Christian se encontraba en ese momento disfrutando de ver a sus dos nietos jugar, pero no era ver a los traviesos lo que lo hacía sonreír.¡Oh sí! Christian Mars sonreía por la pequeña travesura que había hecho.—¿Dada porque estás riendo?— le preguntó Henry, quien se acaba de sentar a un lado de él.Su abuelo no dudó en abrazar al pequeño sin dejar de sonreír —sonrío porque estoy feliz— le respondió al pequeño.Su nieto no tardó en verlo extrañado como si no entendiera de lo que su abuelo le hablaba.— ¿Antes no lo eras?—por supuesto que sí, pero ahora lo estoy aún más.—¿Es por causa de ese hombre mal educado? ¿Estás feliz porque él está aquí?Christian suspiro al escuchar al pequeño Henry llamarle a su padre de esa manera, deseaba decirle que ese hombre mal educado era su padre, pero no podía, no hasta que Claire y Jareth se los dijeran ellos mismos.—Sí, es porque él está aquí y por fin está haciendo lo que siempre debió haber hecho. Pero no me hagas caso, anda, ve a jugar con tu
Desenfreno, si eso era lo que ese hombre destilaba, y nada más atractivo que el desenfreno mezclado con el alcohol y el sexo.Si maldita sea el empresario exudaba por cada uno de sus poros lujuria, y la promesa de un buen sexo salvaje. Por supuesto que si él como hombre lo notaba y le molestaba, Claire también lo notaría, y no solo eso, podría parecer atrayente. Eso ponía a Jareth de mal humor, no soportaba la idea de Claire siendo atraída por ese hombre.Pero a diferencia de las mujeres, los hombres no expresaban abiertamente su inseguridad, por otros hombres, aceptar algo así te convertía en un perdedor. Algo que no aceptaría Jareth. Su ego no se lo permitiría. — Primero las damas— le indicó a Claire invitándole a pasar al interior del vehículo con un gesto de su mano— Jareth…— indicó luego para que él subiera también y ya cuando le dio la espalda era que Tiziano pudo sonreír.Como ya se sabía, ese hombre adoraba la diversión, y sin duda esa pareja sería su diversión personal por
— Bien, supongo que estarán cansados, así que descansen y acomoden sus cosas. Como tenía entendido que estaban divorciados, reservé dos habitaciones para ustedes. — los observó de nuevo y negó, era obvio que todavía había mucho amor entre esos dos, aunque eso lo haría todo más interesante.—No se preocupe, cambiaremos las habitaciones— dijo Jareth saliendo por fin y volviendo a tomar la mano de Claire.— Los veo a la hora del almuerzoJareth asintió, con muy mala cara ni siquiera corroboró lo dicho por el hombre, era claro que tenían que verlo para almorzar, una vez vio que se fue Martinelli Jareth volvió a hablar imitándolo.—Está muy bella, ¿Puedo ayudarla?— le dijo a Claire colocándose frente a ella viéndola y caminando así de esa manera, sin importarle si chocaba, estaba molesto y como sus hijos le gustaba hacer berrinche.— No seas malo— dijo Claire aguantándose la risa por la forma en que su ex se expresaba sobre ese hombre — Es un caballero, no sé qué hay de malo en eso.Jareth
Podría decirse que el hotel era una representación de su dueño, magnificada. Era por eso que ambos, no podían controlarse, ni aunque lo desearan. ¿Sería posible que un edificio fuera capaz de potenciar la forma de ser de su dueño en la gente que entraba en él?Jareth llevó sus manos hasta los senos de su ex, siendo consciente que hacerlo no solo la haría gemir, también estremecerse, aún más, el efecto de las burbujas del Jacuzzi en su piel hacía que todo se magnificara.Ella se movía sobre él, rozando su sexo contra la dureza de Jareth, resistiéndose a autopenetrarse y que todo acabara demasiado rápido por qué tal y como estaban aquello sería factible si ella se soltaba y se dejaba llevar del modo en que quería hacerlo.Claire gimió, arqueando levemente su espalda hacia atrás con descaro, ofreciéndole un poco más de sus pechos.Cómo le encantaba sentir los dedos habilidosos de él sobre sus senos, endureciendo sus pezones por el simple roce.Claire se alzó levemente y ya no podía aguan
