Me encontraba en la oficina, habían demasiadas cosas pendientes por hacer, desde que Alejandro había llegado a trabajar pues pude alivianar el trabajo sin embargo no dejaba de ser bastante.

_ Señorita Montalvo _ habló Agnes por el teléfono _ el joven amo Richard se encuentra aquí, insiste en verla.

_ Hazlo pasar _ suspire pesadamente _ también trae café para mí, ya sabes como me gusta.

Agnes colgó, la puerta se abrió y entró Richard, era hijo del canciller, traía un ramo de rosas rojas muy grande.

_ ¿Qué sucede Richard? Sinceramente estoy demasiado ocupada para perder el tiempo contigo, fui clara desde el inicio, no me interesas.

_ Vamos Iris, no desaproveches la oportunidad tan grande que se te presenta, bien sabes que si sales conmigo es abrir muchas puertas, el negocio de los Montalvo se puede expandir a una velocidad increíble, estarán en un puesto más grande del que ya se encuentran.

_ Escucha Richard _ quité mis lentes y lo miré con arrogancia _ si quiero que el negocio se expanda más de lo que ya se expandió, no solicitaría tu ayuda si no la de mi cuñada, ¿Recuerdas que mi hermano se casó con Zaya Jalifa? Por si no recuerdas, ella es la hija única de un jeque árabe y su adoración, estoy segura que si inicio una relación contigo, yo no sería tan beneficiada como estás presumiendo sino que tú serías él único que se beneficie, nunca antes me habías buscado pero ahora que mi familia es la más rica de New York es que vienes a fastidiar, piérdete y no molestes más, llevate las rosas de paso, no me gustan esas flores.

Richard se largó con el rabo entre las patas, Agnes llegó con mi café y se puso a reír ante la cara pálida del hombre, alce una de mis cejas en signo de molestia.

_ Digna de su apodo señorita Montalvo, cortó la cabeza del hijo del canciller.

_ Es increíble como vienen a molestar tan temprano, comencé a existir para todos ellos desde el momento en que la compañía empezó a expandirse.

_ Tiene toda la razón, el joven amo Richard empezó a acosarla desde que la empresa se ubicó en el primer lugar como la más próspera, por suerte usted es bastante inteligente para darse cuenta de las verdaderas intenciones de los demás.

_ Así es, muchas gracias Agnes, puedes retirarte.

Agnes se trataba de la secretaria de mi hermano y la mía, pero era algo más que eso, en el tiempo que estuvo aquí se ganó muy pronto nuestro afecto, también manejaba las agendas personales de cada uno, siendo algo más que una empleada.

_ Señorita Montalvo _ habló Agnes por el teléfono _ tiene una junta con los clientes del hotel nuevo.

_ Es cierto, ¿Dónde está Alejandro?

_ El señor Montalvo en estos momentos se encuentra en la construcción del hotel.

_ Muy bien, me reuniré con los clientes, por favor prepara la sala de juntas.

Agnes me dijo que ya la sala estaba preparada, tome mi portafolio para luego caminar en dirección a la sala de juntas, estando ahí miré a un hombre que me miró con desprecio, genial, otro simio retrógrada que se daba golpes en el pecho solamente por ser hombre.

_ Pensé que nos íbamos a reunir con el jefe, no con su secretaria.

_ Es la primera vez que lo miró aquí _ sonreí sarcásticamente _ bien, no soy la secretaria de Alejandro sino su hermana y dueña de la mitad de la empresa, si su cerebro no puede comprenderlo soy lo suficientemente paciente para explicarlo con palitos y manzanas.

_ Dudo mucho que una mujer sea competente para atender negocios de hombres, quiero irme de aquí.

_ ¿Y quién es él? _ miré al hombre con quién había hecho inicialmente los negocios _ hasta ahora se aparece.

_ Él es el hijo del dueño _ dijo incómodo el hombre _ quiere aprender de los negocios de su padre.

