***Despierto temprano por la mañana. Como siempre, Benjamin no está a mi lado. No me importa si estoy sola, ni dónde ni cómo esté él. Salgo de la cama rápidamente, abro la puerta de la habitación y empiezo a buscar a alguien en específico. Me encuentro con Hitler en el pasillo, quien vigila constantemente el castillo. Su expresión es de desconcierto, claramente quiere saber a dónde me dirijo y qué estoy buscando.—¿Dónde está Charles? —pregunto con agitación. Me levanté asustada, con el corazón profundamente dolido.—Creo que está por salir —responde—. Tiene muchas cosas que atender ahora.—¿Dónde se encuentra exactamente?.—En su habitación, preparándose.No espero más y me dirijo hacia allí con rapidez, sin darle más explicaciones a Hitler. Él no intenta detenerme, sabe lo que ocurrió la última vez que lo hizo.Acelero el paso todo lo que puedo. No me importa lo que pase de ahora en adelante, si Charles es el asesino de mis padres, voy a enloquecer.Al llegar a su puerta, justo cu
—¡Benjamin! —le llamo a sus espaldas, pero sigue caminando—. ¡Benjamin!.Cuando le grito, se detiene en seco y se vuelve hacia mí con la mirada perdida. Baja los ojos hacia su fuerte agarre en mi mano, soltándome rápidamente al darse cuenta. Pasa una mano por su cabello, frustrado, y luego me escanea de pies a cabeza.—¿Qué hacías en su habitación? —me reclama, con un tono bajo y suave, pero firme y receloso—. Solo te dejé por un momento, Nevaeh, un maldito momento. ¿Qué hacías ahí?.—Yo... —no sé por dónde empezar. Mi explicación puede sonar un poco fuera de lugar. ¿Le voy a decir que vi en un sueño que su padre mató a los míos y que por eso corrí como una loca a su habitación para reclamarle?.—Dímelo —exige, y aparto la mirada.—¿Vas a creerme?.—Puedo dudar de mí, Nevaeh, pero nunca de ti.Mi mirada lo encuentra de nuevo, una sonrisa de alivio adorna mis labios. Me acerco a él y lo abrazo, siendo recibida con el mismo afecto. Sujeto su mano, enlazando sus dedos con los míos para l
Esa cosa ha desaparecido. Joel y yo hemos entrado al estudio de Benjamin, siguiendo las señales de la silueta que se nos apareció, pero verdaderamente no sé qué estamos haciendo aquí ni qué quiere que encontremos.Joel sigue aferrado a mi mano, sin soltarme, mientras busca a su alrededor cualquier indicio de lo que ese espectro desea que descubramos. Sinceramente, nunca había entrado aquí sin el permiso de Benjamin. Solo he estado aquí dos veces, y ambas fueron muy desagradables porque Benjamin me trataba mal en ese entonces. No es bueno recordar...—¡Demonios! —exclamo, aterrada, asustando a Joel a mi lado. Ese espectro acaba de aparecerse justo frente a mí, al lado del escritorio de Benjamin. Estoy tan asustada que mis piernas parecen dos ramas secas sacudidas por el viento.—Tranquila, mami —me dice Joel, acariciando mi mano—. No te hará daño.—N-no lo sé, Joel... esto es aterrador —balbuceo.«No puedo creer que un niño sea más valiente que yo. Eres un desastre, Nevaeh».—Mira —me
***«En los anales ocultos de la casa Worsley, una profecía oscura, un legado sombrío y severo, una maldición ferviente, cuando veinte primaveras florezcan con fulgor, la sangre pura de Worsley hallará su amor.Mas no será un amor de canto y poesía, sino un pacto ancestral, una oscura armonía, seis lunas después, un niño nacerá, pero no con alegría, sino con temor y pesar.Porque en el vientre materno, un destino atroz, la vida se desgarra en un parto feroz, el precio de la descendencia, la madre pagará, alimentando al heredero con su vida, la dará.Así la profecía perdura, en la casa Worsley, un misterio ancestral, un destino siniestro y sombrío, recordando a los vivos el precio a pagar, por desafiar al destino, y su oscuro devenir enfrentar.Pero hay una esperanza, un rayo de luz, en el corazón endurecido, que rompa la cruz...»Sigo releyendo el papel, buscando desesperadamente alguna pista, una solución a esta maldición. Pero, por más que he buscado por to
