“Le agrada más Lorena que yo” pensó el joven. Llevó sus ojos hasta la muchacha que comenzaba a acomodarse en la cama boca arriba con sus extremidades acaparando todo el espacio mientras su boca estaba abierta dejando salir un poco de saliva.—No se ve para nada enferma —musitó Cristian.Salió del cuarto rumbo a su habitación para así comenzar a alistarse, mientras se terminaba de cambiar su celular sonó.—¡Oye!, tu papá me dijo que la loca durmió en tu casa —escuchó la voz de Camilo.—¿Cuál loca? —preguntó Cristian mientras terminaba de abotonar la camisa blanca frente al espejo.—La chica esa, la rarita, no me acuerdo de su nombre —respondió Camilo con un tono bastante enfadado.—Estaba enferma. ¿Ya estás llegando a mi casa?—Sí, voy a sacar a esa loca de allí, mira que dormir en tu casa, mañana ya estará embarazada —Camilo colgó, miró por la ventana del auto y se dio cuenta que ya estaba frente a la casa de Cristian.Bajó del auto rápidamente y entró como si se tratara de su casa, s
—No le prestes atención, solo te está molestando la mañana —dijo Cristian ya aburrido de los celos de Camilo.—Como somos un grupo, nos gusta estar juntos —respondió Miguel.—¿Y por eso desayunan aquí? —inquirió Lorena.—Somos un grupo, es nuestro ritual —explicó Miguel con voz seria.—Ah… Entonces yo estoy en medio de su ritual —Lorena quería soltar la carcajada, debería de hacerlo, ellos se habían burlado mucho de ella.—Sí, eres la que quiere robarnos a Cristian —soltó Camilo.—Pero, no soy nada de Cristian —refutó la joven.—Dormiste aquí anoche, así que no entiendo mucho ese trato suyo, durmieron juntos —alegó Miguel mientras miraba su plato ya vacío.—¿En serio están celosos? —Lorena se cruzó de brazos.—¿Por qué? ¿No podemos? —discutió Camilo.—Si a tu mejor amiga se le acerca un tipo raro ¿no te enojaría? —preguntó Miguel.—Ella no tiene amigas —dijo Camilo.—¡Claro que sí tengo! —se enojó Lorena.—¿También es imaginario como tu supuesto novio? —inquirió Miguel.—¡Oye! —gritó
—Gracias —soltó Camilo y después se ruborizó.Laura quedó sorprendida al escuchar toda esa conversación, era amiga de chicos populares y como si fuera poco, tenía un novio, era como si ahora fuera otra chica. Laura se enojó mucho, Lorena le había mentido, no creía que hubiera cambiado tanto de un día para otro y conversar de esa manera con unos chicos, estar tan arregladita, hablar sobre novios y su amigo cool, ¡esa chica se veía que tenía mucho dinero como todos los que estudiaban allí!Laura caminó lentamente por el pasillo bastante triste, se sentó en una banca que estaba por un parque y observó una foto que tenía en su celular con Lorena, era de esperarse, solo tenía un día de ser amigas; así que, en realidad no era amigas, solo conocidas. “Ella tiene un círculo social, amigos, novio, ¿por qué no me contó nada de eso? —pensó— claro, apenas nos estábamos conociendo, y yo que le iba a contar de mi amor platónico”. Laura alzó la mirada y a lo lejos vio algo que la dejó petrificada, e
Lorena entró al baño y comenzó a buscar a la joven. Laura se había encerrado en una cabina mientras dejaba salir sus lágrimas.—Disculpa a Camilo, suele ser bastante imprudente, no fue su intención, no sabía que te gustara en verdad Miguel, solo lo hizo en broma —dijo Lorena, estaba muy preocupada por la muchacha.—Vete, no te quiero ver —ordenó Laura.—Yo te iba a contar hoy todo sobre lo que está sucediendo, ayer no lo hice porque recién nos estábamos conociendo, sé que actué mal al no decirte que hablo con estas personas, pero, en serio, no fue mi culpa, hoy me han sucedido muchas cosas que fueron imprevistas —trató de explicar Lorena—. Camilo es amigo de Cristian, un chico con el que tengo un trato, me hago pasar como su novia, pero todo es una farsa, hoy nos hicimos amigos, me acompañó todo el recorrido al
—Ay, Camilo, ¿por qué no comenzaste por ahí? —Lorena desplegó una enorme sonrisa—, claro que te voy a ayudar, soy una nerd para los números, en serio, ¡si vieras las notas tan perfectas que tengo en esas materias! —los ojitos de la joven comenzaron a brillar—. Pero, primero lo más esencial, ¿cuánto me vas a pagar al mes por ayudarte con las clases?—Lo que tú quieras, puedes poner la cifra que desees, aunque claro, entre más alta, más tiempo debes pasar ayudándome a que mis notas suban —explicó Camilo.Marc y Laura estaban sorprendidos al ver que esos dos estaban haciendo un trato.—Algo me dice que Lorena le encanta hacer tratos —susurró Laura.—Sí, le gustan los negocios —musitó Marc.Era la salida de clases, Marc y Lorena estaban caminando por la calle, como la jov
La tarde estaba transcurriendo bastante tranquila, nada fuera de lo común, Lorena le explicó y ayudó a Camilo con unas clases. Cristian se había marchado ya hace varias horas.—Bueno, yo me voy —Lorena se levantó de la silla y dejó salir un bostezo—. Estoy cansada.—Bueno, ya mañana seguimos. Ven a la misma hora, por favor —pidió Camilo mientras terminaba de recoger sus libretas de la mesa y las metía en su bolso.—Está bien —Lorena miró su ropa—. Voy a cambiarme.—No, quédate con esa. Mandé a tirar la que trajiste.—¡¿Qué?! ¡Oye…! —gritó Lorena.—Esa ropa la odié, no quiero volver a verla nunca más en mi vida —Camilo soltó una carcajada, puso su bolso en su hombro izquierdo y salió caminando de lo más
Laura con los ojos llorosos dobló la hoja rosada en dos y después la metió en el sobre, lo cerró y guardó la carta dentro de una libreta. Se levantó de la silla y caminó hasta su cama, tomó su celular que estaba sobre el colchón, buscó en la galería de éste algunas fotos que le había tomado a Miguel de lejos.Desplegó una sonrisa emocionada al ver las fotos del muchacho donde conversaba bastante alegre con Cristian y Camilo.—Debí tomarle fotos solo —balbuceó.Vio una foto donde Miguel posó a la cámara con una sonrisa desplegada saludando con una mano, de hecho, hasta se veía lindo. Ella le hizo zoom a la imagen y después soltó un grito de espanto, él se había dado cuenta que ella le estaba tomando fotos. Qué vergüenza..Lorena miró fijamente a Cristian basta
Camilo entreabrió su boca sin saber qué decir, volteó a ver a Lorena quien estaba en completo silencio con la mirada inclinada.—¿Por qué Cristian se comportaría de esa manera? —preguntó Camilo confundido.—¿No es evidente? —Marc respingó una ceja.—Cristian debe tener una razón para justificar su comportamiento —alegó Camilo—, conozco a mi amigo, sé que no es alguien impulsivo.—Por favor, no discutan —pidió Lorena con un cierto desgane en su voz.—Lorena —soltó Marc temeroso al ver el rostro triste de su amiga—, no estés así por un idiota que no vale la pena, ¿sí?—¿Así de grave fue? —inquirió Camilo entreabriendo sus labios.Marc rodó la mirada a Camilo quien comenzó a verlo con curiosidad:<