Lena abofetea a Mei. —¡A mí esposo lo respetas! ¡No superas el que jamás me haya olvidado y que nunca estuvo contigo! ¿Creés que me afecta que sea estéril?— sonríe Lena mostrando su lado oscuro —tenemos un precioso hijo, además también Francesco, no entiendo lo mala sangre que fuiste con el niño, el cual es un amor y me llama "mamá" así que lo que digas no me va a afectar si eso es lo que quieres y usted señor Lombardi es una lástima, me causas lastima, vamos Natalia, no pienso tener más en frente a está víbora—¡Estúpida! Está bofetada te saldrá bien cara, eres una ladrona y muerta de hambre— gritó Mei palabras venenosas, pero Lena continúa su caminó junto a Natalia —seria una maldita broma, si esa cruel mujer llega hacer tu hermana —calla tu boca, todo es casualidad nada más— suspira Lena —¿Ahora que voy hacer? Esa Mei es la señora Lombardi, no sé cómo carajos logró casarse con ese hombre, a Cristhofer no le va agradar ésto A Natalia le llega una notificación en su celular móvil
Cristhofer Di Monti está cansado luego de todo lo que ha pasado, y más que su familia lo haya insultado y tratado de la peor manera, sin importarle la hora que era, tomó la decisión de regresar a casa, necesita un abrazo de su amada esposa y que consolarse en los brazos de ella.Al llegar a la 1 de la madrugada, el escolta mayor traga grueso al ver a su jefe venir.—lamento lo de su padre señor— hace una mini reverencia—ya sabes que está prohibido la entrada de mi familia a esta casa—no pensé que vendría señor— el escolta no sabe cómo decirle a su jefe lo que ha pasado —voy por mi esposa, no quiero que nadie me moleste— Cristhofer abre la puerta de su casa—su esposa no está señor— informa el escolta mayor y Cristhofer se detiene, siente una punzada en su pecho —¿Cómo qué mi esposa no está?— pregunta fulminante—no sé como explicarle señor—¡Habla maldita sea!— gruñó Cristhofer—su esposa dijo que sería salir a tomar un poco de aire, creo que estaba molesta porque usted no le habí
Lena se marcha a su casa, aunque el gerente la quiso detener, ella escapó, necesita llegar a casa y encontrarse con Cristhofer.El agente mayor al ver el taxi llegar se acerca rápidamente para ver quién es.—¡Señora Di Monti!— el escolta puede ver lo temerosa que está, Lena al ver que las luces de su casa están encendidas, corre hacia la casa—paga el taxi— fue lo único que le dijo, y al ingresar a la casa, todo está normal, ella mira asustada a los lados, y pareciera que el corazón se le fuera a salir —¡Lena!— Natalia apareció de la nada haciéndola exaltarLa reacción de Lena luego de ver que es su amiga, fue acorrer a abrazarla. —¡Calma Lena!—Cristhofer… Sebastián, el hotel— balbuceó —lo perdi, ya no queda nada, Cristhofer me odia, necesito decirle lo que pasó —¡Los niños!— exclama Lena y sus manos empiezan a temblarNatalia coloca sus manos en el rostro de Lena para hacer que la miré. —mírame, primero debes calmarte ¿Entendido? Te puede dar algo Lena, Cristhofer ha venido, se lle
—lo siento señora Di Monti, no puedo ayudarle, por favor no me odié, no quiero más problemas y el señor me dejó en claro que solo busque a los niños y no diga absolutamente su paradero —¿En serio Gutiérrez? ¡Cristhofer y yo tenemos mucho de qué hablar! No puedo creer que te pongas en este plan, yo asumo todo lo que se me venga encima, pero dígame ¿Dónde está Cristhofer?Gutiérrez niega con la cabeza. —se lo suplico señora Di Monti, no me regué que me siento mal al negar su petición, es mejor que se den un tiempo cuando ambos estén más calmados—algo que tiene Cristhofer, es que es orgulloso sí a él se le da la gana no me vuelve a hablar, ¿Y nuestros hijos? Ellos no merecen eso—y estoy de acuerdo con usted señora, pero estoy seguro que cuando mi jefe se calmen todos los malos entendidos se van a aclarar Lena se pone cabizbaja, se le salen las lágrimas, siente que no puede esperar que esos días pasen.Gutiérrez quiere que la tierra se abra y se lo tragué, porque le duele ver a Lena a
