[ASIEL]
Estamos sentados frente a frente de la mesa de este restaurante y puedo darme cuenta de que todavía nos estamos recuperando de lo que sucedió hace instantes. Ella bebe rápidamente todo el contenido del vaso de agua que nos trajeron hace un instante y yo simplemente la observo como asegurándome de que este bien —¿Estas segura que no quieres que te lleve al hospital?— Insisto y niega.
—No, ya estoy mejor— Responde y en esta ocasión la escucho menos agitada.
—Me asuste mucho— Confieso y nuestras miradas se cruzan de una manera que hacia mucho tiempo que no lo hacían, es como si el rencor hubiese quedado atrás.
—Yo también— Susurra y hace una pausa &md
[ALEGRA]Responder a esa pregunta como lo he hecho, ha sido más difícil de lo que pensaba. Esta claro que Asiel es y será siempre el gran amor de mi vida y como le dije aquel día en Pompeya, nunca lo olvide, pero ¿Cómo hacerlo cuando nuestra historia ha sido tan bonita hasta el día que ella lo arruino todo? Quisiera pedirle a gritos que la deje, que no se rinda conmigo y con su hijo, que puede llegar a haber una segunda oportunidad para los dos, pero la verdad es que el peligro es inminente y debo ser consciente de ello. Caminamos rumbo a la casa en absoluto silencio después de una cena en la cual hemos conversado acerca de todo, pero sobre todo de mi decisión de venir a vivir a Roma y porque estoy viviendo con Fabrizio cuando él se detiene frente a una banca que hay en un parque —&ique
[ASIEL]Al día siguiente: 2 de junioDecir que he dormido sería una mentira porque la verdad es que estuve toda la noche dándole vueltas a como poder separarme de Mireya, y tal vez el plan que se me esta ocurriendo pueda funcionar… no lo sé, tendría que intentarlo. Sin embargo, hoy no quiero pensar más en eso, solo quiero concentrarme en Alegra y en nuestro hijo. Muero por verlo, por darme cuenta lo real que es… es que no sé ni siquiera como describir todo esto que me pasa por dentro, es demasiado fuerte y especial… algo que nunca sentí. Estoy tan nervioso que al llegar a la puerta donde ella esta viviendo mis manos tiemblan una vez más al tocar el timbre y es que por momentos no se como abordar las cosas con ella. Vivo con esta sensaci
[ASIEL]Después de haber esperado unos pocos minutos en la sala de espera de la clínica, finalmente estamos siguiendo los pasos de una enfermera que nos lleva hasta el consultorio donde en breve podre ver a mi hijo. Respiro profundo tratando de quitarme los nervios y camino detrás de ellos hasta que entramos y una vez allí, Alegra se ubica en la camilla y por mi parte me siento en la silla que me indican. Tengo muy claro que por ahora soy tan solo una especie de invitado en esta cita y que no puedo entrometerme en nada, mucho menos en las preguntas que le hace la enfermera antes de que venga el doctor. A los pocos minutos ella se retira y pasa un hombre que mira sorprendido a Alegra —¿Alegra? ¿Otra vez tú por aquí? Te vi hace muy poco ¿te sientes bien?— Cuestiona preocupado y ella me mir
[ALEGRA]Roma vuelve a convertirse en testigo de momentos importantes entre nosotros dos y es que una vez más estamos aquí sentados frente a frente en un restaurante con una pizza romana de por medio y los sentimientos a flor de piel después de que viéramos juntos a nuestro hijo. No sé como es que sigo amando a este hombre cuando en realidad lo que me ha hecho debería hacerme odiarlo o al menos no amarlo de esta manera, pero al parecer los sentimientos son tan fuertes que no entienden de lógica alguna.—Gracias por permitirme ver a mi hijo— Me dice rompiendo el silencio que se había creado entre los dos. Debo haberme visto como una tonta al mentirle de mi supuesta cita cuando en realidad la pedí exclusivamente para que él pudiera ver al b
[ASIEL]Creo que estoy soñando… ¿ha asentido? Es que no me lo creo —¿Me has dicho que sí?— Pregunto en un susurro y levanta su mirada transformando todo lo que hasta ahora para mi era gris.—Creo que si— Responde tímidamente y sonreímos cómplices.—No te vas a arrepentir, voy a hacer todo lo que este en mi alcance para que seamos felices, te lo juro— Le digo con mucha seguridad y ella encoje sus hombros.—Por alguna razón tengo la tendencia de saltar al vacío contigo, pero que le vamos a hacer, el amor es así ¿no?— Me cuenta y sonrió.—El amor es así… y tú y yo lo sabemos
[ALEGRA]«¿Por qué acepte venir aquí?» es la pregunta que me hago una y otra vez después de cruzar la puerta de esta habitación de hotel que me hace encontrar una vez más a solas con él. —Ponte cómoda ¿quieres una de mis camisetas?— Me propone sacándome de mis pensamientos y al verlo siento como mi corazón se acelera y es que quiera o no siga enamorada de él como una idiota. —Eh si… es más cómodo— Respondo nerviosa y él rápidamente se agacha frente a su maleta y busca una camiseta para después entregármela —Iré a cambiarme al baño— Comento y no sé muy bien cual es el punto cuando nos conocemos a la perfección, pe
[ASIEL]Al día siguiente: 3 de junio No he podido dormir en casi toda la noche y es que tenerla abrazada me ha parecido un sueño difícil de creer. La contemplé por largas horas como solía hacerlo antes, me perdí en los detalles de su rostro, en la suavidad de su cabello y en esa hermosa sensación que fue sentir el roce de su pequeña barriga con mi cuerpo. Muero por besarla sin limites, por acariciarla como lo hice alguna vez, pero sé que de alguna manera ella puso sus reglas y debo respetarlas.Los rayos del sol ya entran por la ventana y pegan en nosotros haciendo que ella abra sus ojos lentamente y al hacerlo me mira como si estuviese tratando de entender si soy real o un producto de su fantasía y decido ayudarle —Buenos días— La
[ASIEL]Los besos que nos damos son solo el principio de todo lo que sé que tenemos guardado el uno para el otro. Estos abren las puertas a un paraíso infinito donde poco a poco nos vemos obligados a reacomodarnos en esta cama. Nos sentamos en el centro olvidándonos de las sabanas y con nuestras manos acariciamos el cuerpo del otro como supimos hacerlo alguna vez… escribimos poesías en la piel del otro porque esa es la manera en que siempre nos amamos antes de que los terceros arruinaran todo. Hoy no hay prisas, mis ganas me consumen, claro, pero no me desespero, solo quiero disfrutarla y ella sé que quiere lo mismo porque recorre mis brazos, mi cuello, mi espalda y mi abdomen con la yema de sus dedos como si en mi pies se encontrara la pieza arqueológica más increíble del mundo, de esas que s&eacut