[ALEGRA]
Al día siguiente: 4 de junio
Siento sus labios besando mi cabello y no quiero abrir mis ojos porque sé que en pocas horas se tiene que ir… Cuando tome la decisión de dejarlo y venirme a Roma, en mi cabeza no cabía la idea de una reconciliación entre nosotros dos, pero ahora no puedo concebir la idea de separarme de él. Sé que es una locura, que han sido solo un par de días, pero fueron lo suficientemente intensos para recordarme todos los motivos por los cuales me he enamorado de él la primera vez.
—Mi amor…— Me susurra y roza mi espalda desnuda que anoche fue recorrida por sus labios.
—Uhmmm— Me quejo.
—Te juro que me quedaría, pero si lo hago solo sería peor— Explica y de pronto un extraño movimiento d
[ASIEL](Esa misma tarde)Este era precisamente el momento que no quería que llegara y es que verla de pie frente a mi con sus ojos llenos de lagrimas es una imagen que me rompe el corazón. Tomo sus manos entre las mías y acaricio sus nudillos sintiendo la sensación del anillo que le di hace algunas horas —Prométeme que te vas a cuidar, que tú y el bebé van a estar bien— Le pido y ella asiente.—Te lo prometo, pero tú también cuídate… esa mujer esta loca— Murmura y sin poder evitarlo la tomo de la cara para poder besarla una vez más.—Voy a estar bien, voy a ser todo lo que este a mi alcance para que pronto ter
[ALEGRA]Al día siguiente: 6 de junioVolver a mi rutina después de que él apareciera en mi vida una vez más no es fácil. Siento angustia por saber que esta con ella nuevamente, pero al mismo tiempo entiendo que tiene que terminar con toda esa historia de una vez por toda sea como sea. Su plan sinceramente no me parece el mejor, pero no sé si hay otra opción más factible que deshacerse de todo lo que lo ata a Mireya y su padre y por supuesto dejarla en evidencia para que de esa manera no se atreva a acercarse a nosotros con sus chantajes y amenazas. —Alegra ¿me escuchas?— Oigo la voz de Fabrizio y al levantar mi mirada lo veo parado frente a mi escritorio llamándome mientras mueve sus manos como queriendo obtener mi atención.
[ASIEL]Al día siguiente: 7 de junio —Cuídate babe— Me dice Mireya cuando me da un ultimo beso que me sabe a veneno antes de marcharse y nunca en mi vida desee tanto que alguien se fuera como lo estoy deseando ahora con ella.—Pásala bien— La aliento «Y no vuelvas» me gustaría decirle y le doy mi mejor y más falsa sonrisa sabiendo que tengo que pretender un poquito más y luego ella se aleja para así finalmente salir de la casa junto a esas amigas que son igual de insoportables que ella, si es que no son peores.Espero pacientemente a escuchar el ruido del auto y por la ventana de la oficina que tengo en la casa trato de espiar que se hayan alej
[ALEGRA]—Alegra ¿Qué sucede?— Me pregunta Fabrizio al ver lo enfadada que estoy y como discuto conmigo misma por ser tan idiota, y es que la verdad no entiendo como es que le di una segunda oportunidad a Asiel cuando él ni siquiera confía en mi… es que realmente yo soy una imbécil, no le encuentro otra explicación.Volteo a mirarlo y niego con mi cabeza como tratando de sacudir todos estos pensamientos, pero es que es realmente imposible —Sucede que soy una idiota, que las mujeres seguimos creyendo en los cuentos de hadas y en los imbéciles de los príncipes azules que no existen… sucede que yo debería olvidarme de mi ex marido y no creer en sus falsas promesas— Resume llena de rabia.Puedo notar como Fabrizio me mira un
[ASIEL]Al día siguiente: 8 de junioMe tortura la mente con tan solo pensar en lo que me ha dicho Fabrizio, no puedo creer que lo que ha pasado haya sido parte de algo que él quería que ocurriera. Ahora entiendo que él sabía que yo estaba hablando con Alegra por teléfono y que a propósito ha dicho eso para que yo le reclamara… es que soy un imbécil…—Babe— Escucho la voz de Mireya y se gira en la cama para abrazarme haciendo que tenga ganas de salir huyendo de aquí.—¿Qué?— Pregunto fríamente y el mirarla ella entrecierra sus ojos.—¿Y a ti que te pasa?— Me reclama molesta.
[ALEGRA]Desde mi discusión con Asiel, apenas he podido concentrarme en mi trabajo y haber tenido que compartir la habitación con Fabrizio anoche no me ha parecido tan grave como lo creí en un principio, y es que afortunadamente la habitación tenia dos camas separadas, pero el punto es que para Asiel todo esto pareciera ser extremadamente grave. Termino de desayunar en el pequeño café ubicado dentro del hotel ya que en algunas horas tenemos que regresar a Roma, pero no tengo mucha hambre y es que realmente estoy triste por toda la situación que he estado viviendo… ya no sé como manejar las cosas con Asiel, todo parece ser cuesta arriba y cuando por fin creo que nos hemos puesto de acuerdo en algo y que los problemas dejaran de existir; algo nuevo ocurre.&m
[ALEGRA]No sé cuanto tiempo ha transcurrido ni ha donde me han traído cuando los mismos hombres que me subieron a la camioneta hacen que baje de esta y me hacen entrar a una casa que esta ubicada en el medio de un descampado. Quisiera salir corriendo de aquí, pero el miedo de que me maten me acobarda, no sé que es lo que quieren de mi… estoy temblando de pies a cabeza y cuando pienso que todo esto se convertirá en la peor pesadilla de mi vida, ellos simplemente me sientan en un sofá y me hacen una seña para que me quede callada. El hombre que estaba dentro de la camioneta entra a la casa y da la orden de que cierren la puerta y nos dejen solos haciendo que yo tema por lo que pueda ocurrir —¿Qué es lo que quiere conmigo? ¿Qué es todo esto?— Cuestiono en un susu
[ASIEL]Llevo horas tratando de comunicarme con Alegra, pero simplemente es imposible, no me contesta y el imbécil de Fabrizio tampoco lo hace. Estoy desesperado lo ultimo que escuche de ella fue cuando le gritaba a alguien que la soltara ¿y ese tipo le hizo algo? ¿y si por eso no estoy pudiendo comunicarme con ella? Quisiera salir corriendo a Italia y averiguar todo lo que esta pasando, pero por más que lo haga no sé si sirva de algo, además, necesito finalizar mi plan con Mireya… pero ¿y si le paso algo grave a Alegra? ¿de que me serviría tener todas estas pruebas? Me pregunto y es que estoy realmente preocupado. —¡Babe, ya llegué!— Escucho la voz de Mireya y en estos momentos no tengo cabeza para lidiar con ella. Me levanto rápidamente del sofá y cami