***POV: Nevaeh Winter Despierto somnolienta. Me duele todo y siento los bordes de los ojos hinchados y pesados. Tomo asiento en la cama, soltando un bostezo que podría asustar a un león mientras masajeo mi gran panza.—Buenos días, pequeñín —le susurro a mi bebé con una sonrisa en los labios.Sé que me escucha. Últimamente he sentido sus pataditas cada vez que le hablo. Ayer debí comer mejor, pero no pude. Ahora, en la mañana, me lo reclama con un hambre espantosa. Ojalá no termine vomitándolo todo en el inodoro.Salgo de la cama y camino al armario, todavía con sueño. Sin embargo, en cuanto mi cerebro se ilumina y se da cuenta de que la Tierra es redonda, me doy la vuelta para encontrarme con la cama toda desordenada. Me acerco, la palpo, se siente aún cálida, y llego a la conclusión: estuvo aquí.¿Cree que me tomará por tonta? Sé que vino a verme, sé que entró en mi cama y se metió dentro de mis mantas sin permiso. Me olfateó y me abrazó toda la noche. Me hice la dormida porque...
***POV: Benjamin Worsley De esas circunstancias, mejor no hablar. Quizá sería una buena idea contarle lo que sucedió en mi familia, lo que me dijeron que pasó antes de perder la conciencia. Podría mejorar nuestra relación... o empeorarla, ya que sería un golpe sorpresivo para Nevaeh. No podrá creerlo. ¿Cómo le digo que nuestra familia estaba maldita, que ella era una Oracelia destinada a morir como sacrificio, y que al final fue ella quien nos salvó a todos?.Son tantas cosas que quiero contarle que no sé por dónde empezar. Lo que más deseo en este momento es mejorar nuestra relación. Pero Nevaeh está resentida conmigo.—¿Y bien? —dice con las manos en las caderas, mirándonos con furia en los ojos—. ¿No me van a decir nada? ¿Qué circunstancias les impidieron llevarme a un hospital?.Pensé que estaría triste y se quedaría en su habitación todo el día, pero se levantó enérgica, haciendo preguntas y más hermosa que nunca.Sobre el sexo de nuestro bebé, ninguno de nosotros lo tuvo en cu
***POV: Nevaeh Winter Estoy emocionada. Tengo una sonrisa de oreja a oreja mientras rebusco en el armario la ropa adecuada para salir. ¿Qué podría ser? Debería pensar en un nombre perfecto, ya sea para niña o para niño. La idea de salir a comprar ropa rosa o azul me hace dar pequeños saltos de alegría.No creo en esas tontas supersticiones de los Worsley. Aunque, si fuera varón, de igual manera lo amaría.Me pregunto qué tan grave es lo que ocultan que no pueden decírmelo enseguida. ¿Será algo que podría conmocionarme tanto como para poner en riesgo mi embarazo? Tengo mucha curiosidad. Benjamin lo ha olvidado, igual que yo, pero al menos su familia le ha dicho algo; yo soy la que tiene que vivir con la duda.«Mejor vamos a lo importante», pienso, y me concentro en elegir el vestido adecuado.Después de revisar todos los vestidos, elijo al ganador. Es un vestido cómodo, confeccionado en un tejido ligero y transpirable que acaricia delicadamente mi piel. La silueta es de corte imperio
POV: Benjamin Worsley Nevaeh ha permanecido en silencio durante todo el trayecto. No me dirige la palabra ni me mira. Solo mantiene el talón de su mano bajo su barbilla mientras observa distraídamente el exterior, acariciando su redonda barriga.Sabía que hablar con ella y ser sincero no solucionaría las cosas de inmediato, pero quise intentarlo. Como era de esperar, fue un fracaso total. Su rechazo me duele, una sensación amarga que me quema el pecho. A pesar de todo, estoy dispuesto a intentarlo una y otra vez, soportando el dolor, con la esperanza de que algún día vuelva a mí, me quiera cerca y me mire con amor.De reojo, la observo, apretando el volante con tanta fuerza que mis nudillos se vuelven blancos. Nada. Ni una sola mirada. Es frustrante. Y me lo merezco, porque todo esto ha sido provocado por mí, por ser estúpido e idiota. ¿Tenía que llegar a este punto? Maldición.Después de treinta minutos, finalmente llegamos al centro de salud. El director es amigo de la familia, por
