Los besos de Aurelio sin duda alguna eran tan tiernos y dulces que a Fiorella le costaba mucho resistirse a no corresponderle. Quizás eran las hormonas, o podría ser que ella lo deseaba mucho.No estaba segura de nada, pero algo dentro de ella le pedía a gritos que no se alejara de Aurelio. Y sospechaba que ella lo necesitaba tanto como él a ella.—Te perdono por haberte levantando de la cama —susurra contra los labios de ella —. Pero sería conveniente que regreses a la cama.—Es la primera vez que te veo entrar en este cuarto —el CEO guarda silencio mientras que observa sus ojos.—Hace mucho tiempo que no visitaba este cuarto, me traía tantos recuerdos que me afectaban mucho.Fiorella podía sentir el dolor de Aurelio, era un hombre tan afectuoso. Le pesaba mucho la muerte de su hermana y su sobrino.—Lo siento mucho, imagino que mirarme en mi estado te hago recordar a tu hermana.—Pero de buena manera —sonríe con dulzura mientras que acaricia su mejilla con cariño —. Ella era una bue
La respiración de Fiorella era muy rápida, su rostro se encontraba escondido entre el cuello y la clavícula de Aurelio mientras que ella no liberaba su cuerpo de sus brazos. Aurelio la sujetaba con cariño esperando a que recuperará el aliento perdido.Baja la vista para ver las mejillas de ella todas enrojecidas.—¿Te sientes bien? ¿Te he lastimado? —Fiorella solo consigue negar con la cabeza, las palabras las tenía atoradas en la garganta —. Nos hemos excedido un poco.No es que se sintiera culpable, o arrepentido de haberle hecho el amor a Fiorella una vez más, pero le preocupaba mucho su estado de salud. Por nada del mundo deseaba pasar de nuevo por la pérdida de alguien cercano.—¿Te arrepientes? —fue como si ella leyera sus pensamientos.—No, no me arrepiento de nada.—Estoy bien, no me has lastimado —en ese instante Fiorella levanta la mirada para verlo a los ojos, Aurelio traga saliva al ver tanta inocencia reflejados en ellos.—Fiorella, quiero que llevemos una vida de casados
Las alarmas del CEO se activaron de inmediato y lo primero que hizo fue sentarse al lado de ella para tomarla en sus brazos. Fiorella de inmediato lo abrazo y su llano fue en aumento.—¿Qué pasa? ¿He hecho algo malo? —pregunta preocupado, pero Fiorella solo niega —. Vamos, ¿Qué es lo que pasa? —toma sus mejillas para hacerla elevar la mirada.—Haces todas estas cosas por nosotros.—¿Por eso estas llorando? —el CEO la mira con ternura —. Fiorella, si te das cuenta que estas llorando por una tontería.Ella niega mientras sigue soltando lágrimas sin parar.—No son tonterías.—¿Te sientes incomoda con que yo traiga todo esto para ti?—No. Es que todo esto es tan…—¿Qué?Ella ve los labios de Aurelio y luego esa mirada, para ese momento las lágrimas salían solas de sus ojos. Ella muerde levemente su boca al notar que estaba muy cerca del rostro de Aurelio.—Eres tú…—¿Algo va mal conmigo?Ella se aferra a sus hombros mientras que su boca se sentía algo impaciente, su mirada estaba puesta e
—Pero dime algo, ¿Por qué has venido? ¿Ocurrió algo en casa? —frunce un poco el ceño.—No, todo está bien.El CEO afina un poco la mirada mientras que la observa.—Entiendo que estés ocupado.—No es nada por lo que debas preocuparte, tu presencia me ha hecho bien —Aurelio planta un beso en sus labios que la deja colgada —. Por un beso como este a mí se me olvida todo.Fiorella sonríe a medias luego de escucharlo. Sentía que sus mejillas se ruborizaban al punto de sentirse avergonzada.—¿Te quieres quedar conmigo aquí en la oficina?—¿Eso se puede? Solo he venido de paso, no quiero entorpecer tu trabajo.—Soy el jefe, como se te ocurre que no puede quedarse mi futura esposa en mi oficina.Aurelio la libera de sus brazos para llevarla al sofá.—¿Qué te gustaría pedir para comer? ¿Algún antojo que quieras cumplir? Desde que nos conocemos, nunca te he oído querer algo especial, ¿no has tenido antojos?—Ahora que lo pienso…Ella se le queda mirando a ese hombre fijamente repasando los hech
