***«En los anales ocultos de la casa Worsley, una profecía oscura, un legado sombrío y severo, una maldición ferviente, cuando veinte primaveras florezcan con fulgor, la sangre pura de Worsley hallará su amor.Mas no será un amor de canto y poesía, sino un pacto ancestral, una oscura armonía, seis lunas después, un niño nacerá, pero no con alegría, sino con temor y pesar.Porque en el vientre materno, un destino atroz, la vida se desgarra en un parto feroz, el precio de la descendencia, la madre pagará, alimentando al heredero con su vida, la dará.Así la profecía perdura, en la casa Worsley, un misterio ancestral, un destino siniestro y sombrío, recordando a los vivos el precio a pagar, por desafiar al destino, y su oscuro devenir enfrentar.Pero hay una esperanza, un rayo de luz, en el corazón endurecido, que rompa la cruz...»Sigo releyendo el papel, buscando desesperadamente alguna pista, una solución a esta maldición. Pero, por más que he buscado por to
***Las palabras de James siguen resonando en mi mente. Se ha ido, y yo sigo dando vueltas en la habitación, incluso me he parado frente al espejo como esperando a que algo, lo que sea, aparezca.Ya tengo suficientes problemas como para ahora tener que lidiar con muertos. Si Charles no es realmente Charles sino ese espectro usando su cuerpo, ¿es posible que no haya matado a mis padres por sí mismo?.Joder, ya no sé qué pensar. Mi cabeza está llena de dudas, sobre todo porque Benjamin aún no llega. Me pone nerviosa no tenerlo cerca. ¿Será que estoy sensible por el embarazo?.Una lucesita en mi cabeza se enciende de nuevo, instándome a que regrese al estudio de Benjamin para hurgar entre sus cosas, o más específicamente, ese cajón que mantiene bajo llave. Puede que ahí esté la respuesta a todo esto. ¿Pero por qué me lo ocultaría Benjamin?.Al abrir la puerta con la intención de salir y escabullirme, me encuentro con el pecho fornido de mi esposo llenando toda la entrada. Mi nariz choca
POV: Benjamin Worsley—No me has dicho cómo te ha ido hoy con el asunto de Giselle —me recuerda Nevaeh, acurrucada a mi lado y aún agitada después de haber intimado dos veces más conmigo.Sus mejillas están enrojecidas, al igual que sus labios, y su pequeña boca está hinchada, con marcas rojas por todo su cuerpo. No quiero romper este momento explicándole nada sobre ese asunto, pero sé que no puedo evitarlo. Los momentos de paz que tenemos son escasos.—Un desastre —respondo, con la mirada fija en el techo de la habitación.Periodistas, camarógrafos, los flashes de las cámaras en mi cara, todo fue un caos. El cuerpo sin vida de Giselle fue entregado a su familia, que estaba devastada. Hubo gritos, insultos, culpas. Toda la carga recayó sobre mis hombros porque fui el responsable de que Giselle aceptara la propuesta de ser mi "amante" y embarazarla. Eso también fue un escándalo en su momento, pero las personas tienden a olvidar ciertos escándalos.Al final, fue mi padre quien dio la ca
POV: Nevaeh Winter.Un dolor punzante me atraviesa el estómago, tan fuerte que tengo que salir corriendo de la cama hacia el baño, donde casi vacío mi alma en vómito.Las náuseas no deberían ser tan intensas, pero sé que es normal en una Oracelia. Aún así, no me acostumbro, especialmente ahora que los síntomas apenas empiezan a mostrarse.No sé qué sucede con Benjamin. Hablamos por última vez sobre esto y tengo miedo. Cada vez que estos dolores me asaltan, entro en pánico. Han pasado tres días y Benjamin ha estado poco en el castillo. Sé que tiene que trabajar y lidiar con el asunto de Giselle, que supongo ya está resuelto, aunque quedan secuelas. No puedo estar segura.En estos tres días, he estado encerrada en mi habitación. Me ha dado mucho sueño, vómitos y mareos. Llevo poco tiempo embarazada y estos son los resultados.Me siento mal por el abandono de Benjamin. No me trata con desdén como antes, pero lo siento distante. Sé que hay algo que no quiere decirme. Yo tampoco le he habl
