KATHERINE PRIOR.
Me parece estar en una película de terror. Luego de que los Blake se fueron de casa, tuve una discusión con papá. No pienso casarme con ese engreído. Con razón me pareció conocida su voz cuando estaba en la cocina escuchando a escondidas, con razón al ver a Liam Blake se me hizo conocido, fue el hombre que estaba apoyado en el marco de la puerta cuando salí de aquel salón.
Respiro profundo, pensando en todas mis opciones. No pienso casarme… algo debo hacer para evitarlo.
No puedo atar mi vida a un desconocido. Sencillamente no puedo. En algún momento deseo sentir la magia del primer amor, del primer beso. Pero con ese tipo obviamente no será.
¿Por qué me pasa esto a mí?
Me siento una mala persona por desearle esto a mi hermana, pero sé que a ella si le hubiese gustado. Claro que sí, Zahira no es como yo, ni como Kendra.
Ahora todos mis sueños y metas las veo imposibles. Esa familia no me dejará cumplir mis sueños. Saldré de un calvario para entrar en otro. La prueba de todo es mi madre, salió de una estricta familia turca, para entrar en una donde el hombre es un abusador y ni respeto tiene por ella y sus hijas, hijas de su misma sangre.
Las lágrimas bajan por mis mejillas, no puedo contenerlas, no en estas cuatro paredes, sola y sintiendo que el mundo se me viene encima.
¿Qué voy a hacer?
Miércoles, 2 de octubre de 2024.
Despierto con el grito de papá. Hoy vendrán mi suegra y tía política. Me llevaran a una boutique de vestidos de novia para escoger.
¿cómo va a pasar eso tan rápido si aún no se ha definido una fecha?
Oh vaya, que sorpresa, esta noche tenemos una cena con toda la familia Blake, incluido su patriarca que no debe ser que otro egocéntrico como todos en esa familia.
—Kate, ve el lado bueno —susurra mi hermana mayor—. Estará rodeada de lujos —la miro como si se hubiese vuelto loca. ¿eso qué? ¿acaso debo sacrificar mi libertad por lujos que no son míos? —. Vamos Katherine, anima esa cara. Eres bonita, divertida, cariñosa —alzo mi ceja izquierda—, claro que vas a gustarle a ese tonto. No te dejes llevar solo por lo que dicen en la prensa. Sabes que son amarillistas y se inventan cualquier cosa con tal de tener ventas.
—Zahira… ni tiempo he tenido de revisar las redes —aparte que nuestro padre decomisó mi móvil—. Y no quiero gustarle a ese caprichoso.
—Vamos hermana, antes de que papá venga por ti.
En la mesa del comedor mi padre demanda sus órdenes.
Casarme.
Informarle todo lo que pase en esa mansión.
Tener un hijo.
Heredar toda la fortuna Blake por traer al mundo el primer bisnieto de Arthur Blake.
¿Acaso se volvió loco? ¿hasta donde puede llegar la ambición en él? ¿no le basta con casarme? Mejor dicho… con venderme. Porque así sucedieron los hechos, me vendió a una familia rica, se aprovechó del problema que están teniendo con ese chico.
Respiro profundo y me propongo ignorarle.
Después del desayuno tocan la puerta de casa, me veo con mi madre y hermanas, ellas asienten. Padre va contento a abrirle a las dos señoras elegantes que se abren paso en nuestra sala de estar.
Dibujan en su rostro perfectas sonrisas, parecen robóticas, ambas pelinegras con ojos de color verde aceituna. Parecen… ¿hermanas?
—Un gusto conocerte querida, Madison Blake —me extiende su mano amable. La tomo.
—Katherine Prior —le mantengo la mirada. Algo en la de ella brilla y sonríe.
—Soy la madre de Nick, aunque a estas alturas ya debes saberlo —confirma mis sospechas, ese lugar en el mismo sitio de su hijo me hizo deducirlo—. Ella es mi hermana y esposa de Sebastian Blake.
—Querida, al fin te conocemos —me da su mano con una perfecta sonrisa que parece ser tallada por los dioses—. Ava Blake.
Luego de las presentaciones, me llevaron a una boutique de una reconocida diseñadora. Me hacen probarme miles de vestidos, ninguno es de su agrado o no es del mío. Yo solo quiero… salir corriendo.
Kendra y mamá me piden que tenga paciencia, que aguante un poco más, mientras mi hermana mayor y las señoras elegantes siguen escogiendo vestidos.
Quiero llorar… pero sé que no solucionaré nada con eso.
Me entregan otro vestido. Les digo que es el último que me pruebo y que me quedaré con él, así parezca un saco de papas.
Me quedo anonada al verme al espejo, es un vestido elegante de finos tiranes, pliegues en el escote, de caída sencilla, pero con un profundo escote en mi espalda. Queda tallada a mi cintura haciéndome lucir como una muñeca de porcelana.
Este me gusta. Aunque primero corto la lengua antes de admitirlo.
Cuando salgo del probador todos abren sus bocas sorprendidas. Inmediatamente Zahira me entrega un velo largo con delicadas mariposas.
—Eres toda una belleza, querida —dibuja una sonrisa fingida en mis labios a la madre de Nickolas Blake.
