Leah«Harry no es inmortal, podría acabar con él con mucha facilidad, no quieres mancharte las manos de sangre, créeme.»Todavía recuerdo las palabras de Michael, no dudo de las capacidades de Harry, pero ya está metido en todo este problema por mi culpa, lo menos que puedo hacer es ayudar un poco.Miro la herida en mi pierna, a mi querido hermano no le bastó con acorralarme y apuntarme con un arma, sino que también le pareció divertido sacar un cuchillo, intenté liberarme y lo logré, pero en el intento me lastimé.—¡Taxi! —intento que uno se detenga, pero no lo consigo. —¿Y a dónde piensas ir, Leah? —en tan poco tiempo su voz ya no sale de mi cabeza—. Ni siquiera conoces Steelney a la perfección, ¿a dónde irás?—No es asunto tuyo, Michael.Sigo tratando de conseguir un taxi, ¿por qué demonios ninguno se detiene? Siento algo helado sobre mi muñeca y cuando me giro a verlo me encuentro cara a cara con mi hermano.—Te llevaré —se ofrece.—No gracias.—Leah.—Dije que no, Michael.—¿Sie
LeahCreo que no estoy entendiendo nada. Harry dijo que iríamos por esa persona misteriosa que nos ayudaría, pero aún no sé de quién se trata.—¿Podrías al menos ayudarme? —le digo, frustrada—. No sé qué es lo que tengo que hacer, y pareces muy tranquilo, aunque saben que podrían descubrirnos en cualquier momento.—Leah, como sigas hablando me volverás loco, lo juro.—¡Estoy preocupada, Harry!—Yo también, pero nunca hemos cambiado las cosas por estar preocupados, ¿o sí?—¿Quién nos ayudará?Como si incluso el chofer se hubiera hartado de escucharme, detiene el auto y una de las puertas se abre permitiéndole a mi amigo entrar.—¿Lucas? ¡¿Harry, metiste a Lucas en esto?!—Es la única persona de confianza que tenemos ahora, ¿okey? Era esto o morir.—Hola —habla con tranquilidad.—¡¿Por qué rayos estás tan calmado?! ¡Lucas vamos con la mafia!—Leah —sujeta mi hombro—. Tienes que tranquilizarte o nos pondrás más nerviosos de lo que ya estamos, sé en qué clase de problema me estoy metiendo
LeahParece un consultorio, tal vez quieren hacer pruebas conmigo o experimentar de alguna manera, para este punto ya no creo que nada pueda sorprenderme.—Te dejaré con Francis, suerte.Cuando la puerta se cierra me quedo helada ante lo que veo.—¿Francis?—Leah —se acerca para abrazarme, luce feliz de verme—. Nunca creí que tú serías la iniciada, esto es una locura —mira el anillo en mi mano—. Y una desgracia, siempre creí que yo sería el hombre que te entregaría ese anillo.—La vida da muchas vueltas al parecer.—Te he echado mucho de menos.—Yo igual —mentí.Francis es un viejo amor, una relación fallida por causa de mi padre, dijo que él y yo estamos en posiciones sociales diferentes y que no podía estar con él, se encargó de que desapareciera de mi vida, quién diría que terminaría metido en asuntos de la mafia.Éramos muy jóvenes para saber lo que es estar realmente enamorados, de alguna manera me alegra que lo nuestro no se haya dado, no estábamos listos para estar juntos.—Por
LeahPuede que sea muy pronto para saber realmente dónde está la lealtad de Michael, puede que ni siquiera lo conozca y también puede que tenga motivos retorcidos para querer ayudarme aun sabiendo que su bando no es conmigo, aun así, algo es seguro: no me odia, porque soy hermana.Sí, confié en Michael para que me ayudara en esto, él dice que de alguna manera todo lo que suceda con el sabotaje debe ser sorpresa incluso para el mismo Harry, por supuesto él no estuvo de acuerdo en que recibiera ayuda de mi hermano, pero no teníamos más alternativas, es por eso que me encuentro con él en un auto yendo de nuevo a la mansión donde comenzó mi iniciación.—Lindo tatuaje.—¿Qué tú no llevas uno, Michael?—Por suerte no, la mafia sabe que puedo ser un aliado solo en caso de emergencia, soy algo así como un bonus para ellos, sí me usan bien y, sino, también. Ya estamos llegando, no puedo bajar y acompañarte el equipo de Matthew me ve como el enemigo espero que lo entiendas.—¿Por qué estás haci
