Despertar en medio de una neblina, donde los contornos se diluyen y el sonido de voces se funde en un murmullo difuso, fue como entrar en un mundo desconocido. Mi cuerpo, lacerado por el dolor, no podía ignorar la insistente punzada en mi cabeza. Pero en ese momento, todo eso parecía secundario, eclipsado por una urgencia: ver a Alicia. — A..li…cia. — Mi voz sale rasposa y quebrada. — ¡Hey, amigo! — La imagen se hizo más clara y pude ver quienes estaban dentro de la habitación Alec estaba a mi lado, mientras que Mike y Nicholas permanecían alejados de mí. — ¿Quieres agua? Asiento con mi cabeza, y Alec toma un vaso para luego colocarlo cerca de mi boca y poder tomar el agua. Mi cuerpo reacciona a medida que el agua baja por mi garganta refrescando todo mi ser, pero tenía un mal presentimiento, es como si algo no estuviera bien y eso me estaba inquietando. — Alicia. — Vuelvo a decir. esta vez con más claridad.— Oye, debo llamar al doctor, me pidió que lo llamara cuando despert
— ¡Mike! La exclamación se escapa de mis labios, el miedo palpita en cada latido de mi corazón. Mi respiración es agitada, siento el peso del aire en mis pulmones. El calor sofocante me envuelve, como si estuviera sumergida en un ambiente opresivo. Al mirar a mi alrededor, solo encuentro oscuridad y humedad. No reconozco este lugar, es como estar atrapada en una pesadilla.Mi mente es un torbellino de confusión, tratando desesperadamente de recordar qué sucedió. Los recuerdos son borrosos, fragmentos de una realidad que se desvanece rápidamente. Lo último que recuerdo es el nombre de Michele resonando en mi mente, un escalofrío recorriendo mi espalda. Luego, la pérdida de conciencia se apoderó de mí, y ahora me encuentro en este lugar desconocido, sumida en la oscuridad.La incertidumbre me consume. No sé qué pasó después de llamar a Mike. La sensación de desorientación y vulnerabilidad es abrumadora. Cada intento de reconstruir los eventos se ve frustrado por la niebla en mi mente,
— Señor. Estaba en la soledad de mi oficina, con las luces completamente apagadas, de fondo sonaba And I Love Her de los Beatles, y un buen vaso de whiskey me acompañaban. Ha pasado exactamente un mes desde que Alicia fue raptada en mi propia casa y aún no hemos obtenido noticias de ella, la única pista que teníamos de Michele simplemente nos llevó a un callejón sin salida. Mi hermosa Alicia debía estar en algún lado de la ciudad, asustada y quien sabe en qué estado se encontraría. Me giro y justo en la puerta de mi oficina se encontraba Harold, a pasos apresurados me acerco a él y le doy un fuerte abrazo,él ha sido mi guardaespaldas durante muchos años y su ausencia de una u otra forma había desequilibrado todo el orden de casa, pero estuvo dispuesto a regresar. — Es bueno tenerte de vuelta Harold. — Señor le jure lealtad y la señora Star salvó mi vida, así que estoy agradecido con ella, de una u otra forma debo agradecerle. — Gracias. Alicia ha sido una presencia increíble en
Han pasado cuatro largos meses desde que me vi envuelta en esta pesadilla. Mi barriga ya muestra el crecimiento del bebé que llevo dentro. Cada día, le hablo a mi vientre, tratando de llenar el vacío que siento por la ausencia de su padre. Estoy convencida de que Elijah está buscándonos incansablemente. Él nunca me dejaría sola en esta situación.La puerta de la habitación se abre, revelando a Michele con una bandeja de comida en sus manos. Aunque me siento agradecida por la comida, su presencia siempre me causa un nudo en el estómago. Michele es un hombre peligroso, un hombre que está decidido a hacerme suya, sin importar lo que yo quiera.— Ahí tienes — dijo, colocando la bandeja en el suelo. — Sabes que debes comer si quieres mantener al bebé sano.— Lo que realmente quiero es escapar de aquí y reunirme con mi esposo. — pero lo digo con amargura, sabiendo que las posibilidades son mínimas. La idea de pasar el resto de mi vida como propiedad de Michele es aterradora.— Mmm... hasta
