Cristhofer la besa, como si no hubiera un mañana, pero Lena trata de alejarlo, necesita parar este beso que la está haciendo perder la cordura.Ella lo empuja fuertemente, siente sus labios hinchados y arder. Ella lo abofetea y luego lo señala. —¡Eres un abusivo Di Monti!— él acaricia la mejilla golpeada por Lena, sin dejarla de mirar—golpearme todo lo que tú quieras Lena, pero estoy seguro que este beso te ha encantado, y se, que sí yo, estoy prendido de deseo por hacerte mía en este momento, tú ya estás mojada y lista para mí— Lena traga grueso—¡Tonterías!— Lena intenta abrir la pequeña puerta, pero Cristhofer la vuelve acorrarlar—mi amor, escucha, intentemos, seamos un familia junto a nuestro hijo y Francesco—para tu información, Cristhofer, Francesco se ha ganado mi cariño en poco tiempo, y te repito que no pienso tener algo contigo, así que no alucines, porque no sentí nada —¡Maldición mujer! No me dejes así, estoy jodidamente loco por hacerte mía Esa confesión aceleró el c
—Cristhofer por favor— Lena lo mira, sabe que él es compulsivo, no quiere tener problemas—¡Dile que se vaya!— ordena Cristhofer—No. Yo he estado para Emanuel, así que no me pienso ir— Sebastián le responde con arrogancia —¿Quién será el donante?— la doctora interrumpe, ha podido ver el sacrificio y preocupación de Lena, y sabe que ahorita no está bien —yo seré, le salvaré la vida a mí hermanito— Francesco aún esta abrazando a su padre, no quiere que discuta—ven conmigo pequeño— la doctora extiende su mano—doctora, en este caso… Deseo que le hagan la prueba al hermano y al padre de mi hijo, no quiero perder el tiempo— súplica Lena —esta bien, sigan conmigo por favor— la doctora empieza a caminar—todo va a estar bien pequeño— lo anima Lena, y Francesco corre a abrazarla —te veo en un momento Lena— Cristhofer tiene un temple en su rostro muy frío —en cuanto les hagan la prueba, vamos para que conozcas a Emanuel— Cristhofer asienta con la cabeza y luego mira con frialdad a Sebas
—¡Maldición!— gruñó Cristhofer por lo bajo—debes calmarte Cristhofer—¿Cómo pudieron engañarme de esa manera?—disculpe, saldré un momento, les recuerdo que no hay tiempo que perder, debo hacer el trasplante— la doctora sale de la habitación—enviaré a Francesco con Mei— Di Monti está con el genio de los mil demonios—¡Si haces eso, me voy a decepcionar más de tí! Francesco te ama, y tú has sido un buen padre con él ¿Tan frío tienes tu corazón para hacerlo a un lado?— pregunta Lena en voz baja —¡Tú no lo entiendes! No tolero que me engañen Lena, Mei me tendrá que escuchar —¿Entonces sí piensas hacer a un lado a Francesco?— pregunta Lena fulminante Cristhofer hace silencio. —piensa en ese niño, está ilusionado, tú eres su figura paterna, no lo lastimes, si nunca hubieras sabido la verdad, todo siguiera igual, padre e hijo, te pido, que te coloques la mano en el corazón, Francesco necesita amor y yo se lo daré ¿Y tú?— Pregunta Lena, sus ojos sean tornado llorosos —lo siento Lena, e
Lena muerde su labio inferior. —¿Puedo saber qué decisión has tomado?— pregunta Lena —Lena, necesito de tu apoyo y que estés a mi lado, quizás no estés de acuerdo, pero con la ley es complicado, debo dejar que Francesco se vaya con Mei —¿¡Qué!? ¡No puedes hacer eso!— Lena niega con la cabeza —debo hacerlo, solo confía en mí, por favor —Pero Francesco, ¿Qué será de él?— Lena está sumamente preocupada —se pondrá triste, ha sufrido, no lo merece —escucha…— Cristhofer suspira profundamente —confía en mí, sé que es difícil que lo hagas luego de todo lo que ha pasado, pero confía en mí, por favorLena lleva sus manos a la cabeza, masajeando su cabello, Cristhofer la mira detenidamente.[...]—¿Aquí vive mi madre?— pregunta Francesco—si pequeño, vamos para que te des un baño, ¡Carajo!— Natalia se asustó —¿Qué haces aquí Sebastián?— Natalia lo mira con extrañeza—vine a buscar unas cosas que tenía guardadas aquí, pensé que Lena era la que había llegado ¿Cómo está Emanuel?—¡Fue un éxito
