—Dime que no lo hiciste, sissi.- Susurró Nikola, retorciendo sus manos y paseándose nerviosamente de aquí para allá dentro de la habitación de su hermana. – júrame que tú no no asesinaste a la vieja.Nikita rodó los ojos, sirviéndose un whisky a la roca, le encantaba escuchar el sonido de los cubos hielo chocando contra el cristal de su baso, imaginaba que eso le otorgaba cierta elegancia al acto de beber.—No comprendo cómo puedes sospechar semejante cosa de mí. Por supuesto que no empujé a la vieja murciélaga escaleras abajo, ese no es mi estilo.—Lo sé, lo sé. Sé que te gustan los enfoques más sutiles y que los venenos son tu especialidad, pero no puedo evitar pensar que yo estaba desesperada hace unas horas porque Alex, quería que me largase de aquí, pero después de lo ocurrido, tengo asegurada mi posición bajo este techo.Nikola se dejó caer pesadamente sobre el sofá, ocultando su rostro entre sus manos.—No quiero la muerte de esa mujer en mi conciencia, sissi, por favor. Dime
Este capítulo contiene escenas de sexo fuertes y descriptivas. Se recomienda la discreción del lector. *** Luego de servirse dos tragos de vodka y de calmarse, Alexis continuó mirando la grabación. Esta vez, centro su atención en que mientras la italiana se vestía y salía de su habitación, Yelana salía del despacho y ya la matrona la estaba esperando. Discutían, en las cámaras se veía que la italiana las observaba desde arriba, y su primo Oleksander desde un pasillo lateral. Sofía regresó a su habitación, sin embargo su primo no. Víctor elevó una ceja al observar como su primo se alejaba por el pasillo a oscuras hasta reunirse con una sumisa, a la que luego procedía a empotrar contra la pared. Había lugares que no contaban con cámaras. El cuarto de Nikola, el de Eván, el de Milia y el de Yelana, porque simplemente a Víctor le daba urticaria de pensar en lo que pudieran hacer cada uno de ellos en su intimidad. A pesar de que se estaba comportando como todo un pervertido, él simp
Bebiendo su café mañanero, Alexis contempló a su familia reunida alrededor de la mesa.Asesinos.Todos y cada uno de ellos. No había uno que no hubiese tomado una vida.Ivanka y Mateo, parecían los más decentes y tranquilos de todos, sin embargo, hará cosa de cinco años ella se había quitado el aburrimiento asaltando bancos en otros países, así fue como conoció a Mateo, en España. Ambos intentaron asaltar el mismo.Lo lograron, de hecho, dejando un saldo de cinco guardias de seguridad muertos, y luego se pasaron un mes entero teniendo una tórrida y escandalosa aventura en Hawái.Lo de tórrida, porque a la pareja le encantaba participar en orgías y lo de escandalosa, porque ambos estaban casados con otras personas.Alexis comprimió los labios para evitar una sonrisa, sí. Aquello fue un desastre por más de un motivo, porque Mateo le puso unos monumentales cuernos a la hija de Agustín Farías, nada más y nada menos que el capo español.Por su parte, Ivanka había traicionado al hermano men
Como cada mañana, Sofía se vistió y bajó a tomar el desayuno con el resto de las sumisas. Extrañamente, las chicas estaban todas muy animadas, comiendo el pan seco y duro con gran ánimo y comentando entre sí. A ella no le interesó. Se colocó el abrigo, tomó la correa de Shadow y salió a pasear al animalito como de costumbre, dando vueltas por la fortaleza sin rumbo fijo. Teniendo cuidado de no alejarse demasiado para no perderse, hacia un frío infernal y para colmo estaba comenzando a nevar. Llevaba semanas entrenando al lobo, cuando obedecía, lo recompensaba con pequeños pedazos de carne y así había logrado que se sentara y se estuviese quieto cuando la situación lo ameritaba. Ella no era tonta. Algo se estaba moviendo entre los Ivanov. Quizás la señora Nikola tenía razón, y Alexis estaba planeando su regreso a Moscú. Muchas de las sumisas habían comenzado a empacar las pertenencias de Yura y su familia, incluso las cosas de la señora Nikita ya estaban en orden, sin embargo, Alexi
