano en su billetera, dond
Tessa de pronto se sintió un extraño escalofrío recorriendo su espalda, un torrente eléctrico que la desconcertó al percatarse que aquel sujeto la miraba con cierto interés. Se trataba de un hombre alto, fornido, de tez bronceada y unos atrayentes ojos verdes, era como perderse en un campo amplio donde el sol acariciaba su piel, o al menos así lo pensó Tessa, ya que el tipo no solo no dejaba de observarla, sino que de igual forma, era atractivo y al menos, durante toda su vida en ese pueblo, nadie la había observado como él. ¿Quién era?—O-oye...—musito Tessa luego de apartar la mirada de aquel tipo, con las mejillas completamente enrojecidas. Interiormente, agradeció que el sitio tuviera poca iluminación o de lo contrario, se habría avergonzado aún más si aquel sujeto la descubría— tal vez este en la parte trasera.Magie frunció ligeramente el ceño, para después volver hacia Tessa y rodar los ojos un tanto molesta por el comentario que bien podía ser una verdad, puesto que ambas sabí
—¿Blake?—cuestiono Tessa un tanto intrigada, puesto que no conocían a nadie en el pueblo con ese nombre, al menos no entre los estudiantes de su instituto.—Necesito algo más que solo el nombre—indico Magie un poco harta de tener que, prácticamente, rogarle al hombre para que respondiera sin tantas trabas.—Solo sé que se llama Blake y trabajaba en la biblioteca del pueblo hasta que lo despidieron hace un par de meses—declaro el hombre, quien llevaba puesto una camiseta blanca de alguna banda de rock, junto con un chaleco de cuero y un pañuelo rojo atado sobre su cabeza, tal vez para simular que era todo un rebelde.—¿Por qué lo despidieron?—cuestiono Magie adueñándose del rol de investigadora, ya que Tessa parecía estar un tanto distraída, al menos a su parecer, y realmente estaba en lo cierto. Tessa estaba bastante alejada de aquella conversación, ya que sus pensamientos aún estaban un tanto confundidos y no solo por el hombre que había desaparecido como si de un fantasma se tratara
Desconcertada, Tessa se mantuvo callada mientras meditaba todas las ideas que se le venían a la cabeza para explicar aquella extraña situación, fue entonces que nuevamente llegaron a la plaza del pueblo, Magie tuvo que detenerse en un semáforo en rojo y aunque en realidad su camioneta era el único vehículo transitando por las calles, se vio obligada hacerlo al ser su tía uno de los pocos policías que vigilaban su pequeño pueblo, aunque de igual forma estaba rompiendo las reglas al estar fuera de casa justo cuando había toque de queda. Aunque la lluvia había cesado un poco, todas las calles de Grave Hills estaban empapadas, incluso aquel semáforo del que escurrían pequeñas gotas casi imperceptibles, aunque desde su asiento, Tessa podía observarlas bien, quizás porque su mente estaba perdida tratando de encontrar una respuesta lógica o de lo contrario comenzaría a sospechar que tal vez los rumores de la gente de ese maldito pueblo eran ciertos y su familia estaba mal de la cabeza. —P
Tessa se mantuvo inmóvil mientras aquella figura bestial se acercaba a ella. En un principio, quiso pensar que se trataba de un sueño y que tal vez se había quedado dormida al lado de su amiga Magie, después de todo lo que había vivido últimamente, porque aquel animal frente a ella no podía ser real ¿O sí? Escucho el crujir de sus patas haciendo ruido al aplastar hojas y ramas a su paso, además del gruñir que emitía al estar más y más cerca de ella, solo entonces se dio cuenta de que no era un sueño y mucho menos una pesadilla, aquella que su cuerpo estaba comenzando a sentir era tan real que las piernas comenzaron a temblarle. Abrió los labios con la intención de gritar, de alertar a su amiga o quien fuera de que un animal estaba a punto de atacarla y quizás matarla. Quien diría que un grito sería lo último que su boca diría antes de pasar a la otra vida, pero no pudo hacerlo, aunque su corazón lleno de terror provoco que tuviera una especie de disociación con el fin de recordarle
—Tomate esto—le indico Magie a Tessa. Se trataba de un café bien cargado y sin azúcar, creyó que podía necesitarlo, puesto que no parecía estar en sus cinco sentidos, las manos le temblaban y su ojos estaban perdidos en un punto en el suelo—¿Qué estabas haciendo afuera a estas horas de la noche? Tessa no respondió enseguida, aunque si alzo levemente la mirada del suelo hacia la pared donde se encontraba un reloj, eran las once de la noche, así que la madre de Magie estaba muy pronto a llegar. —Salí a tomar un poco de aire—admitió antes de tomar un sorbo de aquel café amargo, el cual le provoco que hiciera un par de muecas. —¡Por dios, Tessy!— se quejó su amiga cruzándose de brazos— entiendo que estés frustrada por todo lo que está pasando, pero eso no quiere decir que puedas sacarme a media noche de la cama solo por una pesadilla. —No fue una pesadilla—insistió Tessa desconcertada y confundida de que su amiga no pudiera ver lo mismo que ella había visto momentos antes. No entendía