Nataniel le ordenó a dos de sus hombres para que se queden cuidando la entrada de la habitación de su hermano, uno de ellos es quien fue el chofer de Camila. El hombre está muy incómodo porque desea comentarle algo muy importante a su jefe, pero teme que este se moleste.

— Señor, perdone que me meta en sus asuntos, pero al ver que su esposa está sola quiero decirle algo si usted me lo permite.

— No, no quiero que me digas nada con referencia a esa mujer que me traicionó con mi propio hermano, imagínate con mi propio hermano, pero me da igual al final porque… porque la odio y por tal razón no me puedo pelear con mi hermano del alma, ella no lo vale porque es una cualquiera.

— Ella no ha estado con ningún otro hombre después de que se vino a vivir con usted, se lo aseguro, señor. Yo la he mantenido bajo vigilancia y la chica es muy respetuosa y honrada, en cambio, la persona que usted considera correcta para su vida en este momento se está revolcando con el hombre que ella ama y que es