Capítulo 6

_ ¿Acaso no vas a comer más? Casi no probaste la comida _ él negó _ bien, te agradezco el ofrecimiento, es un poco inconveniente andar en taxi.

Nosotros nos fuimos, él manejaba el todo terreno que andaba ayer, me abrió la puerta y subí galantemente.

_ Pensé que utilizabas otro tipo de carro _ miré a mi alrededor _ un Lamborghini por ejemplo.

_ ¿En serio? _ él sonrió _ un auto de esa clase no hubiera podido sacarla del fango en el que se encontraba ayer.

_ Tienes razón, gracias por lo que hiciste.

Mehmed llegó a la empresa, una vez que me dejó en la entrada simplemente se marchó, seguí trabajando hasta que la jornada finalizó y mientras esperaba un taxi me sorprendí al ver mi carro en perfectas condiciones, estaba tan bien lavado que me reflejaba en él.

_ Disculpe _ le hablé al guarda de seguridad _ ¿Quién vino a dejar este coche?

_ Se trataba del señor Mehmed Arafat, dijo que no dijéramos nada pero si usted me lo preguntó estoy en la obligación de informarle.

_ Se lo agradezco.

Me subí al coche, una fragancia de limpio se extendía por todo el auto, Mehmed había cuidado cada pequeño detalle, mientras manejaba recordé que no tenía nada de comida en la casa, decidí comer fuera.

_ Buenas noches _ entré al restaurante _ quiero una mesa.

Mientras cenaba miré que Luca estaba entrando al local, me entusiasmé al verlo y levanté mi mano, él al verme se acercó con una gran sonrisa.

_ ¿Qué haces aquí?

_ Salí tarde del hospital y no deseo cocinar, ¿Y tú?

_ Igual, ya luego iré a comprar las cosas que necesito pero por hoy voy a comer fuera.

Luca me acompañó, él me contaba su día en el hospital, mis ojos brillaban como una adolescente, amaba a este hombre, incluso las cosas más pequeñas que me decía me hacían feliz.

_ Bien _ terminamos de comer _ te acompañaré a tu edificio, ya luego me iré a mi apartamento.

_ No quiero que te regreses a traer tu coche, ¿Qué te parece si me sigues?

Luca asintió, cada uno se fue en su vehículo, podía ver por el espejo retrovisor que me seguía, mi corazón palpitaba al saber que sus ojos estaban puestos en mí, quizás soy una tonta pero estás pequeñas cosas me llenan a un punto muy grande.

_ Bien _ él abrió la puerta de mi coche galantemente _ está en su edificio, mi lady.

_ Gracias _ tomé su mano mientras reía _ puede irse mi galante caballero de armadura dorada, ya su lady está a salvo en su castillo.

_ Mi lady _ él besó mi mano _ ¿Qué le parece si almorzamos el día de mañana?

_ ¿Hablas en serio? _ él asintió _ me parece perfecto, ¿Pasas por mí?

_ Claro que sí, nos vemos mañana Iris.

Luca se fue, entré al edificio hasta que no pude ver su carro, suspiré profundamente y tomé mi bolso mientras llevaba mis manos a mi corazón, parecía una tonta soñadora pero nunca me había sentido tan feliz.

Al día siguiente fui a trabajar pero esta vez iba muy bien arreglada, me pusé un enterizo dorado, mi cabello iba sujeto en dos coletas, un par de tacones aguja y dos aretes grandes.

_ Se mira hermosa señorita Montalvo _ dijo Agnes _ al parecer va a salir con alguien especial.

Asentí contenta, fui a trabajar pero no podía dejar de pensar en la cita con Luca, al menos yo lo percibía de esa manera, no sabía si era igual con él. Al llegar a mediodía fui a retocar mi maquillaje, me envió un mensaje donde me decía que me esperaba en la recepción así que baje rápidamente.

_ Luca _ lo saludé sonriendo _ ¿Nos vamos?

_ Estás hermosa _ él tomó mi mano y me dio la vuelta _ bien, vamos.

