JACOBDespués de haber tomado un poco de aire frío para bajar la revolución que Cora había dejado en mi cabeza, entré al despacho encontrando no solo a mi tío, sino a mi padre y a mi hermano junto a él, lo que me pareció muy extraño.—¿Qué ocurre? No me digan que hay reunión de último momento de doncellas abandonadas y han tenido consideración al invitarme.—¿Te consideras en abandono en este momento? — inquirió mi tío, enarcando una ceja.—Faltaba más. Si no hubieras interrumpido estaría en el cielo y no viendo sus caras largas y feas.—Tenemos la misma — murmuró Logan, soltando un dramático suspiro.—Tu suegro está histérico — mencionó mi padre en cuanto tomé lugar junto a mi gemelo.—Era de esperarse, ¿no? Después de todo, Jacob lo dejó en la calle.—No lo dejé en la calle — dejé en claro—. Vive cómodamente en una casa y cuenta con un trabajo humilde con el cual le puede brindar comida y lujos suficientes a su familia.—Ese hombre será un problema más adelante. Sé que lo hiciste co
Cada día que paso junto a Cora me enamoro más de ella. Su sonrisa me tiene por las nubes. Su mirada cristalina es la más pura y bella que haya visto alguna vez en mi vida. Sus labios rosas y carnosos se han convertido en mi gran debilidad, no pienso en otra cosa que no sea probarlos cada segundo del día. Me he contenido lo suficiente para no arrebatar su boca como tanto lo deseo porque sé que debo esperar que nuestro momento llegue.Que me haya aceptado es una felicidad muy grande que no cabe dentro de mi pecho. Ilusionado es poco para describir la manera en la que me siento por dentro. Su dulce aroma me tenía sumergido en sueños tranquilos. El calor que emana de su cuerpo, por más que me negara a quedarme dormido y perderme cada instante de su tierno rostro al dormir, me atrapó con suma facilidad. Dormir junto a ella es lo mejor de este jodido mundo ¿Ahora cómo haré para conciliar el sueño si no es teniendo su calor y su aroma a mi lado?Mantenía los ojos cerrados, disfrutando de su
Jacob me llevó a conocer la isla. Me mostró lugares hermosos dentro de ella, incluso me enseñó su lugar favorito y que usaba para descansar y relajar la mente de todo lo que lo agobiaba. No hubo un solo día donde no fuera feliz a su lado. No necesitaba más que sus besos y su compañía, pero él debía regresar cuanto antes a Milán para estar al frente de sus restaurantes. La idea de quedarme sola en Venecia no me agradó un poco, allí me sentía muy sola y sin nada que hacer, además de que quería retomar mis estudios así no fuera en California.Había tomado la decisión de pedirle que me llevara con él a Milán, pero no sabía si estaría de acuerdo o no. Toqué la puerta de su oficina y, tras recibir su orden, entré. ¿Y si me decía que no me llevaba? Esa era una posibilidad que me dolería en el fondo.—Encárgate de ello mientras regreso — me sonrió sin despegar el teléfono de su oreja—. Mañana a primera hora. Debo irme. Hasta pronto.—¿Estás ocupado? — quise saber tan pronto colgó la llamada—.
