Leah

Agradecía que al menos tuviera dinero en la tarjeta o sino estaría perdida. Fui a comer algo, intenté distraerme en tiendas de ropa, en algún museo que encontré, hasta que di con un club, era lo mejor que encontraría a esta hora, necesitaba pensar en dónde pasaría la noche.

Para mejorar las cosas, olvidé mi celular y no pienso regresar a la casa de Harry tan solo para recuperarlo, qué bueno que lo dejé así no podrá encontrarme.

Este lugar es elegante, cómodo, pero al mismo tiempo también luce costoso y me he gastado lo que me quedaba en algo de comida. Sin dinero, ni forma de comunicarme y sin conocer a nadie, creo que estoy perdida.

—Ay, lo siento —dice una chica que choca conmigo—. Uff, casi te cae esta bebida encima.

—Solo me falta eso para que el día mejore.

—Luces cansada, como la clase de chica que necesita un poco de alcohol.

Hay algo en ella que te hace confiar al instante, su actitud, lo genuina que se ve su sonrisa, con suerte ella podría ayudarme.

—Una copa no m