3 ALICIA

“Esta noche solo eres para mi”

Aquellas palabras me dejaron por completo desequilibrada, me remuevo en mi cama sin poder dormir, porque la cara del señor Elijah Morgan seguía caminando por mis recuerdos y es que es básicamente imposible sacarlo de mi sistema. 

Bufo, tomo mi teléfono y busco el nombre de Elijah por el buscador. 

Una cantidad infinita de información apareció,acerca de mi jefe, desde citas que tuvo con muchas mujeres, hasta los supuestos negocios turbios de su familia. Abro una imagen en donde aparece sonriendo y una fuerte corriente fría recorre todo mi cuerpo , nunca en mi vida he conocido a un hombre tan hermoso como lo es Elijah Morgan y me aterra el hecho de haber pasado tiempo a su lado. 

Mi teléfono vibra en mis manos y en la notificación aparece el texto de un número desconocido. 

“Gracias por ser mi compañía, espero verte más seguido” pd: Elijah Morgan. 

Simplemente palidecí, apague mi teléfono y hundí mi rostro en la almohada. ¿Cómo había conseguido mi número? 

La campana del restaurante sonó anunciando la llegada de un nuevo comensal, rápidamente tomó mi libreta y caminó en dirección a la mesa donde vi que se sentaron los nuevos comensales.   

— Buenos días, bienvenidos a Garden ¿En que los puedo…a…y…u…d…a…r? — Cuando levanté la mirada para mirar a los nuevos comensales y mis palabras simplemente no querían salir.

El estaba justamente frente de mi, Elijah Morgan con su característica sonrisa coqueta, sus ojos azules. 

— Hola Alicia. — Habla él. — No sabía que trabajabas también aquí. 

— Hola señor Morgan. — Un mechón de cabello cayo en mi frente y lo acomode. — Si, por las mañanas trabajo aquí. 

— ¿Acaso no te pagamos lo suficiente? — El enarca una ceja. 

— No piense eso señor Morgan, es solo que tengo dilemas familiares y… bueno, no importa en estos momentos. ¿Qué van a querer para desayunar? 

— Sorprendenos. — Él me sonríe. 

— Como usted quiera.

Me retiro y me acerco a la cocina. 

— Chef, desayuno especial por favor. 

— Como digas jefa. 

Suelto una pequeña carcajada y salgo nuevamente a la sala del restaurante. 

— Ven para aca. — Monica me tomó del brazo y me arrastró detrás del mostrador. — ¿Estás atendiendo la mesa donde está el señor Gatsby? — Señala disimuladamente la mesa donde mi otro jefe se encuentra. 

— Si. — Respondo. — ¿Adivina quién es? 

— Mmm… no lo sé. 

— Es mi otro jefe, el dueño del club GOTIC. 

— ¡Vaya! — Exclama en un susurro. — Entonces si es tan guapo como dicen algunas. 

— Pues… si, es guapo, pero es bastante extraño. — Hablo rascando mi nuca. — Ayer decidió que iba a ser la única que lo iba a entender y hoy aparece aquí. 

— ¡¿Y?! 

— ¿Cómo que ¡Y!? 

— Alicia, eres una chica hermosa, soltera y sobretodo joven, y ese bombón no ha dejado de mirarte en lo que llevamos hablando. 

Miro de reojo en dirección a Elijah y nuestras miradas se conectan directamente, él me sonríe y siento como mi mejillas se calientan. 

— ¡Dios Alicia es hermoso! — Monica finge derretirse. — Si no lo aprovechas tu lo hare yo. 

— No pienso meterme con mi jefe, eso es antiético. 

— No seas una mojigata Alicia, disfruta de ese buen hombre que te está dando la oportunidad de que lo folles. 

— ¡Monica! — Reclamo sintiendo mis mejillas aún más calientes. 

— ¡Alicia desayuno especial! 

— Ve por tu tigre. — Monica me palmea el culo. 

Coloco los ojos en blanco mientras que tomo los platos y los llevo a la mesa donde Elijah y sus guardaespaldas se encontraban. 

— Espero que les guste el desayuno, y si tienen algún problema pueden llamarme, o si quieren algo más igualmente estaré en la barra. 

