La fiesta finalizó, la madrugada atrapó a los que no se fueron antes, Delfina los invitó a pasar a la sala de estar donde estaba su piano y los iba a agasajar con una hermosa sinfonía. Todos se dirigieron allíDelfina se sentó frente al piano totalmente liberada incluso quedó descalza y luego tocó “” Carta a Elisa” lo hizo con vehemencia, como si fuera ella misma la que tuviera que marchar lejos de su amor, alejarse, por la razón que fuera, lo que significaba una sensación de soledad y de gran sufrimiento. Todo su cuerpo se balanceaba, sintiendo en su piel cada nota, silencio absoluto parecía que todos habían dejado de respirar allí; cuando finalizó parecía que despertaron de un hechizo y aplaudieron y la besaron impresionante composición.la mayoría se fueron muy contentos, Delfina tuvo innumerables regalos. Al despedirse de Santino en la vereda de su casa mientras éste esperaba un taxi se besaron apasionadamente.- ¡El chico la tomó suavemente por la cintura como si fue
Por fin llegó la gran noche de la fiesta de graduación en la casa de los Mendieta como la de los Sotelo no se hablaba de otra cosa. - ¡Hoy tenemos que estar presente en la fiesta de graduación de tu hija! - exclama Ruth a Don Antonio- ¡Lo sé mujer! - e iba de un lado a otro probándose la ropa que su mujer le alcanzaba- ¿Irá Damián? -- ¡Sí, lo hará, y también lo hará Marcelo! -¡Bien, bien! - dijo Don AntonioAntonella hablaba con Marcos en ese momento- ¡Hay dos oradoras, una es de las clases más bajas en donde se encuentra tu hermana y otra de nuestra clase! - hace una pausa mientras se prepara para tomar una ducha -la o el orador de las clases más bajas no se sabe quién es, de nuestro grupo es un joven de más o menos mi edad, muy brillante y que las universidades se disputan por él! - Marcos la escucha, mientras la observa, con sólo mirarla, sus deseos más íntimos se despiertan, se acerca a ella y la toma por la cintura, le besa el cuello, ella gime, él le acaricia los pe
Marcos se despidió de Antonella sin antes decirle- ¡Cuídate, confío en ti! -- ¡No te preocupes, le haré honor a tu apellido y a mi nombre! - y se dieron un beso apasionado y largo. Santino se fue a traer un trago para él y Delfina, luego se acercaron a una ventana a disfrutar de la noche, lejos del tumulto.- ¡Estuviste increíble en ese discurso! -- ¿Te pareció? -- ¡Fue lo más hermoso que escuché en mi vida! -Ella río suavemente, Santino la atrajo hacía sí y la beso con pasión desmedida, ella le correspondió, él le hubiera gustado perderse en su cuerpo en ese preciso momento, hacerla suya y decirle cuanto la amaba y que lo perdonara, pero trató de no entrar en pánico.- ¿Bailamos? -- ¡Seguro! - y se van a la pista, Antonella los observaba de lejos, trataba de no tomar demasiado, porque podía cometer estupideces de las que después se arrepentiría. Bailaba con otras chicas de por allí, algunas estaban peleadas con sus novios, otras sus novios estaban con sus amigos.La tal Beti
Amelia bajó porque sintió los gritos de Marcos- ¿Que pasó Marcos? -- ¡Pasó que nuestra querida Delfina recién acaba de llegar a la casa después de pasar la noche en la casa de ese tal Santino! - Amelia se llevó las manos a su rostro, y su cara se llenó de preocupación.- ¡No puede ser! - dijo afligida- ¡Sí, puede ser, y ahora encima se hace la inocente en toda esta situación! - se pasea lleno de furia por la sala de estar, se sirve un wiski, su madre trata de controlarlo.- ¡Iré a hablar con ese chico Delfina es menor y él lo sabía! - en instante baja Antonella y pregunta- ¿Qué sucede? -- ¡Delfina recién acaba de llegar de la casa de tu amiguito Santino! - Antonella se murió de felicidad por dentro, y se dijo para sí, querido Santino has cumplido. Se hace la afligida por la situación y pregunta- ¿Qué vas a hacer? -- ¡Iré a hablar con ese chico! - ella lo tranquiliza- ¡Ahora no estás para hablar con nadie, tranquilízate o empeoraras las cosas! -y alude -¡tú hermana habrá queri
