Continuación...

Los quejidos de Dimitri lograron oírse, para cuando lo notaron yacía desvanecido en los brazos de su hermano que había subido al exterior.

—No hay de que preocuparse por la pelea entre hermano, es lo común. —Lo acostó al lado de Ishana colocándole el cinturón, prometo volver. —A la residencia de mi esposa Daesa,

Con el casco fuera, dejo ver a Darío. —Mejor ve y díselo tu mismo, no soy corresponsal de nadie, mi hermana merece algo mejor que una excusa, expresa tu dulce amor por ella, eso fue lo que escuche de ti, no traiciones tus palabras.

¡Zas! ', 'zigzag bien dicho cuñado. —esbozo alegremente. —disfrutare muchos momentos cálidos a su lado.

—Por cierto, tu amigo, el de la ropa rara.

—Steven…a el te refieres.

Ya no estaba, se había ido.

—Creí ver a tu prima.

Ah eso, como decirlo Azul siempre ha sido independiente, seguramente asistirá al lobo blanco.

—¿El lobo blanco está ahí?

Al ver el despegue del helicóptero, se escondió entre las sombras sin dejar rastros, ni huella alguna. Aquel
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP