Fabrizio tenía que reunirse con Inés en su oficina antes de reunirse con todos los altos ejecutivos en la sala de juntas, pero ella salió y lo dejó esperando, Jeferson le explicó a Fabrizio que se había presentado un inconveniente de última hora. Fabián se encargó de atenderlo y le enseñó la oficina que le iban a asignar mientras él dirigiera la empresa. Cuando entraron a esta, Fabrizio observó a todas partes, Fabián le dijo:—Es muy amplia y con buena vista hacia la ciudad.—Si, es muy bonita, y amplia; pero solo la usaré hasta que me convierta en el presidente de Chocolates Murrié, a partir de ese momento usaré la oficina de papá.—Fabrizio sabes muy bien que esa oficina la está ocupando mamá.—Como presidenta supletoria, pero cuando yo esté ella debe salir de allá y dejarme a mi la oficina que me corresponde.—Fabrizio te pido encarecidamente que no vayas a pelearte con mamá por una oficina, eso es una tontería, esta oficina es tan grande y tan amplía como esa.—Pero no es la ofici
Flavio insistió en hablar con Fabrizio, fueron a solas a la oficina, Fabrizio se sentó en la silla detrás del escritorio y Flavio se sentó frente a este.—¿Por qué cambió de parecer? Aun puedo convencer a Mariangel de que acepte ese compromiso.—Ya no quiero casarme con Mariangel, no después de lo que descubrí.—¿Qué descubrió?—Su hija ha estado mintiendo cuando dice que le está guardando el luto a Andrés, en realidad está saliendo con alguien, anoche me di cuenta. —Flavio irguió los hombros.—Dígame con quién está saliendo.—Con Diego Armando. —Flavio frunció el ceño.—No puedo creer que Mariangel haya rechazado ser la heredera para andar con ese muchacho que es un mantenido de Inés. —Fabrizio se puso las manos en la nuca y se tiró hacia atrás contra el espaldar de la silla.—Lo mismo pensé, inclusive hablé con ella a solas y le propuse que se casara conmigo, pero ella dice que prefiere dormir bajo un puente. —Si, y además nosotros, sus padres también tenemos que hacerlo cuando
El domingo en la mañana la compañía de eventos llegó a la mansión de los Murrié a vestir de fiesta el jardín porque en la noche se iba a realizar el compromiso de Lorenna y Fabrizio. No habría más invitados que los mismos miembros de ambas familias. Altagracia, la hermana de Inés también había llegado de Holanda y pretendía pasar una temporada en Miami. Altagracia era una mujer con un carácter amigable y alegre, le gustaba socializar y era considerada muy buena tía con todos sus sobrinos y los más jóvenes de la familia la adoraban. Altagracia también era además de hermana, mejor amiga de Inés y de Ignacio.Conocía todo lo referente a la familia Montalvan.***Fabrizio se alistó para ir a la mansión y salió a la sala de su apartamento, allí estaba Ramsés, su mejor amigo que viajó desde Venezuela a Estados Unidos, este iba a quedarse viviendo en Miami, pues iba a formar parte del gabinete de ejecutivos de Fabrizio cuando él asumiera la presidencia de Chocolates Murrié. Se estaba hospe
Ines y su hermana Altagracia estaban en la habitación charlando mientras se iban a la celebración del compromiso. Ella iba a ser la madrina de bodas porque Lorenna así lo quiso. El padrino iba a ser Francisco, el tío de Fabrizio.Altagracia observó a Inés que se había arreglado muy elegante y había decidido ese día llevar su cabello rubio en un sencillo moño.—Estás muy elegante. Quién se iba a imaginar que algún día serías la madrina de bodas del hijo bastardo de tu marido; Dayanana, la eterna amante de tu esposo debe estar revolcándose en el infierno rindiese de ti.—No digas idioteces, sabes que acepté ser la madrina por Ignacio y su hija; ese bastardo no me interesa, por mí que se pudra igual que la sirvienta de su madre en una tumba.—¿Le estás deseando la muerte a Fabrizio?—No le deseo la muerte, pero tampoco me siento complacida con que él sea el heredero de la receta, la empresa de mi familia será dirigida por ese bastardo cuando debería hacerlo uno de mis hijos, no el hijo d