Lorenz y su grupo viajarían pronto a otro país, pero irían a la capital a dar otro concierto, porque así se lo pidieron los de las disqueras. Estaban preparándose para ese gran regreso. La canción recién estrenada que un verdadero éxito a nivel nacional e internacional.- ¿Vas con nosotros esta vez? - preguntaba Lorenz a Carmelo- ¡Posiblemente! - no te lo prometo hace un silencio, - ¡trataré de arreglar en mi trabajo días y horarios! -- ¡ojalas pudieras hacerlo, me encantaría! - Marcos quedó pensando toda la tarde en la conversación sostenida con Santino, su esposa, su hermosa esposa, era una andariega en el ámbito escolar, era lo que Delfina sabía de Antonella, también recordó las palabras del joven Santino en el cumpleaños de Delfina. Se refregó la cara ya n quería pensar más en ese tema, todavía tenía trabajo que hacer. Llamó a Mercedes y le pidió que llevara al contador unos documentos para que los revisara, la secretaria acudió enseguida. Delfina volvió a llamar
En la habitación Delfina, sentía que la cabeza le estallaba y se lo hace saber a su madre - ¡Me duele la cabeza madre! - - ¡Te traeré un analgésico! - Delfina sabía que no había analgésicos para el alma, pero nada dijo, su madre volvió al rato, estaba muy deprimida, y su madre muy preocupada. - ¡Trata de descansar! - y la tapo, se quedó con ella tomándole la mano mientras Delfina sucumbió al sueño. Amelia bajo y fue directo adonde se encontraba Marcos, entró he hizo la pregunta - ¿Qué fue eso Marcos, ¿cómo fue eso de que fuiste a ver a ese chico para decirle que se aleje de tu hermana? - Marcos sabía que había actuado mal, así que no le quedó de otra que reconocer su falta frente a su madre. - ¡Lo siento madre, es verdad fui a ver al chico Santino para que dejara a Delfina en paz! - meditó un minuto - ¡Pero has visto como se puso, estaba fuera de sí, parecía una loca! - dio una vuelta por la habitación y prosiguió - ¡no es un comportamiento adecuado para una joven a la que hemos
- ¿Has intentado hablar con Santino? -- ¡No, desde ese día no lo he visto más! -- ¿Y tú hermano qué dice? -- ¡Tampoco he hablado con él? - Camila la observó, Delfina era su mejor amiga, se conocían desde pequeñas. Por eso deseaba lo mejor para ella, sabía que estaba sufriendo, se había enamorado de Santino y Santino de ella. Santino era un mujeriego, era cierto, pero también era verdad que desde que salía con Delfina nunca lo vieron con otra chica.- ¡Deberías hablar con ellos, si no hablas jamás sabrás su posición, a estas aturas quizás vean las cosas de otra manera! - decía Camila mientras bebía su café. Para ese entonces Delfina había comenzado a llorar silenciosamente, como lloran los fuertes de corazón, como esas lluvias de primavera que comienzan a caer lentamente hasta convertirse en un chaparón.¡Es que ya no puedo con este dolor! ¿me entiendes Camila? - dijo entre estertores de llanto en su garganta.- ¡Lo sé, amiga, lo sé, puedo entender lo qué estás sufriendo? - dijo
Esfumados llegaría pronto a la ciudad, faltaban dos días, los chicos y los no tan chicos estaban eufóricos con la llegada del grupo.Marcos pregunta a su madre- ¿Delfina va a ir a ver Esfumados? -- ¡No tiene ánimos! -- ¿Cuándo viene el médico? -- ¡Hoy por la tarde! -- ¡Bien mantenme al tanto! - su madre le dio que sí y se despidieron, Marcos estaba preocupado por la salud Delfina, sí le quedaba tiempo iría a ver a ese chico Santino. Justo sonó su teléfono, era Paul- ¡Señor Mendieta! -- ¿Cómo está Paul? --Bien ¿puedo pasar por la tarde por su oficina? -- ¡Por supuesto! -- ¡Bien, estaré a las tres por su oficina, buenos días! -Marcos quedó pensativo, que tendría que decirle Marcos que le pedía para verlo, alguna información tendría, bueno luego lo sabre se dijo. ¡Está un poco baja de peso! - y dirigiéndose a Delfina - ¡Has rebajado cinco kilos Delfina, demasiado para tu edad y estatura, es por eso que te sientes agotada, además trabajas mucho, ú cerebro gasta una gra