— Gracias Alicia, — Dice Elijah sosteniéndome la mirada. 

— Eh… Hola. 

Me giro y justamente detrás de mí se encontraba uno de los comensales que atendi. 

— ¡Hola! — Lo saludó emocionada y justamente Elijah emite un gruñido. — ¿Desea algo más? 

— No… eh… bueno sí, pero… — El chico rasca su nuca. — Perdona si estoy siendo un impertinente pero es que me pareces atractiva y no se si te gustaria tener una cita conmigo. — Sonríe. — Solo si tu quieres, no insistiré si dices que no.

Sonrió ante la situación, el chico frente de mi es muy tierno, su cabello tiene ondas, sus ojos son de un ámbar que nunca había visto, y su piel morena lo hacía resaltar entre los demás comensales. 

— ¡Claro por qué si! — Respondo tomando la palabra de Monica, solo que no con mi jefe. 

— ¡Wow! no pensé que ibas a aceptarme. — Su sonrisa se ensancha. — Dame tu numero. — El chico saca su teléfono y me lo da para que guardara mi numero y así lo hice. — Te llamaré. 

— Espero tu llamada. — Respondo un poco emocionada. El chico se alejó de mi panorama y nuevamente miró en dirección a Elijah. 

En su rostro ya no había rastro de sonrisa amable, ahora, tenía una mirada fría y distante. 

— Pensé que no salías con clientes.  — habló Elijah mientras que cortó un trozo de Waffles para luego masticarlo con rabia. 

— Específicamente él no me acosó como el tipo de anoche. — Le recuerdo. 

— Como sea. — hace un ademán con su mano. — Ya no necesitaremos más nada. 

— Ok. — simplemente me encojo de hombros sin lograr entender porque mi jefe se comportaba de aquella manera. 

Me acerco a Monica y ella me mira como si tuviera un grano en la punta de la nariz. 

— Hiciste todo mal Alicia Star. 

— ¿Qué? ¿Por qué? — Pregunto confundida. 

— Definitivamente eres una tonta. — Monica coloca los ojos en blanco. — Le diste tu número a ese chico frente al hombre que literalmente quiere cogerte, le rompiste el corazón al rubio. 

— Ya te dije que no estaré con mi jefe en ningún ámbito más que profesional. 

— Entonces hazte un lado, porque yo si me comeré ese manjar. 

La veo acomodarse las tetas dentro del uniforme, retoca un poco su maquillaje y se aleja de mí para ir directamente a la mesa de Elijah.

Monica les sonríe a todos, pero su mirada justamente se centra en el elegante empresario Elijah Morgan, quien sin medir distancia acepta el número de mi amiga con una sonrisa pícara. Monica la acepta con mucha gratitud para luego mirar en mi dirección y con una sonrisa triunfante. 

— Y es así como triunfas en la vida. 

— Bien por ti, yo igualmente tendré una cita con un hombre adorable. 

— Debes pensar en grande Alicia, estoy seguro que ese bombón italiano era tu boleto para pagar todas las deudas y la quimioterapia de tu padre y sobre todo pagar la especialización de tu carrera como médica, pero la desperdiciaste por simples patrañas convencionales. 

— No pienso venderme por dinero. — Bufo un poco cabreada. 

— Alicia, muchas veces debemos hacer sacrificios en nuestras vidas, y si ese hombre te da el carro del año debes aceptarlo y darle lo que él quiere, así de simple. 

— Eso va en contra de mi religión y mis principios.

— A la m****a todo eso, en una te enseñan que debes ser casta y pura para encontrar un marido que te quiera, nunca exploras tu feminidad y terminas siendo una mujer sexual y sentimentalmente frustrada, mientras te quedas en casa cuidando bebes. Y los principios puedes construirlos desde cero si así lo deseas.

—  Acabas de decir una monumental estupidez. 

— No, no lo hice, dije algo que es real y que te puedo asegurar. — Dice Monica. — Pero si la vida te da limones, debes hacer limonada. 

Miro confundida en dirección a Elijah, quien desde que me aleje de su mesa no ha vuelto a mirarme ¿Sería realmente él la oportunidad que necesitaba para ayudar a mi padre? 

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