Él manejó hasta un restaurante que no conocía, se miraba bastante casero, al entrar una señora nos recibió muy contenta, el olor a comida casera llenaba cada rincón de este pequeño local.

_ La comida aquí es muy buena, es un sitio casero pero verás que te chuparás los dedos.

Ordenamos pollo guisado, el plato era bastante grande en comparación con otros sitios de lujo que había visitado, al probar la comida me quedé fascinada, comí todo con mucho apetito mientras los ojos de Luca me veían con completa satisfacción, mis mejillas se sonrojaron debido a que lo amaba profundamente.

Nosotros terminamos de comer, al pagar la cuenta, Luca no dejó que lo hiciera, fuimos a la empresa y él me acompañó en todo momento.

_ ¿Qué vas a hacer en la noche? _ le pregunté sonrojada _ ¿Tienes algún plan?

_ Iré donde Aisha, ella sigue enferma así que la revisaré.

No quise decir nada, solamente asentí y me despedí con un beso en la mejilla, había disfrutado mucho el almuerzo con él así que me quedaría con eso, a pesar de esto no podía evitar sentir celos, esa mujer estaba demasiado presente en la vida de Luca, al parecer no podía trazar un límite en la relación que tenía con su cuñado.

_ No puedo quedarme de brazos cruzados, es una locura que ella venga y disponga del tiempo de alguien a su antojo, ya sé, seguiré a Luca para ver donde demonios vive _ me detuve _ ¿Qué demonios estoy diciendo? Parezco una loca completa, no puedo hacer eso.

Seguí trabajando con normalidad, al finalizar la jornada laboral llegué a mi apartamento, cené lo que encontré en el refrigerador y después de jurarme que tendría que ir de compras para la despensa me fui a dormir.

Al día siguiente como era costumbre me presenté a la empresa, miré a Agnes y la saludé.

_ Agnes, buenos días _ ella me saludó respetuosamente pero distante _ ¿Ocurre algo?

_ No, no es nada señorita Montalvo.

Entré a mi oficina y empecé con el trabajo, Agnes entró para dejarme unos documentos, le agradecí por el gesto, mientras ella caminaba hacía la salida miré como se desplomó a medio camino, me asuste enormemente y sin pensarlo dos veces fui corriendo a su lado.

_ ¡Alejandro! _ grité a la orilla de Agnes _ ¡Alejandro ven!

Alejandro llegó cuando escuchó mis gritos despavoridos, al mirar a Agnes en el suelo se fue rápidamente donde nosotras, él la cargó sin ningún problema y la acomodó en el sofá de mi oficina.

_ ¿Qué fue lo que pasó? 

_ No sé, simplemente se desplomó, iré por alcohol para traerla de regreso.

Fui por alcohol, Agnes se despertó luego de unos minutos y miró el rostro preocupado de Ale junto con el mío, su mano se dirigió a su cabeza e intentó levantarse pero la detuve.

_ Necesitamos hablar Agnes, por favor.

Agnes tenía una especial confianza conmigo, así que le pedí a Alejandro que nos dejará a solas, ya luego vamos a hablar de esta situación solamente nosotros.

_ Bien _ dije una vez que Alejandro se fue _ ahora dime qué es lo que te sucede desde hace varios días, Agnes.

Puse mi mano encima de la suya, ella de repente empezó a llorar así que la console hasta que estuvo tranquila, aunque al inicio no quería hablar terminó por acceder cuando le supliqué que sacara todo lo que le angustiaba.

_ Mi hija perdió su trabajo, hubo un recorte de personal y ella estuvo en la lista _ secó sus lágrimas con una toalla de papel que le di _ en cuanto el casero se dio cuenta de esto decidió botarla del apartamento que alquilaba, decidí acogerla en mi casa porque no podía dejarla en la calle junto con mi nieto, todo estaba bien pero la dueña decidió vender la casa y ahora los nuevos dueños están exigiendo que salgamos del inmueble, busqué por todos lados un sitio que pudiera alcanzar con mi salario sin embargo me es imposible, no es que aquí gane mal pero la vida en New York es demasiado cara, estoy manteniendo a tres personas incluyendome, siento que me vuelvo loca…

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