—A tu padre no va a gustarle —susurra mamá para que solo yo la escuche.
La veo.
Me importa un rábano lo que piense papá. Yo solo quiero salir de esta jodida tienta.
Cuando pienso que mi calvario va a terminar, no es así, ahora vamos por los zapatos, prueba de peinado, maquillaje, invitaciones.
Voy a perder la cabeza, claro que sí.
No sé cuántas horas han pasado, pero estoy agotada, tanto física como emocional y mentalmente. No puedo más. No puedo…
—Conseguimos la licencia para este sábado —me quedo atónita con lo dicho por la madre de Nickolas.
Juro que voy a desmallarme… la respiración comienza a faltarme. Zahira se da cuenta y me pide ir afuera, para que respire mejor.
Camino por inercia.
¿Cómo demonios mi vida pudo cambiar tanto en menos de cuarenta y ocho horas?
NICKOLAS BLAKE. Sábado, 5 de octubre de 2024.El trago baja amargo por mi garganta. Aun no puedo creer la locura que estoy a punto de cometer. Aun no puedo creer que el viejo se haya salido con la suya. El toque en la puerta me hace levantar la mirada del piso, estoy en una habitación del lugar donde se llevará acabo la boda, mi no tan querida esposa debe estar en otra igual a esta. —Adelante. Aparece Liam con su prometida. Caroline me da una mirada de lástima, lo que me produce que quiera incendiar todo. —Primo… dentro de unos minutos tienes que salir —lo miro con ganas de asesinarlo—. Venga Nick, no me mires así, ya está bueno, ¿acaso creías que no traería consecuencias todas tus escapadas? madura de una jodida vez y acepta que por muy lejos que quieras volar tienes una correa atada en el cuello, como todos en esta familia. Caroline se incomoda ante sus palabras y no es para menos… dichas de esa forma pareciera que… «No vayas por ahí, Nick. Concéntrate en tu problema»
Martes, 1 de octubre de 2024.Katherine Prior. Los gritos en la cocina me despiertan, sobo mis ojos mientras veo el cuerpo de mi hermana menor, sigue dormida a pesar de los lloriqueos de mamá y mi hermana mayor.Siempre le he rezado a un Dios para que nos quite la miserable vida que llevamos viviendo desde que nacimos, pero parece que no existe. Porque si existiese, no tuviera que ver cómo mi madre es abusada constantemente por mi padre, como mi padre nos maltrata cada que quiere algo y no salen las cosas como él lo desea, no tuviéramos que ver como padre llega borracho y descarga su ira con mi madre.Respiro profundo al escuchar mi nombre.—¡Katherine Prior! ¡Ven inmediatamente!Me levanto como un resorte de la cama, me pongo las pantuflas, me preparo psicológicamente para lo que me espera.En la cocina está mi madre con la cara hinchada, la mano de papá adorna su piel blanca. Mi hermana mayor se mantiene con la cabeza gacha y las manos hacia atrás. Los ojos de padre se dirigen a mí
NICKOLAS BLAKE —No puedo creer que tu abuelo te pida eso —veo a Kiara, servirme otro trago—. ¿Sabes que eso será un problema en nuestra relación?Respiro profundo para no perder la cabeza.—¿Nuestra relación? —pregunto sin dejar de verla.—Venga, Nick. Sabemos que somos algo más que folla-amigos —se sienta a mi lado, toca mi hombro—. ¿Por qué no nos casamos tú y yo?Abro los ojos como platos. La veo como si se hubiese vuelto loca.—Mujer, ¿acaso perdiste la cabeza? —me levanto del sillón, sin poder creerlo.—Nick, pero no es tan descabellado —viene hacia mí. Toma mi rostro entre sus manos—. Amor, así te quitarías a tu abuelo de encima. No tendríamos que vernos en mi departamento a escondidas de la prensa.Respiro profundo. Tomo sus manos y las quito de mi rostro.—Kiara, no me pienso casar. Ni contigo ni con nadie. —asevero. Su rostro se contrae, pero eso no produce nada en mí—. Además, ¿Qué son esas tonterías que estás diciendo?—Amor, pero piénsalo.Niego con la cabeza. Me termino
NICKOLAS BLAKE.En el momento que puse un pie en esa sala nuevamente, debí intuir que algo andaba mal, más con la sonrisa burlona en la cara de Liam.Cuando Caleb Prior dijo aquellas palabras creí que me estaban jugando una broma, pero al ver la seriedad en el rostro de mi padre y tío, supe que no, que era cierto.¿cómo una cena de negocios termina en un matrimonio arreglado? ¿acaso ya lo tenían planificado antes de venir? ¿Cómo pude ser tan estúpido para no verlo?El segundo golpe vino después. Cuando reconocí a la joven frente a mí. Venga… esto definitivamente tenía que ser una jodida broma.¿La chica de la academia?La detallo. Percatándome que no tiene la misma actitud que de esta mañana. Vaya… por lo visto no soy el único que piensa que este matrimonio es una locura.—Ven hijo, toma la mano de tu esposa. —siento como están clavándome puñales por la espalda.Noto el movimiento de su pecho, sus manos cerradas en dos puños. Sus ojos avellana me devuelven la mirada. Sufro el mismo ti