Nos separamos agitados y los labios hinchados. Nos miramos por pocos segundos antes de volver a fundir nuestras bocas en una sola. Todo a nuestro alrededor se redujo a nada. Ambos nos encontrábamos perdidos en la boca del otro y ninguno se quería detener; todo lo contrario, nuestros labios exigían por más, pero no más de solo besos.Desciende sus labios por mi barbilla, dejándome con ganas de seguir probando sus besos, pero su boca recorriendo mi piel con suavidad es abrumador y maravilloso. Estiró el cuello y le doy acceso a su boca, por lo que no tarda en estampar un húmedo beso que me pone a temblar. Realiza un camino de besos por mi cuello hasta llegar a mi oreja y soplar de su cálido aliento en aquella zona de mi cuerpo tan sensible. Me cruzo de piernas por esa presión que sentí en mi parte íntima y trago saliva por todo lo que estoy sintiendo por segunda vez, con la única diferencia de que nadie más que nosotros puede interrumpir.—Tengo tantas ganas de ti — la mordida que deja
Llegamos a Milán muy temprano en la mañana, ya que Jacob tenía que atender varios asuntos importantes a primera hora. Decidió llevarme con él y mostrarme uno de sus restaurantes, por lo que me encontraba emocionada viendo todo a mi alrededor mientras él dejaba órdenes a todos sus empleados.El restaurante era muy lujoso, pero tiene una decoración tranquila que me encantó muchísimo. Las velas le hacen dar un toque muy bonito, supongo que cenando debe sentirse la paz de la noche como si fuera verdadera.Me quedé a una distancia prudente de él y sus empleados, lo que menos quería era molestar. Pero de repente se acercó a mí y me llevó de la mano hacia todos ellos.—Antes que retomen sus labores, quiero presentarles a mi esposa.Todos, incluyéndome, quedamos sorprendidos con sus palabras. ¿Por qué me está presentando como su esposa frente a todos ellos? No sabía a dónde meter la cara de la vergüenza tan grande que sentía.—No sabía que eras un hombre casado — una mujer muy bonita y de ojo
Caminé por los pasillos del gran restaurante sin saber muy bien a dónde me dirigía. Me sentía molesta con todo a mi alrededor hasta incluso conmigo misma por sentirme de esa manera tan incómoda y desagradable. ¿Por qué tenía que molestarme tanto? ¿Por qué debería importarme en primer lugar lo que haga o no con su vida? ¿Por qué eso que sentía en mi pecho no me dejaba siquiera pensar con claridad? ¿Por qué todo giraba entorno a ellos y lo que sea que estuvieran haciendo? ¿Y si aprovecharon el momento en el que yo salí para hacer de las suyas? Mi cabeza iba a mil y no parecía detener esos pensamientos que se habían desviado a otros hechos y situaciones que me hacían enojar cada que se recreaban en mi mente.—¡No deberías siquiera comerte la cabeza con alguien tan mentiroso y falso como él! — me reprendí a mí misma, girando por el pasillo sin darme cuenta que me llevaba un cuerpo por delante—. ¿Es ciego o qué mierdas?—¿Quién demonios te crees tú para hablarme así? — un hombre rubio, alt
Llegamos a una casa grande en medio de la nada. Todo del lugar me enamoró; la ubicación, la privacidad, lo hermosa que se ve la casa por fuera e incluso el camino desde el portón hasta la entrada era muy bonito y rodeado de arbustos. Jacob detuvo el auto en la cochera y bajó del mismo, para después ayudarme a bajar a mí y rodear mi cuerpo con sus brazos desde atrás. No imaginaba una casa tan grande para solo nosotros dos, aunque fuera preciosa, era mucho espacio para que solo nosotros viviéramos en ella.—¿Qué te parece nuestro nuevo hogar, mi diosa?—Es una casa muy bonita y me gusta que esté rodeada de naturaleza, pero ¿no te parece que es una casa muy grande para los dos solos?—Hay que pensar en el futuro, calabacita. Es una casa perfecta para todos los hijos que voy a hacerte en un par de años._¡Jacob, por favor! — traté de liberarme de sus brazos, pero es difícil luchar contra alguien que me gana en fuerza—. ¿No puedes dejar de decir ese tipo de cosas?—¿Por qué debería dejar d
Aún recuerdo el día en que la conocí, lo hermosa que se veía en ese vestido blanco y en su largo cabello ser revuelto por el viento. Recuerdo muy bien lo cautivado que me dejó al dormir como un ángel a mi lado. Aunque en ese momento no me atreví a ponerle un solo dedo encima, lo cierto era que moría por tocar su piel y asegurarme de la suavidad que a simple vista se notaba en ella.El destino estuvo a mi favor y me puso al amor de mi vida en mi camino cuando menos lo esperaba, ahora que la tengo un paso más cerca de ganarme su corazón, no puedo describir la felicidad que siento por dentro cada día.No ha sido fácil para ella, ya que aceptar a un desconocido en su vida que jura amarla no debe ser algo fácil de asimilar, pero siempre trato de ser honesto y demostrarle todo lo que me hace sentir. Si mi corazón solo palpita por ella, ¿por qué dejar de expresarle con actos y palabras lo mucho que la amo? Abrazarla, besarla, acariciarla, tenerla encima de mi pecho mientras se pierde en sueñ