***Las palabras de James siguen resonando en mi mente. Se ha ido, y yo sigo dando vueltas en la habitación, incluso me he parado frente al espejo como esperando a que algo, lo que sea, aparezca.Ya tengo suficientes problemas como para ahora tener que lidiar con muertos. Si Charles no es realmente Charles sino ese espectro usando su cuerpo, ¿es posible que no haya matado a mis padres por sí mismo?.Joder, ya no sé qué pensar. Mi cabeza está llena de dudas, sobre todo porque Benjamin aún no llega. Me pone nerviosa no tenerlo cerca. ¿Será que estoy sensible por el embarazo?.Una lucesita en mi cabeza se enciende de nuevo, instándome a que regrese al estudio de Benjamin para hurgar entre sus cosas, o más específicamente, ese cajón que mantiene bajo llave. Puede que ahí esté la respuesta a todo esto. ¿Pero por qué me lo ocultaría Benjamin?.Al abrir la puerta con la intención de salir y escabullirme, me encuentro con el pecho fornido de mi esposo llenando toda la entrada. Mi nariz choca
POV: Benjamin Worsley—No me has dicho cómo te ha ido hoy con el asunto de Giselle —me recuerda Nevaeh, acurrucada a mi lado y aún agitada después de haber intimado dos veces más conmigo.Sus mejillas están enrojecidas, al igual que sus labios, y su pequeña boca está hinchada, con marcas rojas por todo su cuerpo. No quiero romper este momento explicándole nada sobre ese asunto, pero sé que no puedo evitarlo. Los momentos de paz que tenemos son escasos.—Un desastre —respondo, con la mirada fija en el techo de la habitación.Periodistas, camarógrafos, los flashes de las cámaras en mi cara, todo fue un caos. El cuerpo sin vida de Giselle fue entregado a su familia, que estaba devastada. Hubo gritos, insultos, culpas. Toda la carga recayó sobre mis hombros porque fui el responsable de que Giselle aceptara la propuesta de ser mi "amante" y embarazarla. Eso también fue un escándalo en su momento, pero las personas tienden a olvidar ciertos escándalos.Al final, fue mi padre quien dio la ca
POV: Nevaeh Winter.Un dolor punzante me atraviesa el estómago, tan fuerte que tengo que salir corriendo de la cama hacia el baño, donde casi vacío mi alma en vómito.Las náuseas no deberían ser tan intensas, pero sé que es normal en una Oracelia. Aún así, no me acostumbro, especialmente ahora que los síntomas apenas empiezan a mostrarse.No sé qué sucede con Benjamin. Hablamos por última vez sobre esto y tengo miedo. Cada vez que estos dolores me asaltan, entro en pánico. Han pasado tres días y Benjamin ha estado poco en el castillo. Sé que tiene que trabajar y lidiar con el asunto de Giselle, que supongo ya está resuelto, aunque quedan secuelas. No puedo estar segura.En estos tres días, he estado encerrada en mi habitación. Me ha dado mucho sueño, vómitos y mareos. Llevo poco tiempo embarazada y estos son los resultados.Me siento mal por el abandono de Benjamin. No me trata con desdén como antes, pero lo siento distante. Sé que hay algo que no quiere decirme. Yo tampoco le he habl
«En los anales ocultos de la casa Worsley, una profecía oscura, un legado sombrío y severo, una maldición ferviente, cuando veinte primaveras florezcan con fulgor, la sangre pura de Worsley hallará su amor.Mas no será un amor de canto y poesía, sino un pacto ancestral, una oscura armonía, seis lunas después, un niño nacerá, pero no con alegría, sino con temor y pesar.Porque en el vientre materno, un destino atroz, la vida se desgarra en un parto feroz, el precio de la descendencia, la madre pagará, alimentando al heredero con su vida, la dará.Así la profecía perdura, en la casa Worsley, un misterio ancestral, un destino siniestro y sombrío, recordando a los vivos el precio a pagar, por desafiar al destino, y su oscuro devenir enfrentar.Pero hay una esperanza, un rayo de luz, en el corazón endurecido, que rompa la cruz.Si el amor se torna odio, y el corazón se enciende en llamas, espinas de odio adornarán sus almas, así, el destino podrá ser desafiado