HarryHACE 5 AÑOSEstaba harto de escuchar a mis padres decir lo mismo una y otra vez.«Harry tienes un gran futuro, no lo arruines»«Tienes que ayudar a tu hermano»«Tal vez algún día Adrián triunfe y tú no»Primero decían amarme y al siguiente minuto ya me odiaban y todo porque yo era mejor que Adrián ¡No era mi culpa! Para dejar de pensar en todos sus sermones y reclamos decidí mantenerme lo más alejado de ellos, tanto como me fuera posible, había un bar que siempre tenía chicas preciosas y hoy solo quería pasarla bien.Por supuesto mi hermano tuvo que llamarme y con eso arruinó mi tarde.—¿Qué quieres, Adrián?—¿Dónde estás? No me importa si me dices que del otro lado del mundo, iré contigo porque ya no soporto a mis padres, todo el tiempo me están diciendo qué hacer como si no fuera bastante grandecito ya.—Tenemos veintinueve años, creo que ya deberían dejar de tratarnos como niños.—¡Eso les digo siempre yo!Adrián y yo teníamos nuestras diferencias, parecía que mis padres comp
Harry—Harry —Lucas agita su mano frente a mí—. ¿En qué tanto piensas?—Lo siento, solo estaba distraído.No pienso decirle que estaba recordando el día que conocí a Leah y como me arrepiento de no haber luchado más por ella desde el momento en que puso un pie fuera de ese bar.—¿Leah no responde tus llamadas? —pregunto.—No, tampoco mis mensajes, supongo que está abrumada con todo lo que está pasando, estoy aquí para ayudarte, he hecho esto con Leah cientos de veces, limpiaremos tu nombre y entonces recuperarás tu credibilidad, te ayudaré.—¿Crees que venga a verme?—No creo que sea lo más apropiado, recuerdo que está en un proceso de iniciación, verla contigo que eres considerado el enemigo de Adrián no sería muy bueno.Tiene razón seguro que no puede aparecerse porque eso confundiría a las personas de la MOH, debe mantenerse lejos de mí tanto tiempo como sea posible, aunque ahora me hago pasar por Adrián y no tengo tan que sufrir la ausencia de Leah, pero como quisiera que ella pud
LeahQuizá era momento de temer mi vida, nunca antes había estado en una pelea, no tenía entrenamiento, debí haberle hecho caso a mi madre cuando me dijo que aprendiera defensa personal, seguro que eso me ayudaría mucho ahora.—Por favor no se queden ahí paradas que tenemos un combate que realizar, peleen, vamos.—Esto será divertido.La chica frente a mí que no sabía ni siquiera cómo se llamaba, lucía por mucho más segura que yo, ella es parte de todo este mundo, debe tener experiencia, ¿cómo se supone que saldré con vida de esto?Como pude me acerqué a la chica esperando dar el primer golpe, pero no fue así, con facilidad me atacó y caí al suelo, el resto de hombres a mi alrededor comenzaron a reírse de mí, me estaba sintiendo tan humillada y aterrada a partes iguales.Logré ponerme de pie y en medio de las rizas le solté un puñetazo a la chica lo que hizo que el cuarto volviera a sumergirse en absoluto silencio donde las únicas protagonistas éramos nosotras. Por supuesto la situaci
HarryMi mente me transportaba con frecuencia al momento en donde mis manos recorren el cuerpo de Leah, tanto que cuando desperté tenía un pequeño problema. Tuve que colocarme una de sus almohadas cubriendo la erección.—Hola —le dije apenas vi que se movía—. ¿Dormiste bien?—Sí, eso creo —sonríe en cuanto me ve—. De verdad te quedaste toda la noche.—No creías que te iba a dejar sola, ¿o sí?—¡Buenos días! —entra Michael sonriendo con dos cafés—. Adivinen a quién dan de alta hoy.—A mí, ¿Qué haces aquí?—Es que tienes que probar este café, Leah, es el mejor de la ciudad.Lo dejó a un lado de la camilla, me parecía tan extraño ver a Michael un mafioso que en su zona es respetado, mostrándose ahora tan feliz con Leah. No importa que sea su hermano, sigo desconfiando de él, podría traicionarnos en cualquier momento si bajamos la guardia y no dejaré que eso pase.—Harry, anda de pie tienes que buscar el medicamento de Leah.—Sí, sobre eso… —ladeé la cabeza para que entendiera lo que pasa