Lena voltea a mirar a Mei y Francesco al oír la voz de esa mujer, se aferra a Lena. —¡Aléjate de Francesco!— Mei camina hacia Lena, y empieza a forzar a Lena, para quitarle al niño—¡No lo toques!— Lena intenta proteger a FrancescoNatalia que escucha los gritos, se acerca rápidamente y empuja a Mei. —¡Maldita bruja! ¡Aquí no eres bienvenida!— la señala Natalia—¡Me estás robando a mi hijo Lena, te voy a demandar!— Mei está como loca, ella se acerca a Lena nuevamente sin importarle la presencia de Natalia —las cosas no se resuelven con violencia— interviene Lombardi—¡Tengo miedo mamá!— exclama Francesco, el pobre niño está muy asustadoLena aprovecha que Natalia se coloca como un escudo protegiéndola. —corre al baño, no salgas— le pidió Lena a Francesco—no me dejes mamá— súplica Francesco entristecido —no lo voy hacer, yo te voy a proteger—¡Yo soy tu madre malagradecido!— Mei reprende a FrancescoFrancesco con temor corre hacia él baño, y Mei detrás del niño, pero Lena no le pe
Lena se asombró —¡Cómo ordené señor!— Gutiérrez se apresura a obedecer—¡Espera Cristhofer! Para todo ésto, estás en recuperación—¡No pienso permitir que alguien te lastime!— Cristhofer se quita los cables y Lena se acerca rápidamente—calma, a ella le quedó claro que no me pienso dejar, estás asustando al niño— Lena mira a Francesco Él agarra la mano de Lena y la atrae hacia él. —comprende que eres importante para mí, y lo que más deseo es tu bienestar y la de mi hijos— Cristhofer posa sus manos en el rostro de Lena —a Mei le saldrá caro, haber lastimado tú rostro— habló entre dientes —lo pagará —cálmate por favor, esto no es nada para todo lo que le hice a ella, vuelve acostarte, no debes hacer tanta fuerza— pidió Lena y Cristhofer la acerca más él, dónde puede sentir su respiración y aquel deseo de besarla —no soporto que alguien te coloque una mano encima— Cristhofer se acerca para besar sus labios, mientras que Francesco está muy emocionado al verlos así juntos, pero Lena baj
—¿Lombardi?— lo menciona Cristhofer pero con una cólera que le provoca tener de frente a ese hombre y golpearlo por querer quitarle a Lena —¿Estás molestó?— pregunta Lena, y mira a Natalia—Yo… los dejo a solos— Natalia se marcha, no quiere presenciar la escena de celos —¿Cristhofer…?— Lena observa que este no dice nada, y no le agrada que esté divagando en sus pensamientosÉl cierra y abre los ojos para contenerse, y luego mira hacia la terraza. —lo siento, Lena— Cristhofer camina hacia la terraza, necesita respirar, no quiere ser un patán y que luego Lena se quiera apartar más de él Ella observa cómo él se marcha hacia la terraza y luego coloca sus manos en su cintura, pero literal el hombre está qué explota.Lena traga grueso y camina hacia Cristhofer. —¿Qué te sucede?— pregunta ella al estar a su lado —déjame sólo Lena— pidió Cristhofer sin mirarla a los ojos —¿Estás molesto por el detalle que me envió Lombardi?— pregunta ella suavizando su voz —después de todo, tienes derec
Sebastián sabe que no puede mencionar a la madre de Cristhofer, porque si no, perdería todo. Y más a Lena, porque él es consciente de todo el daño que esa anciana le provocó.Cristhofer se acerca a Sebastián, quedando frente a frente —no eres nadie, y no puedes conmigo— dicho ésto, Cristhofer se marcha para ir hacia su enemigo, Sebastián está tensionado, tuvo que callarse, pero no se piensa quedar con los brazos cruzadosDi Monti se sube a su auto, y el chófer lo lleva en dirección donde está Lombardi.En ese momento, recibe una llamada de Gutiérrez. —¿Ahora qué Gutiérrez?—señor, me han informado que la señorita Mei, ha escapado —¿Qué mierdas?— Cristhofer no lo puede creer—señor, ella sabía que usted la estaba buscando, por esa razón se escapó, se fué de este país, estoy tratando de averiguar a dónde, pero esa mujer es muy astuta—¡Es una escoria! Ella sabe de lo que soy capaz Llamaré a mi madre, de aseguró se fue a refugiar en la mansión Di Monti—no lo creo señor, la señorita Mei