Conforme la fiesta iba a llegando a su culminación, los nervios de Madelaine se hicieron más evidentes. Tenía la certeza de que esa misma noche Blake la forzaría a tener relaciones con él. De solo pensarlo, se le revolvía el estómago, le daba asco imaginárselo acostándose con alguien tan desagradable como Rose Stanton y luego que tratara de tocarla a ella.
De manera inconsciente, comenzó a sentir náuseas. _ Alice, por favor acompañame al tocador, no me siento bien _ le rogó a su amiga y cuñada. La otra se alarmó al verla tan pálida y desmejorada. _ Has bebido demasiado, eso sucede. ¿Por qué lo has hecho? _ la reprendió su amiga _ Tú nunca bebes. Es tu noche de bodas, deberías estar bien. Ella esbozó una leve sonrisa. _ Justamente es por eso por lo que bebí, para no recordarlo _ miró hacia atrás para asegurarse que su esposo la viera _ llevame, Alice. Necesito ver a Lidia antes de irme... _ ¿A Lidia? ¿Tu nana? _ la miró perpleja _ ¿Dónde está Lidia? _ Esperándome en el tocador así que apurate antes que ese hombre venga por mi _ le ordenó entrecerrando sus ojos y aparentando un desmejoramiento que no sentía _ vamos, venga. Alice asintió obedeciendo de inmediato. No comprendía lo que su amiga intentaba hacer, pero accedió a la petición. Cuando llegaron al tocador, Lidia la esperaba escondida en un rincón, apenas Maddie la vio se incorporó correctamente y sonrió. Alice la miró sorprendida. _ Nana, ¿tienes lo que te pedí? Alice las miró a las dos sin entender nada. Lidia sacó un pequeño frasco que contenía un gotero y otro con un líquido y se los entregó. _ Por favor mi niña, ten cuidado con lo que haces... si ese hombre lo descubre... _ le dijo Lidia muy atemorizada. Madelaine le dio un beso en la mejilla y la abrazó. _ ¡Muchas gracias Nana! Sabía que no ibas a fallar. ¡Dale las gracias al boticario por mí! _ Con el dinero que le enviaste no creo que necesite tu agradecimiento _ suspiró la nana _ eso sí, me dijo que si necesitas más seas consciente de que puedes perjudicar su salud si se lo administras muy seguido. Alice, quien había permanecido en silencio intervino sobresaltada. _ Pero... ¿Qué estás tramando Maddie? ¿Lo quieres envenenar? ¿Perdiste la cordura? _ le dijo con suma preocupación _ no de ninguna manera te dejaré hacer esto, si Blake llega a descubrir que estás planeando algo contra él... _ Shh, baja la voz _ le ordenó entre dientes Maddie _ No quiero envenenarlo, y si quisiera hacerlo, ¿Qué me lo impide? Nadie extrañaría a ese monstruo _ dijo con indiferencia _ simplemente no quiero que ese cerdo me toque, solamente le daré unas gotitas para que duerma como un pequeño y dulce bebé _ sonrió con malicia _ mañana despertará creyendo que ha me ha hecho el amor como nadie, al menos eso le haré creer. Alice meneó la cabeza, pensó que sin duda su cuñada se había vuelto loca y no solo eso que subestimaba al flamante esposo. _ Madelaine, no tengo que explicarte que tu eres virgen, ¿no crees que será evidente que no te hizo nada? No seas ingenua... Madelaine, le mostró el otro envase. _ Por eso tengo esto... Un pequeño tinte que mostrará que el macho ha hecho su trabajo. Descuida, creerá lo que yo quiera que crea. Esto es infalible. _ Pero ¿hasta cuándo piensas hacer eso? Lo detendrás una noche, dos, pero no podrás hacerlo por mucho tiempo _ suspiró hondo _ estás arriesgándote mucho. _ Ya pensaré en algo, entiéndelo, no estoy preparada mental ni emocionalmente para estar con ese hombre _ su mirada estaba cargada de desesperación y congoja, pero su tono era firme y seguro _ le diré que mi periodo se adelantó, lo que sea, pero no me va a tocar, al menos no esta noche _ sonrió. Alice asintió. _ Bien, ya sabes donde puedes ir si algo sale mal... las puertas de nuestra casa siempre estarán abiertas para ti _ la abrazó _ ahora vamos porque pueden venir a buscarte en cualquier momento... Mientras regresaban al salón, Madelaine sintió una presión en el pecho al ver que Blake la observaba desde el otro lado de la habitación. Sus ojos, parecían estar oscuros y escrutadores, parecían perforar cada capa de su engaño. ¿Lo sabe?, pensó ella, mientras su corazón comenzaba a latir desbocado. Alice la tomó del brazo, pero Madelaine apenas notó el gesto. Algo en la mirada de Blake le hizo temer que su plan pudiera estar en peligro. El hombre se acercó a ella sin dejar de mirarla, posándole la firme y gran mano sobre la espalda para luego ir recorriéndosela con una suave caricia. Madelaine sintió que una corriente eléctrica le sacudía el cuerpo, ya no sabía si era por la adrenalina que le generaba el premeditado plan que llevaría a cabo o por el toque íntimo y erótico de Blake. Su respiración