[ASIEL]
Los besos que nos damos son solo el principio de todo lo que sé que tenemos guardado el uno para el otro. Estos abren las puertas a un paraíso infinito donde poco a poco nos vemos obligados a reacomodarnos en esta cama. Nos sentamos en el centro olvidándonos de las sabanas y con nuestras manos acariciamos el cuerpo del otro como supimos hacerlo alguna vez… escribimos poesías en la piel del otro porque esa es la manera en que siempre nos amamos antes de que los terceros arruinaran todo.
Hoy no hay prisas, mis ganas me consumen, claro, pero no me desespero, solo quiero disfrutarla y ella sé que quiere lo mismo porque recorre mis brazos, mi cuello, mi espalda y mi abdomen con la yema de sus dedos como si en mi pies se encontrara la pieza arqueológica más increíble del mundo, de esas que s&eacut
[ALEGRA]Siento como mi corazón salta de alegría mientras que sus brazos me rodean con esa fuerza que pareciera cuidarme de absoluta todo incluso de nuestro pasado —Te extrañaba a horrores— Admito y él besa mi frente.—Yo a ti, no sabes cuanto… me hiciste falta a cada instante— Susurra.—Oye, no quiero interrumpir este mágico momento, pero me muero de hambre— Le informo y se sonríe.—Eso lo solucionamos enseguida— Me explica y rápidamente toma el menú del hotel que hay en la mesita de noche y lo empieza a leer —¿Qué te gustaría desayunar?— Me pregunta mientras menciona uno a uno los ítems que hay disponibles.
[ASIEL]Daria lo que fuera por quedarme aquí para siempre con ella, por presenciar cada momento del embarazo, pero sé que no voy a poder quedarme, al menos no por ahora; por esa misma razón quiero vivir a pleno este tiempo que tenemos. Recorremos las calles de Roma como los dos enamorados que fuimos una vez y que afortunadamente seguimos siendo. Respiramos de sus encantos, reímos de sus aires de travesuras, nos besamos bajo su manto de romanticismo, y nos miramos prometiéndonos todo lo que queremos seguir viviendo por estas calles. Tengo muy claro que el camino no va a ser fácil, pero dicen por ahí que lo que vale la pena nunca es fácil ¿no? asique hare lo que sea por Alegra y por nuestro hijo.Conociéndola como lo hago, fuimos juntos a recorrer el foro Romano y una vez más vi a aquella
[ALEGRA] Al día siguiente: 4 de junio Siento sus labios besando mi cabello y no quiero abrir mis ojos porque sé que en pocas horas se tiene que ir… Cuando tome la decisión de dejarlo y venirme a Roma, en mi cabeza no cabía la idea de una reconciliación entre nosotros dos, pero ahora no puedo concebir la idea de separarme de él. Sé que es una locura, que han sido solo un par de días, pero fueron lo suficientemente intensos para recordarme todos los motivos por los cuales me he enamorado de él la primera vez. —Mi amor…— Me susurra y roza mi espalda desnuda que anoche fue recorrida por sus labios. —Uhmmm— Me quejo. —Te juro que me quedaría, pero si lo hago solo sería peor— Explica y de pronto un extraño movimiento d
[ASIEL](Esa misma tarde)Este era precisamente el momento que no quería que llegara y es que verla de pie frente a mi con sus ojos llenos de lagrimas es una imagen que me rompe el corazón. Tomo sus manos entre las mías y acaricio sus nudillos sintiendo la sensación del anillo que le di hace algunas horas —Prométeme que te vas a cuidar, que tú y el bebé van a estar bien— Le pido y ella asiente.—Te lo prometo, pero tú también cuídate… esa mujer esta loca— Murmura y sin poder evitarlo la tomo de la cara para poder besarla una vez más.—Voy a estar bien, voy a ser todo lo que este a mi alcance para que pronto ter
[ALEGRA]Al día siguiente: 6 de junioVolver a mi rutina después de que él apareciera en mi vida una vez más no es fácil. Siento angustia por saber que esta con ella nuevamente, pero al mismo tiempo entiendo que tiene que terminar con toda esa historia de una vez por toda sea como sea. Su plan sinceramente no me parece el mejor, pero no sé si hay otra opción más factible que deshacerse de todo lo que lo ata a Mireya y su padre y por supuesto dejarla en evidencia para que de esa manera no se atreva a acercarse a nosotros con sus chantajes y amenazas. —Alegra ¿me escuchas?— Oigo la voz de Fabrizio y al levantar mi mirada lo veo parado frente a mi escritorio llamándome mientras mueve sus manos como queriendo obtener mi atención.
[ASIEL]Al día siguiente: 7 de junio —Cuídate babe— Me dice Mireya cuando me da un ultimo beso que me sabe a veneno antes de marcharse y nunca en mi vida desee tanto que alguien se fuera como lo estoy deseando ahora con ella.—Pásala bien— La aliento «Y no vuelvas» me gustaría decirle y le doy mi mejor y más falsa sonrisa sabiendo que tengo que pretender un poquito más y luego ella se aleja para así finalmente salir de la casa junto a esas amigas que son igual de insoportables que ella, si es que no son peores.Espero pacientemente a escuchar el ruido del auto y por la ventana de la oficina que tengo en la casa trato de espiar que se hayan alej
[ALEGRA]—Alegra ¿Qué sucede?— Me pregunta Fabrizio al ver lo enfadada que estoy y como discuto conmigo misma por ser tan idiota, y es que la verdad no entiendo como es que le di una segunda oportunidad a Asiel cuando él ni siquiera confía en mi… es que realmente yo soy una imbécil, no le encuentro otra explicación.Volteo a mirarlo y niego con mi cabeza como tratando de sacudir todos estos pensamientos, pero es que es realmente imposible —Sucede que soy una idiota, que las mujeres seguimos creyendo en los cuentos de hadas y en los imbéciles de los príncipes azules que no existen… sucede que yo debería olvidarme de mi ex marido y no creer en sus falsas promesas— Resume llena de rabia.Puedo notar como Fabrizio me mira un
[ASIEL]Al día siguiente: 8 de junioMe tortura la mente con tan solo pensar en lo que me ha dicho Fabrizio, no puedo creer que lo que ha pasado haya sido parte de algo que él quería que ocurriera. Ahora entiendo que él sabía que yo estaba hablando con Alegra por teléfono y que a propósito ha dicho eso para que yo le reclamara… es que soy un imbécil…—Babe— Escucho la voz de Mireya y se gira en la cama para abrazarme haciendo que tenga ganas de salir huyendo de aquí.—¿Qué?— Pregunto fríamente y el mirarla ella entrecierra sus ojos.—¿Y a ti que te pasa?— Me reclama molesta.