***POV: Nevaeh Winter Lloro de alegría. Las lágrimas brotan de mis ojos como cascadas al escuchar la confirmación del doctor. Jamás lo llegué a imaginar. Hay dos pequeñas vidas dentro de mí. Son míos, mis hijos y los de Benjamin. No puedo parar de llorar por lo feliz que me siento. —Benjamin...—cuando lo miro, me quedo confundida. Su expresión es de total perplejidad. Puedo ver que sus ojos fríos toman un brillo diferente, casi puedo jurar que quiere llorar. —Son dos...—pronuncia sin poder creerlo. Baja la mirada hacia mí y me sonríe —. Son dos, cariño, tenemos dos bebés —se inclina y besa mi cara, feliz y emocionado. Se lo permito porque es un momento conmovedor y lleno de alegría para ambos, y porque el doctor y la enfermera nos están observando. «Me permito ser débil ahora.»—Llevas varios meses embarazada, ¿nunca hicieron una ecografía? —el doctor pregunta. Su expresión es confusa, y tiene razones para estarlo ya que mi panza está bastante grande y aún así nunca hicimos algo
***POV: Benjamin Worsley Me relamo los labios, saboreando el dulzor y el cosquilleo que dejó el breve roce de los suyos. Fue solo un instante, pero suficiente para acelerar mi pulso.La miro de reojo. Está con los brazos cruzados, el ceño fruncido y un leve puchero en sus labios. Está molesta porque casi la beso en la heladería. No me gritó ni protestó, pero tampoco me ha hablado desde que salimos. Su silencio es una clara señal de enojo que sé interpretar. ¿Tan mal le resulta que la bese? Hace poco estaba inflada de celos.Fingí no darme cuenta, pero lo hice. Ella estaba celosa de que otras mujeres me miraran, y aunque trató de disimular, no lo logró. Sus cambios de humor complican mi intento de acercarme a ella. ¿Cómo hago para ganarme su corazón de nuevo? ¿Rosas? ¿Regalos? ¿Invitaciones a cenar? ¿Citas? ¿Algún viaje? No tengo idea. Es la primera vez que tengo que estar detrás de una mujer. Y ella no es solo una mujer; es mi esposa.—¿Disfrutaste tu helado? —busco un tema de conve
***POV: Nevaeh Winter Volvemos al castillo. He estado en silencio durante todo el camino. Mi corazón late sin frenos, como un motor desbocado. Él es el culpable. No sabe el efecto que causa en mí con cada gesto, cada palabra. Antes no me había dado cuenta, o tal vez no quise prestarle atención, pero ahora es innegable. Estoy más que enamorada de Benjamin.Hoy ha sido un día maravilloso y a la vez amargo. Lleno de disgustos y también de momentos divertidos. Con él siento todo. Mis escenas de celos no son solo por los cambios hormonales del embarazo; en realidad, sí lo sentía. Los celos hacia él son parte de mí.—¿Nevaeh? —reacciono. El auto ya está aparcado en el terreno del castillo y Benjamin extiende su mano hacia mí para ayudarme a bajar. Carraspeo la garganta y bajo por mi cuenta, rechazando su ayuda.No dice nada, y lo agradezco. Me siento confundida, al borde de las lágrimas. Hoy he tenido muchas ganas de llorar y las lágrimas están a flor de piel.«Estoy enamorada. Me gusta.
***POV: Benjamin Worsley Después de recibir tantas felicitaciones, Nevaeh regresó a su habitación para descansar. Se veía tan feliz, con su sonrisa radiante, tan auténtica. Mi familia la adora; ahora es la protegida de los Worsley.Quise hablar con ella, aunque no tenía claro sobre qué. Calista me dijo que Nevaeh estaba tomando un baño relajante. Estuve tentado a acompañarla, pero me contuve. A pesar del día maravilloso que habíamos pasado, ella aún no me ha perdonado del todo, así que no quería presionarla.Sin embargo, mi ansiedad creció con la llegada de la noche. Mi padre organizó una cena familiar para seguir celebrando la noticia de los gemelos. Fue otro momento agradable lleno de felicidad, pero para mí fue una mezcla de amargura. Nevaeh apenas interactuó conmigo; pocas miradas y su atención centrada en mi primo Joel y en los demás en la mesa.La esperé el resto de la tarde, pero fue en vano. Descansó y se preparó para la cena, pero no hubo espacio para mí.La cena terminó en