Jareth pareció por fin entender las palabras de Claire, por lo que se paró y se dio por vencido.—Tus deseos son órdenes, como ya he dicho nada impedirá que seas mi esposa esta noche Claire— respondió él a Claire.Esa noche en la ciudad de las Vegas, una luna llena, hermosa. Se encontraba en todo lo alto, esta tenía un hermoso tono rosado. Era la primera noche de la llamada luna de fresa, y fue justo bajo la luz de esa luna que Jareth se arrodilló ante Claire y sacó el anillo que había estado guardando entre sus ropas desde hacía un par de meses, para ser exactos, desde el momento que ellos dos se había reencontrado en ese baño, en la boda de Logan. Jareth abrió la pequeña cajita dejándole ver un hermoso anillo de oro blanco rodeado de diseños de mariposas hechas a base de pequeños diamantes.—Claire mi adorada Claire ¿Te quieres casar conmigo una vez más? Claire esperaba que la llevara a una de las joyerías del hotel y eligiera un anillo, o tal vez se lo dejara elegir a ella, pero
Jareth no pudo evitar reírse, ya que ella hizo exactamente lo que él hizo al conocer al empresario para quien se encontraban trabajando.No demoró mucho para que ambos fueran llevados por la hermosa mujer hasta un reservado.—Por favor, si me hace el favor— se giró observando a la pareja e invitó a pasar a Claire con un gesto de su mano.Por supuesto que Jareth también quiso seguir a Claire—No, no, no…— se giró la mujer de relaciones públicas de Tiziano a cerrarle el paso antes de que diera un paso más — tú debes ir con él — señaló a Tiziano quién aparecía caminando a lo lejos. ¿No se suponía que ese hombre estaría pinchando en la discoteca toda la noche?Tras decir aquello y asegurarse de que Claire había entrado, la bella mujer de relaciones públicas le cerró la puerta en las narices de Jareth dejándolo a solas nada más y nada menos que con el empresario ítalo americano que había estado coqueteando con su futura esposa.Tiziano le indico a Jareth que le siguiera con su dedo índice
Claire llevó su mano hasta el pasador, estaba segura de que lo había visto en alguna parte, aunque no estaba segura en donde—Estás más que perfecta— dijo Laura antes de empujarla con delicadeza para que saliera por una cortina tras la cual había una pequeña capilla decorada con flores blancas.Al salir la música del piano la acompañaba y ella empezó a caminar lleva de nervios en dirección a Jareth quien esperaba al final del camino, de repente todo desapareció a su alrededor, solo estaba Jareth esperándola y ella dirigiéndose a él.No era un Elvis gordo el que los casaría, no era un ministro de paz, el que recibió a Tiziano y a Jareth en la capilla.Eso hizo que Jareth volteara a ver al hombre, el cual solo se inclinó un poco para hablar en su oído.—No soy yo quien está detrás de esto, es más, es la primera vez que pierdo una apuesta y me divierto haciéndolo— llevó su mano hasta el hombro del novio dejando sobre este un par de palmadas — así que disfruta de esta segunda oportunidad
Jareth cargo a Claire en sus brazos, no le importaba si se encontraba lejos de la habitación, no dejaría que nadie más viera a su esposa con ese vestido que la hacía lucir aún más hermosa.Su resistencia parecía no tener límites, como podría tenerla cuando entre sus brazos se encontraba el amor de su vida.—Por fin vuelves a ser la señora Mars, mi esposa— susurró rozando su nariz con la suya, una vez se encontraron a solas en el ascensor — eres consciente de que nada podrá alejarte de mí ahora.Claire reía por la forma en que su esposo la cargaba tras salir de la capilla, y se aferró a su cuello para no caer mientras buscaba sus labios para dejar varios piquitos en él.— ¿Piensas llevarme en brazos hasta la habitación?— preguntó divertida viendo como Jareth caminaba hasta el ascensor.—Por supuesto, es lo que haré— le respondió Jareth a ClaireSin duda no tenía intención de perder el tiempo, tras ellos Laura y Tiziano observaban todo sonriendo, él aprovechó para acercarse a la guapa m