«En los anales ocultos de la casa Worsley, una profecía oscura, un legado sombrío y severo, una maldición ferviente, cuando veinte primaveras florezcan con fulgor, la sangre pura de Worsley hallará su amor.Mas no será un amor de canto y poesía, sino un pacto ancestral, una oscura armonía, seis lunas después, un niño nacerá, pero no con alegría, sino con temor y pesar.Porque en el vientre materno, un destino atroz, la vida se desgarra en un parto feroz, el precio de la descendencia, la madre pagará, alimentando al heredero con su vida, la dará.Así la profecía perdura, en la casa Worsley, un misterio ancestral, un destino siniestro y sombrío, recordando a los vivos el precio a pagar, por desafiar al destino, y su oscuro devenir enfrentar.Pero hay una esperanza, un rayo de luz, en el corazón endurecido, que rompa la cruz.Si el amor se torna odio, y el corazón se enciende en llamas, espinas de odio adornarán sus almas, así, el destino podrá ser desafiado
***Todo es oscuro. Mis ojos solo encuentran tinieblas a mi alrededor. Siento un frío intenso y no sé dónde estoy. Mis pies parecen estar plantados en el suelo, pero al mismo tiempo en la nada. ¿Dónde demonios me encuentro? Lo último que recuerdo es haber tomado la mano de ese espectro. ¿Estoy muerta?.—Nevaeh —giro en todas direcciones al escuchar la pronunciación de mi nombre en una voz aterradora.No puedo ver nada, sigo en la penumbra.—¿Hola? —mi voz resuena como un eco en la oscuridad.—Sígueme —es el espectro quien me habla. Trato de mantener la calma, pero la desesperación me consume. No saber dónde estoy ni qué hay a mi alrededor me aterra profundamente.—No puedo verte —digo mientras giro en todas direcciones. Empiezo a marearme.—Aquí —me indica, y puedo ver la luz de una puerta cuando se abre. No veo nada más, solo la puerta. En el umbral, diviso la mano del hombre, y corro hacia ella sin dudar.Cuando tomo su mano, la siento fría y sin vida. Pero lo que me deja aterrada e
—¿Y Benjamin? —salgo de la cama apresurada, sin tiempo de procesar nada. Joel también se baja, confundido y preocupado al mismo tiempo—. Dime dónde está Benjamin.Me apresuro hacia la puerta e intento abrirla, pero no cede. Sigo encerrada. Me giro hacia el pequeño, que me mira con ojos temerosos como si estuviera loca.—Lo siento, yo... —me paso una mano por el cabello, tratando de calmarme. Me doy cuenta de algo: tengo puesto un pijama, no la ropa que tenía antes de irme con ese ente—. ¿Benjamin vino? Yo... ¿cómo llegué a la cama?.—¿No recuerdas nada, mami? —el pequeño se acerca y me mira—. Calista trajo tu comida, pero estabas desmayada en el piso. Mi primo Benjamin vino, te atendió y estuvo contigo toda la noche porque no despertabas.—¿Qué quieres decir con toda la noche? —corro hacia la ventana y me asomo. Está nublado. No sé si es de mañana, tarde o está anocheciendo—. No recuerdo mucho, solo que me desmayé y...—Mami, seguiste inconsciente todo el día de ayer hasta hoy en la t
***Las ramas de la maleza laceran mi piel sin piedad. A medida que avanzo, las heridas se vuelven más profundas, los arañazos más dolorosos, y mi ansiedad alcanza niveles insoportables.Corro sin cesar, porque caminar no es una opción ahora. El problema es que no sé a dónde dirigirme exactamente. Aquel hombre dijo que en las profundidades del bosque, pero no tengo idea de dónde queda eso.Sigo avanzando, enredando la pala en alguna que otra rama, lo que hace mi avance aún más difícil. Lo peor es que la noche ya ha caído sobre mí, el bosque se vuelve más oscuro y la neblina más espesa. Tengo miedo, pero mi determinación de salvar a Benjamin es mayor.—¡Rayos! —exclamo al tropezar con un tronco y caer al suelo. Me recuerda a la última vez que intenté escapar; es muy difícil avanzar por estos senderos cubiertos de vegetación.Me levanto jadeando, tomo la pala y esta vez enciendo la linterna. Ilumino el camino y sigo avanzando, buscando alguna pista en los alrededores. Aquel hombre murió