Jareth no pudo mantener sus manos lejos del cuerpo de Claire, lo bueno es que el auto que había preparado su padre para que los llevara al aeropuerto era la limusina, el viejo Mars conocía a su hijo y si era como él en cuanto a no querer que vieran ciertos aspectos de su pareja, lo mejor sería darle un poco de intimidad.Jareth conocía a Claire desde hacía ya varios años, pero era la primera vez que se dejaba llevar, ambos se encontraban en lo que todos llamarían la luna de miel. —Mi padre sí que me conoce— mencionó Jareth a Claire una vez el chofer les indicó que ya estaba en el aeropuerto.Por supuesto, de haber sido otro arquitecto el encargado de ese trabajo, hubieran viajado en un avión comercial, en primera clase con todo pagado, pero se trataba del hijo y la madre de los nietos de Christian, por lo que este no había dudado en prestarles su jet privado.El CEO de Art life, le ofreció su mano a Claire para que se apoyará al salir, una vez que el chófer les abrió la puerta para q
Claire no tardó en desabrocharse el cinturón y sentarse en el regazo de Jareth para inclinarse contra su cuello y dejar varios besos suaves en esa área —¿Por dónde íbamos?—Íbamos justamente aquí…— le susurro Jareth quien agradeció que ella se sentará en su regazo y le hiciera olvidar que no estaba en el aire a Miles de kilómetros sobre la tierra.Las manos traviesas de Jareth empezaron a desabrochar la fina blusa que ella se había puesto, él por supuesto ya tenía la camisa desabrochada, por lo que podía sentir como Claire aprovechaba para poder tocar su piel, parecía que su toque era eléctrico porque en dónde tocaba hacía que el placer corriera por todo su cuerpo hasta alojarse en su entrepierna.—Creo que me ibas a dar a comer una fresa, pero a mí se me antoja hacer algo más…— susurro bajando un poco su sostén, dejando al descubierto uno de sus pechos, el cual tomó en su mano derecha. Como le encantaban a Jareth los pechos de Claire los cuales tenían el tamaño perfecto para que él
Jareth ya no razonaba, se encontraba perdido en la mirada de Claire, en la forma que era parecía ansiar estar con él de la misma manera. Ser consciente de eso no hizo que el miembro del CEO de Art Life se pusiera aún más firme y erecto, también hizo a su corazón latir con más fuerza.Se acomodó entre las piernas de su esposa, sintiéndose cómo la primera vez que estuvo con ella, nervioso, ansioso y muy enamorado de ella.Aunque ahora era diferente, ahora sabía que parte de su cuerpo tocar para llevarla hasta arriba.—Te amo, Claire— susurró en sus labios, mientras sus manos recorrían sus piernas, subiendo por ellas hasta llegar a sus nalgas, esas nalgas que siempre le habían gustado, que lo volvían loco junto al movimiento de sus caderas.La sintió removerse debajo de su cuerpo, ansiosa, deseosa por sentir como se enterraba en ella y eso hizo tras sentir sus uñas rasgando la piel de su espalda. Pero él no se quedó atrás, enterró sus dedos en la delicada piel de sus caderas redondeadas,
Christian se encontraba en ese momento disfrutando de ver a sus dos nietos jugar, pero no era ver a los traviesos lo que lo hacía sonreír.¡Oh sí! Christian Mars sonreía por la pequeña travesura que había hecho.—¿Dada porque estás riendo?— le preguntó Henry, quien se acaba de sentar a un lado de él.Su abuelo no dudó en abrazar al pequeño sin dejar de sonreír —sonrío porque estoy feliz— le respondió al pequeño.Su nieto no tardó en verlo extrañado como si no entendiera de lo que su abuelo le hablaba.— ¿Antes no lo eras?—por supuesto que sí, pero ahora lo estoy aún más.—¿Es por causa de ese hombre mal educado? ¿Estás feliz porque él está aquí?Christian suspiro al escuchar al pequeño Henry llamarle a su padre de esa manera, deseaba decirle que ese hombre mal educado era su padre, pero no podía, no hasta que Claire y Jareth se los dijeran ellos mismos.—Sí, es porque él está aquí y por fin está haciendo lo que siempre debió haber hecho. Pero no me hagas caso, anda, ve a jugar con tu