Muerde sus labios levemente al mismo tiempo que amusga la mirada al disfrutar del placer que le estaban proporcionando.Cuando el CEO se sacia de ella, se acomoda sobre su cuerpo para propinarle un beso lento y apasionado. Oye a Fiorella gemir contra su boca provocando que su libido se incremente, el castaño muerde un poco sus propios labios entre tanto busca la manera de bajar su pantalón de pijama.Fiorella estaba completamente lista para él, abrió sus piernas de par en par dándole la posibilidad de poseerla fácilmente. Aurelio vuelve a besar sus labios al mismo tiempo que busca la manera de entrar en su interior.Al ejercer un poco de presión contra su sexo Fiorella gime. Aurelio muerde sus labios con sumo cuidado entre tanto se va haciendo paso dentro de ella.—¡Aurelio!Era evidente que ambos lo deseaban, la piel de los dos se había erizado y sus cuerpos se estremecían al sentir el contacto del otro. El CEO sintió en carne propia como ella clavo las uñas en su piel rasgando sin p
—Tengo una hermana de la que no te hable, la verdad es que no pude hacerlo ya que ella no ha sido tan buena conmigo —el CEO frunce el ceño —. Cuando mi madre estuvo enferma yo tuve que dejar de trabajar para cuidar de ella y mi hermana fue quien cargo con todas las responsabilidades de la casa. —¿Por qué no vives con tu hermana? —las lágrimas comenzaron a brotar del rostro de Fiorella. —Ella me echo de la casa luego de que mi madre falleciera, al cabo de algunos meses lo hizo, no le importo que yo estuviera esperando un bebé. —¿Por qué hizo una cosa como esa? —No entiendo porque ella me rechaza tanto, siempre tuve problemas con ella, nos discutía mucho a mi madre y a mí. —No tenía derecho de echarte de casa, también era tu hogar. La joven niega al sentir que los brazos de Aurelio la protegían. —El fallecimiento de mi madre dejo muchas deudas, y ella se encargaba de eso, yo no podía encontrar empleo debido a mi condición. Creo que también fue una razón para que me echara, no dese
Aurelio disfrutaba aquel orgasmo de su esposa, sería el primero de muchos que les quedaban por delante… al saciarse de ella el castaño se pone llamando la atención de la castaña. Aurelio la sujeta por la cintura para sentarla sobre la mesa.—¡¿Qué haces?! —pregunta con sorpresa en la mirada.—No quieres esperar hasta llegar a la habitación, no creo tener la paciencia suficiente para quitarte este vestido —le dice al mismo tiempo que sube la falda del vestido y abre un poco más su muslos.—¡Aurelio! —exclama asombrada.El castaño afloja su pantalón y en segundos su miembro ya estaba coronando el centro femenino de Fiorella, un ronco gemido sale de su garganta lo que provoca que el libido del CEO se acelereAurelio se aferra a las caderas de su esposa entre tanto la hace suya por todas las de la ley, Fiorella lo recibe gustosa dejándose llevar por el mágico momento que estaban compartiendo.Cierra los ojos en cuanto siente que estaba por correrse, busca besar los labios de su esposa y e
Laura mira con una sonrisa burlona a su hermana, aquel hombre la estaba protegiendo, eso era más que evidente. Pero que significaba que Fiorella tuviera un defensor, ¿con que clase de personas estaba involucrada la idiota de su hermana?La castaña mayor vuelve la vista hacia su hermana pequeña, se cruza de brazos y espera por una respuesta.—Quiero que me regreses esos anillos, Laura —la castaña mira los anillos en su mano y es cuando se percata de que no eran joyas comunes.—No me digas que te has casado —pregunta con una sonrisa graciosa —. Esto no me lo puedo creer, ¿te has casado?—Eso no es problema tuyo, Laura. Así que entrégame los anillos.Laura ve al enorme sujeto da un paso hacia ella obligándola a ceder a la petición de su hermana, sin embargo, no estaba dispuesta a obedecer al pie de la letra. Así que sin más, Laura lanza el par de anillos lejos de donde ellas estaban.—Noooooo… —Fiorella grita al mirar en la dirección donde sus anillos fueron aventados —. ¿Porque has hech