Los últimos días he estado terminando de comprar todo lo que necesito para mi nuevo hogar. Aunque es un apartamento pequeño y no es en una zona muy exclusiva de Milán, es perfecto para mí. Desde el quinto piso del edificio se pueden apreciar unas vistas preciosas de lo que es esta ciudad que me ha acogido con tanto amor. No pensé que algún día podría vivir lejos de donde nací, pero mientras se para bien, no le veo problema alguno. No me arrepiento de haber aceptado el ofrecimiento de Jacob, después de todo, Cora no quería estar lejos de mí con el regreso a su vida y yo tampoco podría separarme de ella justo ahora. Entre Logan y Jacob me hicieron un préstamo de dinero el cual invertí en una pequeña tienda de postres y café. Desde hace tres meses he sacado adelante este nuevo emprendimiento y he descubierto con el pasar de los días que esto me hace muy feliz. No hay nada mejor que estar rodeada de dulce, hornos y clientes muy amables que les encanta todo lo que preparo con amor y dedic
Logan me llevó a un restaurante muy cercano de la tienda y el cual se ha vuelto mi favorito por la comida tan deliciosa que preparan allí. Pero el Carpaccio, entre todas las comidas, se ha robado mi corazón por completo. Podría comerlo día, tarde y noche sin problema alguno. Su característico sabor y la suavidad del mismo lo hace un plato único y exquisito.Nos dieron una mesa para dos en la segunda planta del restaurante. Desde allí se puede ver Milán en su máximo esplendor; las calles, los autos, las personas, los altos edificios de fondo. Este lugar me tiene muy enamorada. Hace tres meses cuando empecé la búsqueda exhaustiva de mi felicidad, nunca cruzó por mi mente que Italia sería ese lugar en el cual mi verdadero yo pertenece. No me arrepiento ni un solo minuto al haberme venido junto con Cora, las gemelas y su futuro esposo. —¿Qué vas a ordenar? — preguntó Logan, apoyando los codos sobre la mesa y viéndome fijamente. —Carpaccio, faltaba más — solté una risita ante su mirada—.
•CORA•El tiempo se ha pasado muy rápido. No puedo creer que, con todo lo que ha pasado con mis padres, con Arabella, el manejo de la empresa, mis estudios y el cuidado de mis hermanitas, al fin tenga una buena noticia. Estos meses han estado cargados de tensión, llenos de situaciones difíciles que no le deseo ni a mi peor enemigo, que un bebé era lo menos que me esperaba. Pensé que nos iba a tomar más tiempo, sobre todo por lo que hemos cargado Jacob y yo a lo largo de estos meses, pero las sorpresas llegan en el momento menos esperado.Hace un par de días me enteré de mi embarazo y aún no le he contado nada a Jacob. Quiero sorprenderlo en la cena familiar que vamos a tener el día de hoy en casa de sus padres. Esconder este secreto del hombre que amo es una tarea muy difícil de hacer. Anhelo ver su reacción de cuando se entere que vamos a ser padres. Él, incluso mucho más que yo, deseaba con todas sus fuerzas que se nos diera el milagro. Aunque no tenemos mucho tiempo para estar junt
Vestido de blanco, un hombre de ojos grises y sonrisa encantadora esperaba ansioso la llegada de su futura esposa. Los nervios de Jacob eran palpables en el aire, sus manos no encontraban la calma y sus ojos no dejaban de desviarse hacia la entrada principal de la enorme casa que se encontraba a pocos pasos de él, con la esperanza de que la mujer más bella que alguna vez haya podido contemplar al fin saliera de ella y caminara a sus brazos hasta la eternidad.No era conveniente de que se casaran a tan solo días de que su primer hijo; Ian Bardot, llegara al mundo, pero no podían esperar más tiempo para unirse el uno al otro y darle a su pequeño el comienzo de una verdadera familia. No era que el amor no existiera entre ellos, o que su unión no fuera tan fuerte, sino que sus ansias de estar unidos bajo los ojos de Dios era lo que ellos tanto anhelaban. Así como se amaban en la tierra, querían amarse frente a la presencia de Dios. Jacob observó a cada uno de los invitados de su boda, qu
