Después de casi un mes, encerrada en esas cuatro paredes de esa habitación tan fría y blanca, el doctor me permitió salir puesto que mi peso aumentó considerablemente y ya no tenía tanto riesgo como en un principio. Mañana me dan el alta, pero antes de irme a casa van a revisar el estado del bebé y, siendo muy honesta, no quiero verlo ni escuchar los latidos de su corazón. Podré parecer la peor persona para muchos, pero no me siento cómoda ni mucho menos feliz de tener un bebé no deseado ni querido creciendo en mi interior. Cora, Jacob y Logan se veían emocionados con la idea de saber del bebé, aunque no se atrevían a decir algo al respecto, lo podía ver en sus ojos. Con Logan ahora son muy pocas las palabras que cruzamos, pero no ha dejado ni un solo segundo de estar al pendiente de mí, de traerme buena comida a escondidas de las enfermeras y de hacerme compañía a diario. Me confunde su manera de actuar, más porque no puedo saber lo que en realidad está cruzando por su mente. —¿Est
Los días se fueron pasando en un abrir y cerrar de ojos. Al caer en tiempo y espacio, ya me encontraba bien físicamente. Ya no existía ningún dolor ni ningún tipo de recuerdo que me llevara a esas horribles pesadillas que me han gobernado desde siempre. Todavía sentía cierto temor quizá porque sentía que ese viejo iba a aparecerse en mi vida a terminarla de acabar, pero Logan me ha asegurado muchas veces que no tengo de qué preocuparme. Nuestra amistad ha ido creciendo con el pasar de los días de manera favorable; sin embargo, me siento tan nerviosa y avergonzada cada que me abraza, me mira fijamente o me tira uno que otro comentario que me deja pensando su significado. No podría decir si me hace sentir algo más, porque es tan complicado entender mis sentimientos ya que nunca me he enamorado de alguien, pero supongo que solo se trata de agradecimiento y de toda la ayuda que me ha brindado. Cora no se ha despegado ni un solo instante de mi lado. A pesar de cargar con sus problemas, t
Entrar a esa cabaña fue como haberme transportado a un mundo que desconocía y que nunca había cruzado por mi mente como una posibilidad de ser libre. La cabaña era pequeña y el frío se percibía tan pronto uno cruzaba la puerta.En medio del salón se encontraba sujeto a unas cadenas gruesas por los pies, desnudo y cubierto de sangre. El olor que provenía de él era asqueroso, quizá por la misma sangre, el vómito o esa comida podrida que había en sus alrededores. Jamás imaginé verlo de esa manera tan vulnerable, asquerosa y patética, pero se veía tan bien. No lo podía negar. En cuanto sintió que alguien había entrado, levantó la cabeza y me miró con ojos de sorpresa.—E-estás viva, mi amor... — musitó, enderezando su espalda y esbozando una medio sonrisa—. Estás aquí conmigo, mi pequeña.La fuerte patada que Logan dejó en su pecho lo hizo caer de vuelta al suelo. Presionó su cabeza con la suela de su zapato, moviendo el pie de un lado a otro sin contemplación alguna. Lo más agradable de
Los últimos días he estado terminando de comprar todo lo que necesito para mi nuevo hogar. Aunque es un apartamento pequeño y no es en una zona muy exclusiva de Milán, es perfecto para mí. Desde el quinto piso del edificio se pueden apreciar unas vistas preciosas de lo que es esta ciudad que me ha acogido con tanto amor. No pensé que algún día podría vivir lejos de donde nací, pero mientras se para bien, no le veo problema alguno. No me arrepiento de haber aceptado el ofrecimiento de Jacob, después de todo, Cora no quería estar lejos de mí con el regreso a su vida y yo tampoco podría separarme de ella justo ahora. Entre Logan y Jacob me hicieron un préstamo de dinero el cual invertí en una pequeña tienda de postres y café. Desde hace tres meses he sacado adelante este nuevo emprendimiento y he descubierto con el pasar de los días que esto me hace muy feliz. No hay nada mejor que estar rodeada de dulce, hornos y clientes muy amables que les encanta todo lo que preparo con amor y dedic
Logan me llevó a un restaurante muy cercano de la tienda y el cual se ha vuelto mi favorito por la comida tan deliciosa que preparan allí. Pero el Carpaccio, entre todas las comidas, se ha robado mi corazón por completo. Podría comerlo día, tarde y noche sin problema alguno. Su característico sabor y la suavidad del mismo lo hace un plato único y exquisito.Nos dieron una mesa para dos en la segunda planta del restaurante. Desde allí se puede ver Milán en su máximo esplendor; las calles, los autos, las personas, los altos edificios de fondo. Este lugar me tiene muy enamorada. Hace tres meses cuando empecé la búsqueda exhaustiva de mi felicidad, nunca cruzó por mi mente que Italia sería ese lugar en el cual mi verdadero yo pertenece. No me arrepiento ni un solo minuto al haberme venido junto con Cora, las gemelas y su futuro esposo. —¿Qué vas a ordenar? — preguntó Logan, apoyando los codos sobre la mesa y viéndome fijamente. —Carpaccio, faltaba más — solté una risita ante su mirada—.