_ Quiero que se largué, yo hice negocios con usted, no con él, si no se va todo el contrato se va al demonio, no hemos firmado ningún documento así que no tendremos problemas legales.

_ ¡¿Quién te crees que eres?! _ él golpeó la mesa de la sala de juntas _ soy el hijo de tu jefe, ahora dame el respeto que merezco.

_ Escúchame bien junior _ me levanté de la silla y puse mis manos en la mesa _ ningún hijito de papi va a venir a ofenderme solo por el hecho de ser mujer, ahora mueve tu culo y lárgate de aquí, no soporto ver tipos como tú.

Él se fue con el rabo entre las patas al ver mi actitud, empecé a mostrarle al hombre los detalles que llevaría la construcción del hotel y quedó maravillado.

_ Muchas gracias señorita Montalvo _ él tomó mi mano _ lamento el inconveniente que tuvimos inicialmente.

_ No se preocupe, ahora si me disculpa tengo otras cosas que hacer.

Fui a trabajar, mientras lo hacía la puerta fue abierta, entró Zaya acompañada de Mehmed, ella sonrió ampliamente y me saludó calidamente.

_ Señorita Montalvo _ Mehmed se inclinó _ es un gusto verla.

_ Hola Mehmed _ saludé tranquilamente, miré a mi cuñada _ ¿Qué haces aquí?

_ Alejandro está en una construcción así que no va a poder salir a comer conmigo.

_ En conclusión soy la única persona que tienes a disposición.

_ Para ser honesta si, ¿Te molesta?

_ Claro que no, vamos _ miré a Mehmed _ ¿Acaso este no viene con nosotras?

_ Él viene pero no comerá con nosotras, tiene una reunión de negocios en el mismo restaurante al que vamos, está en un proyecto de bienes raíces en el que invirtió mi papá y se reunirá con el arquitecto.

_ Oh, ya veo, bien, vámonos.

Nosotros salimos de la empresa, Zaya se fue conmigo adelante mientras que Mehmed iba en la parte de atrás.

Llegamos al restaurante y nos sentamos en una de las mesas centrales, Mehmed se encontró con un hombre un poco mayor que lo saludo con respeto, ambos se fueron a una mesa que estaba en una de las ventanas.

_ Bien _ Zaya hizo que desviará mi atención hacia ella _ ¿Por qué miras tanto a Mehmed? ¿Acaso te gusta?

_ ¿Gustarme? No, definitivamente no.

_ ¿Por qué? Mehmed es muy apuesto _ ella rió bajito _ y tú eres una mujer muy hermosa.

_ Es cierto que Mehmed, se trata de un hombre guapo y rico, además es un empresario famoso en el mundo árabe y el hombre de confianza de la familia Jalifa y no menos importante, ocupa un lugar en tu corazón.

_ ¿Pero?

_ Cuando está a mi lado, siempre me da la imagen de un hermano, después de Alejandro claro está, yo nunca pensé en desarrollar una relación de amor con él, o sea, no es mi onda, no creo que tengamos química. Somos tan diferentes. Ni hablar, soy una cristiana y él, un musulmán. Sólo nos vemos varias veces gracias a ti.

_ Solamente te diré que un rompecabezas no está hecho de piezas iguales.

Zaya no dijo nada más, nosotras almorzamos con normalidad y luego fui a dejarla al hospital, mientras me despedía de ella miré a Luca, mi corazón pálpito al verlo, iba a saludarlo pero Mehmed se atravesó en mi camino.

_ Quítate del medio pelo de perro viejo.

_ En serio que lo que tiene de enana, lo tiene de bruta, al menos fíjese donde pone el pie.

Miré que mi tacón pisaba el zapato de Mehmed, no lo sentí en ningún momento, quite mi pie de su zapato y fui al lado de Luca quién me recibió con un beso en la mejilla.

Luca se acercó donde estaban los demás, caminó detrás de mí y sujetaba mi brazo sutilmente, cuando estuvo frente a Mehmed pude sentir una tensión por parte del turco, de repente el ambiente se volvió pesado…