Italy WilsonDos años despuésCualquiera creería que sobrevivir y crear una buena vida después de todo lo que yo había pasado sería difícil. Pero realmente no lo había sido. Al menos al principio sí, cuando tenía que adaptarme a un lugar en que la gente no me utilizaba, sino que me ayudaba.La gente del pueblo era amable y aunque la mayoría conocía mi historia de maltrato, debía admitir que todo eso lo había usado para salir adelante. Las mujeres del pueblo me vistieron, se encargaron de encontrarme un lugar cómodo y barato fuera del hospital y pude conseguir el trabajo de mesera en el que tenía ya dos años.Cuando di a luz me ayudaron con la ropa de mi bebé y cuidaron de mí los días en los que estuve convaleciente.Mi vida era hermosa y Daven, mi pequeño hijo me hacía sonreír cada día que pasaba.Lo amaba con todo mi corazón y aunque solo tenía un año y un par de meses, él me sonreía, me decía mamá y sostenía mi mano al dormir.Él me ayudó a olvidar mis penas, mi pasado y todo lo rel
Italy WilsonPasé demasiado tiempo asustada, organizando mi alrededor para saber cuándo algo andaba mal y reaccionar antes de que me tomaran por sorpresa. Agradecía cada mañana en la que despertaba y sabía que nadie me encontraría. Pero esa noche me dormí con la incertidumbre rondando mi alma y con los nervios envolviéndome.Por eso, cuando la tabla floja en el inicio del pasillo que daba a la habitación chirrió, mis ojos se abrieron rápidamente y me mantuve serena en la cama mientras me aferraba al arma.Esperé en silencio para ver si sonaba la siguiente tabla floja y cuando lo hizo me levanté de un salto y apunté el arma hacia la puerta.En cuanto llegué a la casa aflojé los tablones en algunas áreas para que hicieran un ruido suave mientras estaba dormida, porque podría fácilmente despertar si lo escuchaba, como si fuera una alarma. Y esa noche al estar tan alerta fue fácil despertarse.Mi mano no temblaba mientras apuntaba hacia la puerta y lo sentí. Sentí esa tensión en el aire d
Italy WilsonEran las cinco con cincuenta cuando detuve el auto en el segundo pueblo que había cruzado esa madrugada. Lo detuve a la orilla de la entrada y me acerqué a la guantera para abrirla encontrándome con otra arma y un poco de dinero.Me guardé las dos armas que había tomado en la parte de atrás de la espalda, por la cinturilla del pantalón y las oculté con la sudadera, luego tomé la mochila y me la enganché y tomé la bolsa con comida.La carga que llevaba era pesada, pero las urgencias de irme lejos antes de que me interceptaran en terreno desventajoso.Caminé durante media hora hasta que me detuve en la estación y subí en el autobús que me llevaba directo a la ciudad.Mis manos estaban frías aun cuando estaba bien cubierta y el halo salía de mi boca con cada exhalación. Me encargué de no ser vista por ninguna cámara, por ello tenía la cabeza cubierta con la capucha de la sudadera además del gorro que había robado de uno de ellos.Fue difícil suspirar aliviada cuando aún esta
Italy Wilson—Mierda —susurré al escuchar que volvieron a tocar.Pisando suavemente me acerqué a la puerta y miré a través de la mirilla a los dos hombres frente a la puerta.Ambos vestían de traje, pero la mirada en sus ojos me dejó saber todo lo que necesitaba.Con una velocidad que me sorprendió a mí misma tomé a Daven de la cama y lo metí en el closet antes de correr de regreso a la cama y tomar las dos armas.—No pedí servicio a la habitación —grité sin acercarme a la puerta.—Traemos el desayuno de bienvenida, señorita.—Mentiroso —susurré para mí misma.Suspirando me acerqué a la puerta y miré nuevamente por la mirilla encontrándomelos a los dos uno al lado del otro, al conocer sus ubicaciones en la puerta me alejé.—Esta bien, ya voy, dame unos segundos para vestirme. Luego levanté el arma con silenciador y disparé cuatro veces a los puntos específicos que había memorizado en la puerta.Luego me pegué contra la pared por si fallaba y me disparaban, pero pasaron varios segundo