se aceleró, trataba de controlarse, pero no podía hacerlo, el hombre se puso detrás de ella afirmándole el cuerpo, luego la tomó de la cintura aprisionándola contra él. _ Hoy por fin serás mía y totalmente mía _ le susurró al oído con voz ronca _ no sabes cuanto he deseado este momento _ su sinceridad era abrumadora. Tuvo que reunir toda su fuerza de voluntad para reponerse, entrecerró sus ojos y suspiró hondo. _ Por favor señor Townsend, todavía no estamos en nuestra habitación, contrólese _ musitó _ aunque no lo sea, al menos simule ser un caballero. Blake le pasó sutilmente su nariz por el cabello y luego el cuello disfrutando del sutil y exquisito aroma que ella destilaba. _ Me estás volviendo loco Maddie, no sabes cuanto _ prosiguió sin escuchar la petición de su esposa _ ya vámonos. La joven no podía evitar que su cuerpo se estremeciera, Blake era un gran seductor y Maddie por un instante pensó que no podría ser inmune a su encanto, hasta que notó que Rose la miraba con odio y desprecio, eso fue todo lo que necesitaba para despertar. “Maldito embustero, no. De ninguna manera caeré como todas estas han caído” pensó con determinación. En su afán de humillar a Madelaine, el mismo Blake había arruinado su noche de bodas. Había cometido un error de principiante; confiar demasiado y subestimar a su contrincante, que en este caso era su joven esposa.Madelaine apenas podía concentrarse en los detalles del ascensor que subía lentamente al piso más alto del Plaza Hotel. Al llegar a la suite, Blake la guio con firmeza hasta la entrada, donde un mayordomo les abrió la puerta y luego se retiró en silencio. La habitación, iluminada por la suave luz de las lámparas de cristal, revelaba un lujo abrumador que solo intensificaba la sensación de encarcelamiento en Madelaine. La suite era un tributo al esplendor de la Belle Époque, con paredes recubiertas en damasco dorado y cortinas de terciopelo color burdeos que caían en cascadas a lo largo de las altas ventanas. En el centro de la suite, la cama con dosel parecía un trono, con sábanas de satén blanco y almohadas bordadas con hilo dorado. Las sutiles fragancias de las flores frescas, dispuestas en jarrones de porcelana sobre las mesas de noche, apenas lograban calmar el nudo en el estómago de Madelaine, todo ese lujo le recordaba el gran precio que estaba pagando al casarse con Blake; su
Poco a poco, los invitados a la boda se fueron yendo al retirarse los novios a su respectiva habitación. Rose Stanton permanecía sentada en su mesa, bebiendo, mirando hacía un punto fijo, como si estuviese perdida en tiempo y espacio. Su primo Patrick se quedó mirándola por un instante, apretó los labios sintiendo compasión por ella. Más de una vez le había dicho que se alejara de Blake, que él no la amaba, ni nunca la amaría, pero ella no quiso escucharlo. _ Ay prima _ dijo poniéndose delante de ella _ ¿Cuándo será el maldito día en el que me escuches? Me he cansado de decírtelo, deja a Blake... deja de hacerte daño. ¿Por qué insististe en venir hoy? ¿Qué esperabas ver? ¿Pensabas que él se iba a arrepentir y no se iba a casar con Madelaine? Dios Rosie, él se obsesionó con ella apenas la vio, estabas ahí esa noche ¡lo viste! Y aun así seguiste persiguiéndolo. Ella trató de mirarlo, pero apenas podía hacerlo. Sus lagrimas corrían sin control por sus mejillas. _ Tú... tú no lo ent
Mientras tanto, la pareja de recién casados estaba en la habitación tratando de disfrutar su noche de bodas, al menos Blake, quien no podía esperar en poseer a su hermosa y sensual esposa, ¡la deseaba tanto! ya ni siquiera recordaba que se había casado para someterla y darle una lección de humildad. Madelaine sonreía mientras bebía la copa de champaña, debía asegurarse de que su esposo tomara por completo la bebida. Una vez que el hombre lo hizo, él dejó la copa y se fue sobre ella besándola con pasión. _ Ya basta _ le dijo mientras se sacaba la ropa que aún tenía puesta _ Ahora si serás completamente mía. En un minuto solo se quedó con su ropa interior, Maddie lo miró de arriba abajo, tuvo que admirar con asombro el esbelto y fornido cuerpo de su esposo, era un hombre tan hermoso, tan deseable y sin embargo se negaba a estar con él. Simplemente no dejaría que ese animal hiciera con ella lo que quisiera, aún cuando internamente su cuerpo reaccionaba a las caricias y besos de
