Capitulo 5

Apenas salgo del trabajo, corro directo al restaurante, debido a que salí como una hora tarde porque desde que llegó el señor Vanetto me tuvo de arriba a abajo por todo el edificio. Tuve que buscar maquetas en el piso 6, subir al último piso, después bajar a darle especificaciones sobre lo que quería el señor realmente, subir nuevamente, llevar papeles de un lado a otro, correr a buscarle comida, agendar reuniones, cancelar ciertas reuniones, tomar llamadas, aunque la mayoría era de mujeres buscando otras cosas.

Mi primer día fue realmente movido, y cuando terminé de trabajar en el restaurante, llegué a las 12 de la noche muerta. Caí sobre la cama y no duré ni un segundo más despierta.

******

Un ruido extraño hace que mis ojos se abran de golpe, con el corazón latiendo a millón, temiendo que algo esté pasando. Me enfoco en la habitación y veo a mi hermana menos dormir en su cama. Busco a los mayores y no los encuentro por ningún lado. Siento una presión inmensa en el pecho y me levanto corriendo, todavía con la ropa del trabajo.

Salgo de la habitación y me detengo de un golpe cuando solo me encuentro a Kyle recogiendo un plato roto del suelo. Hay un poco de comida regada, y Jessi se está riendo de él. Veo a mi alrededor buscando alguna otra señal de peligro, solo que no encuentra nada porque estamos solos, gracias a Dios.

Suspiro el alivio y los miro mal.

-Cada vez se levantan más temprano.- los regaño caminando hacia ellos, ya que son las 5 de la mañana.- Está no es su responsabilidad.- le quitó la mezcla de panqueques a Jessi y ella me mira con un poco de tristeza.

-Eso no es tu responsabilidad tampoco.- suspiro y la aparto un poco.

- Soy la hermana mayor, así que si es mi responsabilidad.- le sonrío y veo de reojo como Kyle se levanta con todo en las manos.- Cuidado y te cortas.- él asiente y echa todo en el fregadero.

-Deja que hagamos esto, Ava. Tu no dejas de trabajar, nos das todo lo que puedes y eso está bien, pero no es tu responsabilidad. Tu eres nuestra hermana y está bien dejarnos cuidarte un poco.- soy una exhalación y mis ojos se ponen un poco llorosos.- Todavía puedes descansar un poco. Lo necesitas. Nosotros estamos bien, gracias a ti.- respiro profundo y aguanto todo lo que puedo las lágrimas que están luchando para salir.

-Eres la mejor hermana de todas.- Jessi me abraza, para que después Kyle se una al abrazo y algo se escapa de mis hombros. Un pequeño peso que me tenía oprimida, ya que aunque yo nunca sé los pido y trato de hacer de su vida lo mejor que puedo, me hace feliz que ellos les Nazca ser de esta forma, tan atentos.

Les doy la gracia, le digo que los amo eternamente y me voy a dar un baño, porque ya estoy despierta y no voy a volver a dormir tan fácil.

******

Llego al trabajo antes de tiempo y paso de una vez por la cafeteria pidiendo la orden del jefe. Entro al ascensor y subo, golpeando una y otra vez el suelo, pensando en mi madre y lo que será de ella, ya que ha estado muchos días desaparecidas. Aunque ya es bastante común que ella haga eso, o puedo evitar pensar que tal vez, solo tal vez, uno de esos hombres tan idiotas que ella se busca, haya logrado acabar con su vida.

Muchos lo han intentado, Pero mi madre siempre ha Sido un hueso demasiado duro de roer, por lo que siempre vuelve a nosotros así esté que se le caiga una parte del cuerpo.

Salgo del ascensor y veo todo tan solitario que mi cuerpo tiembla un poco, ya que no se ve ni un alma aquí, e incluso hay secciones que tienen las luces apagadas. Suspiro y me voy caminando hacia mí lugar, solo que de la nada un ruido extraño me hace detenerme. Busco de dónde viene y eso me lleva a la puerta de la oficina de mi jefe.

Miro hacia atrás buscando la presencia de alguien y pienso todo muy bien antes de accionar, ya que se escucha como si alguien se estuviera quejando y el miedo inmediatamente comienza a paralizar muchas partes de mi cuerpo.