— Lo es, nuestra primera noche de bodas— susurro Jareth envolviendo a Claire en sus brazos.Estaba nervioso, a pesar de no ser la primera vez que ellos estaban juntos. El nerviosismo de Jareth se debía a que era la primera noche de bodas, aún recordaba lo mucho que le había costado no tocarla primera vez que se casaron tanto que tomó hasta desfallecer, lo que lo hizo intolerante al alcohol, hasta ahora que a pesar de haber bebido del alcohol este parecía no haberle afectado, es más parecía que esa bebida alcohólica magnificaba todo.Las manos de Jareth recorrieron la silueta de su esposa con delicadeza, a través del encaje del body el solo verla así lo había puesto tan duro que casi aulló de placer cuando Claire hizo que sus pantalones se deslizaron hacia abajo, quedando sobre la alfombra de la habitación.Sin embargo, aunque su esposa se veía hermosa en ese conjunto. Él no podía seguir permitiéndole seguir teniéndoselo puesto, por lo que tras unos segundos de intentar hacerlo con ca
Para Jareth era una sensación única, una sensación que lo hacía morder la espalda de su esposa, y que lo ponía aún más duro. Algo que él jamás creyó posible, sobre todo al sentir como su miembro llegaba cada vez más profundo en el interior de su esposa. La forma que las paredes íntimas de Claire lo apretaban.Sus manos traviesas no paraban de recorrer su piel, no solo sus dedos jugaban con sus pezones, o su vientre plano, también iba más abajo, hasta llegar a su clítoris, el cual rotaba en su la punta de su dedo, índice lo que hacía que el cuerpo de su esposa se estremeciera.De pronto, la idea de poder disfrutar de verla embarazada, hizo que su libido se incrementara y no era que él no quisiera a sus hijos.Joder sus hijos, pensar en eso hizo que el amor que sentía por su esposa se incrementará aún más.Hasta el punto de sentir su corazón doler de lo grande que lo sentía, eso nada tenía que ver con el hecho de estar follando.Todo lo contrario era una manera solamente para hacerle
Eleonor se encontraba mordiéndose los labios, la repentina aparición del «director de la universidad Mary Queen» la tenía molesta y comiéndose las uñas.Algo no estaba bien, además el actor, que había contratado para que la hiciera de su médico, no le había devuelto su llamada.¿Acaso Christian lo había descubierto?El no saberlo la tenía alterada, por lo que se levantó para caminar por la casa.Una casa donde se la pasaba encerrada y era por qué no deseaba encontrarse con Claire y Jareth jugando con sus hijos.Pero necesitaba ese día salir a despejar su mente.Parecía no haber nadie, el ruido de las risas infantiles, se dejó escuchar.Los hijos de Jareth y su exmujer parecían jugar, más parecía que no había nadie cerca, por lo que se acercó a ellos con cautela.— ¿Crees que el señor maleducado va a querer ser nuestro papá también o solo será el novio de mamá?— preguntaba Danielle, está muy pensativa por ciertas cosas que le había contado su amiga Stefi del nuevo esposo de su mamá.—¿
La ex prometida de Jareth odiaba a la maldita madre de los dos pequeños, y que le había quitado la posibilidad de tener una vida de ensueño.—Ustedes dos que van a ….La mujer iba a cargar contra los niños; sin embargo, el sonido de pasos la hicieron detenerse de golpe.—Yo no soy la bruja, su madre sí que lo es— mencionó ella antes de alejarse.Los niños le sacaron la lengua a la mujer mientras la veían partir para luego mirarse el uno a la otra con duda, por lo que acababa de decirles.Cleotilde los andaba buscando para darle la merienda.—Niños, niños ya es hora de la merienda, vengan a comer con su Dada.Al escuchar la voz de su nana, ellos corrieron tras la mujer y tomaron cada uno una de las manos de Clotilde.— ¿Hay chocolate caliente?— preguntó Henry.— Si, hoy hace frío y cuando hace frío Dada nos lo deja comer con nubecitas — secundó la niña, a lo que la mujer solo rio mientras los guiaba hasta la cocina.— ¿Dónde estaban niños? Salí fuera, pero no los vi ahí jugando — dijo