Lena está como alma en pena, sentada en el mueble con su mirada fija a la pared color blanca, la mujer no parpadea y por más que Natalia le suplicó que desayune se negó rotundamente a hacerlo.Su único deseo es una pronta solución a su crisis matrimonial, no importa lo demás, lo importante es la familia, tenerlos a todos juntos.Tocan el timbre con insistencia, por lo que Natalia muy emocionada corre a abrirla, mientras que Lena no tiene ni la mínima emoción.Ella abre la puerta y un hombre ya maduro, cabello totalmente canoso, vestido muy elegante, la mira de pies a cabeza. —buen día, soy Larson— habla con tanta educación que le confirma que es el hombre con quién habló por teléfono—buenos días señor Larzon, me causa alegría saber que eres real, que has venido hasta acá, pero temo que mi amiga los atienda, está pasando por un momento demasiado difícil, y está muy triste—es una pena… ¿Qué le sucede a la señorita? Quizás mis señores puedan ayudarle— está intrigante por conocer a Lena
—¡Francesco..!— Cristhofer frunce el ceño y se coloca de pie, pero siente un leve mareo, él se acerca a su hijo y lo sacude con preocupación —¡Hijo!— pero Francesco no despierta.Lo cargó entre sus brazos y miró a su alrededor, la angustia ya se está apoderando de él. —¡Ayuda!— soltó un grito desgarrador, pero sus escoltas no respondieron a su llamado.Al salir de la habitación de juegos, sus escoltas están en un profundo sueño, unos sentados y otros acostados en el suelo. —¿Qué carajos pasó?— su corazón se empieza a acelerar —¡Emanuel!— ya su mente está con más claridad —¡¡Despierten maldición!!— gruñó pero nadie lo escuchó —¡Ayuda!— empieza a correr muy desesperado en busca de ayuda—señor…— una mucama se acerca al verlo angustiado—¡Mi hijo! Sean robado a mi hijo, que cierren el hotel ¡Nadie sale de aquí!— ordena CristhoferLa mucama asiente y sale corriendo en busca de ayuda, y tan solo fueron minutos para que todo se volviera un caos y su hijo Francesco esté recibiendo atención m
Cristhofer se asombra al ver a Lena y que viene acompañada. —calma hija, lo mejor es estar unidos para encontrar al niño, ya tu padre se está encargando de ello— interviene la señora Watson—¡No puedo calmarme! ¡Él tiene la culpa! ¡Cuando estoy a su lado todo es una maldita tragedia!— Lena se acerca a Cristhofer y empieza a golpearle el pecho seguidamente con sus manos empuñadas —¡Debiste cuidarlo! Debiste hacerlo…— la voz de Lena se quebranta, no lo pudo soportar más y Cristhofer la sostiene de las manos para luego abrazarla fuertemente —no quisiste escucharme, soy inocente y ahora mi hijo está perdido, te odió Cristhofer Di Monti—como lo lamento Lena— balbuceó aceptando su error—Tu lamento no sirve de nada, mi hijo, el de mis extrañas fue robado ¡Si algo le pasa a mi hijo, lo pagarás Cristhofer! Llevaré a Francesco conmigo—Francesco está bajo observación, pero está bien, estaba inconsciente debido a que los drogaron con gas somnífero, de lo contrario hubiera sido difícil para log
—¿Qué hacemos con él?— pregunta él escolta fiel de la señora Di Monti—ese maldito habló con Lena, quizás con más razón… sospechen de mí, ¡Desaparece a ese bastardo! No quiero que lo encuentren nunca—como ordené señora, ¿Algo más?—No.—disculpe señora Di Monti, pero el niño no se ve bien de salud —¿Qué te importa? Sé perfectamente lo que estoy haciendo y no me contradigas, es cuestión de que mi nieto descanse para que pueda recuperarse, no puedo buscar a ningún médico, mi hijo tiene mucha influencia y puede encontrarnos, ¿Acaso no vez la suma grande de dinero que esta ofreciendo a cambio de que le regresen a su hijo ¡No seas ridículo! Y espero que sigas siendo leal hasta la muerte, pobre de tí dónde me traiciones— la señora Di Monti lo mira con despreció—es una lástima que piense eso de mí, cuando le he demostrado lealtad, pero descuidé, voy hacer mi trabajo, si me necesita vendre pronto El escolta de la señora Di Monti, se dispone a llevarse a Sebastián, para sepultarlo y que j