¿Será? - pienso y dejo las cosas en mi escritorio. Tal vez lo mejor es esperar que llegue alguien y decirle que algo está pasando en la oficina. De inmediato pienso que a mí jefe le pasó algo y por eso se está quejando, pero como es hombre, de la nada pienso que como es tan temprano, está aprovechando para cometer un delito y salir impune... Y si entro, me va a matar por descubrir su crimen.

Otra queja sole y yo comienzo a morderme las pocas uñas que tengo, hasta que la mejor parte de mí se levanta y va directo abrir la puerta. Cuando se abre, lo primero que veo es unas tetas muy desnudas golpeando la mesa frenéticamente. Después un pecho tatuado lleno de sudor y tercero, dos pares de miradas fijas en mi.

El grito agudo de la recepcionista me hace reaccionar y yo salgo corriendo de la oficina, asustandome cuando me encuentro frente a frente con la rubia de recursos humanos. Ella me sonríe.

- Buenos días, Señorita Torres.- la puerta sigue abierta y puedo escuchar detrás de mí el tropel de alguien que se está tratando de vestir

-Buen día, señorita Colleman.- saludo y la paso para sentarme en mi mesa, mirando al frente y solo escuchando como la puerta se cierra suavemente. No sé escuchan gritos ni nada extraño, solo que de la nada sale la recepcionista mal vestida, con los ojos llorosos Pero llenos de ira.

-Eres una perra.- escupe y se va. Unos minutos después sale la señora Colleman.

-Puedes continuar con tu trabajo.- asiento y enciendo la computadora. Viendo el pedido del jefe de reojo. Lo mejor que puedo hacer es sentarme y desaparecer mientras hago lo que debo, pero también tengo que cumplir con lo que él ha pedido, y es tenerle esto siempre listo cuando llegue.

Me levanto y aunque pienso mucho en lo que voy hacer, al final voy directo a llevárselo. Abro la puerta y lo veo sentado con los pies sobre la mesa, su camisa está desabrochada y la imagen es simplemente.... Cautivante, ya que se muestra un pecho lleno de tatuajes, los cuales suben hasta el cuello y se pierden en la cintura del pantalón, toda su piel luce brillante por el sudor y tengo que admitir que esa apariencia ha acelerado un poco mi corazón. Tal vez demasiado, porque puedo negar muchas cosas, menos lo sexy que se ve este hombre con un amanecer perfecto de fondo, con el cabello desordenado, su abdomen sudado y su mirada plateada completamente provocadora fija en la mía.

- ¿Disfrutando de la vista? - su voz gruesa se hace presente y un cosquilleo se forma en mi vientre. No sé que me está pasando, pero ya esto se está saliendo de control.

- Es un bonito amanecer.- es lo único que digo, controlando mi mente mientras voy directo a su mesa, dejando su pedido ahí.- Con su permiso.- asiento y comienzo a retirarme.

- No te dije que te retiraras.- me giro lentamente suspirando y coloco mis manos al frente, apretandolas.

- ¿Qué se le ofrece? - él me mira de arriba abajo y se queda mucho tiempo viendo mis piernas, las cuales están desnudas por llevar falda.

- Hoy tenemos una reunión importante y necesito que vayas conmigo.- asiento y siento un poco de nervios.- Según lo que estuve leyendo de tí, tienes un perfecto español.

-Si señor.- confirmo, ya que los abuelos de mi madre eran venezolanos y aprendí un poco de ellos antes de que dejaran este mundo cuando tenía tan solo 6 años. Después de eso, no deje el idioma, más bien me dió enamorando de ellos.

-Bien. Vas a ir conmigo, Pero no puedes asistir si estás vestida así. - mi boca se abre un poco ya que lo dice con un tono ofensivo, a mí parecer.- No te ofendas. Eres una chica hermosa, y por eso mismo necesitas verte más profesional. No puedo llegar a una reunión con...- me señala de arriba abajo.- Esto.

-Para no querer que me ofensa, lo hace bastante bien.- él arquea una ceja.

-Te dije hermosa.- ruedo los ojos.

- Si quiere que vaya a la reunión, lamentablemente para usted, tendré que asistir con este atuendo. Sí no le gusta, puede darme su tarjeta y yo rápido voy a comprarme algo adecuado.- lo digo por chocancia y de la nada veo una tarjeta en su mano, puesta en mi dirección. Mi boca se abre y de inmediato niego.- Señor, no es...

-Como dije, está reunión es importante. Sí no asistes, te largas.- solo doy un paso y agarro la tarjeta. Definitivamente no voy a dejar ir este trabajo.

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