Cristhofer la voltea a mirar estupefacto. —¡Lena!— balbuceó aterrado porque su esposa lo está mirando con desdén, cosa que le causa terror a CristhoferLena se acerca caminando con firmeza, sin dejar de mirar a su esposo.—lo puedo explicar— se apresura a decir, no quiere un mal entendido—¡Hombres…— susurra la mujer atrevida, y eso lo escucha Lena —¡Cállate, y vete de mi presencia, no lo vuelvo a repetir!— ordena Cristhofer muy impaciente, se coloca de pie para darle frente a la situación—¿¡Qué rayos haces con esta mujer!?— la señala Lena muy eufóricaLa chica hace un gesto de desagrado, mirando a Lena de pies a cabeza. —con razón este guapo hombre está solo, quiere estar sin tí, qué tóxica eres, déjalo respirar—mi amor no la escuches, solo vine a tomarme unos tragos, nada más— palabras que Lena no escucha por los celos que siente, reacciona es abofeteando a su esposo dejándolo atontado —¡He estado esperando en casa! Nuestros hijos preguntaron por tí y estás con está mujerzuela—
Cristhofer Di Monti deja su celular móvil a un lado mientras piensa en las palabras adecuadas para explicarle a su esposa lo que pasó. —¡Responde!— ordena ella—te lo diré… Ordené que golpearan a Sebastián para hacerle pagar sus chantajes y amenazas, no pensaba quedarme de brazos cruzados mientras que él estaba como si nada, y queriendo atormentar más tu vidaLena por el asombro, lleva su mano derecha a su boca —¡Dios...!—te hago respetar Lena, si no le ponía un alto a ese maldito degenerado, entonces íbamos a seguir en lo mismo y no me parece justo, ¿Puedes por favor entender mi posición? Soy tu esposo y protejo a mi esposa, de la misma manera en que tú sacaste tus garras con esa mujer en el bar—no es que este molesta, pero te conozco y sé que no fue una golpiza leve, eso te puede meter en problemas, y es lo que menos necesitamos en éstos momentos —descuida, él no se va a atrever a denunciar, sabe que lleva las de perder luego de lo que te hizo, te pido por favor que no lo vuelvas
Cristhofer lleva sus manos a su cabeza, jalando un poco su cabello por la desesperación, a pesar de todo es su padre, y no le deseaba la muerte.La muerte del señor Di Monti, circuló por todos los medios de comunicación, dónde Lena Maxwell recibió esa noticia sorpréndete.Se dispone a llamar a Cristhofer, pero le contesta Gutiérrez. —Cristhofer, cariño…— Lena se apresura a decir —habla con Gutierrez, el señor no podrá atenderla—Entonces es cierto que su padre ha muerto, ¡Quiero hablar con Cristhofer!—no será posible, se está ocupando de la funeraria, dele un poco de tiempo y la llamara señora Di Monti—por favor, se comunique lo más pronto posible— Lena cuelga la llamada y mira a Natalia—es súper extraño, ese anciano ha muerto cuando Cristhofer regresó—sabes que la muerte es repentina Natalia, pobre Cristhofer, deseo estar a su lado para darle mi apoyo—lo mejor es que no le digamos a los niños, bueno a Francesco, creo que ya no vamos a ver al señor Lombardi—sí… la Nana cuidará
Lena abofetea a Mei. —¡A mí esposo lo respetas! ¡No superas el que jamás me haya olvidado y que nunca estuvo contigo! ¿Creés que me afecta que sea estéril?— sonríe Lena mostrando su lado oscuro —tenemos un precioso hijo, además también Francesco, no entiendo lo mala sangre que fuiste con el niño, el cual es un amor y me llama "mamá" así que lo que digas no me va a afectar si eso es lo que quieres y usted señor Lombardi es una lástima, me causas lastima, vamos Natalia, no pienso tener más en frente a está víbora—¡Estúpida! Está bofetada te saldrá bien cara, eres una ladrona y muerta de hambre— gritó Mei palabras venenosas, pero Lena continúa su caminó junto a Natalia —seria una maldita broma, si esa cruel mujer llega hacer tu hermana —calla tu boca, todo es casualidad nada más— suspira Lena —¿Ahora que voy hacer? Esa Mei es la señora Lombardi, no sé cómo carajos logró casarse con ese hombre, a Cristhofer no le va agradar ésto A Natalia le llega una notificación en su celular móvil
