Lorenana llegó al jardín, Antonella se dio cuenta que había salido de la mansión y notó que su hija estaba enojada, entonces fue con ella, Lorenna había agarrado otra copa de vino.—¿Qué tienes? —Lorenna fingió una sonrisa.—¿Qué tengo de qué?—Saliste molesta de la mansión.—¿Yo?—Te vi salir enojada por esa puerta. —Señaló hacia la puerta, en ese preciso momento salió Fabrizio, Antonella de inmediato supuso que algo había pasado.—¿Hablaste con Fabrizio?—Si.—Qué salió mal.—¿Por qué haces tantas preguntas mamá?—Sabes que me angustia pensar que te vas a casar con un hombre que solo desea utilizarte para adueñarse de todo.—Inés no dejará que eso suceda, papá ya me lo dijo.—Aun así, no me gusta ese muchacho para ti.—Fabrizio y yo solo seremos esposos ante de las leyes y la sociedad, de ahí no habrá más nada que nos vincule, ni sentimientos ni exigencias amorosas; no hay de qué preocuparse; precisamente de eso estuvimos hablando en el estudio.—¿Te dijo cuáles sin sus intenciones?
Llegó el momento de presentar a Fabrizio delante de toda la familia Murrié como el heredero de la receta y quien desde esa noche tomaron la antorcha que lo llevaría a presentarse ante el chamán.Inés sabía comportarse con diplomacia en público, y si nadie hubiera conocido la historia de Dayanna, todos habrían pensado que la dama se la llevaba bien con Fabrizio.Lo presentó como el sucesor de su esposo. Mientras Inés dictaba su discurso, Fabrizio siguió con sus ojos a Mariangel y a Diego que se fueron por un lado del jardín y entraron a la mansión con una actitud sospechosa. Fabrizio supo de inmediato que la rubia tenía algo que ver con el hijo de Fabián.Terminó la presentación e hicieron un brindis. Así pasó un buen rato, pero Mariangel y Diego no aparecieron en el jardín. Fabrizio lleno de malicia quería fastidiarla con lo que había descubierto. En cuanto tuvo una oportunidad sigilosamente salió de entre la gente y se fue adentro de la mansión, vio bajar por las escaleras a una muca
Jeferson se marchó de la oficina de Lorenna, ella cerró la puerta y regresó a su escritorio, se sentó en su silla, agarró las gafas de lectura y se las puso; de pronto alguien llamó a la puerta, como la secretaría no anunció a otra persona, Lorenna supuso que era Jeferson de nuevo. Enojada comenzó a refunfuñar, entonces fue y le abrió.—Te dije que te fueras de mí…oficina.Sus ojos vislumbraron a Fabrizio parado justo delante de ella.—No sabía que ya me habías echado de tu oficina.—¿Qué haces aquí?—Tengo una cita con la gárgola, perdón, con doña Inés; decidí llegar un poco antes para pasar a saludar a mi novia.—No soy tu novia. —Fabrizio le pasó por un lado y entró a la oficina sin pedir permiso.—Muy linda tu oficina.—Gracias, dime qué quieres, estoy muy ocupada.—Soy tu novio, deberías darme prioridad y atenderme.—Voy a atenderte solo por un momento, pero no porque reconsidere mi novio, no lo eres y lo sabes. —Lorenna se sentó detrás de su escritorio.—Siéntate.—Gracias, novi
Fabrizio tenía que reunirse con Inés en su oficina antes de reunirse con todos los altos ejecutivos en la sala de juntas, pero ella salió y lo dejó esperando, Jeferson le explicó a Fabrizio que se había presentado un inconveniente de última hora. Fabián se encargó de atenderlo y le enseñó la oficina que le iban a asignar mientras él dirigiera la empresa. Cuando entraron a esta, Fabrizio observó a todas partes, Fabián le dijo:—Es muy amplia y con buena vista hacia la ciudad.—Si, es muy bonita, y amplia; pero solo la usaré hasta que me convierta en el presidente de Chocolates Murrié, a partir de ese momento usaré la oficina de papá.—Fabrizio sabes muy bien que esa oficina la está ocupando mamá.—Como presidenta supletoria, pero cuando yo esté ella debe salir de allá y dejarme a mi la oficina que me corresponde.—Fabrizio te pido encarecidamente que no vayas a pelearte con mamá por una oficina, eso es una tontería, esta oficina es tan grande y tan amplía como esa.—Pero no es la ofici
