Lorenz y su grupo viajarían pronto a otro país, pero irían a la capital a dar otro concierto, porque así se lo pidieron los de las disqueras. Estaban preparándose para ese gran regreso. La canción recién estrenada que un verdadero éxito a nivel nacional e internacional.- ¿Vas con nosotros esta vez? - preguntaba Lorenz a Carmelo- ¡Posiblemente! - no te lo prometo hace un silencio, - ¡trataré de arreglar en mi trabajo días y horarios! -- ¡ojalas pudieras hacerlo, me encantaría! - Marcos quedó pensando toda la tarde en la conversación sostenida con Santino, su esposa, su hermosa esposa, era una andariega en el ámbito escolar, era lo que Delfina sabía de Antonella, también recordó las palabras del joven Santino en el cumpleaños de Delfina. Se refregó la cara ya n quería pensar más en ese tema, todavía tenía trabajo que hacer. Llamó a Mercedes y le pidió que llevara al contador unos documentos para que los revisara, la secretaria acudió enseguida. Delfina volvió a llamar
En la habitación Delfina, sentía que la cabeza le estallaba y se lo hace saber a su madre - ¡Me duele la cabeza madre! - - ¡Te traeré un analgésico! - Delfina sabía que no había analgésicos para el alma, pero nada dijo, su madre volvió al rato, estaba muy deprimida, y su madre muy preocupada. - ¡Trata de descansar! - y la tapo, se quedó con ella tomándole la mano mientras Delfina sucumbió al sueño. Amelia bajo y fue directo adonde se encontraba Marcos, entró he hizo la pregunta - ¿Qué fue eso Marcos, ¿cómo fue eso de que fuiste a ver a ese chico para decirle que se aleje de tu hermana? - Marcos sabía que había actuado mal, así que no le quedó de otra que reconocer su falta frente a su madre. - ¡Lo siento madre, es verdad fui a ver al chico Santino para que dejara a Delfina en paz! - meditó un minuto - ¡Pero has visto como se puso, estaba fuera de sí, parecía una loca! - dio una vuelta por la habitación y prosiguió - ¡no es un comportamiento adecuado para una joven a la que hemos
- ¿Has intentado hablar con Santino? -- ¡No, desde ese día no lo he visto más! -- ¿Y tú hermano qué dice? -- ¡Tampoco he hablado con él? - Camila la observó, Delfina era su mejor amiga, se conocían desde pequeñas. Por eso deseaba lo mejor para ella, sabía que estaba sufriendo, se había enamorado de Santino y Santino de ella. Santino era un mujeriego, era cierto, pero también era verdad que desde que salía con Delfina nunca lo vieron con otra chica.- ¡Deberías hablar con ellos, si no hablas jamás sabrás su posición, a estas aturas quizás vean las cosas de otra manera! - decía Camila mientras bebía su café. Para ese entonces Delfina había comenzado a llorar silenciosamente, como lloran los fuertes de corazón, como esas lluvias de primavera que comienzan a caer lentamente hasta convertirse en un chaparón.¡Es que ya no puedo con este dolor! ¿me entiendes Camila? - dijo entre estertores de llanto en su garganta.- ¡Lo sé, amiga, lo sé, puedo entender lo qué estás sufriendo? - dijo
Esfumados llegaría pronto a la ciudad, faltaban dos días, los chicos y los no tan chicos estaban eufóricos con la llegada del grupo.Marcos pregunta a su madre- ¿Delfina va a ir a ver Esfumados? -- ¡No tiene ánimos! -- ¿Cuándo viene el médico? -- ¡Hoy por la tarde! -- ¡Bien mantenme al tanto! - su madre le dio que sí y se despidieron, Marcos estaba preocupado por la salud Delfina, sí le quedaba tiempo iría a ver a ese chico Santino. Justo sonó su teléfono, era Paul- ¡Señor Mendieta! -- ¿Cómo está Paul? --Bien ¿puedo pasar por la tarde por su oficina? -- ¡Por supuesto! -- ¡Bien, estaré a las tres por su oficina, buenos días! -Marcos quedó pensativo, que tendría que decirle Marcos que le pedía para verlo, alguna información tendría, bueno luego lo sabre se dijo. ¡Está un poco baja de peso! - y dirigiéndose a Delfina - ¡Has rebajado cinco kilos Delfina, demasiado para tu edad y estatura, es por eso que te sientes agotada, además trabajas mucho, ú cerebro gasta una gra