Cristhofer Di Monti está cansado luego de todo lo que ha pasado, y más que su familia lo haya insultado y tratado de la peor manera, sin importarle la hora que era, tomó la decisión de regresar a casa, necesita un abrazo de su amada esposa y que consolarse en los brazos de ella.Al llegar a la 1 de la madrugada, el escolta mayor traga grueso al ver a su jefe venir.—lamento lo de su padre señor— hace una mini reverencia—ya sabes que está prohibido la entrada de mi familia a esta casa—no pensé que vendría señor— el escolta no sabe cómo decirle a su jefe lo que ha pasado —voy por mi esposa, no quiero que nadie me moleste— Cristhofer abre la puerta de su casa—su esposa no está señor— informa el escolta mayor y Cristhofer se detiene, siente una punzada en su pecho —¿Cómo qué mi esposa no está?— pregunta fulminante—no sé como explicarle señor—¡Habla maldita sea!— gruñó Cristhofer—su esposa dijo que sería salir a tomar un poco de aire, creo que estaba molesta porque usted no le habí
Lena se marcha a su casa, aunque el gerente la quiso detener, ella escapó, necesita llegar a casa y encontrarse con Cristhofer.El agente mayor al ver el taxi llegar se acerca rápidamente para ver quién es.—¡Señora Di Monti!— el escolta puede ver lo temerosa que está, Lena al ver que las luces de su casa están encendidas, corre hacia la casa—paga el taxi— fue lo único que le dijo, y al ingresar a la casa, todo está normal, ella mira asustada a los lados, y pareciera que el corazón se le fuera a salir —¡Lena!— Natalia apareció de la nada haciéndola exaltarLa reacción de Lena luego de ver que es su amiga, fue acorrer a abrazarla. —¡Calma Lena!—Cristhofer… Sebastián, el hotel— balbuceó —lo perdi, ya no queda nada, Cristhofer me odia, necesito decirle lo que pasó —¡Los niños!— exclama Lena y sus manos empiezan a temblarNatalia coloca sus manos en el rostro de Lena para hacer que la miré. —mírame, primero debes calmarte ¿Entendido? Te puede dar algo Lena, Cristhofer ha venido, se lle
—lo siento señora Di Monti, no puedo ayudarle, por favor no me odié, no quiero más problemas y el señor me dejó en claro que solo busque a los niños y no diga absolutamente su paradero —¿En serio Gutiérrez? ¡Cristhofer y yo tenemos mucho de qué hablar! No puedo creer que te pongas en este plan, yo asumo todo lo que se me venga encima, pero dígame ¿Dónde está Cristhofer?Gutiérrez niega con la cabeza. —se lo suplico señora Di Monti, no me regué que me siento mal al negar su petición, es mejor que se den un tiempo cuando ambos estén más calmados—algo que tiene Cristhofer, es que es orgulloso sí a él se le da la gana no me vuelve a hablar, ¿Y nuestros hijos? Ellos no merecen eso—y estoy de acuerdo con usted señora, pero estoy seguro que cuando mi jefe se calmen todos los malos entendidos se van a aclarar Lena se pone cabizbaja, se le salen las lágrimas, siente que no puede esperar que esos días pasen.Gutiérrez quiere que la tierra se abra y se lo tragué, porque le duele ver a Lena a
Lena está como alma en pena, sentada en el mueble con su mirada fija a la pared color blanca, la mujer no parpadea y por más que Natalia le suplicó que desayune se negó rotundamente a hacerlo.Su único deseo es una pronta solución a su crisis matrimonial, no importa lo demás, lo importante es la familia, tenerlos a todos juntos.Tocan el timbre con insistencia, por lo que Natalia muy emocionada corre a abrirla, mientras que Lena no tiene ni la mínima emoción.Ella abre la puerta y un hombre ya maduro, cabello totalmente canoso, vestido muy elegante, la mira de pies a cabeza. —buen día, soy Larson— habla con tanta educación que le confirma que es el hombre con quién habló por teléfono—buenos días señor Larzon, me causa alegría saber que eres real, que has venido hasta acá, pero temo que mi amiga los atienda, está pasando por un momento demasiado difícil, y está muy triste—es una pena… ¿Qué le sucede a la señorita? Quizás mis señores puedan ayudarle— está intrigante por conocer a Lena