•CORA•El tiempo se ha pasado muy rápido. No puedo creer que, con todo lo que ha pasado con mis padres, con Arabella, el manejo de la empresa, mis estudios y el cuidado de mis hermanitas, al fin tenga una buena noticia. Estos meses han estado cargados de tensión, llenos de situaciones difíciles que no le deseo ni a mi peor enemigo, que un bebé era lo menos que me esperaba. Pensé que nos iba a tomar más tiempo, sobre todo por lo que hemos cargado Jacob y yo a lo largo de estos meses, pero las sorpresas llegan en el momento menos esperado.Hace un par de días me enteré de mi embarazo y aún no le he contado nada a Jacob. Quiero sorprenderlo en la cena familiar que vamos a tener el día de hoy en casa de sus padres. Esconder este secreto del hombre que amo es una tarea muy difícil de hacer. Anhelo ver su reacción de cuando se entere que vamos a ser padres. Él, incluso mucho más que yo, deseaba con todas sus fuerzas que se nos diera el milagro. Aunque no tenemos mucho tiempo para estar junt
Vestido de blanco, un hombre de ojos grises y sonrisa encantadora esperaba ansioso la llegada de su futura esposa. Los nervios de Jacob eran palpables en el aire, sus manos no encontraban la calma y sus ojos no dejaban de desviarse hacia la entrada principal de la enorme casa que se encontraba a pocos pasos de él, con la esperanza de que la mujer más bella que alguna vez haya podido contemplar al fin saliera de ella y caminara a sus brazos hasta la eternidad.No era conveniente de que se casaran a tan solo días de que su primer hijo; Ian Bardot, llegara al mundo, pero no podían esperar más tiempo para unirse el uno al otro y darle a su pequeño el comienzo de una verdadera familia. No era que el amor no existiera entre ellos, o que su unión no fuera tan fuerte, sino que sus ansias de estar unidos bajo los ojos de Dios era lo que ellos tanto anhelaban. Así como se amaban en la tierra, querían amarse frente a la presencia de Dios. Jacob observó a cada uno de los invitados de su boda, qu
Arabella se hizo en la parte de atrás de las de más mujeres que esperaban ansiosas a que Cora lanzara el ramo para ser una de ellas la afortunada, pero ella no tenía ni la más mínima intención en atrapar el ramo ya que no se visualizaba estando casada con alguien, inclusive si ese alguien se trataba de Logan. Un lazo tan fuerte como el matrimonio no tenía ningún significado importante para ella. Y es que aun con los meses que habían estado juntos, aun se sentía muy insegura de sí misma. No solo era su apariencia, porque su rostro había quedado marcado desde aquella vez en la que, cansada de vivir, decidió hacer algo por ella misma, sino también porque se sentía muy poquita cosa a su lado. Logan era un hombre muy atractivo, decidido y amoroso. Él podía tener a cualquier mujer a su lado, por lo que ella se conformaba de tenerlo de su mano así su relación pareciera más de amigos que de novios. Se sentía tan temerosa ante cualquier experiencia nueva que él le hacía vivir. ¡Ni siquiera h