Flavio insistió en hablar con Fabrizio, fueron a solas a la oficina, Fabrizio se sentó en la silla detrás del escritorio y Flavio se sentó frente a este.—¿Por qué cambió de parecer? Aun puedo convencer a Mariangel de que acepte ese compromiso.—Ya no quiero casarme con Mariangel, no después de lo que descubrí.—¿Qué descubrió?—Su hija ha estado mintiendo cuando dice que le está guardando el luto a Andrés, en realidad está saliendo con alguien, anoche me di cuenta. —Flavio irguió los hombros.—Dígame con quién está saliendo.—Con Diego Armando. —Flavio frunció el ceño.—No puedo creer que Mariangel haya rechazado ser la heredera para andar con ese muchacho que es un mantenido de Inés. —Fabrizio se puso las manos en la nuca y se tiró hacia atrás contra el espaldar de la silla.—Lo mismo pensé, inclusive hablé con ella a solas y le propuse que se casara conmigo, pero ella dice que prefiere dormir bajo un puente. —Si, y además nosotros, sus padres también tenemos que hacerlo cuando
El domingo en la mañana la compañía de eventos llegó a la mansión de los Murrié a vestir de fiesta el jardín porque en la noche se iba a realizar el compromiso de Lorenna y Fabrizio. No habría más invitados que los mismos miembros de ambas familias. Altagracia, la hermana de Inés también había llegado de Holanda y pretendía pasar una temporada en Miami. Altagracia era una mujer con un carácter amigable y alegre, le gustaba socializar y era considerada muy buena tía con todos sus sobrinos y los más jóvenes de la familia la adoraban. Altagracia también era además de hermana, mejor amiga de Inés y de Ignacio.Conocía todo lo referente a la familia Montalvan.***Fabrizio se alistó para ir a la mansión y salió a la sala de su apartamento, allí estaba Ramsés, su mejor amigo que viajó desde Venezuela a Estados Unidos, este iba a quedarse viviendo en Miami, pues iba a formar parte del gabinete de ejecutivos de Fabrizio cuando él asumiera la presidencia de Chocolates Murrié. Se estaba hospe
Ines y su hermana Altagracia estaban en la habitación charlando mientras se iban a la celebración del compromiso. Ella iba a ser la madrina de bodas porque Lorenna así lo quiso. El padrino iba a ser Francisco, el tío de Fabrizio.Altagracia observó a Inés que se había arreglado muy elegante y había decidido ese día llevar su cabello rubio en un sencillo moño.—Estás muy elegante. Quién se iba a imaginar que algún día serías la madrina de bodas del hijo bastardo de tu marido; Dayanana, la eterna amante de tu esposo debe estar revolcándose en el infierno rindiese de ti.—No digas idioteces, sabes que acepté ser la madrina por Ignacio y su hija; ese bastardo no me interesa, por mí que se pudra igual que la sirvienta de su madre en una tumba.—¿Le estás deseando la muerte a Fabrizio?—No le deseo la muerte, pero tampoco me siento complacida con que él sea el heredero de la receta, la empresa de mi familia será dirigida por ese bastardo cuando debería hacerlo uno de mis hijos, no el hijo d
Mariangel le abrió a Juan Carlos una puerta pequeña que solo usaba el personal de limpieza.—Gracias Mariangel, te lo agradeceré toda la vida.—No me lo agradezcas, solo lo hago para fastidiar a Fabrizio.—Igual me estás beneficiando. ¿Dónde está ella?—En el jardín con todos, creo que es mejor que la esperes en el bungalow, yo le diré que estás aquí.—Está bien.Mariangel buscó a Lorenna, como no la vio en el jardín entró a la mansión, casualmente ella iba bajando las escaleras.—Te estaba buscando.—Si, ¿y para qué?—Juan Carlos está en el bungalow detrás del jardín.—¡¿Qué hace aquí?!—Vino porque quiere hacerte entrar en razón.—¿En razón de qué? ¿Y con qué derecho lo dejaste entrar?—Yo al igual que mis tíos deseo que Fabrizio se regrese por donde vino, además intento salvarte de esa locura que piensas cometer. Se supone que soy yo la de los errores, ahora resulta que tú vas a cometer el error del siglo. —Lorenna se acercó a Mariangel con una actitud intimidante y puso una mirada