Para la fiesta de graduación faltaba casi un mes, por lo tanto, Delfina pensaba en su cumpleaños abrirá las puertas de su casa a sus mejores amigos de la escuela y de la filarmónica, sus compañeros y compañeras de natación. Lo hablaba con su madre esa tarde, ésta le decía- ¿Qué piensas hacer hija para sa gran fecha que es tu cumpleaños? - mientras sonreía, estaban sentadas las dos en la sala comedor bebiendo un rico té.¡Invitaré a todos mis compañeros de la filarmónica y a los de mi clase los cuales me aprecian en general! -- ¡Bien hija, será como tú digas y se hará como lo desees! -Marcos y Antonella ya habían llegado a la casa se encontraban descansando, por suerte pensó Delfina no los vi, y si pudiera ser invisible para Antonella lo sería. Pero su cuñada iba a estar en su cumpleaños y de seguro iba a invitar a su familia, huy, Dios que rabia pensaba Delfina, pero trataba de estar bien porque quería disfrutar lo mejor que podía ese día. Faltaban dos días para su cumpleaño
La chica se movió nerviosa dentro de la habitación, que se reducía cada vez más a medida que aquel hombre se acercaba a Montserrat. Cada vez que el venía a buscarla para descargar sus asquerosos deseo en ella, Montserrat parecía morir un poco. Pero su afán por sobrevivir la hacían quedarse quieta y responder como podía a las caricias de este.- ¡Acércate! - pidió Marcelo con cierta mesura -¡No voy a hacerte daño, porque lo haría tu me gustas, y mucho! - ella se acercó- ¡Ahora si nos entendemos! - respondió él y comenzó a acariciar su mentón y de ahí bajó a sus pechos muy lentamente, ella a cada movimiento de sus dedos sentía unas ganas tremendas de gritar y salir corriendo de ahí. Pero fue valiente y se quedó, se tenía que quedar, porque si no las cosas podían ser peores para ella. Así que renunció a su cuerpo y se entregó al placer de aquel extraño hombre iba a aprender a jugar, como le enseño Lisa y quizás posiblemente no tuviera que pasar por tantas manos de hombre diferentes e
La fiesta, siguió su curso, Antonella se acostó temprano y desde su cuarto apenas se escuchaba el sonido de la música. Delfina estaba bellísima en una falda roja sumamente corta y una bluza negra que dejaba ver toda su espalda fuerte musculosa recta sensual, su perfume olia a atardecer. Santino llegó con un ramo de flores blancas y un regalo en su mano que ella lo abrió enseguida, era una cadena de plata con un corazón pequeño que abría en dos partes el corazón.- ¡Es para colocar nuestras fotos y para que siempre me sientas junto a tí, por más lejos que esté y pase lo que pase siempre te he de amar recuérdalo! - y le rozó los labios con un beso, en ese momento Marcos bajaba y los vio, sintió una ráfaga de celos recorrerle sus arterias. Pero era el destino, su hermana alguna vez tendría que enamorarse.- ¡Buenas! - dijo en un tono helado, Santino sintió lo lejano de su voz, Marcos se acercó y extendió su mano mientras decía sin emoción alguna en su voz-Bienvenido a la fiesta de
La fiesta finalizó, la madrugada atrapó a los que no se fueron antes, Delfina los invitó a pasar a la sala de estar donde estaba su piano y los iba a agasajar con una hermosa sinfonía. Todos se dirigieron allíDelfina se sentó frente al piano totalmente liberada incluso quedó descalza y luego tocó “” Carta a Elisa” lo hizo con vehemencia, como si fuera ella misma la que tuviera que marchar lejos de su amor, alejarse, por la razón que fuera, lo que significaba una sensación de soledad y de gran sufrimiento. Todo su cuerpo se balanceaba, sintiendo en su piel cada nota, silencio absoluto parecía que todos habían dejado de respirar allí; cuando finalizó parecía que despertaron de un hechizo y aplaudieron y la besaron impresionante composición.la mayoría se fueron muy contentos, Delfina tuvo innumerables regalos. Al despedirse de Santino en la vereda de su casa mientras éste esperaba un taxi se besaron apasionadamente.- ¡El chico la tomó suavemente por la cintura como si fue