Mariangel le abrió a Juan Carlos una puerta pequeña que solo usaba el personal de limpieza.—Gracias Mariangel, te lo agradeceré toda la vida.—No me lo agradezcas, solo lo hago para fastidiar a Fabrizio.—Igual me estás beneficiando. ¿Dónde está ella?—En el jardín con todos, creo que es mejor que la esperes en el bungalow, yo le diré que estás aquí.—Está bien.Mariangel buscó a Lorenna, como no la vio en el jardín entró a la mansión, casualmente ella iba bajando las escaleras.—Te estaba buscando.—Si, ¿y para qué?—Juan Carlos está en el bungalow detrás del jardín.—¡¿Qué hace aquí?!—Vino porque quiere hacerte entrar en razón.—¿En razón de qué? ¿Y con qué derecho lo dejaste entrar?—Yo al igual que mis tíos deseo que Fabrizio se regrese por donde vino, además intento salvarte de esa locura que piensas cometer. Se supone que soy yo la de los errores, ahora resulta que tú vas a cometer el error del siglo. —Lorenna se acercó a Mariangel con una actitud intimidante y puso una mirada
Juan Carlos miró a Fabrizio con odio y le dijo:—No pienso rendirme, no dejaré que ella se case contigo.—¿De verdad crees que tienes lo que se necesita para pelear con alguien como yo? —Lo miró con menosprecio —. Para empezar, pertenezco a la misma clase social de Lorenna, conmigo está segura de que no me caso con ella por interés.—Si lo hace por interés, Mariangel me contó lo de la receta.—¿Y tú le crees a esa envidiosa? Mariangel está intentando hacer todo lo posible para que Lorenna y yo no estamos juntos, ella no puede aceptar que la rechacé cuando aún era la heredera, porque fui yo el que decidió buscar a Lorenna; es que ella es superior y mucho más mujer que Mariángel. Lorenna regresó, pensó que debía alejar a Fabrizio de Juan Carlos y así evitar una pelea.—Fabrizio, todos nos están esperando.—Si amor, ya voy. —Miró a Juan Carlos.—Lárgate y no vuelvas a acercarte a ella o verás las consecuencias.Fabrizio se acercó a Lorenna, la agarró de la mano y se fueron. Entraron a
Fabrizio regresó al jardín, agarró una copa de vino, bebió un gran sorbo. Lorenna ya se había marchado, seguir allí ya no tenía sentido. Fue a donde se encontraba Ramses.—Lorenna se marchó.—En serio.—Si, iré a avisarle a los demás y nos largamos de aquí.—Estupendo, aquí no hay como divertirse, lo único bonito que hay es Mariangel.—¿Te siguen gustando las brujas?—Ella es un ángel, mirala —Los dos se quedaron mirando hacia donde ella estaba—. Es tan linda; pero me mira como si tuviera balas asesinas en los ojos.—Para que te pare bolas tienes que hacerte mi enemigo y de paso debes demostrarlo metiéndome un tiro.Fabrizio fue a la mesa donde se encontraba Ignacio con Inés y Antonella, los tres pusieron sus ojos sobre él como si fuera una mosca en la sopa, Fabrizio sin preámbulos les dijo:—Señores, les anuncio que mi novia de mentiras se marchó hace algunos minutos de la mansión, se fue a su casa. —Antonella se desconcertó. —¿Cómo? ¿Lorenna se marchó?—Sí señora, se fue en su auto.
En la mañana Lorenna se levantó igual que siempre, Liliana le llevó su café.—Buenos días señorita.—Buenos días Liliana. Lorenna tenía tres atuendos de ejecutiva sobre la cama, todos de camisa y pantalón, nada distinto a lo de siempre.—¿Qué opinas? Cuál está mejor. —Liliana se quedó observando los atuendos.—Están bien, a usted todo le queda bonito.—Pero es que hoy necesito verme estupenda. —Liliana levantó las cejas.—Pero eso es lo que usa siempre, para verse estupenda debería ponerse el conjunto de animal print.—¡¡No!! —¿No quiere verse estupenda?—Si, pero que no se note que lo hago a propósito.—¿Un vestido corto? —Lorenna sonrió.Más tarde llegó a la oficina usando un vestido casual color blanco con rayas grises y falda semi acampanada y un cinturón de cuero con hebilla dorada que hacía juego con sus joyas; además llevó el cabello suelto, sus ondas se veían como ella se sentía, ligera y fresca.Saludó a Sheyla, su secretaria.—Que me tienes Sheila.—La agenda está según