Lorena entró al baño y comenzó a buscar a la joven. Laura se había encerrado en una cabina mientras dejaba salir sus lágrimas.—Disculpa a Camilo, suele ser bastante imprudente, no fue su intención, no sabía que te gustara en verdad Miguel, solo lo hizo en broma —dijo Lorena, estaba muy preocupada por la muchacha.—Vete, no te quiero ver —ordenó Laura.—Yo te iba a contar hoy todo sobre lo que está sucediendo, ayer no lo hice porque recién nos estábamos conociendo, sé que actué mal al no decirte que hablo con estas personas, pero, en serio, no fue mi culpa, hoy me han sucedido muchas cosas que fueron imprevistas —trató de explicar Lorena—. Camilo es amigo de Cristian, un chico con el que tengo un trato, me hago pasar como su novia, pero todo es una farsa, hoy nos hicimos amigos, me acompañó todo el recorrido al
—Ay, Camilo, ¿por qué no comenzaste por ahí? —Lorena desplegó una enorme sonrisa—, claro que te voy a ayudar, soy una nerd para los números, en serio, ¡si vieras las notas tan perfectas que tengo en esas materias! —los ojitos de la joven comenzaron a brillar—. Pero, primero lo más esencial, ¿cuánto me vas a pagar al mes por ayudarte con las clases?—Lo que tú quieras, puedes poner la cifra que desees, aunque claro, entre más alta, más tiempo debes pasar ayudándome a que mis notas suban —explicó Camilo.Marc y Laura estaban sorprendidos al ver que esos dos estaban haciendo un trato.—Algo me dice que Lorena le encanta hacer tratos —susurró Laura.—Sí, le gustan los negocios —musitó Marc.Era la salida de clases, Marc y Lorena estaban caminando por la calle, como la jov
La tarde estaba transcurriendo bastante tranquila, nada fuera de lo común, Lorena le explicó y ayudó a Camilo con unas clases. Cristian se había marchado ya hace varias horas.—Bueno, yo me voy —Lorena se levantó de la silla y dejó salir un bostezo—. Estoy cansada.—Bueno, ya mañana seguimos. Ven a la misma hora, por favor —pidió Camilo mientras terminaba de recoger sus libretas de la mesa y las metía en su bolso.—Está bien —Lorena miró su ropa—. Voy a cambiarme.—No, quédate con esa. Mandé a tirar la que trajiste.—¡¿Qué?! ¡Oye…! —gritó Lorena.—Esa ropa la odié, no quiero volver a verla nunca más en mi vida —Camilo soltó una carcajada, puso su bolso en su hombro izquierdo y salió caminando de lo más
Laura con los ojos llorosos dobló la hoja rosada en dos y después la metió en el sobre, lo cerró y guardó la carta dentro de una libreta. Se levantó de la silla y caminó hasta su cama, tomó su celular que estaba sobre el colchón, buscó en la galería de éste algunas fotos que le había tomado a Miguel de lejos.Desplegó una sonrisa emocionada al ver las fotos del muchacho donde conversaba bastante alegre con Cristian y Camilo.—Debí tomarle fotos solo —balbuceó.Vio una foto donde Miguel posó a la cámara con una sonrisa desplegada saludando con una mano, de hecho, hasta se veía lindo. Ella le hizo zoom a la imagen y después soltó un grito de espanto, él se había dado cuenta que ella le estaba tomando fotos. Qué vergüenza..Lorena miró fijamente a Cristian basta
Camilo entreabrió su boca sin saber qué decir, volteó a ver a Lorena quien estaba en completo silencio con la mirada inclinada.—¿Por qué Cristian se comportaría de esa manera? —preguntó Camilo confundido.—¿No es evidente? —Marc respingó una ceja.—Cristian debe tener una razón para justificar su comportamiento —alegó Camilo—, conozco a mi amigo, sé que no es alguien impulsivo.—Por favor, no discutan —pidió Lorena con un cierto desgane en su voz.—Lorena —soltó Marc temeroso al ver el rostro triste de su amiga—, no estés así por un idiota que no vale la pena, ¿sí?—¿Así de grave fue? —inquirió Camilo entreabriendo sus labios.Marc rodó la mirada a Camilo quien comenzó a verlo con curiosidad:<
Lorena dejó salir un jadeo al no creer la arrogancia del joven “¡te voy a matar, estúpido!” pensó con mucha rabia. En aquel momento veía a Cristian pequeño, como una cucaracha que quería matar de un solo golpe con un zapato.—Es un macho, pecho de acero y temperamento fuerte, ¡ay! Como me gustan —soltó por lo bajo Marc y después dejó salir una risita traviesa.—Lorena —llamó Laura—, ¿vas a hablar con él? Creo que es algo bastante serio como para que te hable en clase.—Te lo dije, Cristian no es así, lo que sea que haya pasado entre ustedes, quiere arreglarlo —dijo Camilo.Lorena llevó una mano a su frente al no soportar el estrés de escuchar a sus amigos hablando de Cristian, no quería saber nada de ese tipo, le había tomado un fastidio total después de lo
Lorena apartó sus labios bastante asustada y vio cómo Cristian apretaba los suyos en silencio. Fue en aquel momento que la joven notó que Cristian tenía su cintura rodeada con sus fuertes brazos.El muchacho veía que Lorena se estaba preparando para disparar algo que, seguramente, iba a dañar sus planes; por lo mismo decidió adelantarse.—No digas nada, solo ayúdame estaba vez, por favor —susurró en uno de sus oídos.Con aquello Lorena comprendió todo, volvía a utilizarla para su conveniencia. Dejó salir un suspiro lleno de mucha decepción y empezó a apartarse de él con lentitud.—Eres un desgraciado —balbuceó, pero el joven, al estar bastante cerca de ella, pudo escucharla.—Sí, lo soy, lo siento por eso. Pero realmente necesito tu ayuda. Hay una chica que no me deja de perseguir y necesito que
Camilo estaba en su habitación sentado en un sillón de cuero oscuro leyendo la carta, en su rostro había una sonrisa dibujada. Debía aceptarlo, aquellas palabras lo tenían muy cautivado; realmente quería pensar que era la persona que traía conquistado el corazón de Laura, porque a él aquella carta ya lo había flechado.En su mente tenía impregnado el rostro de Laura, no era para nada fea, al contrario, tenía un rostro bastante tierno y aquellos lentes grandes que utilizaba la hacían ver inteligente (a él le gustaban así) y como ya había hablado con la joven un par de veces, conocía algo de su personalidad, le agradaba bastante.Estaba tan inmerso en sus pensamientos que soltó un grito cuando escuchó una voz que disipó el silencio que lo rodeaba.—¡Ah! —escuchó que alguien gritó—, ¡