Por fin llegó la gran noche de la fiesta de graduación en la casa de los Mendieta como la de los Sotelo no se hablaba de otra cosa. - ¡Hoy tenemos que estar presente en la fiesta de graduación de tu hija! - exclama Ruth a Don Antonio- ¡Lo sé mujer! - e iba de un lado a otro probándose la ropa que su mujer le alcanzaba- ¿Irá Damián? -- ¡Sí, lo hará, y también lo hará Marcelo! -¡Bien, bien! - dijo Don AntonioAntonella hablaba con Marcos en ese momento- ¡Hay dos oradoras, una es de las clases más bajas en donde se encuentra tu hermana y otra de nuestra clase! - hace una pausa mientras se prepara para tomar una ducha -la o el orador de las clases más bajas no se sabe quién es, de nuestro grupo es un joven de más o menos mi edad, muy brillante y que las universidades se disputan por él! - Marcos la escucha, mientras la observa, con sólo mirarla, sus deseos más íntimos se despiertan, se acerca a ella y la toma por la cintura, le besa el cuello, ella gime, él le acaricia los pe
Marcos se despidió de Antonella sin antes decirle- ¡Cuídate, confío en ti! -- ¡No te preocupes, le haré honor a tu apellido y a mi nombre! - y se dieron un beso apasionado y largo. Santino se fue a traer un trago para él y Delfina, luego se acercaron a una ventana a disfrutar de la noche, lejos del tumulto.- ¡Estuviste increíble en ese discurso! -- ¿Te pareció? -- ¡Fue lo más hermoso que escuché en mi vida! -Ella río suavemente, Santino la atrajo hacía sí y la beso con pasión desmedida, ella le correspondió, él le hubiera gustado perderse en su cuerpo en ese preciso momento, hacerla suya y decirle cuanto la amaba y que lo perdonara, pero trató de no entrar en pánico.- ¿Bailamos? -- ¡Seguro! - y se van a la pista, Antonella los observaba de lejos, trataba de no tomar demasiado, porque podía cometer estupideces de las que después se arrepentiría. Bailaba con otras chicas de por allí, algunas estaban peleadas con sus novios, otras sus novios estaban con sus amigos.La tal Beti
Amelia bajó porque sintió los gritos de Marcos- ¿Que pasó Marcos? -- ¡Pasó que nuestra querida Delfina recién acaba de llegar a la casa después de pasar la noche en la casa de ese tal Santino! - Amelia se llevó las manos a su rostro, y su cara se llenó de preocupación.- ¡No puede ser! - dijo afligida- ¡Sí, puede ser, y ahora encima se hace la inocente en toda esta situación! - se pasea lleno de furia por la sala de estar, se sirve un wiski, su madre trata de controlarlo.- ¡Iré a hablar con ese chico Delfina es menor y él lo sabía! - en instante baja Antonella y pregunta- ¿Qué sucede? -- ¡Delfina recién acaba de llegar de la casa de tu amiguito Santino! - Antonella se murió de felicidad por dentro, y se dijo para sí, querido Santino has cumplido. Se hace la afligida por la situación y pregunta- ¿Qué vas a hacer? -- ¡Iré a hablar con ese chico! - ella lo tranquiliza- ¡Ahora no estás para hablar con nadie, tranquilízate o empeoraras las cosas! -y alude -¡tú hermana habrá queri
Lorenz y su grupo viajarían pronto a otro país, pero irían a la capital a dar otro concierto, porque así se lo pidieron los de las disqueras. Estaban preparándose para ese gran regreso. La canción recién estrenada que un verdadero éxito a nivel nacional e internacional.- ¿Vas con nosotros esta vez? - preguntaba Lorenz a Carmelo- ¡Posiblemente! - no te lo prometo hace un silencio, - ¡trataré de arreglar en mi trabajo días y horarios! -- ¡ojalas pudieras hacerlo, me encantaría! - Marcos quedó pensando toda la tarde en la conversación sostenida con Santino, su esposa, su hermosa esposa, era una andariega en el ámbito escolar, era lo que Delfina sabía de Antonella, también recordó las palabras del joven Santino en el cumpleaños de Delfina. Se refregó la cara ya n quería pensar más en ese tema, todavía tenía trabajo que hacer. Llamó a Mercedes y le pidió que llevara al contador unos documentos para que los revisara, la secretaria acudió enseguida. Delfina volvió a llamar