Él la miraba como si realmente no quisiera verla. Licia le lanzó una sonrisa de superioridad, mientras que la rubia la miraba con pena. Alexis le hizo una seña con su mano a otra sumisa y esta se acercó, él procedió a quitarle la botella de vino que sostenía, dándose un trago, pero luego giró su muñeca y vertió lentamente el contenido de la misma sobre la cabeza de Sofía. Ella no se atrevía a respirar siquiera. —Espero que esto te sirva de lección y te recuerde tu lugar, italiana. Últimamente tienes los humos demasiado subidos.- masculló él. Ella tragó en seco, manteniéndose inmóvil en lo que la bebida goteaba de su cabello, rodando por su cuello, recorriéndole todo el cuerpo hasta ensoparla, y formando un grotesco charco en el suelo a su alrededor. Parecía un charco…de...de... sangre. Los Ivanov rieron en pleno, incluso alguien aplaudió, Sofía sospechó que quizás había sido Yelana. —¡No es suficiente! ¡Esta humillación no es suficiente, si la apañas, todas las sumisas creerán q
¡Advertencia!Este capítulo contiene escenas de sexo explícito y lenguaje de adultos.Se recomienda la discreción del lector.***A Sofía comenzaron a zumbarle los oídos y toda la sangre del cuerpo pareció subírsele a la cabeza.—¡Y una mierda! ¡¿Ahora soy tu esposa?!Aquella explosión causó que él la mirase con sorpresa.—¡Lárgate! ¡Lárgate o no respondo de mí, disgraziato, figlio della grande pu…!- no pudo terminar, en tres grandes zancadas Alexis empujó, acorralandola contra la pared.—¿Es así como le hablas a tu Amo, esclava?- masculló él en un tono tan bajo y divertido que sonaba casi juguetón.- creo que es cierto lo que dice Nikola y necesitas aprender modales.La toalla de sobre la cabeza de Sofía cayó al suelo, y Alexis tomó un puñado de sus cabellos en su mano, tirando de ellos.—No me lastimes, por favor, por favor, seré buena.- rogó evitando mirarle a los ojos, hacia un segundo lo había hecho y ante sí no tenía al sofisticado hombre de negocios que había visto otras veces,
¡Advertencia!Este capítulo contiene escenas de sexo explícito y lenguaje de adultos.Se recomienda la discreción del lector.***—Ven acá, putica. Ya te divertiste ahora me toca a mí. -Antes de que el orgasmo la pusiera débil, salió de ella, y la puso en cuatro. Manteniéndola firme en la posición que él quería tirando de sus cabellos..—Pero…tú no…espera…¡Ah!- gimió ella, Alexis no le daba tiempo ni a pensar, penetrándola desde atrás.—Shhh.- Murmuró él, lamiéndole el cuello, y apoderándose de toda su espalda con esa enorme mano mafiosa.- ya tuviste lo tuyo. Ahora voy a montar a mi potra salvaje.La nalgada fue sonora y dolorosa, Sofía se encogió soltando un chillido de dolor.—Oh, sí. Esto está mucho mejor. – sonrió él maliciosamente aferrándola con dureza de las caderas y clavándole los dedos en la piel mientras se movía en ella despacio, muy despacio, disfrutando cada pequeño roce con las paredes de su vagina.- ¡Dios!Ella respiraba entrecortadamente, aferrándose a los barrotes d
Alexis pasó la noche en la habitación de Sofía.Cambiaron la sábana, porque la que tenían puesta estaba embarrada de sangre y de s#men y Alexis se acostó en la cama junto a ella, quedándose boca arriba, cubriéndose los ojos con un brazo.Ella lo estuvo contemplándolo durante largo rato.Él era musculosos, de rostro anguloso y mentón fuerte, su cabello estaba suelto y todo su cuerpo gloriosamente desnudo. Parecía un guerrero vikingo, venido a ella para asaltar, robar y destruir.Habían tantas cosas que estaban mal, el Don era el principal cabecilla de la mafia rusa, era el principal enemigo de su hermano, le doblaba la edad y con todo, se la había follado como si el mundo se fuera a acabar.Sintió como se le enrojecía la cara, mirando al altar que había instalado en una esquina de su habitación.Estaba perdida.Estaba en el infierno y ahora era la ramera del diablo.Una lágrima rodó por su mejilla, y Sofía la limpió con rapidez.Se había propuesto sobrevivir, pero si no tenía cuidado t