Jareth entraba en el área del restaurante de la torre Martinelli con Claire de la mano, sus rostros lucían radiantes.El cansancio con el que se habían bajado del jet privado de Christian no se notaba por ningún lado en sus rostros.Verlos llegar de esa manera hizo que Tiziano sonriera. Ahora entendía lo que había querido decir su amigo y padre de Jareth.«No te preocupes, amigo mío, no solo obtendrás lo que buscas, sino también un poco de diversión y en el proceso, si todo sale bien, yo obtendré no solo una buena sociedad, también podré ver a mi familia por fin unida.»No había entendido las últimas palabras de Christian hasta ahora al ver a Jareth imponiendo su presencia y no dejándose opacar por la suya.El italiano no era de creer mucho en los horóscopos o de encasillar a las personas, por lo que se decía en el horóscopo. Pero tenía la seguridad que Jareth Mars, era Aries. Le recordaba de cierta manera a alguien que él conocía muy bien.—Veo que han descansado muy bien, por favor
Tiziano tenía que aguantarse las ganas de reír, era muy susceptible a cómo se sentía la gente cercana a él y en ese momento se estaba divirtiendo con los celos que despertaba en ese hombre.— Aquí nada es solo trabajo, señor Mars — Tiziano bebió un poco de su copa de vino y desvío su mirada del hombre a la mujer para luego volverla a posar en el hombre. — Sabe soy el mejor haciendo una fortuna mientras me divierto.—Pues le aseguro que para nosotros es solo trabajo— rebatió Jareth, aunque más que rebatir fue para dar punto final a la conversación que había entre ese hombre y élVolvió a llenar las copas de sus invitados y empezó a comer uno de los platos.Tiziano pasó toda la comida picando a Jareth, encelándolo y sorprendiéndose porque a pesar de que sabía que era imposible que su invitada no sintiera algún tipo de atracción por él. El amor que sentía por su exmarido debía ser muy grande cuando no le daba entrada a coquetearle por mucho que lo intentara.Jareth no estaba molesto con
A medida que bailaban el ambiente se calentaba cada vez más entre ellos, normalmente le costaba poco llegar a ese estado con Jareth, pero en esos momentos Claire se encontraba desatada, se sentía muy caliente, aun así quería alargar el momento.Llegó a pensar que Tiziano Martinelli tenía razón con su vino misterioso, y a pesar de que ya habían pasado varias horas desde que lo había bebido, podía sentir como sus deseos más primitivos la dominaban.Y como si lo hubiera predicho, la música cambio por un instante y el DJ empezó a hablar.Jareth estaba embrujado con los movimientos de cadera de Claire, no había nada que hiciera que le quitará los ojos de encima, y no que decir de sus manos, que la mantenía completamente sujeta a su cuerpo, sin impedir que ella siguiera moviéndose, más bien para que ambos se sincronizarán en los movimientos de sus caderas.Drogado era así como se encontraba Jareth y no le importaba, porque estaba donde deseaba y con la persona que quería — Con todos vosotr
Christian debía estar de coña si pensaba que después de la noche que habían pasado él soportaría más días sin verlo solo porque estaba jugando a hacer del abuelo perfecto y no es que quisiera interrumpir esa tarea, solo pretendía que ese hombre pasará más tiempo con él. Al fin y al cabo siempre les podía decir a esos niños que era un buen amigo y luego jugar juntos a cosas de mayores cuando se durmieran.Así que ahí estaba llamando a la puerta de la Mansión Mars y esperando con los mismos nervios que un adolescente la primera vez que va a casa de los padres de su pareja.— ¿Y usted es?— preguntó el estirado mayordomo mientras observaba al sujeto de arriba a abajo sin ningún tipo de disimulo.— Un amigo de Christian ¿Está en casa, puedo verlo? — ¿Lo está esperando?— No, pero creo que querrá verme, dígale que soy Enzo.Christian había estado intentando hablarle a Enzo, pero se resistía a hacerlo y es que se conocía, una vez que Enzo entrara en su visión, lo único que desearía era comp