Desenfreno, si eso era lo que ese hombre destilaba, y nada más atractivo que el desenfreno mezclado con el alcohol y el sexo.Si maldita sea el empresario exudaba por cada uno de sus poros lujuria, y la promesa de un buen sexo salvaje. Por supuesto que si él como hombre lo notaba y le molestaba, Claire también lo notaría, y no solo eso, podría parecer atrayente. Eso ponía a Jareth de mal humor, no soportaba la idea de Claire siendo atraída por ese hombre.Pero a diferencia de las mujeres, los hombres no expresaban abiertamente su inseguridad, por otros hombres, aceptar algo así te convertía en un perdedor. Algo que no aceptaría Jareth. Su ego no se lo permitiría. — Primero las damas— le indicó a Claire invitándole a pasar al interior del vehículo con un gesto de su mano— Jareth…— indicó luego para que él subiera también y ya cuando le dio la espalda era que Tiziano pudo sonreír.Como ya se sabía, ese hombre adoraba la diversión, y sin duda esa pareja sería su diversión personal por
— Bien, supongo que estarán cansados, así que descansen y acomoden sus cosas. Como tenía entendido que estaban divorciados, reservé dos habitaciones para ustedes. — los observó de nuevo y negó, era obvio que todavía había mucho amor entre esos dos, aunque eso lo haría todo más interesante.—No se preocupe, cambiaremos las habitaciones— dijo Jareth saliendo por fin y volviendo a tomar la mano de Claire.— Los veo a la hora del almuerzoJareth asintió, con muy mala cara ni siquiera corroboró lo dicho por el hombre, era claro que tenían que verlo para almorzar, una vez vio que se fue Martinelli Jareth volvió a hablar imitándolo.—Está muy bella, ¿Puedo ayudarla?— le dijo a Claire colocándose frente a ella viéndola y caminando así de esa manera, sin importarle si chocaba, estaba molesto y como sus hijos le gustaba hacer berrinche.— No seas malo— dijo Claire aguantándose la risa por la forma en que su ex se expresaba sobre ese hombre — Es un caballero, no sé qué hay de malo en eso.Jareth
Podría decirse que el hotel era una representación de su dueño, magnificada. Era por eso que ambos, no podían controlarse, ni aunque lo desearan. ¿Sería posible que un edificio fuera capaz de potenciar la forma de ser de su dueño en la gente que entraba en él?Jareth llevó sus manos hasta los senos de su ex, siendo consciente que hacerlo no solo la haría gemir, también estremecerse, aún más, el efecto de las burbujas del Jacuzzi en su piel hacía que todo se magnificara.Ella se movía sobre él, rozando su sexo contra la dureza de Jareth, resistiéndose a autopenetrarse y que todo acabara demasiado rápido por qué tal y como estaban aquello sería factible si ella se soltaba y se dejaba llevar del modo en que quería hacerlo.Claire gimió, arqueando levemente su espalda hacia atrás con descaro, ofreciéndole un poco más de sus pechos.Cómo le encantaba sentir los dedos habilidosos de él sobre sus senos, endureciendo sus pezones por el simple roce.Claire se alzó levemente y ya no podía aguan
Jareth entraba en el área del restaurante de la torre Martinelli con Claire de la mano, sus rostros lucían radiantes.El cansancio con el que se habían bajado del jet privado de Christian no se notaba por ningún lado en sus rostros.Verlos llegar de esa manera hizo que Tiziano sonriera. Ahora entendía lo que había querido decir su amigo y padre de Jareth.«No te preocupes, amigo mío, no solo obtendrás lo que buscas, sino también un poco de diversión y en el proceso, si todo sale bien, yo obtendré no solo una buena sociedad, también podré ver a mi familia por fin unida.»No había entendido las últimas palabras de Christian hasta ahora al ver a Jareth imponiendo su presencia y no dejándose opacar por la suya.El italiano no era de creer mucho en los horóscopos o de encasillar a las personas, por lo que se decía en el horóscopo. Pero tenía la seguridad que Jareth Mars, era Aries. Le recordaba de cierta manera a alguien que él conocía muy bien.—Veo que han descansado muy bien, por favor