Arabella se hizo en la parte de atrás de las de más mujeres que esperaban ansiosas a que Cora lanzara el ramo para ser una de ellas la afortunada, pero ella no tenía ni la más mínima intención en atrapar el ramo ya que no se visualizaba estando casada con alguien, inclusive si ese alguien se trataba de Logan. Un lazo tan fuerte como el matrimonio no tenía ningún significado importante para ella. Y es que aun con los meses que habían estado juntos, aun se sentía muy insegura de sí misma. No solo era su apariencia, porque su rostro había quedado marcado desde aquella vez en la que, cansada de vivir, decidió hacer algo por ella misma, sino también porque se sentía muy poquita cosa a su lado. Logan era un hombre muy atractivo, decidido y amoroso. Él podía tener a cualquier mujer a su lado, por lo que ella se conformaba de tenerlo de su mano así su relación pareciera más de amigos que de novios. Se sentía tan temerosa ante cualquier experiencia nueva que él le hacía vivir. ¡Ni siquiera h
¡Hola, guapuras! Espero se encuentren muy bien. Esta novela trata del hijo menor de Sara y Aiden, de «Perfecto Desconocido», la cual encuentras en mi perfil. Mil gracias por su apoyo y la oportunidad que siempre me brindan. Los adoro con toda mi alma. ¡Les deseo una lectura apoteósica! 🍁🍁🍁 —Vamos, cariño, solo será algo pasajero — repitió mi madre, junto a un tono de voz que no daba espacio para negarme, aunque ella no estuviera de acuerdo y se contenía por decir lo que en realidad cruzaba por su cabeza—. Te prometo que será temporal. —Mamá, tengo veinte años, ¡no puedo ir a un país lejano y casarme con un hombre que ni siquiera conozco! — objeté. —Lo sé, mi amor, pero... de verdad no teníamos contemplado que el futuro fuera a ser de esta manera. —Papá — susurré en un hilo de voz, tratando de llamar su atención o de hacerlos entrar en razón—. ¿Piensas quedarte en silencio? ¿No vas a oponerte a esta locura? Sus ojos tan azules como los míos me miraron con culpa, dolor e ir
—¡Cora! — mi madre estrelló el cubierto sobre la mesa, asustando a las pequeñas—. ¡Come en paz y en familia sin decir nada más! Nosotros también sufrimos aunque no lo quieras ver… ¿Crees que soy feliz con la idea de que una de mis niñas se vaya a manos de un hombre que no sé cómo vaya a tratarla? ¡Soy tu madre y me duele no poder hacer nada! ¡Me siento impotente con todo este asunto!—Isabella — la interrumpió mi padre con voz suave y comprensible—, estás asustando a las chiquillas.—Perdón — mi madre se levantó de la mesa y se marchó rápidamente entre lágrimas.Mi padre me miró un segundo para suspirar y seguir los pasos de mi madre. Mi corazón se encontraba apretado en mi pecho. Si ellos no estaban de acuerdo en dejarme en manos de un desconocido, ¿entonces por qué lo permitían? ¿Acaso era menos que el dinero? ¿Había algo más que ellos estaban ocultando y no querían decirme? Dudé por un instante si el dinero era una de las razones por la cual debía casarme con ese hombre. Pero entre
No podía creer que el hombre que estaba hablando fuera ese mismo desconocido con el que debía casarme a fuerza. Tan solo su voz y su breve mirada me paralizó, no podía moverme ni tampoco hablar. Sus palabras tenían un tinte de advertencia que no pasaba desapercibido. Tragué saliva y empujé mi voz hacia fuera, no podía mostrar fragilidad ante él. Suponiendo que era ese hombre con el que mi padre me había intercambiado, debía ser lo más fuerte que pudiera ser.—¿Dónde está Arabella? — pregunté firme y con más fuerza de lo que pensaba saldría mi voz—. ¿Qué le hizo a mi amiga?Una risita resonó en la oscuridad de la noche. Él seguía el camino por la carretera a una velocidad prudente, por lo que ese pensamiento de saltar del auto me gobernó por un momento. Si lo hago, me liberaría de todo esto, pero también corría el riesgo de que me siguiera y me matara, aunque prefería la muerte que casarme con él.Tenía la fuerza de hacerlo, pero que acelerara el auto como si hubiera leído mis pensamie