8 meses han pasado exactamente, desde que Alicia no esta conmigo, 8 meses de embarazo que me perdí porque Michele decidio llevarsela lejos de mi, y realmente me siento destrozado y frustrado, porque no hemos llegado a tener ni un rastro de mi hermano menor, es como si la tierra se lo hubiera tragado. Incluso el coronel Winchester está frustrado por esta misión. así que mientras todos discuten que otra estrategia usar, tomó de mi botella de bourbon, le doy un trazo largo, hasta el punto de sentir como mi garganta se va quemando al paso del alcohol. — ¡Lo tengo! — Exclamó uno de los hombres de Winchester. — Sabemos que Apolo está trabajando junto a Michele Morgan y la última vez que vimos a estos dos juntos, fue a las afueras de la ciudad, así que deben estar en un radio de 100 kilómetros. El hombre hace un gran círculo en uno de los mapas de la ciudad.— Ya peinamos toda esa zona, no hay nada allí. — Interviene Jordan. — No necesariamente tiene que ser visible. Todos los hombres e
— Entonces hagámoslo, prepara a tus hombres, porque los míos ya están en posición para atacar.Justo cuando mi cuerpo parecía relajarse y mi alma comenzaba a volver después de tanto tiempo, observé a Jordan y Mike ocupados al teléfono, dando instrucciones a sus hombres. Sin perder tiempo, me uní a ellos, coordinando los preparativos para la operación.Pronto, una caravana de vehículos comenzó a rodar por las calles de la ciudad, cada uno cargado con hombres determinados y armados hasta los dientes. Era evidente que el momento de rescatar a Alicia había llegado, y los nervios se apoderaban de todo mi ser.Mientras avanzábamos hacia el lugar donde se había rastreado a Michele, sentí la tensión en el aire, palpable y electrificante. Cada uno de nosotros estaba dispuesto a arriesgarlo todo para salvar a Alicia, y el peso de esa responsabilidad se sentía como una losa sobre mis hombros.Al llegar al destino, nuestros hombres se desplegaron rápidamente por todos lados, moviéndose con determ
— Es tu turno. — Elijah me codea mientras que a través del monitor pude escuchar el llanto de nuestro bebe. — Ya yo le di comer, debe ser un pañal sucio, así que es tu turno. — Respondo, mientras que me acomodó aún más en la cama. — Odio cambiar pañales. — Pues es tu culpa por haberme embarazado. Hacía aproximadamente 4 meses que Leandro había llegado a nuestras vidas, un hermoso hombrecito sano que llenaba nuestro hogar con alegría y amor. Leandro Morgan Star, un nombre que llevaba la historia de nuestra familia y que nos recordaba la bendición que era tenerlo entre nosotros.Desde su llegada, nuestra rutina había cambiado por completo. Los días estaban llenos de risas, llantos y momentos inolvidables mientras nos adaptábamos a nuestro nuevo papel como padres. Aunque a veces era agotador y desafiante, no cambiaría nada por el mundo.Sentí como Elijah se levantó de la cama y se acercó a la pequeña cuna que descansa a los pieceros de nuestra gran cama matrimonial. — ¡Demonios Lean
Elijah lavaba sus manos tintadas de rojo, mientras que en su rostro se podía ver el enojo, cuando él estaba así de furioso era mejor dejarlo solo y que se le pasara todo rastro de amargura, pero esta vez no lo iba a dejar pasar.— ¿Estás bien? — Le pregunto mientras me recuesto en el marco de la puerta. — Largate de aquí Alicia. — Ruge mientras que me mira a través del espejo. — Bueno… estás utilizando el baño y necesito usarlo.— Hay 5 más dentro de la discoteca Alicia, no me jodas aún más la puta noche. — Bramo enojado. Pero no me moví y eso lo molesto. — ¡Lárgate! No me moví ni un centímetro a pesar de estar muriendome del miedo. Elijah tiene un carácter fuerte que lo convierte en una persona determinada, no sé que hizo para estar embarrado hasta los antebrazos de un líquido rojo. — ¿La otra persona quedó peor? — Bromeo.Elijah cierra la llave del lavamanos, toma una toalla de papel y comienza a secarlas, para luego girarse y verme con sus característicos ojos fríos y sin sent