Luego de terminar de hacerlo, le pide al chico que la deje en el mismo lugar que la levantó, el joven sonriente sólo expresó- ¡Será un placer! - y se puso en marcha, estaba ebria, y se durmió en el trayecto; sus amigas, que eran amigas de verdad todavía andaban revoleteando por allá.- ¿Qué hacemos? -preguntó Brigitte- ¡La esperamos, o su esposo la mata! -- ¡Bien como tú digas! ¡Cabeza hueca! - dijo la otra con rabia. Un auto seguía de cerca al joven hasta que lo interceptó, el chico asustado se detuvo n, Antonella ni se enteró, dormía.- ¡Baja! - ordenaron los enmascarados, el chico bajó asustado.- ¡No hice nada, ella está bien! - uno de ellos se acercó y le sacó una foto con su celular y luego habló- ¡Nadie debe saber que tuviste sexo con esta chica, si sabemos que dijiste lo mínimo, iremos por tí y no tendremos piedad! ¿Me entendiste? -- ¡Sí, sí! - decía el chico a borde de colapsar- ¡Vete y déjala en el lugar de donde salieron! -El joven asintió, encendió el m
Delfina soñaba con Nueva York, con la filarmónica internacional, se sentía cansada y con mucho sueño, pero como el médico ya le había dicho que tenía que recuperarse, dormir y comer bien; se lo adjudicaba todo a esa situación. Ese día mientras arreglaba sus maletas para su viaje, Antonella almorzaba con una amiga en uno de los restaurantes más caros de la ciudad, en ese momento le decía a Thiesa, su amiga.-Marcos se encuentra enojado por lo de la noche del show de esfumados – señaló mientras miraba con la vista perdida en el ambiente repleto de personas cuyas voces se confundían, luego añade – pero se le va a pasar -- ¿Y su hermana? - Antonella volteó rápido la vista hacía su amiga y un dejo de desprecio se apoderó del rostro de la joven quien exclama- ¡Está preparando su viaje a New York! -- ¿A New York? - preguntó asombrada Thiesa y al instante - ¿Y a qué va a New York? - Antonella tardó en responder, después de dar un sorbo a su vino y saborearlo, mira a su amiga-Se va co
Delfina se movió inquieta, camino despacio hasta la puerta y se detuvo frente a ella con su mano derecha acarició la madera de esta como si fuera tuviera tocando el cuerpo de su hermano; que esperaba ansioso la respuesta de la chica desde el otro lado. Marcos la presentía a través de la puerta de roble era como que estuvieran conectados, volvió a llamar- ¡Delfina soy yo, Marcos! ¡Debemos hablar hermanita antes de que te vayas! - ella se deslizó por la puerta y lloró suavemente con el rostro entre las manos, Marcos la escuchó y lo invadió un gran sentimiento de tristeza al saber que su hermana estaba sufriendo por su culpa. Se preguntó como dejó que sucediera eso. El amor nos torna egoístas y no sabemos separar la línea entre el amor de filial y el de otras relaciones. No insistió, Delfina secó sus lágrimas para que no quedaran rastros de que estuvo llorando, Marcos decidió retirarse de allí, no era bienvenido; cuando iba a bajar las escaleras Delfina se abrió y ella apareció det
Lisa sabía que eso era un sueño lejano, muy lejano, salir de allí, sólo lo haría cuando no sirviera más para el trabajo si no moría antes. Las noches, el trato con los hombres, el cansancio haría estragos en su cuerpo y envejecería antes de tiempo. Todavía era joven, pero eso no duraría para siempre, y cada día venían chicas más jóvenes y ellas tenían que estar a punto, pero era difícil competir con la juventud. Lanzo lo lo que quedaba del cigarro y se fue adentro, Montserrat seguia en silencio, ella la miro y dijo-Vamos – la chica se levantó y fueron adentro. Antonella hizo caso omiso al pedido de su padre ni siquiera mostró interés, ese día a la noche habló con Marcos.- ¿Mañana se va tu hermana? --Así es – respondió Marcos sin mirarla, acto seguido preguntó- ¿Irás acompañarla? --No quiere – hubo un silencio y añadió – pero de cualquier forma iré a despedirme de ella en el aeropuerto - Antonella se puso molesta y alude- ¿Porque te rebajas? -Marcos la miró perplejo y ex