Maddie tenía que montar un escenario creíble, pensó bien las cosas antes de actuar impulsivamente. Si le decía o le hacía creer que habían hecho algo, estaba más que segura que por la forma en que Blake le había hablado, no dudaría un instante en cumplir lo que le había dicho. Hubo un tiempo que no se tomaba en serio a ese hombre, pero algo de todo lo que le había dicho (y de la forma en que lo había hecho) la intimidó. _ Si supiera lo que hice, es capaz de ir contra mi padre... No puedo creer la tontería que acabo de hacer _ suspiró tocándose la sien _ piensa Maddie... ¡piensa! _ miró a su alrededor _ ¡sí, eso haré! _ lo miró él estaba totalmente inerte, se acercó para asegurarse que respiraba _ Lo único que me falta es enviudar en mi noche de bodas ...aunque _ se llevó el dedo a la barbilla _ no estaría tan mal, sería su legítima heredera y me sacaría a este lastre de encima, lo que se dice; mataría dos pájaros de un tiro _ sonrió como una niña haciendo travesuras _ Dios, estoy p
Madelaine lo miró con preocupación mientras se desperezaba. Frunció el ceño y parpadeó un instante. Apretó sus puños como una manera de decantar toda la ansiedad que aquella situación le estaba provocando, mentir y disimular no eran su punto fuerte, pero parecía que desde ahora eso sería algo que le ayudaría a sobrellevar su espantosa vida junto a ese impresentable hombre. _ Oh Blake, ¡al fin despertaste! _ lo miró a los ojos con pesar _ me asusté tanto anoche, creí que tendría que llamar al médico, pero después supuse que haber bebido demasiado te había jugado una mala pasada _ sonrió con inocencia _ Parecía que estabas muy bien al principio, pero luego de repente dijiste que te sentías mal y te desmayaste... o te quedaste dormido, no lo sé...¿de verdad no lo recuerdas? Ya sabes, estábamos a punto de... bueno, ya no importa ahora, tú me entiendes ¿no? Lo importante es que despertaste y que te sientas mejor. Ella se asombró de su dote actoral, para su sorpresa descubrió que tení
Continuar el gran teatro a Maddie comenzó a pesarle. Era evidente que Blake estaba furioso y frustrado por no encontrarle explicación a lo que le había sucedido. Mientras escuchaba detrás de la puerta del baño, vociferar maldiciones a su esposo, su cuerpo se estremecía de una manera frenética. Y fue allí donde recordó las palabras de su cuñada; había cometido la peor de las estupideces solo por su capricho de no querer entregarse a ese hombre. _ Fui una inconsciente, si de todas maneras eso tarde o temprano tendrá que suceder _ dijo temerosa _ solo que... ¿Por qué tiene que ser todo como él quiere? _ dijo apretando sus puños _ ¡él no es mi dueño, ni yo soy un objeto! Respiró hondo y salió mostrando su aire insolente y soberbio. Tenía que ser fuerte y mostrarle a su esposo de que ella no le tenía miedo y que tampoco había hecho nada. Pero al salir, se encontró con que él no estaba en la habitación. _ ¿Y ahora donde se fue? _ se preguntó mirando hacia todos lados. Se encogió de
Blake había salido del hotel furioso y totalmente frustrado. No sabía porque, pero en ese momento estaba odiando a su esposa. No se creía ni un poco la versión de ella. _ ¿Esa mocosa cree que puede engañarme? _ dijo apretando los puños mientras se subía a su elegante Rolls-Royce _ Ah, pero como descubra que me hizo algo, juro que me las pagará. He cometido un gran error en hacer concesiones con ella... necesito saber que fue lo que sucedió y no voy a detenerme hasta averiguarlo. ¡M@ldita sea! No recuerdo absolutamente nada _ se golpeó levemente la sien. _ ¿Adónde lo llevó señor Townsend? _ preguntó el chófer. _ ¡Llevame al club! _ le gritó con fastidio. El hombre asintió sin decir nada más, era evidente que su jefe estaba furioso. Se suponía que ese día él tenía que llevar a la pareja a la mansión Townsend, en cambio Blake, le estaba ordenando ir club. “¿Será que ya hubo malentendidos entre ellos?” pensó divertido el chófer “La señora debe tener un gran carácter, desde que s
Después de un par de horas, Blake estaba un poco más calmado. La sola certeza que tenía de que iba a saber la verdad sobre su amnesia, lo ponía de buen humor. Encendió un habano y comenzó a fumarlo lentamente, disfrutándolo mientras esbozaba una leve sonrisa maliciosa. Escuchó un leve golpe en la puerta y luego que la abrieron. Era Patrick. _ Vaya casi no le creo a Henry cuando me dijo que estabas aquí _ le dijo el abogado entrando y cerrando la puerta tras de él _ ¿discutiste con Maddie? Blake entrecerró los ojos y apretó sus labios. Aún no olvidaba que su amigo había bailado sin su permiso con su esposa. _ De ahora en más, te voy a pedir que te refieras a mi esposa como la señora Townsend _ le ordenó de mala manera _ ella no es nada tuyo, como para que la llames así. Patrick parpadeó y vaciló antes de responder. _ Blake, ¿acaso te volviste loco? _ sonrió con descreimiento meneando la cabeza _ ¿qué te sucede? No me trates como si fuese un extraño. Soy tu mejor amigo