Hudson ToscaniGian entró en mi despacho azotando la puerta contra la pared y haciendo vibrar las paredes del despacho. Con un poco más de fuerza y lanzaba los libros al suelo.—¿Olvidaste como tocar?La sonrisa que tenía en su rostro era enorme, algo extraño si recordábamos que el hombre apenas sonreía, por eso dejé lo que estaba haciendo y enfoqué mi mirada en él.—¿Entonces? —cuestioné cuando se quedó en silencio.—Italy Wilson volvió a ser vista en el hotel Imperis en el sur de la ciudad.Por un segundo mi corazón se detuvo al escuchar sus palabras y entendí por qué la sonrisa que llevaba en la cara.—¿Dónde está ahora? —él se encogió de hombros.—Dos hombres de Renalti aparecieron muertos frente a la puerta de la habitación que ocupaba, aparentemente ella los mató a través de la puerta. Y es probable que regresara a la ciudad por estar huyendo de los hombres de Renalti. He estado investigando de camino aquí y hace dos noches fueron encontrados dos hombres muertos en una casa en u
Italy WilsonVolver a verlo me causó emociones que nunca creí posibles.Sería una mentirosa si decía que nunca había pensado en él en todo el tiempo en el que estuve lejos. Porque lo había hecho.Aunque nuestro único roce se reducía a una noche en la que me perdí en él sin restricciones, debía admitir que esa noche me marcó, no solo por el hijo que habíamos creado esa noche, sino también por las huellas que había dejado en mí.En muchas ocasiones podía recordar sus manos recorriéndome con reverencia y la forma en la que me trató, tan dulce pero tan posesivo y la vez tan, pero tan rudo. Era simplemente inexplicable.Y volverlo a ver hizo que todos esos recuerdos que me había esforzado por enterrar salieran a la luz y cuando su voz alta y clara resonó en todo el lugar me estremecí.—¿Qué quieres? —fue lo que preguntó mientras sus manos se mantenían en sus bolsillos y sus ojos me escaneaban como un depredador a su presa.Algunas cosas no cambiaban nunca aparentemente. Y algo que se había
Italy Wilson—Abran las puertas —ordenó con voz tensa y mis rodillas temblaron amenazándome con hacerme caer.El alivio que me recorrió fue tan enorme que no estaba segura de poder dar un par de pasos sin sentir que me desmayaba o caía.Todos los días de cansancio, de incertidumbre y de miedo descendieron sobre mí como un manto y tuve que pestañear un par de veces para evitar las lágrimas que intentaron escapar para recorrer mis mejillas.Cuando las puertas se abrieron pasé con paso rápido y las sentí cerrarse detrás de mí mientras me acercaba a Hudson.Su cuerpo estaba tenso y su postura no era para nada relajada, era meramente tensa y dudé cuando me detuve frente a él.Daven miraba hacia todos lados de forma curiosa y tenía tantas ganas de girarlo dentro de su mochila para que viera de frente a su papá, pero simplemente no me atrevía a moverme.—Entonces dices que es mi hijo —no fue una pregunta, fue una mera afirmación a las palabras que le había dicho minutos antes.—Lo es, puedes
Hudson ToscaniPodía ver el miedo en sus ojos y la incertidumbre grabada en cada uno de sus rasgos.Estaba en lo correcto con respecto a todo lo que dije, no era tan estúpido como para no notarlo. Ella solo había regresado porque se vio obligada a hacerlo y ahora quería cosas de mí, quería manipularme como Raian le había enseñado, pero lamentando el caso yo no era esa clase de hombres que ella podría manipular.Y mentí, mentí cuando le dije que no me haría cargo de su seguridad, pero ella debía entender que no podía hacerme las cosas que me hizo y regresar como si nada hubiese pasado. Le di mi protección y ella la rechazó sin pensarlo dos veces y eso claramente debía tener un castigo.Y aunque nunca me atrevería a ponerle un solo dedo encima era bueno que el miedo la envolviera y la incertidumbre se apoderara de ella. La haría mía, eso era seguro y también le daría el mundo y haría que los demás se arrodillaran ante ella.Pero no permitiría que jugara conmigo, nunca permitiría que cre